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espero que los católicos no salgan con sus jaladas que fue el primer papa y por eso, quiero HERMENÉUTICA!

2007-03-04 14:54:49 · 13 respuestas · pregunta de MAGGIE 4 en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

13 respuestas

Si lees el contesto de este versículo Jesús pregunta quien dicen ustedes que soy yo, Pedro le responde "TU ERES EL CRISTO EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE" Jesús le dijo, esto no te lo revelo carne ni sangre si no mi Padre que esta en los cielos,
Jesús le dijo,Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia ( cuando Jesús le dice esto a Pedro, le está hablando de la revelación que Pedro acaba de tener, la revelación de que Jesús es hijo del Dios viviente esto es fundamental en nuestra fe hasta estos tiempos cuando tienes esta revelación sabes que tienes las llaves de la Iglesia que es la autoridad para poder atar y desatar todo lo que hay en la tierra y el cielo. Imagínate una Iglesia con ese poder nadie le podría hacer frente, ni siquiera el infierno.

2007-03-05 04:08:17 · answer #1 · answered by yaco 2 · 2 1

Primeramente, para los que no sepan esto:
La palabra "hermenéutica" extraña y asusta un poco al lego, pero es una etiqueta conveniente (derivada de la voz griega "hermeneuo": explicar un texto) para resumir las distintas consideraciones, principios y normas que nos ayudan a llegar a una interpretación adecuada de las Sagradas Escrituras. Por la ayuda de tales normas, podemos hacer una buena exégesis de cualquier pasaje bíblico. Esta voz también es una palabra griega que significa "poner en claro un texto".
Como lo logras? 1. Los principios básicos del estudio bíblico:

a) Oración.
b) Sentido común.
c) Preguntas adecuadas al texto
d) Contexto
e) Observación, interpretación, evaluación y aplicación
f) Descubrir y entender el significado del pasaje

2. Las cuatro etapas de la interpretación bíblica:

a) Observación
b) Interpretación
c) Evaluación
d) Aplicación

3. Problemas especiales en la interpretación de la Biblia:

a) Hipérbole
b) Metáfora
c) Antropomorfismo
d) Parábola
e) Profecía
f) Apocalíptica

No soy catolica, te invito a que leas: SANTIAGO 1:5

Mi opinion personal a tu pregnta:
Creemos que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la restauración de la Iglesia original que estableció Jesucristo, que se edificó “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”24. Esta Iglesia no procede de la división de ninguna otra iglesia.

En la Iglesia restaurada contamos ahora con apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas, los cuales Pablo mencionó al dirigirse a los efesios14. El Salvador estableció esos oficios del sacerdocio cuando organizó Su Iglesia en el meridiano de los tiempos. Reconocemos los dos órdenes del sacerdocio y sus correspondientes oficios: el sacerdocio menor es el Sacerdocio Aarónico, nombre que recibe de Aarón; y el sacerdocio mayor es el Sacerdocio de Melquisedec, que recibe su nombre de Melquisedec, a quien Abraham pagó el diezmo. El Sacerdocio Aarónico fue restaurado el 15 de mayo de 1829 por Juan el Bautista, y el Sacerdocio de Melquisedec fue restaurado antes de haber transcurrido un mes por los apóstoles de la antigüedad, Pedro, Santiago y Juan, a José Smith y Oliver Cowdery. Por ello los poseedores actuales del sacerdocio afirman tener el poder para actuar en el nombre de Dios por medio del sacerdocio, “el poder que se respeta tanto en el cielo como en la tierra”15.
Creemos que el Evangelio de Jesucristo ha sido restaurado en su plenitud, pero éste no es motivo para que nadie se sienta superior a ningún otro hijo de Dios. Antes bien, ello conlleva una obligación mayor, como es la de aplicar la esencia del Evangelio de Cristo en nuestra vida, a fin de amar, servir y bendecir a los demás. De hecho, tal y como la Primera Presidencia declaró en 1978, creemos que “los grandes líderes religiosos del mundo como Mahoma, Confucio y los Reformadores, al igual que los filósofos como Sócrates, Platón y otros, recibieron una porción de la luz de Dios. Dios les concedió verdades morales para iluminar a naciones enteras y para llevar un mayor nivel de entendimiento a las personas”25. Por ello, respetamos las creencias religiosas sinceras de los demás y apreciamos que se tenga la misma cortesía y respeto por las creencias que nosotros valoramos.
La autoridad del sacerdocio se ejerce tanto en la familia como en la Iglesia. El sacerdocio es el poder de Dios que se utiliza para bendecir a todos Sus hijos, tanto hombres como mujeres. Algunas de nuestras expresiones, como “las mujeres y el sacerdocio”, transmiten una idea equivocada, pues los hombres no son “el sacerdocio”. La reunión del sacerdocio es una reunión para aquellos que poseen el sacerdocio y lo ejercen. Sus bendiciones, como el bautismo, la recepción del Espíritu Santo, la investidura del templo o el matrimonio por la eternidad, están al alcance tanto de los hombres como de las mujeres. La autoridad del sacerdocio se ejerce en la familia y en la Iglesia de acuerdo con los principios que el Señor ha establecido.

