Con la Revolución del 4 de junio de 1943 se cierra la tristemente célebre DÉCADA INFAME, en la que el pueblo era sometido al hambre, la miseria, enfermedades sociales, al fraude y la corrupción.
Es derrocado el presidente Castillo por una Junta Militar integrada por los Generales Arturo Rawson, Pedro Ramírez y el Vicealmirante Saba H. Sueyro. El Coronel Juan Domingo Perón es designado Jefe del Estado Mayor de la Primera División del Ejército. La Presidencia queda a cargo del General Arturo Rawson, quien renuncia el 6 de Junio y es reemplazado por el General Pedro P. Ramírez, siendo su Ministro de Guerra el General Edelmiro Farrell y su Jefe de Secretaría, el Coronel Juan Domingo Perón.
Decía el General Ramírez: "Haremos panamericanismo práctico y con el resto del mundo, nuestra política, al presente es de neutralidad, pero no ficticia, sino leal, sincera. Esta Revolución no tendrá el giro que tuvo la del 6 de Septiembre, cumpliremos lo prometido. Por ahora nuestro propósito es sanear, sanear y sanear, después el pueblo y el tiempo dirán lo que debe hacerse".
Y, a pesar que diferentes posiciones se debatían dentro del gobierno, fue el pueblo y sus organizaciones que tendrían un papel relevante en los acontecimientos que se irían desencadenando y un conductor se asomaba así a la historia a partir de su designación como Presidente del Departamento Nacional del Trabajo primero y como Secretario de Trabajo y Previsión, después.
Comenzaba a cambiar la historia, iniciando la era de la política social argentina, el peronismo surgirá de este movimiento de origen militar que tenía raigambre nacional, que evitó la asunción como Presidente de Robustiano Patrón Costas, en un arreglo de los falsos demócratas con la Cámara de Comercio Británica.
Los que opinan que este fue un mero golpe de estado y lo igualan con el del 30 o con la fusiladora del 55 se equivocan. Los acontecimientos del 43 representaron una Revolución auténtica, pues significó en lo interno un verdadero cambio en la estructura anterior que estaba instalada en nuestro país desde su mismo origen, enmarcado en la dominación británica en lo cultural, político y económico y como ya mencionamos, utilizando el fraude y el negociado como instrumento de supervivencia de un cruel sistema, del ESTATUTO LEGAL DEL COLONIAJE, en el decir de don Arturo Jauretche. En lo internacional, la bandera de la neutralidad, la concepción de una América Latina integrada y una nueva mirada del mundo desde lo nacional y con la ideología que surge de las necesidades y realidades de los pueblos sometidos y no de los sometedores.
Finalmente, este proceso desembocó en una de las elecciones más limpias de nuestra historia hasta ese momento, y de él surgiría el movimiento nacional y popular más importante de la América Latina: el Justicialismo.
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“Cuando en el año 1943 un grupo de hombres de armas decidimos liberar al país de la dependencia extranjera, haciendo una verdadera Revolución Nacional, debimos enfrentarnos también con un triste y agobiante panorama mundial. En un mundo que venía de soportar una gran guerra, cuyas consecuencias es de todos conocida”.
“Con el alma llena de espíritu patriótico y sin mezquindades de ninguna especie, aquellos revolucionarios del año 1943 lanzamos una Proclama, que yo mismo escribía la noche anterior”.
“Y así nace el Justicialismo, con las mismas frases de la mencionada Proclama Revolucionaria del 4 de Junio de 1943..”
(Mensaje leído en la IV Conferencia de Países No Alineados, realizada en Argelia, del presidente argentino Tte Grl Juan Perón el 7 de septiembre de 1973)
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"En la mente de quienes concibieron y gestaron la Revolución del 4 de junio estaba fija la idea de la redención social de nuestra Patria. Este movimiento inicial no fue una "militarada" más; no fue un "golpe cuartelero" más, como algunos se complacen en repetir; fue una chispa que el 17 de Octubre encendió la hoguera en la que habrían de crepitar hasta consumirse, los restos del feudalismo que asomaba por la tierra americana." (...)
"Nuestra revolución lanzó una proclama que si todos la leyeron, pocos la meditaron profundamente. Se dijo que nosotros no teníamos plan. Voy a tratar de probar, que nada hemos hecho desorbitadamente, sino que todo estuvo sometido a un plan absolutamente racional, que no ha fallado en un ápice en sus previsiones." (...)
"Fue escrita en un plazo no mayor de quince minutos, a las 10 de la noche del día 3 de junio. Y digo esto, porque si hubiera sido el producto de una madurísima reflexión, probablemente no hubiera reflejado la aspiración que sentíamos; porque las proclamas no han de pensarse, sino que han de sentirse. Tienen como todas las de su género, dentro de su absoluta sencillez, un contenido filosófico que es necesario interpretar. Su texto, está dividido en tres partes."
"Primero, plantea la situación. Después, va directamente a los objetivos, enumerándolos en su contenido político, social, histórico y de política internacional. Finalmente, cierra la misma un mensaje de contenido ético y patriótico."
"El planteo de la situación, comprende cuatro párrafos, en los cuales justifica -digamos así- la intervención de las Fuerzas Armadas en un panorama que por impulso de las circunstancias no corresponde a su misión específica".
