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el rey midas era quien

2007-03-06 06:49:29 · 9 respuestas · pregunta de april s 2 en Arte y humanidades Historia

9 respuestas

el rey midas ( no era real) pero era un hombre muy ambicioso que deseaba que todo lo que tocara se convirtiera en oro, un día eso se hizo realidad, el estaba muy feliz tocando flores, pájaros, etc después esto se volvió un problema porque no podía comer porque su comida se convertía en oro, incluso a su hija la convirtió en oro.....

2007-03-06 06:57:34 · answer #1 · answered by Anonymous · 1 0

Según la mitología, este Rey era tan ambicioso que pidio como deseo el tacto de oror, es decir, que todo lo que tocara se convirtiera en oro, su deseo fue concedido al principio estaba feliz porque todo lo que tocaba se convertia en dicho metal, hasta llegada la hora de la camida cuando quizo beber agua, esta se convirtió en oro, quizó comer y su comida por igua, el peor de sus males fue cuando al acariciar a su hija la niña se convirtió en oro!! así que deseó no haber pedido tal cosa y disfrutar las cosas en verdad bellas. su deseo se revirtió y en adelante fue un buen rey.

2007-03-07 19:26:32 · answer #2 · answered by superpower_girl 1 · 0 0

Es un personaje de la mitologia griega. Tuvo el poder de que todo lo que tocara se convirtiera en oro, por tal causa un dia casi muere de hambre, entonces pide a los dioses que le quitaran dicho poder y asi se cura...pero la historia sigue...

2007-03-06 19:04:33 · answer #3 · answered by Anonymous · 0 0

Midas, en la mitología griega, rey de Frigia, en Asia Menor. Por la hospitalidad que le había brindado al sátiro Sileno, Dioniso, el dios del vino, ofreció concederle todo lo que deseara. El rey pidió que todo lo que tocara se convirtiera en oro, pero pronto lamentó su elección porque hasta la comida y el agua se transformaban en ese metal. Para liberarse del encantamiento, Midas recibió el consejo de Dioniso de bañarse en el río Pactolo. Se decía que después se descubrió que las arenas del río contenían oro.

Midas fue también uno de los jueces en una disputa musical entre los dioses Apolo y Pan. Cuando Midas prefirió la flauta de Pan a la lira de Apolo, éste transformó las orejas de Midas en otras de asno. Midas era capaz de ocultar sus orejas a todos menos a su barbero, quien escondió el secreto en un agujero hecho en la tierra. Cuando el viento soplaba, las cañas que crecían sobre el agujero repetían la historia.

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2007-03-06 17:49:43 · answer #4 · answered by Tito 5 · 0 0

era un rey demasiado abaro que pidio que todo lo que tocara se conviertiera en oro por lo consiguiente no podia ni comer ya que su comida tambien se convertia en oro

2007-03-06 17:21:14 · answer #5 · answered by drama-line 1 · 0 0

El mito:
En la mitología griega, Midas era rey de Frigia, e hijo de Gordius. Por su hospitalidad con Sileno, Dioniso le otorgó el poder de convertir en oro todo cuanto tocara. Viendo que no podía comer los alimentos que a su contacto quedaban transformados en dicho metal, pidió al dios que le liberara de su don, para lo cual tuvo que bañarse en el río Pactolo, que desde entonces contuvo arenas auríferas.
Cuando Midas prefirió la melodía de la la flauta de Pan a la de la lira de Apolo, este último, dolido, le hizo crecer orejas de burro. Desde entonces Midas las ocultó bajo un sombrero pero un barbero se enteró de ello y, para librarse del peso del secreto, confió a un agujero excavado en el suelo lo que sólo él conocía. Tras rellenarlo, se fue aliviado pero con el tiempo crecieron juncos en el lugar y el viento, al pasar a través de ellos, dispersó el secreto por todo el mundo.

