Una de esas noches en el sureste de la República, en Ocosingo, en 1994, mientras esperaban el contacto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional‚ un emisario del entonces presidente electo Ernesto Zedillo vio a una mujer rubia, alta, totalmente vestida de blanco. "¿Será doctora?", se preguntaba, mientras la veÃa desaparecer en la oscuridad. La presencia de esta extraña mujer fue reportada varias veces a los servicios de inteligencia del gobierno mexicano, como uno de los contactos misteriosos que tenÃan relación con el subcomandante Marcos. Esa rubia, de aspecto seguramente europeo, entraba a la selva chiapaneca, permanecÃa por largas temporadas, y luego salÃa para desaparecer en algún paÃs centroamericano.
Para algunos en la ciudad de México, era novedad que hubiera extranjeros tan estrechamente relacionados con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Para otros cuantos, esos nexos tenÃan varios años de estarse desarrollando. La biografÃa internacional del Ejército Zapatista -Marcos y algunos de los mandos guerrilleros- ha sido poco explorada, pero el mapa revolucionario de los zapatistas, de acuerdo con quienes lo han investigado, es bastante amplio, con orÃgenes muy vinculados a las pugnas que se han dado dentro de la Iglesia sobre la manera de enfrentar la iniquidad social.
El Ejército Zapatista, lo ha dejado establecido Marcos claramente, es una guerrilla reformista. Pese a su declaración de guerra, no se plantea la toma del poder y, desde el principio, si bien restaban legitimidad al gobierno, sà le otorgaban legitimidad al Congreso, que habÃa surgido del mismo proceso y sistema que repudiaban en uno de los brazos del Estado mexicano. En ese sentido, los zapatistas integraban una guerrilla sumamente atÃpica.
No dejaba de ser paradójico, pues visible o discretamente, mostraban influencias de otros movimientos guerrilleros. HabÃan tenido, a principios de la década de los noventa, por ejemplo, apoyo de los remanentes de la Fracción Roja del Baader Meinhof alemán, y algunos de los cuadros militares zapatistas -presumiblemente Marcos incluido-, tuvieron entrenamiento con el Frente Sandinista de Liberación Nacional y experiencia con el Frente Farabundo Martà de Liberación Nacional, en la parte más ideológica de la guerrilla latinoamericana, que extendió su operación de apoyo desde casas de seguridad en el cerro del Ajusco.
Las botas de hule en los zapatistas, cuando se alzaron al comenzar 1994, eran influencia directa de la guerrilla guatemalteca, que tardó años en resolver el problema de humedad en los pies de los combatientes, lo cual les dificultaba sus operaciones, hasta que descubrieron que las botas de hule eran lo mejor para actuar en las zonas selváticas. El Ejército Zapatista tuvo cuadros de larga experiencia guerrillera, como sobrevivientes de la Liga 23 de septiembre y del Partido Revolucionario Obrero Campesino Unión del Pueblo, más conocido por sus siglas, Procup, que para entonces ya tenÃa organizada estructuralmente la relación familiar entre los guerrilleros de Oaxaca con los pocos restos del Partido de los Pobres que fundó Lucio Cabañas.
Pero con la experiencia militarista de ellos -muchos se fueron casi al mes, después de que Marcos, en otra iniciativa atÃpica, decidiera sentarse a negociar con el gobierno a los 11 dÃas del alzamiento-, traÃan consigo las de otras guerrillas, como los Montoneros argentinos, los Tupamaros uruguayos y de la misma ETA, que según los investigadores se aprecia no sólo en la asesorÃa polÃtica que recibe directa o indirectamente la comandancia zapatista, sino en los sistemas de organización militar -el núcleo duro y militarmente muy capaz alrededor de Marcos-y, particularmente, en la logÃstica de los secuestros.
Para los investigadores, es muy clara la influencia de los etarras en la logÃstica de los secuestros, muchos de ellos acreditados al Procup, como el de algunos de los empresarios vinculados a la industria de la construcción. Y es precisamente en esta fase donde apareció para los investigadores la veta de la Iglesia. De acuerdo con uno de ellos, todos los grandes empresarios secuestrados durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari pertenecÃan o tenÃan nexos con el Opus Dei, que habÃa estado enfrentándose en América Latina con el sector eclesiástico que apostó por la opción de los pobres con la TeologÃa de la Liberación.