"Inmediatamente después de enumerar estos principios, aparece una recomendación a todos los que participaron en esta revolución, reflexión que inexorablemente se ha ido cumpliendo. La defensa de tales intereses -decía- impondrá la abnegación de muchos. Al mencionar esto, recuerdo a los camaradas que han sufrido o que han quedado al borde del camino, porque no tuvieron la visión o la resistencia suficiente para seguir adelante". ("Yo Perón". Enrique Pavón Pereyra, 1993, editorial MILSA).
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PROCLAMA
4 de junio de 1943
Al pueblo de la República Argentina:
Las Fuerzas Armadas de la Nación, fieles y celosas guardianas del honor y tradiciones de la patria, como asimismo del bienestar, los derechos y libertades del pueblo argentino, han venido observando silenciosa, pero muy atentamente las actividades y el desempeño de las autoridades superiores de la Nación.
Ha sido ingrata y dolorosa la comprobación. Se han defraudado las esperanzas de los argentinos, adoptando como sistema le venalidad, el fraude, el peculado y la corrupción.
Se ha llevado al pueblo al escepticismo y a la postración moral, desvinculándolo de la cosa pública, explotada en beneficio de siniestros personajes movidos por la más vil de las pasiones.
Dichas fuerzas, conscientes de la responsabilidad que asumen ante la historia y ante su pueblo cuyo clamor ha llegado hasta los cuarteles– deciden cumplir con el deber de esta hora: que les impone Salir en defensa de los sagrados intereses de /a Patria.
La defensa de tales intereses impondrá la abnegación de muchos, porque no hay Gloria sin sacrificio.
Propugnamos la honradez administrativa, la unión de todos los argentinos, el castigo de los culpables y la restitución al Estado de todos los bienes mal habidos.
Sostenemos nuestras instituciones y nuestras leyes, persuadidos de que no son ellas, sino los hombres quienes han delinquido en su aplicación.
Anhelamos firmemente la unidad del pueblo argentino, porque el Ejército de la patria, que es el pueblo mismo, luchará por la solución de sus problemas y la restitución de derechos y garantías conculcados.
Lucharemos por mantener una real e integral soberanía de la Nación; por cumplir firmemente el mandato imperativo de su tradición histórica; por hacer efectiva una absoluta, verdadera y leal unión y colaboración americana y cumplimiento de los pactos y compromisos internacionales.
Declaramos que cada uno de los militares, llevado por las circunstancias a la función pública, se compromete bajo su honor:
- A trabajar honrada e incansablemente en la defensa del honor, del bienestar, de la libertad, de los derechos y de los intereses de los argentinos;
- A renunciar a todo pago o emolumento que no sea el que por su jerarquía y grado le corresponde en el Ejército;
- A ser inflexibles en el desempeño de la función pública, asegurando la equidad y la justicia de los procedimientos;
- A reprimir de la manera más enérgica, entregando a la justicia no sólo al que cometa un acto doloso en perjuicio del Estado, sino también a todo el que, directa o indirectamente, se preste a ello;
- A aceptar la carga pública con desinterés y obrar en ella sólo inspirados en el bien y la prosperidad de la patria
2007-02-23 06:23:40
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[editar] Antecedentes: la Revolución del 4 de Junio de 1943 (1943-1946)
La política argentina hacia 1943 y 1944 comenzó a dar muestras de apoyo a Alemania, que comenzaba a ser derrotado en Europa pero que era proveído con materias primas de origen argentino. También hubo apoyo a Japón. Pero estos apoyos se acabaron en 1944 con la llegada al poder de Pedro Pablo Ramírez, un militar argentino que había luchado para Alemania en la Primera Guerra Mundial, y que rompió las relaciones diplomáticas con Alemania y Japón, que perdían en Europa y el Pacífico. Finalmente, sobre el final de la guerra, en 1945, Argentina le declaró la guerra a Alemania.
Muchos sostienen que Argentina recibió a famosísimos nazis que escaparon de Europa. Se sabe que Eichmann estuvo en Argentina y fue capturado en 1960 en este país.
En 1943 se produce un nuevo golpe de estado en Argentina a manos del GOU (Grupo de Oficiales Unidos), jóvenes militares de tendencias filofascistas, anticomunistas y ultracatólicas. El golpe es llevado por Arturo Rawson, quien inmediatamente fue remplazado por Pedro Ramírez. El entonces coronel Juan Domingo Perón ocupa inicialmente un cargo como secretario personal del Ministro de Guerra, luego se lo designa Director del Departamento de Trabajo (poco después Secretaría de Estado) y más adelante Ministro de Guerra y vicepresidente.
Farrell, asumiendo una política de acercamiento a los Estados Unidos, intentó a instancias de éstos y de los sectores conservadores, acotar la política laboral llevada adelante por Perón con apoyo de los sindicatos, arrestándolo y llevándolo en calidad de preso a la isla Martín García.
Se puede fechar el nacimiento del movimiento peronista el 17 de octubre de 1945 cuando las movilizaciones populares organizadas por la CGT dirigida por los socialistas José Domenech y Angel Borlenghi lograron la liberación de Juan Domingo Perón, quien había sido encarcelado por sectores militares opuestos a su influencia creciente en el gobierno.