Otra versión:
El Rey Midas

Midas fue un rey de gran fortuna que gobernaba en el país de Frigia. Tenía todo lo que un rey podía desear. Vivía en un hermoso castillo rodeado de grandes jardines y bellísimas rosas. Era poseedor de todo tipo de objetos lujosos. Compartía su vida de abundancia con su hermosa hija Zoe.
Aún repleto de riquezas, Midas pensaba que la mayor felicidad le era proporcionada por todo su oro. Comenzaba sus días contando monedas de oro… se reía… se reía y tiraba las monedas hacia arriba para que les cayeran encima en forma de lluvia! De vez en cuando se cubría con objetos de oro, como queriéndose bañar en ellos, riendo feliz como un bebé.
Cierto día, el dios de la celebración, Dionisio, pasaba por las tierras de Frigia. Uno de sus acompañantes, de nombre Sileno, se quedó retrasado por el camino. Sileno, cansado, decide dormir un rato en los famosos jardines de rosas. Allí lo encuentra Midas, quién lo reconoce al instante y lo invita a pasar unos días en su palacio. Luego de esto lo llevó junto a Dionisio. El dios de la celebración muy agradecido por la gentileza de Midas, le dijo:
“Me has dado tal placer al haber cuidado de mi amigo que quiero hacer realidad cualquier deseo que tengas”. Midas respondió inmediatamente: “Deseo que todo lo que toque se convierta en oro”. Dionisio frunció el entrecejo y le dijo: “Seguro que deseas eso?”. A lo que Midas respondió: “Seguro, el oro me hace tan feliz!” Finalmente, Dionisio contesta reacio: “Muy bien, a partir de mañana todo lo que toques se transformará en oro”.
Al siguiente día, Midas, se despertó ansioso por comprobar lo que Dionisio le había prometido. Extendió sus brazos tocando una mesita que de inmediato se transformó en oro. Midas, saltaba de felicidad! Y continuó comprobando… tocó una silla, la alfombra, la puerta, la bañadera, un cuadro y siguió corriendo como un loco por todo su palacio hasta quedar exhausto y al mismo tiempo contentísimo!
Se sentó a desayunar y tomó una rosa entre sus manos para respirar su fragancia. Pero… al tocarla se había convertido en un frío metal. “Tendré que absorber el perfume sin tocarlas, supongo”, pensó desilusionado. Sin reflexionar, se le ocurrió comer un granito de uva, pero casi se quebró una muela por morder la pelotita de oro que cayó en su boca. Con mucho cuidado quiso comer un pedacito de pan, sin embargo estaba tan duro lo que antes había sido blandito y delicioso! Un traguito de vino, quizás… pero al llevar el vaso a la boca se ahogó tragando el oro líquido!
De repente, toda su alegría se transformó en miedo. Justo en ese momento, su querida gatita saltó para sentarse con él, pero al querer acariciarla, quedó como una estatua dura y fría. Midas se puso a llorar: “Sentiré solamente cosas frías el resto de mi vida?”, gritaba entre lágrimas. Al sentir el llanto de su padre, Zoe se apresuró para reconfortarlo. Midas quiso detenerla pero al instante una estatua de oro había quedado a su lado. El rey lloraba desconsoladamente.
Finalmente levantó los brazos y suplicó a Dionisio: “Oh, Dionisio, no quiero el oro! Ya tenía todo lo que quería! Solo quiero abrazar a mi hija, sentirla reir, tocar y sentir el perfume de mis rosas, acariciar a mi gata y compartir la comida con mis seres queridos! Por favor, quítame esta maldición dorada!” El amable dios Dionisio le susurró al corazón: “Puedes deshacer el toque de oro y devolverle la vida a las estatuas, pero te costará todo el oro de tu reino” y Midas exclamó: “Lo que sea! Quiero a la vida no al oro!” Dionisio entonces le recomendó: “Busca la fuente del río Pactulo y lava tus manos. Este agua y el cambio en tu corazón devolverán la vida a las cosas que con tu codicia transformaste en oro”.
Midas corrió al río y se lavó las manos en la fuente, agradecido por esta oportunidad. Se asombró al ver el oro que fluía de sus manos para depositarse en la arena del fondo de la fuente. Rápidamente, llevó una jarra de agua para volcar sobre Zoe y rociar a la gata. Al instante, sonaba en el silencio la risa y la voz musical de Zoe y el ronroneo de la gata.
Muy contento y agradecido salió Midas con su hija para buscar más agua del río Pactulo y así poder rociar rápidamente todo lo que brillaba de oro en el palacio.
Gran alegría le proporcionó a Midas el observar que la vitalidad había retornado a su jardín y a su corazón. Aprendió a amar el brillo de la vida en lugar del lustre del oro. Esto lo celebró regalando todas sus posesiones y se fue a vivir al bosque junto con su hija en una cabaña. A partir de lo ocurrido, jamás dejó de disfrutar de la auténtica y verdadera felicidad.

