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como seria una noche de passion con tu pareja ''desde el principio'' desde q se empezaran a besar hasta q llegaran a venirse

2007-02-23 05:10:26 · 28 respuestas · pregunta de Anonymous en Familia, Amor y relaciones Otros - Familia, Amor y Relaciones

28 respuestas

Un poco largo pero no te vas a arrepentir, TE LO JURO. Voy a asumir que TU eres mi novia. Que te diviertas...

Es cerca del medio día, estas en tu habitación de hotel. La vista es maravillosa, desde la terraza puedes ver la inmensidad del Océano Pacífico. El sol acaricia tu piel mientras estas tirada en uno de los camastros leyendo un libro de cuentos eróticos. Junto a ti una mesa, con una bebida tropical, uvas y a unos cuantos pasos una tina de jacuzzi. Alguien llama a la puerta, sin moverte alzas la voz para responder “¿Quién es?”, y una voz masculina imita la intensidad de mi voz “Room Service”. Al fin, después de casi media hora de espera llegan con tu comida “Pase, está abierto, déjelo sobre la mesa de la habitación.” Pero escuchas que la puerta de la habitación se cierra mucho antes de lo esperado, además el mesero jamás se acercó para que firmara la nota. Intrigada te quitas los lentes obscuros y volteas hacia el interior encontrándome con migo, recargado en el marco de la puerta que comunica la terraza con la habitación. En tu rostro, automáticamente se dibuja una sonrisa, como es mi costumbre te sorprendo con mi presencia cuando menos lo esperas. Por mi vestimenta te das cuenta que vengo directo del aeropuerto, aún traigo mi traje aunque la corbata está desanudada y ambos extremos cuelgan sobre mi pecho. Dejo caer el saco, sobre él la corbata y caminas despacio para llegar a tu lado, sonriendo y mirándote fijamente, con esa misma mirada que invadió todo tu cuerpo el primer día que nos encontramos. Sin dejar de responder a mis ojos, dejas tu libro a un lado, esperando ansiosa que me siente junto a tí. -¿Qué haces aquí? –después de más de cinco minutos al fin logras preguntarme lo que debiste desde el momento en que me encontré en la habitación. -Si no te gusta mi compañía, no hay problema, me puedo regresar. –con mi respuesta mis movimientos cambian de dirección como si realmente me fueras a marchar. -¡No! –te miro, sonrío, me siento a tu lado y lo único que puedo hacer es besarte. Mis pies se encuentran con tu libro, y después de ver el título del mismo te miro con una sonrisa pícara en tu rostro. -Cuentos Eróticos, mmm… Eso quiere decir que tienes algo en mente,,, jaja sonrio...No puedes evitar el sonrojarte. Sin decir más me levanto y camino hacia la habitación. -¿A dónde vas? Pregunas… -A cambiarme. Hace mucho calor, como para seguir vestido de traje. –mi respuesta llega hasta ti sin que te mire, sin que al menos detenga mi camino. Regresas a tu lectura, quieres finalizar la historia que leías cuando aparecí. No tienes mucho tiempo, es una página y media más para saber cómo termina el platónico encuentro sexual entre la telefonista y el conductor de taxis. Él está por descubrir que esa voz que todas las noches lo hace fantasear y venirse, ahora ocupa el asiento trasero de su carro; pero ella no habla, sólo le ha dado la dirección y se mantiene callada en lo que va del trayecto. Él la observa, no sólo con el espejo retrovisor, también ocupa el espejito redondo colocado estratégicamente a medio tablero, para verle las piernas y también el bamboleo de los senos de sus pasajeras cada vez que pasa por un bache o cruza un tope a alta velocidad. Aquel reflejante lo hace soñar tanto como la voz de su pasajera, a través de él puede ver cómo los pezones de sus clientas se yerguen por una corriente de aire, o al descubrir que él está mirando sus escotes. Esto lo excita, lo hace desearlas y verlas en su imaginación cuando habla con ella por el teléfono. La telefonista también se ha dado cuenta de las miradas lascivas del conductor y recuerda a su cliente favorito de las noches, al que le llama y le ha descrito cómo mira a sus clientas, cómo descubre el color de sus pantaletas, cómo a través del espejo puede ver la firmeza de los pezones y el tamaño de los mismos, es