Hola,
Dios es invisible pero demuestra su existencia con su obra visible. Solamente ÃL puede crear, las personas humanas solo pueden transformar lo creado por Dios.
No vemos ni sentimos las fuerzas que hacen que nuestro planeta gire en su propio eje y se traslade alrededor del Sol sin salirse de su órbita, no lo vemos, pero sabemos que existe
Ni tu ni yo ni nadie puede crear tan solo un microbio, una bacteria, nada, solo Dios puede crear
encontré esto para ti, es extenso pero vale la pena leerlo todo y entenderlo:
ATRIBUTOS ENTITATIVOS DE DIOS
Se llaman atributos divinos las perfecciones de Dios que existen formalmente en El y que dimanan, según el modo de nuestro saber, del constitutivo formal de Dios. No constituyen, por tanto, atributos de Dios las perfecciones que sólo virtualmente podemos predicar de El, ni abarcan estos atributos el atributo fundamental o constitutivo metafÃsico, que sirve de fundamento pare deducir todos los demás atributos.
Los atributos divinos se dividen en atributos
entitativos
operativos.
Los entitativos se refieren al ser de Dios y son
la simplicidad,
la perfección,
la bondad,
la infinitud,
la inmensidad,
la inmutabilidad,
la eternidad
la unidad.
Los atributos operativos se refieren a las operaciones divinas y son
la sabidurÃa,
la voluntad,
la potencia.
Por lo que hace a los atributos entitativos de Dios, algunos se derivan inmediatamente del «Ser subsisente» y otros se derivan mediatamente, a través de algunos de los atributos derivados inmediatamente del «Ser subsistente».
Los atributos entitativos derivados inmediatamente del constitutivo formal de Dios son los cinco que corresponden a las cinco notas distintivas entre Dios y la criatura, a saber:
la simplicidad (opuesta a la composición),
la perfección (opuesta a la imperfección),
la infinidad (opuesta a la limitación),
la ""inmutabilidad"(opuesta a la mutabilidad)
la unicidad (opuesta a la multiplicidad).
Los atributos entitativos derivados mediatamente de la esencia metafÃsica de Dios. a través de los atributos inmediatamente derivados, son:
la bondad (que se derive de la perfección).
la inmensidad
y la omnipresencia (que se derivan de la infinidad)
y la eternidad (que se derive de la inmutabilidad).
Tras de establecer todos estos atributos divinos, aparece con toda nitidez la absoluta trascendencia divina o la radical distinción de Dios de todos los restantes seres.
Y ahora tratemos de exponer, aunque brevemente, cada uno de estos atributos divinos.
Dios es absolutamente simple.—Simplicidad es negación de composición, y composición es unión de partes constituyendo un todo.
La simplicidad puede ser absoluta o relativa.
La absoluta excluye la composición de cualquier tipo;
La relativa, la excluye en un orden determinado. AsÃ, el alma humana es simple con simplicidad relativa, porque no está compuesta de partes cuantitativas, ni de materia y forma, pero sà que está compuesta en el nivel del ser: de esencia y acto de ser (essentia et esse).
Pues bien, Dios es simple con simplicidad absoluta.
Porque no hay en El composición:
de partes cuantitativas (la cantidad sigue a la corporeidad y Dios no es cuerpo),
ni se compone la esencia de Dios de materia y forma (todo ser esencialmente compuesto exige una causa y Dios es causa incausada);
ni hay en Dios composición de individualidad y naturaleza (la individualidad de Dios no puede proceder de la materia, de la que carece, sino de la forma o esencia, y por eso, la individualidad de Dios no es distinta de su naturaleza o esencia);
ni hay en Dios composición de sustancia y accidente (la sustancia se comporta con respecto al accidente como la potencia con respecto al acto, y Dios no tiene potencia alguna);
ni hay en Dios composición de esencia y existencia (todo ser entitativamente compuesto tiene una cause y Dios es causa incausada);
ni hay en Dios composición de género y diferencia (el género se comporta como la potencia con respecto a las diferencias que lo determinan, y en Dios no hay potencia alguna).
Luego Dios es absolutamente simple. Y lo es, sobre todo, porque siendo el «Ser subsistente» todo lo que hay en Dios lo será y no lo tendrá, pero asà como el tener exige composición (de lo tenido con el que tiene), el ser exige simplicidad o carencia absoluta de composición.