EN BUSQUEDA DE SIGNIFICADOS:
La leyenda del Rey Midas es un mito clásico sobre la tragedia inevitable cuando la verdadera felicidad no se es reconocida.
La vieja historia del rey Midas,(la codicia que lo dominaba), es aleccionadora y nos invita a pensar, reflexionar y darnos cuenta de las consecuencias que podemos atraernos siendo esclavos de nuestros propios deseos. Por suerte, el rey Midas reconoció su error a tiempo y pudo revertir semejante situación.
En tiempos actuales, ese oro de la leyenda, se halla sustituído por el afán desmedido de poseer dinero, excesos de bienes, riquezas, comodidades, lujos, apariencias, poder, etc. En definitiva: MATERIALISMO.
Cuando concentramos nuestra vida exclusivamente en lo material, comienza el desasosiego, la intranquilidad, que incita al consumo, al deseo de acaparar más y más, egoístamente todo para sí. Un individuo en estas condiciones puede llegar al extremo de cometer graves injusticias, mentir, robar, matar, delinquir, someter a su familia y toda una sociedad a las nefastas consecuencias que el mundo ya ha experimentado en su larga historia.
Se trata del deseo que nunca se calma: más se tiene, más se quiere. Se forma un vacío que no puede llenarse con nada. Comienza, entonces, una perturbación psicofísica que aleja al individuo del verdadero sentido y propósito de la Vida.
Ilustramos el tema con un óleo realizado por MK, en Noviembre de 2003, titulado:

2007-03-06 16:32:25 · answer #6 · answered by Anonymous · 0 0

el que tenia el poder de convertir los objetos en oro

2007-03-06 14:59:39 · answer #7 · answered by thelonely2005 1 · 0 0

Lo que todos sabes es que era un rey que todo lo que tocaba lo convertía en oro, pero esta historia que encontré nos ayudará a conocer un poco mas de Midas y a reconocer que no fue lindo que todo lo que tocara se convirtiera en oro.

"El rey Midas
Midas era rey de Macedonia. Una mañana, en los jardines de su palacio, apareció un viejo sátiro borracho. Midas pidió que lo llevaran ante su presencia para darle un escarmiento, pero resultó que el sátiro era Sileno, tutor de Dioniso.

Sileno narró muchas historias sobre sus viajes a la india, ganándose así al rey, que le hospedó en su casa.

Transcurridos cinco días Midas devolvió a Sileno a Dioniso. Este, como muestra de gratitud, ofreció a Midas cumplir cualquier deseo que pidiera. Midas escogió transformar en oro todo lo que tocara. Dioniso cumplió la petición.

Midas convertía todo en oro, las plantas, los animales... hasta que tocó a su hija.

Los alimentos y la bebida se transformaban en oro al intentar ingerirlos, de forma que casi muere de inanición.

Midas imploró a Dioniso que le librara de esa maldición. El dios aceptó y le dijo que volvería a la normalidad lavándose en el río Pactolo.

En una ocasión Apolo y un pastor de Frigia, Marsias, se retaron a un duelo musical, Apolo con la lira y Marsias con la flauta. Apolo pidió a Midas y a la Musas que fueran jueces de la contienda.

Ambos tocaron de forma tan perfecta que ni las Musas no Midas pudieron decretar un vencedor, entonces Apolo retó al pastor a tocar su instrumento boca abajo. Apolo dio la vuelta a su lira y tocó. Evidentemente Marsias no podía hacer lo mismo con la flauta y las Musas declararon ganador a Apolo.

Midas se opuso a este veredicto alegando lo injusto de la prueba, pero el voto de las Musas fue inamovible.

Apolo mató al pastor por desafiar a un dios y, seguidamente, toco las orejas de Midas que comenzaron a crecer llegando a ser iguales a las de los burros.

A partir de entonces Midas siempre llevaba un gorro cubriéndole la cabeza. El barbero del rey se enteró del hecho y Midas le amenazó de muerte si contaba algo.

El barbero, que no podía permanecer callado sin poder contarlo cavó un agujero al lado del río y susurro dentro -El rey Midas tiene orejas de burro-. Después tapó en agujero y se marchó.

Junto al agujero creció un junco que, al crecer, contó a los otros juncos -El rey Midas tiene orejas de burro-.

La noticia pasó de las plantas a los pájaros, y de las aves a Melampo, que podía entenderlas. Melampo lo contó a sus conocidos, y así todo el pueblo supo la noticia y gritaba pidiendo al rey que se quitara el gorro y enseñara las orejas.

Midas ejecutó al barbero tal y como había decretado y, a continuación, se dio muerte él mismo."

2007-03-06 14:56:33 · answer #8 · answered by glevicaru 4 · 0 0

era un rey que todo lo que tocaba lo convertia en oro.

2007-03-06 14:53:51 · answer #9 · answered by Chandler 5 · 0 0

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