[editar] El primer gobierno de Juan D. Perón (1946-1952)
Juan D. PerónEn las elecciones de 1946 Perón se presentó como candidato del Partido Laborista, llevando como vicepresidente a Hortensio Quijano, un radical de la disidente Unión Cívica Radical Junta Renovadora. Las elecciones polarizaron al país: por un lado el peronismo, los sindicalistas de la CGT y grupos yrigoyenistas del radicalismo, U. C. R. Junta Renovadora o FORJA (Donde se encontraban reconocidas personalidades como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, etc.), y de los conservadores de las provincias del interior y por el otro la Unión Democrática que contaba con la participación de la UCR y los partidos Socialista y Demócrata Progresista y el apoyo del Partido Comunista, los conservadores de la Provincia de Buenos Aires y el embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden. En las elecciones triunfó Perón, con el 56% de los votos.
Tras asumir la presidencia, Perón comienza rápidamente a consolidar su poder. En lo interno, disuelve al Partido Laborista y lo integra en el nuevo Partido Peronista (llamado brevemente Partido Único de la Revolución), que contará con tres ramas: la sindical (la CGT, única asociación sindical permitida), la política y a partir de 1952, al permitirse el voto a la mujer, la rama femenina. Más tarde se considerará a la Juventud Peronista como cuarta rama del Movimiento. Por otra parte se procedió a la remoción vía juicio político de los miembros de la Corte Suprema de Justicia y en 1949 se convocó elecciones para la Asamblea Constituyente que dictó una nueva Constitución acorde con los principios del peronismo.
El gobierno peronista fue particularmente duro con la oposición política y sindical, muchos de cuyos dirigentes fueron arrestados (a pesar de los fueros parlamentarios, como fue el caso de Ricardo Balbín). En las universidades nacionales se removió a los profesores disidentes y se impulsó a la CGU (Confederación General Universitaria) como representante de los estudiantes en oposición a la mayoritaria FUA (Federación Universitaria Argentina). Con un criterio similar, se creó la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). A partir de 1950, la situación económica comenzó a deteriorarse. Aún así, Perón volvió a triunfar en 1952.
El segundo gobierno de Juan D. Perón (1952-1955) En 1949, Perón reformó la Constitución de 1853, de manera que pudo ser reelegido en 1951. En ese año, Eva Perón intentó acceder a la nominación a la vicepresidencia de lo que sería el segundo mandato presidencial de Perón. Si bien contaba con el respaldo de la CGT, la oposición militar la condujo a su célebre renunciamiento en un acto multitudinario en la avenida 9 de julio. Evita murió de un cáncer uterino a la edad de 33 años en 1952. Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición hasta que un golpe militar expulsó a su marido del poder en 1955. Clandestinamente fue enviado el cadáver a Italia y enterrada en Milán con nombre falso. En 1972 fue devuelto a su esposo. Reposa actualmente en el cementerio de La Recoleta en Buenos Aires.
[editar] El Estado de Bienestar y la Economía del primer peronismo
La llegada del peronismo al poder en democracia se produce en plena posguerra mundial, lo cual significaba la debilidad económica de una Europa en ruinas y el fuerte liderazgo de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental. En este escenario, Argentina se encontraba por primera vez en su historia en la posición de acreedor de los países centrales, gracias a las exportaciones de carnes y granos a las potencias beligerantes. El principal deudor era el Reino Unido que ante la emergencia declaró su iliquidez, bloqueando la libre disponibilidad de esos montos. El gobierno peronista optó por utilizar esos créditos para adquirir empresas de servicios públicos de capital británico, que de todas formas sus propietarios deseaban transferir ya que no estaban en condiciones de continuar invirtiendo.
La bonanza económica de la Argentina continuaba, impulsada por el creciente mercado que habíase formado por la baja de las importaciones provenientes de los países en guerra. Esto permitió al gobierno aplicar una vasta política de bienestar que incluía la efectivización de nuevos derechos sociales, como períodos de vacaciones y descanso, planes de vivienda, inversiones en salud y educación, etcétera. Desde ya que todos estos beneficios eran ampliamente publicitados y capitalizados por las figuras de Perón y su mujer, que manejaba una fundación de asistencia social financiada básicamente con fondos estatales y aportes empresarios (generalmente de carácter forzoso); también las nacionalizaciones y estatizaciones de los servicios públicos, como los ferrocarriles británicos, eran proclamados como conquistas de soberanía e independencia económica.
Sin embargo, el tiempo evidenció que el modelo económico no era sostenible, ya que los fondos se volcaban casi íntegramente a la distribución de beneficios directos para los asalariados desalentando nuevas inversiones y el crecimiento de la producción. El contexto mundial dejó de ser favorable ya que Estados Unidos mediante el plan Marshall colocaba sus excedentes agrícolas en Europa limitando el acceso al mercado de los alimentos argentinos.
