La palabra gay (sustantivo o adjetivo) es sinónimo de homosexual (persona que se siente atraída hacia personas de su mismo género). La principal diferencia entre estas dos palabras es que "gay" es un término positivo, importado del inglés y elegido originalmente por la comunidad gay de San Francisco para referirse a sí mismos, mientras que 'homosexual' es un neologismo que en inglés tiene connotaciones negativas, acuñado en 1869 por el escritor austriaco Karl-Maria Kertbenyen, y popularizado más tarde por el psiquiatra alemán Baron von Kraft-Ebbing.
En los países hispanohablantes, “gay” se refiere casi exclusivamente a los varones, especialmente a aquellos que aceptan su género biológico (por lo tanto no se aplica al transformista, al travesti ni al transexual) y que además aceptan las formas de ser de la subcultura gay (o sea, están “fuera del armario”). No suele usarse para mujeres; para evitar confusiones se suele hablar de “gays y lesbianas”, aunque para algunas interpretaciones esta expresión es redundante.
En la lengua inglesa, el verdadero significado del término gay es ‘alegre’, sin embargo los homosexuales estadounidenses lo adoptaron como sustantivo sinónimo de homosexual.
Procedencia
La palabra es un préstamo de la palabra inglesa gay. Fue incluida en la vigésimo segunda edición del diccionario de la Real Academia Española (DRAE), edición del 2001. Proviene del vocablo provenzal gai (en castellano “gayo”, como en La gaya ciencia) y significa ‘alegre’ o ‘pícaro’.
Se aplicaba a los hombres que ejercían la prostitución homosexual en la Inglaterra victoriana, por el modo “alegre” en que vivían y se vestían. Finalmente el término gay boy ("chico alegre" o prostituto) se convirtió en sinónimo de homosexual.
Posteriormente, la comunidad gay adoptó el término tratando la palabra como un acrónimo de Good As You (‘tan bueno como tú’) restándole de esta forma el matiz peyorativo a la palabra y reivindicando la igualdad, como personas, entre homosexuales y heterosexuales. Por ello, hoy en día, la primera acepción en inglés apenas se usa y se utiliza casi exclusivamente como sinónimo de “homosexual”.
¿Gay u homosexual?
Símbolo: bandera gayLa mayoría de los gays estadounidenses y británicos, rechazan el uso del término “homosexual”. Argumentan que “homosexual” es una palabra con connotaciones clínicas, reminiscentes de una era en la que las relaciones homoeróticas se consideraban una enfermedad psiquiátrica. Según ellos, “homosexual” enfatiza desproporcionadamente el acto sexual, omitiendo todo lo referente a la atracción, las relaciones románticas y sobre todo la cultura gay. Argumentan por lo tanto que el término "homosexual" deshumaniza a los gays, reduciendo sus pasiones, su estilo vital y su modo de vida al simple acto sexual.
Por otro lado, gran parte de las asociaciones gays hispanohablantes se decantaron hace tiempo por el uso del término “gay” frente a homosexual, optando por difundir su uso e incluyéndolo incluso en sus nombres, tal como hacen COGAM (colectivo de gays, transexuales y bisexuales de Madrid) y FELGT (federación estatal de gays, transexuales y bisexuales) de España, reflejando así la predilección por este término de sus asociados. De manera similar, las páginas web y medios de comunicación especializados en el colectivo usan preferentemente "gay". Aunque hay otras asociaciones como la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) de Argentina que opta por el otro término.
La palabra “homosexual” es de reciente invención (siglo XIX) y corresponde a la unión de un término griego (homos: ‘lo mismo’) y otro latino (sexual), cuya traducción más correcta sería "del mismo sexo", término que puede funcionar en como adjetivo, pero no como sustantivo. Así, un matrimonio homosexual sería (correctamente) el matrimonio de dos personas del mismo género, pero referirse a una persona como “homosexual” significaría etimológicamente “persona del mismo sexo”, algo carente de sentido. Teniendo todo esto en cuenta, se recomienda usar el término “gay” para referirse a las personas que prefieren las relaciones erótico-amorosas con otras personas de su mismo género. De todos modos, el término homosexual significa ‘persona [que está atraída por otra persona] del mismo sexo’. Es el uso, y no la etimología, lo que da significado a las palabras.
En los países de habla inglesa el término “gay” ha sustituido a “homosexual”, que es considerado políticamente incorrecto y es utilizado casi en exclusiva por la derecha cristiana. En cambio en España existe cierta reticencia a aceptar el término inglés gay, por considerárselo un anglicismo. Por ello, parte de la clase política y los medios de comunicación optan a veces por términos como “parejas del mismo sexo”, evitando así la polémica.
En Latinoamérica, el término “homosexual” es el políticamente más correcto para denominar a una persona gay. Por eso existe un dicho popular: “La diferencia entre maricón y homosexual es que homosexual es cuando es amigo tuyo”. En esos países, a veces el término “gay” se utiliza exclusivamente para referirse a un varón homosexual “fuera del armario” que milita en alguna organización gay.
Los gays y el cine
Actualmente, es posible encontrar películas de todo tipo acerca de gays, que muestran lo difícil que es “salir del clóset” y que muestran la realidad en la que se encuentran. Estas películas son muy variadas y han cambiado a lo largo de la historia. Antes el homosexual era enfermo de sida, como en Filadelfia, o amanerado como en La Jaula de las Locas, pero reciente Secreto en la Montaña (Brokeback Mountain) presentó por vez primera en el cine Hollywoodense a homosexuales como hombres masculinos. Sin embargo, esa cambio ya se había mostrado en el cine europeo con anterioridad.
Otras películas que muestran la realidad gay desde varios puntos de vista son:
¡Salvados! (Saved). Estados Unidos, 2005. Un chico homosexual sale del clóset en una conservadora escuela evangelista. Se desata la revolución cuando un grupo de amigos decide mostrar la diversidad humana que existe.
Segunda Piel. España, 2005. Un hombre casado se da cuenta que ama otro hombre. Los problemas del clóset a la edad madura.
No se lo digas a nadie. Perú, 1998. El despertar sexual y la confusión inexplicable. Los códigos en los que se desarrolla la vida burguesa, no ayudan a encontrar respuestas para lo que le ocurre a un joven gay.
En estas películas se evidencia el creciente nivel de inclusión y aceptación de la comunidad gay en la sociedad actual.
2007-03-05 11:42:41
·
answer #1
·
answered by Nico 4
·
0⤊
0⤋