Las investigaciones que realizaron los cuerpos de seguridad mexicanos sobre las fuentes de financiamiento y abastecimiento de armas al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, llevaron constantemente a los orÃgenes religiosos cercanos a los teólogos de la liberación. Buena parte del punto de partida del dinero, por ejemplo, ha sido detectado en organizaciones religiosas progresistas en Europa. Las armas, si bien llegaron algunos lotes de Centroamérica, se encontró que otra buena parte habÃa sido comprada en armerÃas de California, por mujeres con edades superiores a los 65 años y que, como común denominador, vivÃan en seminarios o en casas de asistencia.
Se ha hablado ya mucho de la influencia del ex obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz GarcÃa, sobre el movimiento zapatista, ya sea por medio de sus viejos catequistas, que ahora son comandantes o combatientes en el Ejército Zapatista, particularmente en la zona de Los Altos en Chiapas, o por la ascendencia que tiene sobre amplios segmentos de las zonas controladas por los zapatistas, debido a su trabajo pastoral. Poco se ha hablado, empero, de los seminarios que sirvieron como casas de seguridad para guerrilleros extranjeros relacionados con Marcos en el sur de la ciudad de México, o de los lugares en Cuernavaca donde se protegÃa a insurgentes.
Toda esta información, que se encuentra en los dispersos archivos de los sistemas de inteligencia del Estado mexicano, muestra un panorama más amplio de lo que es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en términos de adversario polÃtico para el propio gobierno, y enseña que si bien los zapatistas carecen de capacidad de fuego como para ser considerados una amenaza militar, sà son un rival de peligro por la experiencia y la estructura polÃtica que tienen y que han ido mejorando a lo largo de los años. Pero igualmente, saca a la luz pública una variable del alzamiento que no habÃa sido explorada.
Ãsta es el choque frontal dentro de la Iglesia católica por la opción de desarrollo de los pueblos. Por lustros, la confrontación de las jerarquÃas con los sacerdotes de la TeologÃa de la Liberación en América Latina se ha reflejado en el enfrentamiento de los regÃmenes con las guerrillas. No es, por supuesto, la única razón por la que existan movimientos armados en la región, pero sà es una de sus expresiones más cercanas. En El Salvador, especialmente, el choque con la oligarquÃa propició que la Iglesia se corriera hacia la opción de los pobres, y en Nicaragua, frente a una jerarquÃa eclesiástica conservadora, las comunidades de base fueron fundamentales en la revolución sandinista y en los años posteriores a la victoria.
El más reciente enfrentamiento es Chiapas, la variable que tendrÃa que comenzar a ser integrada dentro de la estrategia de comprensión y negociación de un conflicto, porque hasta ahora, pese a la información disponible, el conflicto se ha visto de manera reduccionista, soslayando por completo el factor religioso y sus lazos vitales con guerrillas bastante probadas en el combate.
2007-03-01 22:13:45
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answer #2
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answered by dames 3
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Fue fundador (1930) y dirigente del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), y promotor de la insurrección campesina del año 1932. En ella, los campesinos lograron tomar algunos cuarteles pero estaban mal armados y carecían de planes bien pensados. La insurrección fue aplastada por el ejército, con una fuerte represión que, en pocas semanas, provocó entre 15.000 y 30.000 muertos, pues nunca se supo la cifra exacta de la matanza.
Farabundo Martí fue fusilado por fuerzas militares el 1 de febrero de 1932. También perecieron los otros dirigentes de la rebelión, Feliciano Ama, líder indígena de Izalco; Francisco Sánchez, que dirigió el levantamiento de Juayúa, y los estudiantes universitarios Mario Zapata y Alfonso Luna.
Considerado como líder emblemático por la izquierda salvadoreña, se bautizó en su honor la alianza de organizaciones guerrilleras (actualmente partido político opositor) Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Una de las agrupaciones originarias del FMLN, la más poderosa durante la guerra civil que vivieron los salvadoreños entre 1980 y 1992, también llevaba su nombre: las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí".
2007-03-02 09:17:44
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answer #3
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answered by josemas 4
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