2007-03-05 15:52:10 · answer #2 · answered by Neny 6 · 1 0

Jesucristo le dio las llave de la autoridad para actuar en nombre de Dios en la tierra . a Pedro.
Y el se la fue traspasando a otros apóstoles y el ultimo fue El apóstol Juan para que siguiera la autoridad siendo el ultimo que lo tuvo.

Peeeeeero! vinieron los romanos , y lo mataron al igual que los demás Apóstoles .
Y se pusieron al mando de lo que llegaría a ser llamada Iglesia Católica Romana.

Y ahí comenzo todo el bochinche hasta los tiempos actuales
escandalos ,escándalos .
y muchos justificandolo,justificandolos y apoyando los.

En fin esto parece una locura.

2007-03-05 04:42:00 · answer #3 · answered by c 4 · 1 0

Yo te doy las llaves del Cielo lo que ates en la tierra sera atado en el cielo y lo que desates en la tierra sera desatado en el cielo, esta es la autoridad que le da Jesus a Pedro como su principal sucesor en la tierra.

2007-03-05 03:36:28 · answer #4 · answered by Anonymous · 1 0

CUANDO JESUS LE DA AUTORIDAD ,O MAS BIEN LE DEJA UNA RESPONSAVILIDAD A PEDRO, LE DA EL NOMBRAMIENTO, Y SE DICE LE DA LLAVES, BUENO ESTAS LLAVES, PEDRO LAS UTILISA PARA DARLE LA OPORTUNIDAD, O PARA ABRIRLES LA OPORTUNIDAD ,PRIMERO A LOS JUDIOS,SEGUIDO DE LOS SAMARITANOS, Y POR ULTIMO A LOS GENTILES ,QUE ES DE DONDE TODOS LOS QUE NOS LLAMAMOS CRISTIANOS VENIMOS Y SE NOS DA LA OPORTUNIDAD DE SERVIR Y DE ADORAR A DIOS,POR QUE RECUERDA QUE ANTES ,JEHOVA DIOS TENIA SU PUEBLO ESCOJIDO QUE ERA, ISRAEL, PERO COMO ELLOS NO ACEPTARON, NI CREYERON EN SU HIJO ,SO ELLOS FUERON DESPRESIADOS ,Y FUE CUANDO SE LES DIO LA OPORTUNIDAD A LOS ,SAMARITANOS Y A LOS GENTILES, OKEY MAMITA ,,,.Te quiero ,,.By

