English Deutsch Français Italiano Español Português 繁體中文 Bahasa Indonesia Tiếng Việt ภาษาไทย
Todas las categorías

quesiera saber si hay un lugar, al que se llega a esperar la reencarnacion o solamente morimos y reencarnamos inmediatamente?

2007-02-25 06:21:52 · 22 respuestas · pregunta de FANNY A 1 en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

22 respuestas

Se dice que en un promedio de diéz encarnaciones el alma reencarna cada 144 años; y que entre encarnaciones, el alma se mantiene en espera de sus siguiente encarnación, donde el karma decide donde y cuando va a nacer, segun los aspectos que debe evolucionar. Como el alma es una forma de energía de muy alta tasa de vibraciones por segundo (hertz), pasa a traves de la materia y no la afecta. Así que andan por todo el universo.
Galileo Galilei reencarnó casi inmediatamente después de haber muerto, en el cuerpo del recién nacido Isaac Newton, porque la humanidad requería que no tardase demasiado para reanudar la ciencia física y matemática. Antes de Galileo fue Nicolás Copérnico. La misma alma que se bate sus propios records en las ciencias en cada encarnación siguiente.
Ingresa el alma junto con la memoria total de todas las encarnaciones pasadas con el primer alineto de vida.
Si ninguna alma pude evolucionar con un recién nacido, nace muerto, ya que el alma le permite pensar y formar un ser humano organizando a todos los organos del cuerpo, donde cada parte tiene su propia inteligencia. Es decir con el aborto no se mata a ningún ser humano, solo es semejante a hacerse una extirpación.

2007-02-25 07:24:12 · answer #1 · answered by VERDAD Y JUSTICIA 5 · 0 2

Después de la muerte es la reencarnación, se reencarna inmediatamente cuando el espíritu no ha evolucionado, te lo explico: si un bebé muere como ocurrió con el mío a las trece horas de nacer, esa era la forma y tiempo de vida que tenía en la tierra, durar solo trece horas, el espíritu de mi bebé reencarno inmediatamente porque esta buscando su perfección. En cambio cuando muere una persona famosa o que quieren que se haga santo, su espíritu demora muchos años en encontrar un cuerpo más perfecto que en el que estuvo. siempre el espíritu se va perfeccionando. Por eso no habrá sino un sólo Jesús, que fue quien se hizo hombre para poder morir como nos sucede a todos nosotros. Un abrazo.

2007-02-25 14:29:06 · answer #2 · answered by ulula 3 · 1 0

Nadie ha vuelto para decirlo,pero,al menos las religiones monoteìstas,dicen que hay otra vida,la eterna,para unos,el Cielo,para otros el PARAÍSO.... para otros la reencarnación.Vete a saber......

2007-02-25 14:27:08 · answer #3 · answered by aurora T 4 · 1 0

Recomiendo que leas a Brian Weiss.El sabe sobre el tema.

2007-02-26 09:03:42 · answer #4 · answered by Anonymous · 0 0

Creo que se llega a un lugar en el que somos juzgados. Si hemos acumulado una serie de experiencias positivas y nuestra alma esta en paz, reencarnaremos en otro ser humano. Si no es asi, reencarnaremos en un animal. Eso es lo que yo creo. Saludos.

2007-02-26 01:53:11 · answer #5 · answered by waving pines 2 · 0 0

seguro que el lugar que te imagines sea como sea tendrás que enfrentar todo lo que has ignorado
saludos cordiales*test...

2007-02-26 01:26:55 · answer #6 · answered by rucelben 6 · 0 0

La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiv a del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la muerte de cada uno con consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón (cf. Lc 23, 43), así como otros textos del Nuevo Testamento (cf. 2 Co 5,8; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23) hablan de un último destino del alma (cf. Mt 16, 26) que puede ser diferente para unos y para otros.

Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4):

Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de Dios, las almas de todos los santos ... y de todos los demás fieles muertos después de recibir el bautismo de Cristo en los que no había nada que purificar cuando murieron;... o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar, una vez que estén purificadas después de la muerte ... aun antes de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor, estuvieron, están y estarán en el cielo, en el reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo, admitidos en la compañía de los ángeles. Y después de la muerte y pasión de nuestro Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión intuitiva y cara a cara, sin mediación de ninguna criatura (Benedicto XII: DS 1000; cf. LG 49).

Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con Ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo" . El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha.

Vivir en el cielo es "estar con Cristo" (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17). Los elegidos viven "en El", aún más, tienen allí, o mejor, encuentran allí su verdadera identidad, su propio nombre (cf. Ap 2, 17):

Pues la vida es estar con Cristo; donde está Cristo, allí está la vida, allí está el reino (San Ambrosio, Luc. 10,121).

Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto" el cielo. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo quien asocia a su glorificación celestial a aquellos que han creído en El y que han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a El.

Estes misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso: "Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman" (1 Co 2, 9).

causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual es más que cuando El mismo abre su Misterio a la contemplación inmediata del hombre y le da la capacidad para ello. Esta contemplación de Dios en su gloria celestial es llamada por la Iglesia "la visión beatífica":

¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el honor de participar en las alegrías de la salvación y de la luz eterna en compañía de Cristo, el Señor tu Dios, ...gozar en el Reino de los cielos en compañía de los justos y de los amigos de Dios, las alegrías de la inmortalidad alcanzada (San Cipriano, ep. 56,10,1).

En la gloria del cielo, los bienaventurados continúan cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación entera. Ya reinan con Cristo; con El "ellos reinarán por los siglos de los siglos' (Ap 22, 5; cf. Mt 25, 21.23).

Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquél que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, dial. 4, 39).
Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:
Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su Padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41, 5).

Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. Pero no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra El, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: "Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él" (1 Jn 3, 15). Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de El si no omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31-46). Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".
Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que nunca se apaga" (cf. Mt 5,22.29; 13,42.50; Mc 9,43-48) reservado a los que, hasta el fin de su vida rehusan creer y convertirse , y donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo (cf. Mt 10, 28). Jesús anuncia en términos graves que "enviará a sus ángeles que recogerán a todos los autores de iniquidad..., y los arrojarán al horno ardiendo" (Mt 13, 41-42), y que pronunciará la condenación:" ¡Alejaos de Mí malditos al fuego eterno!" (Mt 25, 41).
La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego eterno" (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002; 1351; 1575; SPF 12). La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.

1036 Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran" (Mt 7, 13-14):

Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así, terminada la única carrera que es nuestra vida en la tierra, mereceremos entrar con él en la boda y ser contados entre los santos y no nos mandarán ir, como siervos malos y perezosos, al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, donde `habrá llanto y rechinar de dientes' (LG 48).

1037 Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final. En la liturgia eucarística y en las plegari as diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, que "quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión" (2 P 3, 9):