A partir de 1950, la situación económica comienza a empeorar y un nuevo ministro de Asuntos Económicos, Alfredo Gómez Morales, aplicó medidas de corte ortodoxo, como el ajuste del gasto público; Perón, que había declarado una vez que "se cortaría las manos" antes que endeudar a la Nación comprometiendo su independencia económica, contrajo finalmente un préstamo con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y firmó contratos de explotación petrolífera con compañías norteamericanas.
En este escenario el gobierno comienza a tener dificultades políticas; un golpe militar (Revolución Libertadora) liderada por Eduardo Lonardi le derrocó en 1955. Perón tuvo que exiliarse, asentándose finalmente en España. Incluso en el exilio, él siguió siendo popular para los argentinos.
[editar] Del 55 al 76: violencia, inestabilidad y conflicto
Durante los 60 y 70, todos los gobiernos electos fueron derrocadas por golpes militares. El conflicto social y la violencia política fueron creciendo en intensidad. Paradójicamente la economía registró los más altos índices de crecimiento del mundo (Gerchunoff et al). A partir de la segunda mitad de la década del 60, se agravan los problemas sociales, y aparece la insurgencia guerrillera de ERP y Montoneros y otras organizaciones armadas. En 1972 Perón vuelve al país. El claro triunfo del peronismo en las elecciones de 1973 se ven afectadas por la muerte de Perón al año siguiente. El país se encaminaba a una tragedia.
[editar] La Revolución Libertadora (1955-1958)
Artículo principal: Revolución Libertadora
El 6 de setiembre de 1955 las Fuerzas Armadas al mando del general Eduardo Lonardi derrocaron a Perón y establecieron la llamada Revolución Libertadora. Pocos días después, el general Pedro Eugenio Aramburu desplazó a Lonardi, tomó la presidencia y derogó la Constitución Nacional reformada en 1949. El gobierno militar fue asesorado por una Junta Consultiva Nacional, integrada por todos los partidos políticos con excepción de los que apoyaban al peronismo o al comunismo.
En 1956 el gobierno militar ordenó el fusilamiento de 31 militares y civiles peronistas que habían intentado un golpe de estado.
En 1957 se celebraron elecciones para reformar la Constitución, con el peronismo ilegalizado. La Unión Cívica Radical del Pueblo, dirigida por Ricardo Balbín, obtuvo la primera minoría, aunque la candidad de votos en blanco del electorado peronista fue levemente superior. La Unión Cívica Radical Intransigente, dirigida por Arturo Frondizi, sostuvo que la derogación de la Constitución y la convocatoria a una Convención Constituyente con la proscripción del peronismo, eran actos ilegales, y abandonó la Asamblea Constituyente de 1957. La Asamblea Constituyente convalidó la derogación de las reformas constitucionales de 1949, reestableció la Constitución de 1853 y le agregó el artículo 14 bis, sobre protección del trabajo.
[editar] Presidencia de Frondizi (1958-1962)
Artículo principal: Arturo Frondizi
Arturo FrondiziEn 1958 Arturo Frondizi, por la Unión Cívica Radical Intransigente con un proyecto desarrollista ganó las elecciones presidenciales de 1958 con el apoyo del peronismo ilegalizado en ese entonces.
[editar] Golpe militar y presidencia de Guido (1962-1964)
El gobierno de Frondizi fue derrocado en 1962 por un golpe militar, luego de que el peronismo triunfara en una serie de elecciones provinciales. Aprovechando la confusión la Corte Suprema designó nuevo presidente de la Nación a José María Guido, en ese momento presidente provisional del Senado, que fue luego convalidado por la Junta de Comandantes.
[editar] La presidencia de Illia (1963-1966)
Artículo principal: Arturo Umberto Illia
Arturo Illia recibe al Presidente de Francia, Charles de Gaulle. (Foto publicada en Clarín el 4 de octubre de 1964)El 7 de julio de 1963, se realizan nuevas elecciones presidenciales, con proscripción del peronismo, triunfando Arturo Umberto Illia, candidato de la Unión Cívica Radical del Pueblo.
Los resultados fueron:
Unión Cívica Radical del Pueblo (Arturo Illia - Carlos Perette): 2.440.536 votos
Unión Cívica Radical Intransigente (Oscar Alende - Celestino Gelsi): 1.592.872 votos
Unión del Pueblo Adelante (General Pedro Eugenio Aramburu - Horacio Thedy): 726.663 votos
Votos en blanco: 1.694.718
En el Colegio Electoral, la fórmula encabezada por Arturo Illia obtuvo 270 votos sobre 476 electores el día 31 de julio de 1963.
Arturo Illia conformó su gabinete ministerial con: Juan Palmero como Ministro del Interior, Miguel Angel Zavala Ortiz como Ministro de Relaciones Exteriores, Leopoldo Suárez como Ministro de Defensa, Eugenio Blanco como Ministro de Economía, Carlos Alconada Aramburú como Ministro de Educación y Justicia, Miguel Ferrando como Ministro de Obras y Servicios Públicos, Arturo Oñativia como Ministro de Salud Pública y Fernando Solá como Ministro de Trabajo y Seguridad. Durante su gobierno sólo habría de incorporar a Juan Carlos Pugliese, como Ministro de Economía, debido al fallecimiento de Eugenio Blanco.