2007-03-05 00:21:26 · answer #5 · answered by Anonymous · 1 0

Jesús pronunció estas palabras poco tiempo antes de su arresto, muerte y resurrección. Aún no se había cumplido la promesa de la llegada del Espíritu Santo. Parecía como que Jesús buscaba al elegido por el padre para entregarle las llaves del reino, por eso preguntó: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?". Contestaron algunos nombres, y volvió a preguntar, "Y uds., ¿quien dicen que soy yo?", a lo que Pedro respondió: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente". A esta declaración de fe, Cristo dijo que su conocimiento era por revelación del padre, que en adelante lo llamaría Pedro (literalmente piedra) , que sobre él edificaría su iglesia y que le daría las llaves del reino con las cuales todo lo que atara o desatara en el cielo y en la tierra sería atado o desatado.(Mateo16:17-19, Santa Biblia).
Evidente es que no se construyó un templo sobre el cuerpo de Pedro, sino sobre su fe. La fe es el requisito para ser parte de esa iglesia. Comencemos por definir el concepto de iglesia.
Contrario a la creencia popular de que la iglesia sea una construcción, la Biblia se refiere a la iglesia como una asamblea cualquiera (del griego ekklesia=llamar fuera). La Iglesia de Cristo es el conjunto de todos los cristianos en todo lugar y todo tiempo. Entonces, si todos los creyentes en Cristo son la iglesia, ¿Ya había iglesia en el tiempo de Jesús? Los judíos del antiguo testamento también creían en el Cristo que había de venir. ¿Ellos eran cristianos? ¿Cuándo nació la iglesia exactamente?
La iglesia comienza con la venida del Espíritu Santo. Si bien el Espíritu Santo descendió por primera vez en el Pentecostés para los judíos (Hechos 2, Santa Biblia), el Espíritu Santo no descendió sobre los no judíos (o gentiles) hasta la reunión en casa de Cornelio (Hechos 10). En ambas ocasiones fue Pedro el que invoca la bendición por medio de oración y/o enseñanza de la palabra de Dios. A ésto se refiere Jesús con que le daría las llaves del reino. Fue Pedro la persona que por su posición de líder entre los discípulos, y por instrucción de Jesús y del Espíritu Santo, abre la puerta, es decir la posibilidad de entrar al cielo para todo el mundo.
Si, la puerta al cielo esta abierta de par en par para todos aquellos que deseen acercarse a Cristo, que lo acepten como su Señor y Salvador. El mensaje de Pedro fue claro: "Arrepiéntanse y bautícense cada uno de ustedes en el nombre de Cristo para perdon de los pecados; y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque para ustedes es la promesa, y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para todos los que el Señor llamare".
El llamado de paz es para tí, junto con el beneficio de muchas promesas divinas para tí y para tu familia. Si quieres saber más al respecto, con mucho gusto te cuento. ¡Hasta pronto!

2007-03-04 23:49:48 · answer #6 · answered by el grillo 2 · 1 0

Supongo que lo dijo por que a través de su iglesia mucho llegarían hasta Dios, que Pedro tenía la responsabilidad de mostrar el camino para abrir las puertas del cielo a las personas y por eso se lo dice, en él encomienda la tarea de seguir la doctrina y de que tenía plana confianza de que él sería un pilar importante para la iglesia que se fundaría, pero para mi gusto no hablaba de la iglesia como institución, sino como la forma de vida que debería de ser, se lo dijo a Pedro como simbolismo de que cualquiera que fuera como él, podría abrir las puertas del cielo, no se necesitaba más, no se necesitaba ser un hombre grandioso, ni siquiera bueno, podía negar a Dios y todo, pero los actos buenos que tu corazón concediera eran suficientes, eso es según yo, y no soy católico ni cristiano ni de ninguna secta.

2007-03-04 23:15:27 · answer #7 · answered by Jorge B (Samael) 2 · 1 0

Quiso decir que era digno de ir al cielo, saludos

2007-03-04 23:04:23 · answer #8 · answered by miss_sanz 4 · 1 0

Mira, sabes que la puerta fue abierta por Jesucristo cuando murio por todos nosotros en la cruz, Dios le dio esas llaves para que el permitiera la entrada, y sabes cuales son esas llaves, son los frutos del Espiritu Santo, en el día del Pentecostes Pedro convencio a muchas personas, pero en realidad no fue Pedro fue Dios hablando a través de él.

2007-03-04 23:02:08 · answer #9 · answered by GAD 2 · 1 0

Te envío un artículo completo de la revista La Atalaya del 15/3/80 donde explica todo lo relacionado con las llaves que Jesús le entrega a Pedro. No pude abreviarlo ya que perdería el sentido la información.

Las “llaves” del más grande gobierno reciben uso

“Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cualquier cosa que ates sobre la tierra será la cosa atada en los cielos, y cualquier cosa que desates sobre la tierra será la cosa desatada en los cielos.”—Mat. 16:19.