todo un experto, igual que ella. La telefonista intenta entablar una conversación, y él responde como cuando hablan por teléfono, con la misma frase, con la misma entonación “Qué, perdón”. Pero no puedes seguir leyendo, una tela obscura cubre tus ojos y es amarrada por mis manos en tu nuca. Esto no me gusta, no me gusta la obscuridad, tengo miendo, dices.... -No, por favor. -Confía en mí. No te voy a lastimar, te lo prometo. Te aferras al libro, es lo único que tocan tus manos y por lo tanto lo único firme a lo que te puedes asir. Puedes sentir cómo me siento a tu lado. -Relájate… Recuéstate por favor, sólo quiero refrescarte un poco. –mientras te lo pido te quito tu único punto de apoyo para ponerlo no sabes dónde. “Tienes que obedecer y confiar en mi” te rezo al oído, aunque intentes relajarme todos tus músculos están tensos, tus piernas, extendidas pero firmes sobre el camastro, y tus manos flanqueando tu cuerpo aferradas al hierro de la silla. Una sensación te invade, son gotas frías que caen sobre tu pecho, gotas que seguramente escurren de un vaso, e instintivamente reaccionas a ellas, brincando y riéndote por los nervios. -Tranquilizate, sólo es agua. -Pero está fría. -Necesitas un poco de agua para refrescar tu cuerpo… “Me imagino que llevas horas aquí sin meterte al agua”. Te digo –y las gotas siguen cayendo sobre tu piel hasta que las yemas de mis dedos las esparcen sobre tus hombros. -Nena, ¿me puedes hacer un favor? -¿Cuál? -¿Te puedes bajar el traje de baño hasta la cintura? No entiendo, tú me lo puedes bajar sin necesidad de pedírmelo, aunque supones que mis manos han de estar ocupadas con algo. -Es que… alguien puede vernos. -No, nadie nos va a ver. Confía en mí. –Lo piensas durante unos segundos hasta que te decides. Lentamente escurres los tirantes por tus brazos hasta dejar tus senos libres mientras percibes el sonido de los hielos estrellándose en el vaso y moviéndose en el agua. Tal como siempre sucede cuando te desnudas, tus pezones se levantan al instante, ahora estas más nerviosa que al principio pero intentas no demostrármelo, intentas ocultar tu temor y tu nerviosismo, intentas aparentar que estas relajada que no va.... ¡Ah! Un pedazo de tela algo rugosa y helada acaricia tus senos… la sensación no puede ser más excitante, no sólo por lo frío de la tela sino por la textura de la misma, se siente como si fuera una toalla… Sí una toalla que e metido dentro de la hielera y espere a que estuviera lo suficientemente helada para entonces acariciarte con ella. Puedes sentir mis dedos paseándose sobre ella intentando encontrar tus pezones para frotarlos. -¿Te gusta? Pregunto… -Sí. –respondes en medio de un largo y profundo suspiro. No sólo tus pezones se han hinchado por el placer, tus senos también empiezan a endurecerse con mis caricias, y entre tus muslos puedes sentir la humedad que esto provoca en tu interior, se cómo excitarme, cómo tocarme, cómo hacer que tus puntos más vulnerables empiecen a mandar descargas de adrenalina al resto de tu cuerpo. Junto con lo que presumes es una toalla empiezas a sentir algo aún más frío, algo que se desliza por tu piel y casi la adormece al contacto… Un hielo, ¡sí! Un cubo de hielo que mis dedos pasean por tu cuello, hombros, pecho, por en medio de tus senos, alrededor de ellos, por tu estómago hasta llegar al ombligo haciéndote estremecer, retorcerte, brincar y gritar por la nueva sensación. El frío se detiene justo al centro de tus senos en su camino de regreso, tu respiración está mucho más agitada que en un principio, y mi silencio te hace estremecer aún más, sólo puedes escuchar las olas rompiendo en la playa y el sonido de una que otra ave que seguramente ronda cerca de nosotros. Ahora el frío está justo sobre tus pezones, pero es una mezcla de frío y calor… Mmmm… Son mis labios… es mi lengua, es mi boca que sostiene un hielo mientras los beso y los chupo. Ahora te sientes como el taxista, viendo en tu mente lo que estoy haciendo con tu cuerpo, intentando ver como en una película mi imagen, mi cabeza reclinada sobre tu pecho y mi boca prendida a uno de tus senos, mordisqueando tu pezón, sintiendo su firmeza con