[editar] Gestión de gobierno
Arturo Illia asumió el 12 de octubre de 1963. Su primer acto de gobierno consistió en eliminar las restricciones que pesaban sobre el peronismo. Desde la Revolución Libertadora las manifestaciones de ese partido estaban prohibidas por el Decreto 4161/56, sin embargo cinco días luego de que Illia asumiera el gobierno se realizó un acto conmemorativo por el 17 de octubre en Plaza Miserere sin limitación alguna. En el mismo sentido se levantaron las restricciones electorales, habilitando la participación del peronismo en los comicios legislativos del año 1965. También se levantó la prohibición que pesaba sobre el Partido Comunista y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.
[editar] Ley del salario mínimo, vital y móvil
El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
Entre los objetivos del proyecto figuraban la necesidad de "evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra", "asegurar un ingreso mínimo adecuado" y "mejorar los salarios de los trabajadores más pobres".
Complementariamente y con los mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.
[editar] La política petrolera
Arturo Frondizi había iniciado en su gobierno una política de explotación petrolera basada en la concesión de los yacimientos a empresas privadas reservando a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) la actividad de exploración y la compra de la producción a las empresas concesionarias. A las objeciones de carácter económico y comercial (como el traslado del riesgo empresario a YPF que debía realizar la inversión en nuevas exploraciones, o el aumento de los precios de los combustibles), la plataforma electoral de Illia agregaba que la política de concesiones era contraria a los intereses nacionales, comprometiéndose a anular los contratos de concesión.
El 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban dichos contratos por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación".
[editar] La educación
Durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964, del 17%, en el año 1965, del 23%.
El 5 de noviembre de 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el Programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.
[editar] La Ley de medicamentos
La Ley 16.462, también llamada Ley Oñativia por referencia al Ministro de Salud Arturo Oñativia, fue sancionada el 28 de agosto de 1964. Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de propaganda, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La reglamentación de la Ley mediante el Decreto 3042/65 fijaba además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
Partidarios, opositores y observadores imparciales coinciden en que esta política tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminara con el derrocamiento del Presidente Arturo Illia a manos de un golpe militar.
[editar] Política económica
En materia económica, el gobierno de Arturo Illia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización. Se creó la Sindicatura de Empresas del Estado, para un control más eficaz de las empresas públicas.
La evolución del Producto Bruto Interno durante ese período fue del -2,4% para el año 1963, del 10,3% para el año 1964 y del 9,1% para el año 1965. La evolución del Producto Bruto Industrial fue del -4,1% para el año 1963, del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones.
El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.
[editar] El derrocamiento
Arturo Illia abandonando la Casa de Gobierno luego de su derrocamiento. (Foto publicada por la Revista Gente)En el año 1965 el gobierno convoca a elecciones legislativas eliminando todas las restricciones que pesaban en la etapa previa. De esta manera, el peronismo presenta sus propias listas de candidatos y triunfa en las elecciones con 3.278.434 votos contra 2.734.970 de la Unión Cívica Radical del Pueblo.
El triunfo del peronismo agita la situación interna de las Fuerzas Armadas, tanto por la existencia de facciones militares y peronistas que tenían un estrecho vínculo político entre sí como por la existencia de sectores militares fuertemente antiperonistas.
A esta situación se agrega una fuerte campaña de desprestigio del gobierno impulsada por sectores económicos a través ciertos medios de prensa. Los textos publicados por los editorialistas políticos, de las nuevas revistas de información, genera columnas editoriales de actualidad escritas para Primera Plana por Mariano Grondona (cuya coautoría de los primeros comunicados militares no ha sido desmentida), desde su incorporación en junio de 1964 hasta el 30 de junio de 1966; las de Bernardo Neustadt publicadas en la Revista Todo, durante su aparición entre octubre de 1964 y mayo de 1965 y finalmente, las de Mariano Montemayor desde el 28 de octubre de 1965 y hasta las vísperas del golpe.
Éstos periodistas apodan al presidente como "la tortuga", caracterizando su gestión como timorata y falta de energía, y alentando a los militares a eliminar a la administración del partido militar. Todo esto agrava seriamente la debilidad política real del gobierno.
La planificación del golpe que luego llevaría al poder al General Juan Carlos Onganía corre por cuenta del Comandante del Primer Cuerpo del Ejército, General Julio Alsogaray, con la anuencia del por entonces Comandante en Jefe Pascual Pistarini. La idea del golpe no solo es reclamada por sectores de la prensa y apoyada por facciones militares, sino también por el sindicalismo, y hasta por políticos como Oscar Alende y el ex-presidente Arturo Frondizi.
El 28 de junio de 1966 se produce el golpe militar en medio de la indiferencia de la ciudadanía. El General Julio Alsogaray se presenta a las 5 de ese día en el despacho presidencial e "invita" a retirarse a Illia, quien en principio se niega, pero a las 7:20, al verse invadido el despacho y por efectivos policiales con pistolas lanzagases y rodeada por tropas la Casa Rosada, Illia opta por retirarse. Al día siguiente asume Onganía.
[editar] Dictadura militar, 1966-1973
Esto condujo a una serie de presidentes apoyados por el ejército. Finalmente, Alejandro Lanusse, fue apoyado en 1971 e intento reestablecer la democracia en una atmósfera de contínuas protestas de peronistas de clase trabajadora.