¿HAY un portero o conserje allá en el cielo? En la antigua mitología romana, Jano, el dios de los dioses, era el portero supremo en el cielo y en la Tierra. El templo de Jano estaba ubicado en el lado septentrional del Foro Romano, cerca de la Curia, pero ya no se le rinde culto a Jano. Sin embargo, ¿qué se puede decir acerca del personaje histórico Jesucristo, que ahora está glorificado en el cielo a la diestra del verdadero “Dios de dioses,” Jehová? (Deu. 10:17) Alrededor del año 96 E.C., al dictar una carta que había de ser enviada a la congregación de Filadelfia, en Asia Menor, este glorificado Jesús dijo al apóstol Juan:

2 “Y al ángel de la congregación que está en Filadelfia escribe: Estas son las cosas que dice el que es santo, el que es verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre de modo que nadie cierre, y cierra de modo que nadie abra: ‘Conozco tus hechos —¡mira! he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar— que tienes un poco de poder, y guardaste mi palabra y no resultaste falso a mi nombre.’”—Rev. 3:7, 8.

3 Contando desde David, el primer rey judío de Jerusalén, Jesucristo es el 43 en la línea real que descendió de aquel famoso rey. Aquella línea real termina con Jesucristo, porque él llegó a ser el heredero permanente del reino de David. (Luc. 3:23-31) Por esa razón Jehová Dios dio a su Hijo glorificado “la llave de David.” El reino de David fue una teocracia típica, un reino de Dios típico. (1 Cró. 29:23; 2 Cró. 13:5, 8) En las manos de Jesucristo, el glorificado descendiente de David, este reino llega a ser un reino verdadero, antitípico, de Dios. En calidad de poseedor legítimo de “la llave de David,” Jesucristo abre o cierra a personas de la Tierra privilegios y oportunidades relacionados con el reino de Dios.

4 Mirando hacia el futuro al tiempo en que abriría privilegios de servicio a su fiel apóstol simón Pedro, Jesús le dijo en una ocasión: “Tú eres Pedro [griego: Petros; latín: Petrus], y sobre esta masa de roca [griego: tautei tei petrai; latín: hanc petram] edificaré mi congregación, y las puertas del Hades no la subyugarán. Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cualquier cosa que ates sobre la tierra será la cosa atada en los cielos, y cualquier cosa que desates sobre la tierra será la cosa desatada en los cielos.”—Mat. 16:18, 19.

5 Jesús pronunció aquellas palabras históricas algún tiempo después de la Pascua de 32 E.C., en la vecindad de Cesarea de Filipo, cerca de la cabecera del río Jordán.—Mat. 16:13-17.

CUÁNDO SE DIERON Y SE USARON

6 Al igual que “la llave de David,” las “llaves del reino de los cielos” no fueron llaves literales, materiales, de clase terrestre. Eran llaves espirituales, a saber, el privilegio, honor, asignación y autoridad de iniciar o abrir un programa de información, instrucción e intervención personal respecto al reino de los cielos. Por medio del uso de éstas, las personas que optaran por buscar en primer lugar el reino de los cielos podrían valerse de la provisión que Dios entonces había hecho disponible por medio de Jesucristo, el Heredero del reino celestial. Así estas personas entraban en algo que previamente no había estado accesible o abierto a ellas.

7 Dos años antes, en Jerusalén, Jesús había revelado a un gobernante de los judíos, a un fariseo que se llamaba Nicodemo, ciertas condiciones básicas que el creyente tendría que satisfacer para conseguir entrada en el reino celestial de Dios. Jesús dijo: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca otra vez, no puede ver el reino de Dios.” ¡Qué? ¿‘Nacer otra vez’ de su misma madre humana? No, pues Jesús dijo a Nicodemo: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es, y lo que ha nacido del espíritu, espíritu es.”—Juan 3:1-6.

8 Entonces, ¿podría una persona que todavía no hubiera ‘nacido del agua y del espíritu,’ que todavía no fuera un cristiano bautizado, engendrado por espíritu, poseer y usar las “llaves” para abrir a otros la entrada al reino celestial de Dios? Difícilmente sería lógico eso. De modo que las “llaves del reino de los cielos” no se dieron a Juan, aunque él bautizó a Jesús y fue el primero que predicó: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.”—Mat. 3:1, 2.