Dios es perfecto y bueno.—En efecto, Dios es máximamente perfecto; porque, siendo el ser la máxima perfección, y siendo Dios el «Ser mismo subsistente», habrá de ser máximamente perfecto.
En Dios, además, existen todas las perfecciones de las cosas; pues, como las perfecciones del efecto deben preexistir en la causa, y Dios es la causa universal de todas las cosas, en Dios han de estar las perfecciones de todos los seres que no son El. Por lo demás, como hicimos notar más atrás, algunas perfecciones (las puras o simples) se encuentran formalmente en Dios, esto es, constituyen do su esencia, y otras (las mixtas) se encuentran en El sólo virtualmente, es decir, en cuanto tiene el poder de producirlas.
De que Dios es universalmente perfecto, se sigue que es bueno; porque la bondad le adviene al ser en razón de su perfección, o en razón de ser apetecible . Dios, que es el ser máximamente perfecto, es en sumo grado apetecible para sà mismo y para todo otro ser. Es decir, es también máximamente bueno.
c) Dios es infinito e inmenso.—Infinito es lo que no tiene lÃmites. El ser infinito puede ser infinito actual o formal (el que no tiene lÃmites en su perfección) o infinito potencial o material (el cual no tiene lÃmites en su imperfección). El ser infinito actual puede ser absoluto o relativo. El primero no tiene lÃmites en ninguna linea (es infinito en el ser); el segundo no tiene lÃmites en una lÃnea determinada (es infinito sólo en la esencia, por ejemplo). Pues bien, Dios es infinito con infinitud actual absoluta, lo cual se deduce necesariamente de que es el «Ser subsistente». En efecto, si Dios, tuviera el ser recibido, lo tendrÃa limitado; pero como lo tiene por esencia, lo ha de tener en toda su plenitud y, por tanto, ilimitado e infinito. Y si Dios es infinito en su ser. lo es también en toda perfección, que, si es algo, es ser.
Dios es también inmenso. Inmensidad significa no mensurabilidad según el espacio, y viene expresada por la exigencia del ser infinito a llenar todos los espacios y lugares. Que Dios es inmenso, se desprende de que es infinito. Si no hay en Dios lÃmites, Dios no podrá ser abarcado por nada, y habrá en El aptitud para llenar todos los lugares.
De que Dios es inmenso se desprende también que es omnipresente. Omnipresencia significa presencia actual en todos los lugares y espacios. Por eso, si Dios, por ser inmenso, tiene aptitud pare estar en todos los lugares, estará realmente en ellos, cuando estos lugares existan, dando el ser y la operación a todas las cosas.
d) Dios es inmutable y eterno.—Si Dios es el «Ser subsistente», será también la actividad subsistente, pues el obrar sigue al ser y el modo de obrar al modo de ser. Pero si Dios es la actividad subsistente, es decir, si su ser consiste en su obrar, ejercerá toda acción sin transitar de la potencia al acto, y, por lo mismo, será absolutamente inmutable.
Dios, por ser inmutable, es también eterno. La eternidad es la duración del ser inmutable, y se caracteriza por ser interminable (no tiene principio ni fin), simultánea (toda al mismo tiempo) y uniforme (sin variación alguna). La eternidad sigue a la inmutabilidad como la temporaneidad a la mutabilidad. Por eso, si Dios es inmutable, ha de ser eterno
e) Dios es único.—La unicidad es la propiedad de ser inmultiplicable, de no ser compatible con otro ser del mismo rango. Se opone, por tanto, a la multiplicidad, ya esencial, ya entitativa. Se llama multiplicidad esencial a la existencia real de varios individuos dentro de la misma especie, y multiplicidad entitativa, a la existencia de varios seres, distintos esencialmente, dentro de la perfección del ser. Pero Dios, que es el «Ser subsistente», no es compatible con la multiplicidad esencial (ésta sólo es posible cuando hay composición de materia y forma en la misma esencia) ni entitativa (el ser subsistente ha de ser necesariamente único, pues no puede haber dos plenitudes de ser). Luego Dios es único.