[editar] Presidencias de Cámpora, Perón e Isabel Martínez (1973-1976)
El 11 de marzo de 1973, Argentina tuvo elecciones generales por primera vez en 10 años, con un abrumador triunfo del peronismo, aunque el propio Perón tenía prohibido presentarse como candidato. Pocos meses después, el 13 de julio de ese año el presidente Héctor José Cámpora renuncia para permitir nuevas elecciones sin proscripciones, en las que Perón, recientemente regresado de su exilio, el día 20 de junio de 1973 (día en que se produce la "Masacre de Ezeiza"), triunfa por amplia mayoría en las elecciones a doble vuelta (ó "ballotage") del 23 de septiembre de 1973.
Perón murió el 1 de julio de 1974. Su mujer, María Estela Martínez de Perón, le sucedió en su puesto pero su administración estaba lastrada por los problemas económicos, conflictos dentro del partido y el creciente terrorismo practicado por insurgentes y movimientos paramilitares. Un nuevo golpe militar tomó el poder el 24 de marzo de 1976.
En 1982 Argentina libró una guerra por la soberanía de las islas Malvinas. La derrota de las tropas argentinas y la muerte en combate de alrededor de 600 soldados, propinó el golpe definitivo al régimen militar. Tras la vuelta a la democracia el 10 de diciembre de 1983, se estimó el número de detenidos desaparecidos entre 15.000 y 30.000. La marca más profunda de las dictaduras ha sido la represión sobre sectores especificos de la sociedad, especialmente sobre los políticamente más activos, por ejemplo los sindicalistas y los periodistas.
[editar] Guerra de Malvinas
Artículo principal: Guerra de las Malvinas
[editar] El regreso a la democracia
La derrota en la Guerra de Malvinas obligó al régimen militar a convocar a elecciones democráticas. Sin embargo las violaciones masivas a los derechos humanos realizadas entre 1976 y 1983, así como una larga tradición de golpes militares, harán sumamente complejo el proceso de transición a la democracia, con reiteradas insurrecciones militares. En 1989, por primera vez en la historia, un presidente de un partido entregó el poder a un presidente de otro partido. La situación volvió a repetirse en 1999, mostrando una notable consolidación de la democracia en Argentina.
Adicionalmente, en este período, Argentina protagonizará un importante cambio político-institucional y económico, al fundar el Mercosur junto a Brasil, Paraguay y Uruguay.
Sin embargo la acción de los gobiernos democráticos se ha mostrado insuficiente para atender los problemas socio-económicos de la población. La pobreza, que en 1974 era del 5%, subió al 25% en 1983, al 45% en 1989, llegando al pico máximo del 56% en 2002. La desocupación que era del 6% en 1975, subió al 8% en 1989, al 18% en 1995, alcanzando su pico más alto de 31% en 2002.
[editar] El gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989)
El 30 de octubre de 1983 se realizaron las elecciones para elegir a las autoridades democráticas. Raúl Alfonsín, candidato por la Unión Cívica Radical resultó elegido con el 52% de los votos, superando al Partido Justicialista (peronismo) que obtuvo el 40%. En el Parlamento el radicalismo obtuvo la mayoría en la Cámara de Diputados pero el peronismo obtuvo mayoría en la Cámara de Senadores. El 10 de diciembre de 1983 asumió el nuevo gobierno democrático.
[editar] Derechos humanos, transición a la democracia y sublevaciones militares
El gobierno de Raúl Alfonsín debió enfrentar el problema de la transición a la democracia en un país con una larga tradición de gobiernos militares que había llegado a la tragedia del terrorismo de estado y la guerra.
El 15 de diciembre de 1983 sanciona los decretos 157 y 158. Por el primero se ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros; por el segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976 hasta la Guerra de las Malvinas. El mismo día creó una Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas CONADEP, integrada por personalidades independientes (Ernesto Sábato, Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide, entre otros) con la misión de relevar, documentar y registrar casos y pruebas de violaciones de derechos humanos, para fundar el juicio a las juntas militares.
En setiembre de 1984 la CONADEP produce su famoso informe titulado “Nunca Más”. El 4 de octubre de 1984 la Cámara Federal (tribunal civil) toma la decisión de desplazar al tribunal militar que estaba enjuiciando a las juntas para hacerse cargo directamente al mismo. Los fiscales fueron Julio César Strassera y Luis Gabriel Moreno Ocampo. El juicio se realizó entre el 22 de abril y el 14 de agosto de 1985. Se trataron 281 casos. El 9 de diciembre se dicta la sentencia condenando a Jorge R. Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión. Por las características que tuvo, la condena a las juntas militares realizada por un gobierno democrático constituye un hecho sin precedentes en el mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal y Sudáfrica.