mis labios y dándole más rectitud cada vez que mi lengua pasea el hielo sobe él, mientras mis manos terminan por jalar el resto de tu traje de baño para quedar completamente desnuda sobre el camastro. Tu respiración se vuelve discorde con la mis, y tus muslos se tensan aún más, apretándose uno contra el otro, temerosos de algo, miedosos de que alguien quiera separarlos. Pero mis manos colocan nuevamente aquella tela helada sobre el resto de tu piel. Ahora el recorrido inicia sobre tu vientre, y baja lentamente hasta llegar a tu vulva. Mis manos, suaves, sin nada que las separe de tu dermis acarician tus piernas, las relajan, las dibujan, las hacen separarse y permitir que el túnel se abra. Ayudándome con la tela, mis dedos juegan sobre tu vello, apenas lo tocas, apenas sientes un pequeño roce de aquella tela en tu pubis, pero sientes una de mis manos debajo de uno de tus muslos indicándote que flexiones tu pierna para que yo pueda actuar. Tus manos ya se relajaron, ya no se aferran al hierro de la silla, ahora tocan tu vientre, palpan tus costados e intentan encontrarme. Un suspiro te indica dónde me encuentro… Esa sensación de frío y calor que sentías sobre tus pezones ahora lo sientes entre tus piernas, a punto de internarse en el punto más húmedo de tu cuerpo, pero no es mi lengua… No es suave ni delgada como ella, no es tersa y delicada como mis labios, es algo más, algo frío que se pasea de arriba abajo sobre tu clítoris y la abertura de tu vagina… Es algo más áspero pero al mismo tiempo sin cuerpo, sin rigidez, sin fuerza… pero que te provoca espasmos y hace que tu cadera suba y baje a su ritmo, mientras que tus gemidos se acoplan al ritmo de tu respiración. Nuevamente intentas imaginarte, adivinar mis expresiones y la forma en que te estoy mirando mientras te incito, ¿cómo está mi boca? ¿qué es lo que mis ojos están mirando, tu rostro, tu cuerpo, o la tarea que mis manos están realizando con ese objeto que te hace gemir más en cada roce? ¡Ah! Esta vez logre que te arquearas por completo, con ese chorro de agua helada que corre desde tu vulva hasta el inicio de tus nalgas logré que tu cadera se levante hasta el punto más alto, para después sentir mi lengua recogiendo no sólo lo que queda del agua, sino probando también la miel que escurre desde adentro de tu cuerpo… Sí, esta vez si es mi boca la que está besando tus labios, la que está acariciando tu entrepierna, la que está excitándote y marcando el ritmo que deben llevar tus caderas. Todo tu cuerpo está lleno de sensaciones, nuevas y viejas. Cada poro de mi piel está a la espera de mis caricias mientras tu mente intenta colocarme en medio de tus piernas, adivinar cómo estoy sentado, que postura tiene mi cuerpo mientras mi rostro está hundido en la puerta de tus entrañas. Ni siquiera sabes si te estoy mirando, si mis manos están sobre la silla o acariciando mi cuerpo, si estoy solo o si alguien más nos está mirando.... Pero prefieres no pensar en ello, sólo quieres disfrutar de mi juego y de estas nuevas sensaciones con las que estoy llenando tu deseo. Te sientes perdida en este sentimiento completamente erótico, como si fuese un sueño, tan vívido que empiezas a acariciar tus pezones, mientras yo sigo bebiendo de tí. -¿Qué sucede? – preguntas cuando sientes que e dejado de tocarte. Mis labios ya no están sobre tu vagina.-Nada… Me gusta ver cómo lo haces… Me encanta ver cómo te acaricias, cómo mueves tus dedos alrededor de tus pezones para que se pongan duros. –Ahora agradeces que halla tapado los ojos. Te sientes tan ruborizada que te alegra no poderme mirar a los ojos, y tu vergüenza te hace detenerte. -No, no te detengas, por favor. En serio me encanta ver cómo lo haces. Nadie mejor que tú sabes lo que te gusta, y lo que te gusta sentir. –y nuevamente me obedeces. Empiezas a frotarlos lenta y sutilmente sobre la punta, haciendo círculos sobre ellos, dejando que sólo la punta de tus yemas los acaricien, que ninguna otra parte de tus dedos los toque, sólo esa, y sólo por encima, sin ejercer presión, sin pellizcarlos, sin apretarlos. Al mismo tiempo que sientes cómo van creciendo y cómo se van endureciendo, algo rígido