Probablemente a la mayoría de la gente el tema del Santo Grial y su búsqueda le resultará un asunto tedioso y aburrido; ¿Qué interés se puede tener en un "mito" ?. Los valores espirituales se derrumban a nuestro alrededor, ya nadie está seguro de lo que cree, todo se ha vuelto relativo y sin embargo en lo más profundo de nuestro ser seguimos necesitando algo sólido a lo que aferrarnos; nos ha tocado vivir una época de transición.
Tal vez pensamos que somos muy distintos, que estamos viviendo una era única, observando los avances de la ciencia, la tecnología, la medicina, etc.; pero no nos damos cuenta que no estamos consiguiendo nada realmente importante, el mundo es cada vez más injusto, el desastre ecológico empieza a amenazar nuestra propia supervivencia, nuevas pestes aterrorizan a la humanidad y nuestro progreso no nos da la respuesta, tal vez necesitamos una reflexión, tal vez necesitamos una vuelta a la espiritualidad tradicional, una vuelta a las raíces telúricas de nuestros antepasados y tal vez en el "mito" podamos encontrar algunas de las respuestas que tan urgentemente necesitamos.
Cuando empecé a interesarme en el Grial, creía saber bastante sobre el tema, había leído que el Santo Grial era la copa que Jesús usó en la última cena y en la que luego José de Arimatea recogió la Sangre de Cristo en la cruz, que era una de las fuentes principales de inspiración en las novelas que componen el Ciclo Artúrico que surgió en Inglaterra y Francia en los siglos XII y XIII, había leído de Merlín el Mago, Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda.
Recuerdo que todo empezó hace unos meses cuando leí "El Código Da Vinci" de Dawn Brown, me gusto muchísimo y sobre todo me interesó mucho la historia del Grial y de sus caballeros.
El mundo que rodea la temática del Grial es realmente sorprendente y lleno de misterio, cualquiera que estudie mínimamente el tema se dará cuenta que la interpretación vulgar que se da al mismo es bastante simplista y ridícula.
Una de las impresiones mas fuertes que me produjo esta investigación fue descubrir personajes históricos que estuvieron obsesionados con su búsqueda, incluso hoy en día hay personas interesadas en ello, en un principio me pareció una curiosidad, pero a medida que iba recopilando datos me fui dando cuenta de la trascendencia del tema.
¿Qué se esconde debajo de este mito?, ¿Qué relación puede tener con el hombre del siglo XXI?, ¿Realmente existió como un objeto físico?, si es así, ¿Quién lo tiene y dónde se encuentra?, estas preguntas pueden parecer ingenuas, sin embargo creo que en el fondo de todo esto se esconde un mensaje muy importante para el desarrollo espiritual del hombre del siglo XXI.
El Jueves Santo, los judíos celebran el sacrificio del cordero pascual. También Jesucristo se reunió con sus discípulos para compartir con ellos la celebración, y tuvo lugar la llamada Ultima Cena. Varias imágenes de este acontecimiento han pasado a la tradición popular, pero la que mayor relevancia ha recibido, por su importancia en el entramado teórico de la Iglesia, es la institución de la Eucaristía. Tomando pan ácimo y un cáliz, Jesucristo lo bendijo y lo entregó a sus discípulos en señal de su entrega total, en cuerpo y sangre, como sacrificio de expiación colectiva.
Mil doscientos años después, la Europa medieval vivía quizá su momento más espiritual y de mayor fervor religioso. Miles de caballeros y plebeyos se unían a las Cruzadas que periódicamente acudían a Tierra Santa para reforzar los efectivos cristianos y defender los llamados reinos latinos. Innumerables reliquias se atesoraban en casi todos los templos de la cristiandad. Huesos de santos, espinas de la corona de Cristo, pedazos de su cruz, el Santo Sudario y la Sábana Santa, redomas con leche de la virgen o dientes de Santa Oria. Pero de repente comenzó a surgir una nueva leyenda, un nuevo objeto de devoción... un nuevo objetivo de piedad.
El Santo Cáliz con que Cristo celebró la Ultima Cena habría sido utilizado también por José de Arimatea para recoger la sangre del Salvador en el Gólgota. Y cuando el discípulo fue encerrado con la acusación de haber robado el cuerpo de Cristo, él mismo se le apareció en la cárcel y le entregó el Grial, el cáliz de la Pasión.
Siempre según la leyenda, José de Arimatea fue uno de los trece discípulos que San Felipe envió a Inglaterra. Establecido con su familia en Glastonbury, o en Avalon segúnotras fuentes, fundó la primera iglesia consagrada a la Virgen donde depositó el Grial para atender a las necesidades de la Eucaristía. Llegado a este punto, es evidente que la leyenda se sitúa ya en terrenos míticos donde no puede seguirse el rastro de la reliquia de una forma objetiva. Glastonbury fue efectivamente una abadía fundada en el siglo VII sobre un antiguo emplazamiento de culto céltico. Allí se dijo que habían sido enterrados el Rey Arturo y su mujer Ginebra, cuyas tumbas serían encontradas en torno a 1190. Pero si Glastonbury ha estado siempre unido al misterio y la leyenda, qué se puede decir de Avalon, la mítica isla donde los campos se cultivaban solos y los árboles daban sus frutos sin necesidad de cuidados. Es la tierra de Guingamor, de Bangon y Morgana, donde el Rey Arturo sería sanado de sus heridas para regresar luego a salvar a los bretones.
