Supongamos que su mejor amigo o amiga ofrece comprarle un vehículo. Y usted le explica que no puede aceptar tal obsequio así porque así, entonces le propone ayudar a pagar el coche, y le dice: “Aquí tienes 25 centavos. ¡Gracias!” Luego al estar manejando usted felizmente, alguien le felicita por su nuevo carro y usted contesta: “¡Gracias! Mi amigo y yo lo compramos.” ¿No sería esto ridículo?
Eso es lo que hacemos con Dios cuando añadimos nuestros paupérrimos esfuerzos a su gracia. Si usted hace eso, está usurpando la gloria del Todopoderoso Dios. Amigo, cuando llegue al cielo, lo único que podrá decir es: “Jesús lo pagó todo.”
PUNTO DE ACCIÓN:
Tómese un tiempo para leer Efesios capítulo 2 y alabe a Dios por su plan divino de salvación.
2007-02-24
19:33:28
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pregunta de
El Varon
3
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Sociedad y cultura
➔ Religión y espiritualidad