9 Pues bien, ¿había sido engendrado ya Pedro por espíritu cuando Jesucristo le dio la primera de las “llaves” para que la usara? Sí, porque, en aquel día del Pentecostés de 33 E.C., Jehová Dios usó al glorificado Jesús para bautizar con espíritu santo a unos 120 discípulos que estaban esperando en un aposento superior en Jerusalén, y entre éstos estuvo Pedro. No fue sino hasta después que Pedro hubo sido engendrado así por el espíritu de Dios que él se levantó y habló a más de 3.000 judíos y prosélitos circuncisos que se habían reunido para presenciar cómo había empezado a cumplirse la profecía de Joel 2:28, 29. Si el prosélito etíope circunciso que se menciona en Hechos 8:27, 28 se encontraba entre los “varones reverentes” que estaban morando en Jerusalén en aquel día del Pentecostés, no pasó a aquel lugar desde el templo para oír a Pedro. (Hech. 2:1-12) Pero más tarde recibió su oportunidad.

10 Pedro dijo francamente a aquellos miles de observadores que como comunidad religiosa ellos habían cometido un crimen 52 días antes al haber dado muerte a Jesucristo en un madero. Entonces aquellos “varones reverentes,” con remordimiento de conciencia, preguntaron: “Varones, hermanos, ¿qué haremos?” Pedro fue quien respondió: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don gratuito del espíritu santo. Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para cuantos llame a sí Jehová nuestro Dios.” Pedro siguió explicando. “Y con muchas otras palabras dio testimonio cabal y siguió exhortándolos, diciendo: ‘Sálvense de esta generación perversa.’” (Hech. 2:14-40) Así Pedro, ya engendrado por espíritu, usó la primera de las “llaves.”

11 Ahora que la entrada estaba franca, ¿pasaron por ella algunos de aquellos judíos naturales como judíos a cuyos antecesores Jehová Dios había hecho la promesa de Joel 2:28, 29? Hechos 2:41, 42 responde: “Por lo tanto los que abrazaron su palabra [la palabra de Pedro] de buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas tres mil almas fueron añadidas. Y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a compartir unos con otros, a tomar comidas y a oraciones.” Por haberse bautizado en agua en el nombre de Jesucristo y después de eso haber recibido el don gratuito del espíritu santo, ‘nacieron otra vez,’ ‘nacieron del agua y del espíritu.’—Juan 3:3, 5.

PARA QUIÉNES SE USÓ LA SEGUNDA LLAVE

12 A Pedro se le había prometido, no una llave, sino “las llaves del reino de los cielos.” Eso quiso decir por lo menos dos llaves. Por eso, ¿cuándo recibió la segunda llave, y a favor de quiénes? Si Pedro hubiese necesitado una sola llave, entonces solo los judíos naturales y los prosélitos judíos circuncisos hubieran formado el conjunto de 144.000 personas a quienes Jesucristo edifica sobre sí mismo como la masa de roca para que sean su completa congregación engendrada por espíritu. (Mat. 16:18; Rev. 7:4-8; 14:1-3) Pero, ¿había de estar limitada la salvación celestial a tan solo aquellos que fueron admitidos por el uso que Pedro dio a la llave en el día del Pentecostés? Bueno, ¿qué dijo Jesús justamente antes de ascender al cielo en el día número 40 desde su resurrección? En aquel día, en la vecindad de Jerusalén, él dijo a sus discípulos:

13 “De esta manera está escrito que el Cristo sufriría y se levantaría de entre los muertos al tercer día, y sobre la base de su nombre se predicaría arrepentimiento para perdón de pecados en todas las naciones... comenzando desde Jerusalén, ustedes han de ser testigos de estas cosas. Y, ¡miren! envío sobre ustedes lo que está prometido por mi Padre [en Joel 2:28, 29]. Ustedes, sin embargo, permanezcan en la ciudad hasta que lleguen a estar revestidos de poder desde lo alto.”—Luc. 24:46-49.

14 Sin embargo, según Hechos 1:8, Jesús dio más detalles en cuanto a cómo se extendería progresivamente a “todas las naciones” la predicación de arrepentimiento sobre la base de su nombre. Allí dijo: “Mas recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.”

15 Aquí Jesús separó a Samaria de “toda Judea.” En cuanto a eso, durante todo su ministerio terrestre Jesús hizo una distinción entre los judíos naturales circuncisos y los samaritanos circuncisos.