se cuela por tu vagina… Son mis dedos, dos de ellos adentro y otro roza tu clítoris. Nuevamente tu cadera empieza a balancearse, y mi boca inicia un recorrido de besos desde tu vulva hasta tu pecho. Estas al borde del éxtasis, pero algo se interrumpe. Mis dedos ya no están dentro de mí, ahora sientes mis brazos bajo de tu cuerpo y de golpe te levanto del camastro. Si en un principio te sentías insegura, ahora lo estas más, por lo que te abrazas a mi cuello, no vez a dónde vamos, te sientes tan desprotegida, desnuda y balanceándote en el aire sin tener un punto fijo del cual sostenerme, más que mi cuello. Tras unos cuantos pasos sientes cómo vamos bajando y por fin el agua toca todo tu cuerpo… Estamos en la tina. Ahora que te sientes segura intentas destapar tus ojos, pero no te lo permito. Sólo te guío para que te sientes sobre mis piernas. Tus muslos rozan mi cadera… Hasta este momento te das cuenta que yo también estoy desnudo. No sabes en qué momento lo hice, o si desde el principio me aparecí detrás de ti sin una sola prenda sobre mi cuerpo, pero también puedes sentir la rigidez de mi pene entre tus manos, porque las e colocado sobre él, y te lo entro pidiéndote que lo haga. -Pero… No veo.-Déjate llevar por tus instintos, por favor… Hazlo, hazlo debajo del agua. Tienes que tomar una bocanada de aire para sumergirte. La tina no es muy profunda pero estando yo sentado en el fondo tienes que hundir tu cabeza para empezar a acariciarlo con tus labios, para frotarlo con tu lengua y hacerlo desaparecer poco a poco dentro de tu boca. Tal vez no es tan placentero para mi como en otras ocasiones porque continuamente tienes que salir a la superficie a tomar aire, pero esta nueva sensación sé que para ambos es incomparable. La rigidez de mi masculinidad se siente tan diferente bajo el agua, la piel no sólo se vuelve más tersa, sino más sensible, o será que tus labios son los que están más sensibles que en otras ocasiones, porque el placer que te provoca con cada roce, con cada bocado, con cada penetración es superior al que hemos sentido cuando lo hemos hecho fuera del agua. Tomas una bocanada de aire más larga esta vez, pues quieres durar más tiempo sumergida, sumergiendo mi virilidad en tu boca, y crees que está funcionando pues alcanzas a percibir, a lo lejos mis gemidos, mis sonidos guturales haciéndote entender que lo disfruto tanto o más que tu, que tu labor submarina y a ciegas me genera el mismo placer que a ti, el mismo deseo y la misma necesidad de explotar de una vez por todas. Mis manos te guían para que salga de nuevo a la superficie, te aprieto contra tu cuerpo y mientras te beso te hago sentarte nuevamente sobre mis piernas, pero esta vez te penetro. -¡Ah! Por favor, quiero verte… Déjame ver… -No… Todavía no… –y empiezo a mecerme dentro de tí lentamente, debajo del agua. Mis labios reparten besos sobre las partes descubiertas de tu rostro, y miss manos trepan y resbalan por tu espalda y tus nalgas, presionándote hacia mi cuerpo, mientras las tuyas se afianzan a la orilla de la tina para sostenerte, para impulsarte, para mantenerte erguida mientras te estoy penetrando. Mis manos ahora sólo dirigen tu cadera, no sólo hacia delante y hacia atrás, sino en círculos, y de un lado a otro, cada vez más rápido. Puedes sentirme completamente dentro de ti, puedes sentir cómo tu pelvis ya no requiere de su guía inicial para continuar con el movimiento, puedes sentir mis manos sobre tu cabello, jalando tu cabeza para atrás y liberándote por fin de tu ceguera. Intentas abrir los ojos pero aún así no ves, tienes que cerrarlos nuevamente para abrirlos poco a poco, pues la luz te ciega nuevamente… Puedes sentir tus espasmos y los míos, puedes sentir como estamos a punto de venirnos… Y por fin puedes ver, encontrando ante tus ojos el atardecer más hermoso que jamás hayas visto. Nos seguimos moviendo. Con la misma fuerza que las olas rompen en la orilla, los dos nos venimos en brazos del otro bajo el agua, abrazados, agitados, extasiados. Así cómo el sol se oculta dentro del mar, igual yo vuelvo a ocultar la parte más sensible de toda mi fisonomía, en la parte más húmeda de tu anatomía.