En cualquier caso, esta no es la única versión, y a partir del momento en que José de Arimatea partió de Jerusalén con el cáliz, otras historias le confieren diferentes destinos. Un castillo del monte Muntsalvach (que algunos han querido identificar con Montserrat, y otros con el francés Mont Saint Michel) habría sido testigo de los prodigios del cáliz. Allí el guardián del Grial, llamado Rey Pescador, se hizo una herida en el muslo con la lanza que el soldado Longinos utilizó para atravesar el costado de Cristo. Aquí la leyenda se amplía ya con otros elementos mágicos, como esta lanza y una bandeja igualmente sagrada. Incurable, la herida provocaba los sufrimientos del guardián y la esterilidad de la tierra mientras la herida no pudiera cicatrizar.
Las historias de los caballeros de la Mesa Redonda abundaron en el mito, narrando cómo la santa reliquia se les había aparecido en una de sus reuniones cubierta por un velo, y prendados de su valor, los caballeros partieron en su busca abandonando el círculo que los había mantenido unidos. Chrétien de Troyes, Wolfram von Eschenbach y algunos otros autores medievales aportaron a la búsqueda del Grial un significado espiritual que a su tradición heredada de muchos mitos precristianos terminó por unirle el sentido religioso de la unión mística con Dios. El análisis filosófico del mito ha especulado con el culto a la fertilidad, la dualidad esencial, la búsqueda de la sabiduría secreta o con la leyenda de la Iglesia Secreta, presunta heredera de la verdadera enseñanza de Cristo y encabezada por José de Arimatea.
Más recientemente se ha querido ver en el Santo Grial un significado "genético" con la transmisión de la sangre de Cristo ("sang real") a través de María Magdalena. Es sabido que los judíos ortodoxos, como Jesús de Nazaret, estaban obligados a casarse, y se especula que esta María podría haber sido su esposa. Ella habría emigrado a Francia y trasmitido su herencia a ciertas dinastías. Tan pronto como se popularizó la leyenda del Santo Grial, aparecieron por todas partes multitud de cálices que pretendían ser el único verdadero, y todos ellos se rodearon de sus propias historias justificando su origen y su santidad.
La Catedral de Valencia posee el grial de mayor devoción en España. Según esta tradición, el cáliz habría sido conservado por Pedro y los siguientes papas de la iglesia que durante algo más de dos siglos lo utilizaron para consagrar la eucaristía.Ante lo inmediato de su martirio en la persecución que el emperador Valeriano desencadenó contra los cristianos, el papa Sixto II se lo habría confiado, hacia el 258, a su diácono Lorenzo. Antes de ser también martirizado, el discípulo del ya mártir Sixto II envió el cáliz a Huesca, donde había nacido, acompañado por una carta. ara protegerla de la invasión musulmana, el obispo Auduberto escondió la reliquia en una cueva que habitaba el ermitaño Juan de Atarés, y donde posteriormente sería fundado el monasterio de San Juan de la Peña. De allí se lo llevó en 1399 Martín el Humano, Rey de Aragón, que lo custodió en la Aljafería de Zaragoza hasta que Alfonso el Magnánimo lo llevó primero a su Palacio del Real y posteriormente a la Catedral de Valencia en 1437. Desde 1914, el cáliz valenciano recibe el culto en la Capilla del Santo Cáliz. Esta pieza fue fabricada en ágata o cornalina oriental de color rojo, con un pie de ****** del mismo color, y vara y dos asas de oro primorosamente labradas. Las incrustaciones de perlas y piedras preciosas fueron añadidas ya en la Edad Media. Los arqueólogos sitúan su origen en Palestina o Egipto, en una época que podría estar comprendida entre los siglos IV a.C. y I d.C.
Según los devotos que defienden la autenticidad de esta reliquia, todos los relatos "graálicos" del medievo, de los que luego bebió Wagner para componer su ópera "Parsifal", se inspiraron en esta pieza que ya entonces era considerada santa. Es una constante, en todos los presuntos griales que se conservan, que su historia particular explique de una u otra forma cualquier posible objeción a su autenticidad. Así, la duda que podría plantear el que un humilde carpintero de Nazaret dispusiera para su cena de una pieza de tanto valor como ésta, se salva citando algunas fuentes según las cuales el "hombre de familia" que prestó a Cristo la estancia para su celebración sería un acaudalado noble llamado Chusa. En cualquier caso, también los italianos disponen de todo tipo de explicaciones para demostrar la autenticidad de su "sacro catino" conservado en Génova desde que los cruzados lo trajeron de Tierra Santa. Y los británicos defienden que la bandeja de cristal de piedra que veneran como grial fue encontrado en una excavación de Glastonbury.
Otra leyenda, que por falta de defensores implicados directamente goza de menor difusión, sitúa el Grial en poder de los cátaros del Languedoc. Los mismos cruzados que destruyeron sus creencias a sangre y fuego, estaban seguros de la existencia de un tesoro en el que se incluía la preciada reliquia. Cuatro días antes de que los representantes del catolicismo conquistaran la fortaleza de Montsegur, donde se decía que el cáliz era custodiado, un grupo de cátaros lo evacuaron llevándose el grial entre otras piezas de valor, y nunca más volvió a saberse de él.
La Orden del Temple se identifica íntimamente con las Cruzadas. Nace como consecuencia de la primera y muere poco después de que se hiciera imposible el último proyecto de ellas (la alianza entre cristianos y mongoles nestorianos), al comenzar el siglo XIV. Las Cruzadas y el reino franco creado por ellas, así como la Orden del Temple, perduran, por tanto, casi exactamente dos siglos, desde finales del XI al principio del XIV.
NOTA: Un poco extenso pero merece la pena pararse a leerlo
2007-03-02 12:59:38
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answer #4
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answered by ibizanegro2005 2
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