..mi encuentro conmigo
genial
me encanto
y lropesta es ideal
Jon Turteltaub es mejor conocido por ser el director detrás de éxitos de taquilla como Mientras Dormías (While You Were Sleeping, 1995), Fenómeno (Phenomenon, 1996) e Instinto (Instinct, 1999), y es uno de los directores jóvenes más reconocidos en Hollywood, por lo menos en cuanto a garantizar buenos resultados en recaudaciones. En esta ocasión vuelve a la pantalla grande a través de Mi Encuentro Conmigo (The Kid, 2000), y a pesar de que la misma lleva el sello de ser “una película de Disney”, el tratamiento que se le da a la trama está dirigido a un público más grande en edad que lo que acostumbra hacer la empresa del ratón miguelito. No es propiamente una película para niños en toda la extensión de la palabra, aunque éstos lo disfrutarán enormemente. Un atractivo aparte que tiene el filme, aparte de la siempre grata presencia de Willis, es el pequeño de ocho años Spencer Breslin, quien continúa con la “tradición” que comenzó hace algunos años con Jerry Maguire al poner en pantalla –y en contrapunto con la estrella principal- a un niño que además de buen actor cautiva a las audiencias, como los casos de Johathan Lipnicki (Jerry Maguire) y Haley Joel Osment (Sixth Sense).
La historia de Mi Encuentro Conmigo es sencilla pero al mismo tiempo cautivadora: Russ Duritz (Willis) es un exitoso asesor de imagen que está por entrar en su cuarta década de vida y, aunque tiene lo que cualquier persona pudiera desear en el aspecto económico, su vida tiene un vacío que le impide relacionarse adecuadamente con quienes le rodean. Russ es duro, grosero, prepotente y con un sentido del humor que utiliza solamente para dañar a los demás, sin mencionar que la relación que tiene con su padre es prácticamente inexistente. Un día se encuentra en el interior de su casa a un pequeño niño de 8 años de nombre Rusty (Spencer Breslin), cuyo origen es un misterio. Poco a poco Russ va descubriendo que el pequeño es en realidad él mismo cuando tenía esa edad, lo que origina varios episodios de ansiedad en su yo adulto, mismo que poco a poco va descubriendo que la trillada frase del “niño que todos llevamos dentro” es en realidad una gran lección de vida. Rusty es un niño feliz a pesar de su gordura y de ser considerado como un perdedor, imagen que Russ detestó durante años y que lo llevo a convertirse en el antipático ser que es en la actualidad, incapaz de establecer una relación seria y formal con la única persona a la que en realidad ha amado, Amy (Emily Mortimer).
La premisa básica que maneja la cinta (el adulto misógino y miserable que al final se convierte en una persona amable y leal, o el nmiño que crece y que no le gusta ver en lo que se ha convertido) ha sido mostrado en otros trabajos bastante efectivos como Hechizo del Tiempo (Groundhog Day, 1993) o Quisiera Ser Grande (Big, 1988), y en esta ocasión Turteltaub logra presentarnos una cinta sin grandes pretensiones pero bastante efectiva. Uno de los recursos que mejor utiliza es el manejo del humor, con el cual explota mesuradamente la vena cómica que tiene Bruce Willis y que mostró desde que comenzó su carrera a mediados de los ochentas en la serie de televisión Luz de Luna (Moonlighting). Willis es quizá el único actor en la actualidad que puede interpretar al tipo cínico y despreciable pero al mismo tiempo encantador y con alma de niño. Por su parte, el pequeño Breslin siempre se ve y actúa como niño, no como adulto, lo que le brinda frescura a la trama. El elenco de soporte realiza buenas interpretaciones, sobresaliendo Lily Tomlin como la paciente y graciosa asistente de Russ.
Otro elemento que ayuda a enmarcar el sentimiento y las emociones de
la trama es la partitura de Marc Shaiman, que aunque por momentos no viene al caso y es un poco simplona, mantiene el estado de ánimo que requiere un filme como este. Probablemente muchas personas evitarán la cinta por el simple hecho de que contiene la palabra Disney en su título, pero la realidad es que la misma funciona bastante bien. No es ni una obra maestra ni una película que quiera filosofar profundamente acerca del encuentro personal con uno mismo, pero divierte y entretiene de manera efectiva. Advertencia: no es apta para personas amargadas o resentidas con la vida, es mas bien para aquellos que tienen corazón de pollo y alma de niño.
28 dias
"28 Días" es el psicótico relato de la lucha de una escritora alcohólica por limpiar su vida y regresar a la sobriedad de una vez por todas. Digo que es psicótico porque el guión es una mezcla irregular de comedia y drama con el peor balance imaginable, resultando en que falla horriblemente en ambas categorías. El aspecto dramático pudo ser bueno, ya que en el guión se señalan ciertos puntos interesantes sobre la naturaleza de las adicciones y las variadas razones que las producen. Pero interrumpiendo toda ambición de ser un estudio serio, saca la cabeza el humor fácil y en ocasiones inapropiado. Los personajes no tienen profundidad alguna; los pocos intentos de desarrollarlos se convierten en excusas para medianamente justificar cualquier acción que tengan que ejecutar para condescender el impreciso guión.
A la cabeza de este grupo de personajes está, desde luego, Sandra Bullock, en el papel de "Sandra Bullock interpretando a una persona alcohólica". Visto como una abstracción, tal vez como una rutina de comedia, esto podría ser por lo menos entretenido. Pero presentar la misma "actuación" que esta actriz hace en cada una de sus películas, en un contexto muy por encima de su capacidad, sólo logra un espectáculo doloroso. En realidad no tengo nada en contra de Bullock. Tiene carisma, buena presencia y es moderadamente atractiva. No sabe actuar, pero podría quedarse en aquellos papeles que se ajusten a su personalidad percibida. Este absurdo intento por consagrarse como actriz seria falla en todos los niveles y espero sirva como aviso para que empiece a seleccionar con más cuidado los guiones que acepta interpretar.
La escritora del guión, Susannah Grant, es también la responsable de haber convertido la historia de Erin Brockovich en un ejercicio de vanidad para Julia Roberts, aunque no quiero ser injusto achacándole toda la culpa. Puedo especular que con otra actriz (Juliette Lewis o Holly Hunter) ésta hubiera podido ser una película dramática devastadora, pero la adición de Bullock tal vez hizo necesario un reenfoque para ajustarse a la imagen que durante años la actriz ha sabido proyectar.
En resumen, una película tediosa, con algunos puntos interesantes, ahogados por la fracasada mezcla de drama y comedia. Sólo para admiradores rabiosos de Bullock.
2007-03-05 03:08:29
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answer #1
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answered by azzya14 7
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