2007-02-25 16:53:41 · answer #7 · answered by Christhian Gabriel 2 · 0 0

Fanni, Te digo: Cuando nos estamos muriendo, durante 3,5 días los pasamos repasando nuestra vida en sentido inverso a como la hemos vivido, es decir, desde lo último hasta lo primero; toda ella la "gravamos" como en una película en el llamado "cuerpo de deseos" o astral, como le llaman otros; de aquí pasamos directamente a las regiones purgatoriales, en las que a medida que vamos viendo aquella película en sentido inverso, todo el mal que hemos hecho a los demás lo sentimos nosotros acrecentado, pues allí el tiempo es 1/3 menor que aquí, en la tierra; dicho sufriiento y depuración nos produce conciencia para futuras vidas; pasamos luego - los que lo merezcan - al 1er. cielo; aquí, por contra, todo el bien que hayamos hechos a los demás, lo sentimos también, pero nos crea virtud, y esta virtud es acumulada de cara al futuro; quienes no hayan matado, mi robado, etc., es decir, quienes hayan cumplido meramente con la ley, con lo debido, no pasarán por el 1er, cielo, sino que permanedcerán un tiempo en una región en la que lo más parecido que se percibe es una monotonía inmensa, se llama la región fronteriza; se pasa seguidamente el 2º cielo u hogar del alma, llamado El GRan Ssilencio; en él se nos enseña por ángeles, arcángeles y otros seres más elevados a construir tanto nuestros cuerpo, físicos o no físicos, como a modelar el próximo hábitat del lugar en la Tierra donde hayamos de volver a encarnar; es un lugar donde el trabajo y el conocimiento es lo más importante; por último ascendemos, si así podemos decirlo, al 3º cielo; aquí, después de un tiempo, y tras refortalecernos espiritualmente con los frutos anímicos de la vida anterior, nos viene el impuso de renacer de nuevo afin de acrecer nuestras experiencias y desarrollarnos espiritualmente en nuestro camino de dioses en formación; en ese momento, los llamados Ángeles del Destino suelen presentarnos unos cuantos cuadros en sentido panorámico, representantes de varias vidas distintas y próximas - como en una película - en que podemos elegir cuál deseamos vivir, a find e redimir una parte del Karma o deduas de destinos que hayamos contraído debido a nuestros errores anteriores; y, una vez que hemos decidido y elegido qué vida queremos arrostrar, entonces ellos se encargan de llevarnos a los futuros padres y su lugar-ambiente en que vamos a renacer; por tanto, compañero, más allá hay muchas cosas; te he contado a grandes rasgos algunas de ellasa fin de que puedas tener una idea, si nokla tuvieses, acerca del mundo invisible, pues, aunque sea invisible, ello no obsta para ser negado, como así lo que en él ocurre y tiene lugar. Un abrazo.

2007-02-25 16:28:39 · answer #8 · answered by eledendo 3 · 0 0

la tumba?, el velorio?, el panteon?....Saludos. Yo tambien me he llegado a preguntar eso pero mientras estemos vivos tal asunto sera un misterio.Saludos.

2007-02-25 15:38:43 · answer #9 · answered by fran 6 · 0 0

Después de la muerte q hay, es la gran pregunta, ciertamente nadie en la tierra puede asegurarte que hay después de la muerte, por que no hay quien regrese de allí.

Miren, dios nos creo para ser eternos, el pecado entro en nosotros, y luego nos toca morir a ese pecado, a estos cuerpos imperfectos, pero eso no quiere decir q hasta allí queda esto. Por lo mismo Dios nos dice a través de la biblia q la vida es una cosa pasajera, es como un ensayo de lo q haremos después, en la tierra uno escoge q onda con su vida, si sigues a cristo en verdad, vivirás toda tu vida adorándolo, luego morirás y seguirás adorándolo, ya no en cuerpo, sino ahora en espíritu, justo como dios, el es espíritu y es allí donde lo veremos pues seremos espíritu y no mas un cuerpo; la muerte es como una transfiguración de mortal a eterno, pues dios creo todo perfecto, y somos perfectos y su gran regalo para los q lo siguen es la vida eterna, si crees en dios, creerás y confiaras el esta hermosisima verdad. Despues de la muerte esta la verdadera vida!

dios los bendiga y ps esten felices d q todos somos eternos depende de nosotros donde queramos pasar nuestra eternidad.

2007-02-25 15:28:40 · answer #10 · answered by kanepaangel 1 · 0 0

DESPUES DE LA MUERTE ESTA EL PARAISO Y EL INFIERNO ,,,Y DESPUES LA RESURRECCION DE LOS MUERTOS ,,,LO DE LA REENCARNACION ES UNA FALSA DOCTRINA ,,,

2007-02-25 14:54:19 · answer #11 · answered by elnuevoexterminador2007 3 · 0 0

fedest.com, questions and answers