16 Después de la Pascua de 30 E.C., durante el primer año de su actividad pública, Jesús tuvo que pasar por Samaria para ir de Judea a Galilea. A este respecto se comentó que “los judíos no se tratan con los samaritanos.” (Juan 4:9) No obstante, al lado de la fuente de Jacob, cerca de la ciudad de Sicar, Jesús optó por hablar con una samaritana. De hecho, resultó que ella fue la primera persona a quien Jesús confesó que él era el Mesías o Cristo. ¿Se debió esto a que ella no fuera judía? (Mat. 16:20) Además, por la invitación que extendieron los residentes samaritanos de Sicar, él y sus apóstoles se quedaron dos días con los samaritanos y les hablaron. Varios de éstos creyeron, y dijeron a la samaritana que les había testificado: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo.”—Juan 4:39-43.

17 Sin embargo, aun después de esto, Jesús siguió diferenciando entre los judíos y los samaritanos, a pesar de que algunos de los samaritanos creían en él. ¿Pidió Jesús que cualesquiera de aquellos samaritanos creyentes se bautizaran en agua con el bautismo de Juan? ¡No! Esto era significativo, puesto que inmediatamente antes del relato de la visita de Jesús a la ciudad samaritana de Sicar, está escrito: “Ahora bien, cuando el Señor se dio cuenta de que los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan —aunque, en realidad, Jesús mismo en ningún caso bautizaba, sino sus discípulos— salió de Judea y partió otra vez para Galilea. Pero le era necesario pasar por Samaria. Por consiguiente vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar cerca del campo que Jacob dio a José su hijo. De hecho, estaba allí la fuente de Jacob.”—Juan 4:1-6.

18 Dos años después, ¿marcharon las cosas tan favorablemente para Jesús? Él y sus discípulos iban en la dirección opuesta, para asistir a la fiesta judía de las cabañas en Jerusalén. Entonces los mensajeros de Jesús “fueron por su camino y entraron en una aldea de samaritanos, para hacerle los preparativos; mas éstos no lo recibieron, porque tenía el rostro fijo para ir [¿adónde?] a Jerusalén. Cuando vieron esto los discípulos Santiago y Juan, dijeron: ‘Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los aniquile?’ Mas él se volvió y los reprendió. De modo que fueron a una aldea diferente.” (Luc. 9:51-56) Si Jesús hubiese cedido a la violenta disposición que manifestaron Santiago y Juan, eso pudiera haber predispuesto a los samaritanos en contra del cristianismo.

19 Hasta un año antes de aquello, antes de la Pascua de 32 E.C., cuando Jesús envió a los apóstoles a predicar de dos en dos, les dijo: “No se vayan por el camino de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado.’” (Mat. 10:5-7; Luc. 9:1-6) Meses más tarde, después de la fiesta de las cabañas de 32 E.C., Jesús envió a los 70 evangelizadores y les dio instrucciones parecidas a las que había dado a los 12 apóstoles. Las aldeas y ciudades en las que ellos predicaron el reino de Dios probablemente estaban en Judea, no en Samaria. (Luc. 10:1-24) No informaron nada acerca de haber visitado lugares samaritanos. Fueron a “las ovejas perdidas de la casa de Israel.” ¿Por qué? Porque no se les dio a aquellos evangelizadores autoridad mayor que la de los apóstoles. La actitud general de los judíos para con los samaritanos quedó revelada cuando Jesús dijo a los judíos incrédulos que ellos no eran de Dios, y éstos replicaron: “Tú eres samaritano y tienes demonio.”—Juan 8:47, 48.

20 Jesús hizo una distinción entre los samaritanos y los judíos cuando dijo a la samaritana: “Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos.” (Juan 4:22) Jesús clasificó al samaritano como un “hombre de otra nación” o, más literalmente, “de otra raza.” (Luc. 17:16-18; vea esa frase, vertida palabra por palabra, en Kingdom Interlinear Translation.) Los samaritanos, que adoraban en el monte Gerizim, no asistieron al Pentecostés de 33 E.C. en Jerusalén. De modo que no recibieron ningún beneficio del uso que Pedro dio a la primera de las “llaves del reino de los cielos.” (Hech. 2:5-11) Por eso, después que el espíritu santo hubo sido derramado en Jerusalén, ¿cuándo dieron los 12 apóstoles su atención a Samaria a fin de poder participar en lo que Jesús predijo en Hechos 1:8?