El gobierno de Alfonsín estuvo permanentemente amenazado por sectores de las Fuerzas Armadas que se negaban a aceptar el enjuiciamiento por violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar anterior. En la Semana Santa de 1987 se produce una gran rebelión militar encabezada por jóvenes oficiales que se denominaron “carapintadas”. Al mismo tiempo que los jefes militares demostraban que no estaban dispuestos a obedecer las órdenes del presidente Alfonsín y reprimir la insurrección, millones de personas salieron a las calles para oponerse al alzamiento militar. Durante varios días el país estuvo a borde de la guerra civil. Finalmente Alfonsín, sin poder militar para frenar un golpe de estado, negocia secretamente con los líderes militares una serie de medidas para evitar que se realizaran nuevos juicios contra militares por violación de derechos humanos. Esas medidas se concretarán en las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, no sin antes sufrir otras dos insurrecciones militares durante 1988 (18 de enero y 1 de diciembre) y un permanente estado de insubordinación de las Fuerzas Armadas. Además del copamiento del regimiento La Tablada perpetuado por ex integrantes del ERP que ahora formaban el MTD, tomaron el cuartel por la fuerza y debieron ser desalojados por el ejército argentino y fuerzas de seguridad policiales.
[editar] Obra de gobierno
Durante el gobierno de Alfonsín se restableció la autonomía universitaria quebrada en 1966, se puso en marcha el Plan Nacional de Alfabetización y el Plan Alimentario Nacional (PAN) y se sancionaron las leyes de patria potestad compartida (1985) y de divorcio vincular (1987). En 1987 el Congreso sanciona una ley de traslado de la Capital Federal a Viedma - Cármen de Patagones, como parte de un proyecto para cambiar el eje político-económico centralista que caracteriza a la Argentina, que terminó fracasando.
En el plano internacional se destaca: • el protagonismo argentino en el impulso al Grupo Contadora para unificar la posición de los deudores frente a los acreedores para el tratamiento de la deuda externa; • los acuerdos con el gobierno democrático de Brasil que concluirán posteriormente en la formación del Mercosur (1991); • la política exterior de apoyo a los procesos de paz en Latinoamérica y ayuda a los gobiernos democráticos para consolidar el proceso de transición a la democracia en la región; • La firma del Tratado de Paz y Amistad con Chile (1985), que puso fin a una disputa de límites con aquel país, con el cual Argentina estuvo a punto de ir a una guerra en 1978. • La presidencia de la 43º Asamblea General de las Naciones Unidas (1989, Dante Caputo).
En el área económica Alfonsín asume su gobierno en momentos en que se producía la gran crisis mundial de la deuda externa. Durante el gobierno militar la deuda externa había crecido de 7.000 millones de dólares en 1976, a 66.000 millones de dólares en 1983. Adicionalmente, gran parte del aparato productivo, sobre todo en el sector industrial, había quebrado. Ante esta situación, Alfonsín decidió aplicar en 1985 un plan económico, el Plan Austral, que él mismo calificó como "economía de guerra".
El Plan Austral logró durante un tiempo contener la inflación, pero no pudo resolver los problemas estructurales que mostraba la economía argentina en aquellos años. El congelamiento de los salarios, la decisión inicial de Alfonsín de atacar a los sindicatos, la persistencia de la ley sindical fascista de la dictadura, la identificación de los sindicatos con la oposición peronista, llevó a una larga pulseada entre el gobierno radical y la CGT que se expresó en 13 huelgas generales. Finalmente, el gobierno radical termina negociando con los sindicatos y sancionando con unanimidad una nueva Ley Sindical.
Los graves problemas económicos se expresaron en una tasa de inflación de 343% para el año 1988 y el estallido de un proceso hiperinflacionario a partir de febrero de 1989 superior al 3000% anual, que hizo aumentar la pobreza hasta alcanzar un record histórico hasta entonces: 47,3% (octubre 1989, Gran Buenos Aires).
En esas condiciones se realizan las elecciones presidenciales del 14 de mayo de 1989, triunfando el candidato opositor, el peronista Carlos Menem, con un 51% de los votos. La magnitud del caos económico-social obligó a Alfonsín a anticipar el traslado del mando, renunciando el 8 de julio.
Por primera vez en la historia argentina se realizaba una sucesión entre dos mandatarios civiles constitucionales de diferentes partidos políticos.
[editar] Gobierno de Carlos Saúl Menem (1989-1995 y 1995-1999)
Carlos Menem junto a Jacques ChiracCarlos Saúl Menem gobernó Argentina entre 1989 y 1999. Su primer mandato comenzó en 1989 tras vencer por casi 15 puntos porcentuales (47,2% a 32,4%) al radical Eduardo Angeloz y recibió el gobierno el 8 de julio de 1989, tomando el control de un país descontrolado que atravesaba una grave crisis económica e hiperinflacionaria luego del mandato de Raúl Alfonsín.
Menem durante su primer mandato se concentró en estabilizar la situación inflacionaria del país, que pocos años atrás había caído. Para esto, sancionó la Ley de Convertibilidad, impulsada por su ministro de economía Domingo Cavallo, que tenía el objetivo de equilibrar la equivalencia entre el dólar y el peso. Además, privatizó numerosas empresas, abrió el comercio y firmó el Tratado de Asunción que puso en marcha el Mercado Común del Sur (Mercosur) con Brasil, Uruguay y Paraguay, con el objetivo de formar un fuerte bloque económico sudamericano y establecer un mercado común entre sus miembros. En este primer mandato sucedieron los trágicos atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA en 1992 y 1994 respectivamente, en los que murieron casi 100 personas.