2007-02-23 06:27:09 · answer #1 · answered by L.J. 2 · 6 0

Jamás imaginé que mi vida conseguía ser tan satisfecha por tener un hijo en mi vida, pero se pudo por a este procedimiento http://TrucosParaQuedarEmbarazada.netint.info/?5rQD Practicando esta fórmula me quedo embarazada a pesar de que todo el mundo me especificaban lo contrario. ¡¡Hoy soy madre!! Y soy la madre más feliz de la tierra.

2017-02-03 08:29:44 · answer #2 · answered by Anonymous · 2 0

Una ducha de agua fria por favor para la señorita......!!!!!!!

2007-02-23 05:14:57 · answer #3 · answered by Anonymous · 2 0

Desconozco tu edad y tus alcances, pero si sabes lo que dices encontrarás de utilidad la siguiente lista:

Botella de vino, blanco, tinto, espumoso, cócteles, cerveza o coca cola.
Aceite de Bebe
Un lubricante, de preferencia en base agua
Preservativos, lubricados, de sabores, de colores, con textura, de figura, para ti y para él.
Mascada
Velitas, las aromáticas son opcionales
Un platón de frutas surtidas, listas para comerse
Botanas
Chocolates
Unas latitas de ostiones, jamón endiablado, salchichas, etc., ¿sabías que las galletas saladas son afrodisiacas?
Sales y burbujas de baño
Ropa sexy
Una rebanada de pastel , el sabor no importa pero que tenga mucha crema
Un frasquito de cerezas
Un antifaz
Una pluma "de cualquier ave"
Un accesorio de masaje, puede ser eléctrico.

En fin una buena selección de estos, combinados con una dosis de malicia, tres pizcas de maldad, diez tantos de imaginación, unas cucharadas de iniciativa y voluntad, seguramente superarán sus expectativas.

Suerte y diviertete, pero no olvides protegerte.

2007-02-23 05:33:04 · answer #4 · answered by sereno 4 · 1 0

siempre he confiado en los trajes de baño de sitios web y no me han defraudado ni esta vez, cuando he necesitado un traje de baño premamá he encontrado fácilmente un traje muy bonito y a un buen precio, el traje es de dos piezas que además de cubrir muy bien, se está modelando a la tripa, he hecho una muy buena elección en comprar este traje de baño.

2014-12-13 11:41:15 · answer #5 · answered by GRAVOIS 3 · 0 0

Llamame y te doy una catedra en vivo y a todo color, los 10 puntos me los das cuando termines

2007-02-23 05:22:01 · answer #6 · answered by LUIS 3 · 0 0

jajajajajaja, leer algo caliente? para ponerte más caliente? lo siento a mi solo me gusta poner calientes a los hombres.

2007-02-23 05:20:16 · answer #7 · answered by Anonymous · 0 0

SEX de Madonna.

2007-02-23 05:19:10 · answer #8 · answered by Sergio G 1 · 0 0

Jajaja y te voy a contar eso no ve?

2007-02-23 05:18:07 · answer #9 · answered by Carli 6 · 0 0

jajajajaja... quieres porno gratis?? consiguetelo tu!!

2007-02-23 05:16:50 · answer #10 · answered by Lollipop 7 · 0 0

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