21 Después del Pentecostés le sucedieron muchas cosas a la congregación cristiana de Jerusalén. La persecución que sobrevino tras el martirio de Esteban esparció de Jerusalén a todos los miembros de la congregación, salvo a los 12 apóstoles. (Hech. 8:1-5) No por órdenes e instrucciones apostólicas, sino debido a la persecución, tanto Felipe, colaborador íntimo de Esteban, como otros cristianos judíos huyeron hacia el norte al distrito de Samaria. (Hech. 6:1-6; 21:8) Allí Felipe, quien había sido favorecido con el don de efectuar milagros por el espíritu de Dios, predicó las buenas nuevas acerca del resucitado y glorificado Jesucristo y ejecutó muchas señales milagrosas en la forma de curaciones. “De modo que vino a haber mucho gozo en aquella ciudad.”—Hech. 8:8.

22 ¿Qué efecto tuvo esto? “Cuando creyeron a Felipe, que estaba declarando las buenas nuevas del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, procedieron a bautizarse, tanto varones como mujeres.” Entre éstos estaba cierto mago que se llamaba Simón que “había estado practicando artes mágicas y asombrando a la nación de Samaria.” (Hech. 8:9, 12, 13) A estas alturas surge la pregunta: ¿Nacieron aquellos samaritanos creyentes “del agua y del espíritu”? Bueno, el agua del bautismo había entrado en el asunto, pero, ¿qué se puede decir acerca del espíritu? Si hubiesen llegado a ser engendrados por espíritu después del bautismo en agua, entonces Felipe habría sido quien hubiese abierto el camino para que este nuevo grupo, los samaritanos, entrara en el “reino de los cielos.” Pero, ¿realmente hizo eso Felipe, aunque no era uno de los 12 apóstoles? ¿Qué muestra el registro inspirado?

23 Este Felipe no fue uno de los apóstoles a quienes Jesús dijo: “Cualesquier cosas que aten sobre la tierra serán cosas atadas en el cielo, y cualesquier cosas que desaten sobre la tierra serán cosas desatadas en el cielo.” (Mat. 18:18; 16:19; 10:2-4; Juan 1:43-48) De modo que no se informa que Felipe haya hecho a los samaritanos promesa alguna del don del espíritu santo con relación al bautismo de éstos en agua. No estaba autorizado para decir, como dijo Pedro a los judíos en el día del Pentecostés: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don gratuito del espíritu santo.”—Hech. 2:38.

24 Aunque los samaritanos consideraban los primeros cinco libros de Moisés, el Pentateuco, como la Palabra de Dios y celebraban una Pascua y un Pentecostés en el monte Gerizim, en el distrito de Samaria, los samaritanos no estaban en el pacto de la Ley que se había establecido con los israelitas en el monte Sinaí con Moisés de mediador. (2 Rey. 17:29, 30; Juan 4:19, 20) Por eso, su circuncisión en la carne en sí misma no hacía de ellos prosélitos judíos. Los samaritanos no estuvieron implicados en el hecho de que se fijara a Jesús en el madero, de modo que no tenían que bautizarse en agua para conseguir el perdón de Dios por un pecado tan craso por el cual debería haber arrepentimiento. Pero los samaritanos se bautizaron a manos de Felipe en el nombre de Jesucristo como el Mesías (Cristo) y “el salvador del mundo.” (Juan 4:25, 26, 28, 29, 42) Debido a esto, ¿llegaron a ‘nacer del agua y del espíritu’? ¡No! Porque en aquella ocasión no recibieron el espíritu santo.

25 ¿A qué se debió esto? Hechos 8:14-17 nos dice: “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan; y bajaron éstos y oraron para que recibiesen espíritu santo. Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, sino que solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces [Pedro y Juan como apóstoles] se pusieron a imponerles las manos, y ellos [los samaritanos bautizados] empezaron a recibir espíritu santo.” Esto no se refiere simplemente a los dones milagrosos del espíritu.