Dios es trascendente al mundo.—Trascendencia significa alteridad, pero connotando cierta superioridad. Pues bien, Dios es otro que el mundo, completamente distinto de todos los seres creados, y superior a todos ellos. La infinita distancia que media entre el Ser por esencia (infinito) y el ser por participación (finito) da suficiente razón de la trascendencia divina.
Pasemos ahora al estudio de los atributos operativos inmanentes
LOS ATRIBUTOS OPERATIVOS INMANENTES
Después de examinar los atributos de Dios que se refieren a su ser. veamos ahora los que se refieren a su obrar. Empecemos diciendo que el obrar de Dios es su mismo ser. por aquello de que el obrar sigue al ser y el modo de obrar al modo de ser. Por lo cual, si Dios es su mismo ser, será también su mismo obrar.
Quiere esto decir que, aunque ahora estudiamos las operaciones divinas, continuamos, no obstante, estudiando al ser de Dios . Pues bien, las operaciones divinas pueden ser de dos clases: operaciones inmanentes (internas) y operaciones transeúntes (externas). Entre las primeras están el entender y el querer divinos, y entre las segundas, el poder divino en sus varias manifestaciones. Además, como el entender y el querer corresponden al vivir, también la vida divina es uno de sus atributos operativos.
Dios entiende y conoce
Por la quinta demostración de la existencia de Dios, llegamos a la conclusión de que Dios es una inteligencia directora suprema, que no está dirigida ni ordenada ni siquiera a su acto de entender, y que es, por lo mismo, el entender por esencia. Esto mismo puede concluirse de que, siendo el entender una perfección pura, debe existir en Dios, y siendo Dios su mismo ser, también será su mismo entender.
Pues bien, de este entender divino se deriva la omniscencia de Dios. Dios lo sabe todo, sencillamente porque es el ser infinito en toda perfección y causante de todas las cosas. Pero el modo de la sabidurÃa divina es radicalmente distinto del modo de la sabidurÃa humana. El conocimiento del hombre es determinado y medido por las cosas. El conocimiento de Dios determina y mide a las cosas. En el conocimiento humano, el objeto primero son las cosas sensibles y en ellas se conoce todo lo demás, incluso al propio- yo. En el conocimiento divino el objeto primero es la propia esencia divina y las demas cosas son conocidas en esa misma esencia. El conocimiento humano es limitado y está sujeto a muchas imperfecciones. El conocimiento divino es infinito (en profundidad y en extensión) y no tiene imperfección alguna.
Dios quiere y es libre
De que Dios es inteligente se deduce que está dotado de voluntad y que es libre. La voluntad y la libertad, en efecto, se convierten con la inteligencia (una implica la otra), de tal manera que todo ser dotado de voluntad y libre, es in teligente, y todo ser inteligente está dotado de voluntad y es libre. Pero la voluntad y la libertad divinas son muy distintas de las del hombre. La voluntad humana tiene por objeto el bien en general, y ante él no es libre, aunque lo sea ante los bienes particulares. La voluntad divina tiene por objeto su propia esencia, con la cual se identifica, y asà Dios no es libre pare amarse a sà mismo; pero es absolutamente libre para amar todas las demás cosas. La voluntad del hombre es distinta de su esencia o naturaleza. La de Dios se identifica con la esencia divina.
Los afectos de la voluntad divina son el amor y el gozo o la delectación. El amor de Dios se dirige a sà mismo de una manera necesaria, y a las criaturas, de una manera libre. E1 gozo o la delectación de Dios resultan de la perfecta posesión de sà mismo, como plenitud de todo bien, y de la imperturbable aquietación, en esta posesión, de la voluntad de Dios.
Las virtudes de la voluntad divina son
la justicia, virtud que lleva a dar a cada cual lo que le es debido.
la misericordia, inclinación de la voluntad a remediar la miseria ajena.
la liberalidad, tendencia a dar algo por pura bondad del que lo da
Pues bien, estas tres virtudes, estas tres perfecciones de la voluntad, que no encierran en su concepto imperfección alguna, deben existir en Dios. Dios es efectivamente justo, misericordioso y liberal. Y como, además, todas las perfecciones deben estar en Dios según un modo infinito, Dios posee estas tres virtudes de una manera infinita.
Saludos
2007-03-02 14:24:16
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answer #3
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answered by Vic Martin 5
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