26 Aquí por primera vez los samaritanos bautizados llegaron a ‘nacer’ del espíritu así como del agua y estuvieron capacitados para entrar en el reino celestial de Dios. (Juan 3:5) La actividad del espíritu en este caso fue semejante a lo que se informó más tarde en Hechos 10:44-46 y 11:15-17. De esta manera el apóstol Pedro usó la segunda de las “llaves del reino de los cielos” a favor de los creyentes samaritanos bautizados. Cierto, el apóstol Juan estaba allí con Pedro, pero, antes de eso, en el día del Pentecostés, otros 11 apóstoles habían estado con Pedro el portador de la llave.—Vea también Mateo 18:1, 18.

27 La prioridad de Pedro queda corroborada por lo que se nos dice en seguida en Hechos 8:18-23: “Ahora bien, cuando vio Simón [el mago] que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu, les ofreció dinero, diciendo: ‘Denme a mí también esta autoridad, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba espíritu santo.’ Mas Pedro le dijo: ‘Perezca tu plata contigo, porque pensaste por medio de dinero conseguir posesión del don gratuito de Dios. No tienes tú ni parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto a vista de Dios. Arrepiéntete, por lo tanto, de esta maldad tuya, y ruega intensamente a Jehová que, si es posible, se te perdone el proyecto de tu corazón; porque veo que eres hiel venenosa y cadena de injusticia.’” Eso indica que Pedro llevaba la delantera como agente principal de Cristo en aquella ocasión. Él habló como la persona a quien se habían encomendado las llaves del Reino.

28 A partir de aquel momento se podría presentar la misma oportunidad a otras personas en el distrito de Samaria. Por consiguiente, Hechos 8:25 nos dice: “Por lo tanto, habiendo dado [Pedro y Juan] el testimonio cabalmente y hablado la palabra de Jehová, se volvieron a Jerusalén, e iban declarando las buenas nuevas a muchas aldeas de los samaritanos.” Entonces los samaritanos bautizados y engendrados por espíritu empezaron a adorar a su Padre celestial, Jehová, no en el monte Gerizim, ni en Jerusalén, sino en el gran templo espiritual de él.—Juan 4:21.

29 Felipe y otros cristianos judíos se habían visto obligados a huir a Samaria debido a la persecución que el fariseo Saulo de Tarso había promovido. Pero después de la conversión de Saulo mismo al cristianismo, las cosas cambiaron para la congregación en Palestina. “Entonces,” según Hechos 9:31, “verdaderamente, la congregación por toda Judea y Galilea y Samaria entró en un período de paz, edificándose; y como andaba en el temor de Jehová y en el consuelo del espíritu santo, siguió multiplicándose.” Sin embargo, Felipe por fin se estableció en la ciudad de Cesarea, un puerto marítimo donde el gobernador romano de la provincia de Judea tenía su sede y donde estaba estacionada una banda de soldados italianos.—Hech. 8:40; 21:8; 10:1; 23:23-35.

[Notas a pie de página]

Vea Theological Dictionary of the New Testament, tomo 1, pág. 266, bajo allogenes´.

Todo esto sucedió durante la última mitad de la semana final de las “setenta semanas” de años predichas en Daniel 9:24-27a. Durante la “semana” 70 Jehová Dios mantuvo en vigor para con los israelitas naturales el pacto abrahámico en el cual se hallaban los israelitas por descendencia natural de Abrahán. (Gén. 12:1-3; 22:18) En contraste con Felipe, que huyó de la persecución a Samaria, Hechos 11:19 nos dice: “Los que habían sido esparcidos por la tribulación que se levantó con motivo de Esteban pasaron hasta Fenicia y [la isla de] Chipre y Antioquía [en Siria], mas no hablaban a nadie la palabra sino únicamente a los judíos.” La “semana” 70 de favor especial que se concedió a los judíos naturales debido al pacto abrahámico terminó a principios del otoño de 36 E.C., puesto que había empezado con el bautismo y unción de Jesús en 29 E.C. De modo que la entrada de los samaritanos bautizados a los privilegios del Reino celestial no abrió el camino para todos los demás no judíos “hasta la parte más lejana de la tierra” ni inició la gran afluencia de estos gentiles incircuncisos a la congregación cristiana engendrada por espíritu.

2007-03-05 06:26:27 · answer #10 · answered by Anonymous · 1 1

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