En 1995, luego de la reforma constitucional de 1994, se impuso nuevamente en elecciones presidenciales acompañado por Carlos Ruckauf venciendo por 20 puntos porcentuales al candidato del FREPASO, José Octavio Bordón.
El segundo gobierno de Menem (1995-1999) estuvo caracterizado por el aumento de los indicadores negativos, como el desempleo, la pobreza y el trabajo precario no registrado. Además la deuda externa aumentó en casi 82.000 millones de dólares. Estos problemas van a continuar creciendo y van a provocar en gran parte la futura caída del presidente sucesor de Menem, Fernando de la Rúa. A fines de 1998 cuando la corte suprema decide que el Presidente Menem no puede ser gobierno por tercera vez consecutiva comenzó una recesión de cuatro años que se volvería la más larga y destructiva de la historia argentina.
Carlos Menem volvería a ganar la elecciones en primera vuelta electoral en el año 2003, con un porcentaje de los votos que no le permitiria acceder a la presidencia.
[editar] Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001)
Fernando de la Rúa con Jaques ChiracA raíz de los crecientes cuestionamientos hacia el gobierno de Carlos Menem, fundados sobre todo en la corrupción y la incapacidad de combatir del flagelo de la desocupación, fue surgiendo una fuerza política conformada a partir de un acuerdo entre la Unión Cívica Radical (UCR) y el Frepaso, una confederación formada por los partidos Frente Grande, Socialista Popular, Socialista Democrático, Intransigente y Demócrata Cristiano. En 1997 se concreta esa unidad mediante la creación de la "Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación", más conocida como "Alianza".
De sus filas salió la fórmula Fernando de la Rúa- Chacho Álvarez, ganadora de la elección presidencial celebrada el 24 de Octubre de 1999 con el 48.5 % de los votos, y una ventaja de 10.5 % sobre el oficialista Eduardo Duhalde.
La campaña de la fórmula ganadora se había basado en el combate a la desocupación, la purificación de la corrompida estructura política argentina, y en la garantía de mantener Ley de Convertibilidad que ordenaba que un peso tuviera el valor de un dólar. El 10 de diciembre la fórmula aliancista asumió el poder en medio de un gran fervor popular, en un clima de esperanza, incluso entre muchos de los que no habían votado a la fórmula ganadora.
Sin embargo ya desde el discurso de asunción Fernando de la Rúa comenzó a socavar su base política, anunciando la necesidad de una serie de subas de impuestos y ajuste de la estructura estatal de considerable magnitud. A pesar de esto, la confianza en el flamante gobierno no decayó. El gabinete de ministros, a la postre extremadamente inestable, estuvo compuesto, entre otros, por José Luis Machinea en el Ministerio de Economía, Ricardo López Murphy en Defensa, Adalberto Rodríguez Giavarini en Relaciones Exteriores, Juan José Llach en Educación, en un gabinete integrado por radicales, frepasistas e incluso cavallistas, y con gran cantidad de economistas.
Sin embargo la situación argentina, en materia económica y social era muy delicada: una desocupación que ya superaba holgadamente el 15 % y que subía implacablemente, inseguridad en las calles, desconfianza de parte de los mercados financieros internacionales y una voluminosa deuda externa eran algunos de los principales temas urgentes a tratar en la agenda del gobierno.
Desde el Ministerio de Economía se habían trazado ciertas medidas financieras tendientes a encauzar el déficit fiscal, buscando principalmente el beneplácito del Fondo Monetario Internacional (FMI) para adelantar un nuevo empréstito.
A partir de febrero de 2001 grandes flujos de fondos empiezan a abandonar el país. En una sorprendente decisión el gobierno nombra como Ministro de Economía a Domingo Cavallo, quien era identificado por la opinión pública como un símbolo del gobierno de Menem. El 1 de diciembre de 2001, Cavallo toma la decisión de imponer el corralito, una de las medidas más impopulares del gobierno de de la Rúa, directamente relacionada con su caída. El llamado corralito fue un paquete de medidas económicas que impusieron una bancarización total de la economía, mediante la prohibición de extraer dinero en efectivo depositados en bancos públicos y privados, que afectó en gran medida a las clases medias. El paquete de medidas sumó apoyos en los mercados y organismos financieros internacionales y en varios ámbitos políticos y económicos locales, pero la población comenzó a manifestar un enorme descontento.
Hacia mediados del mes de diciembre se producen algunos estallidos entre las clases populares de algunas ciudades de las provincias llevados adelante por los denominados piqueteros. Algunos analistas políticos atribuyen estas revueltas a un plan desestabilizador orquestado por algunos líderes políticos contrarios al gobierno del presidente De la Rúa. Concretamente, y tal como había ocurrido años antes durante los gobiernos Carlos Menem y Raúl Alfonsín, este último del mismo signo político que De la Rúa, varios comercios de zonas empobrecidas del interior del país sufren saqueos por parte de sectores de la población desocupadas e indigentes.
El CacerolazoA partir del día 19 de diciembre de 2001 se producen las manifestaciones populares conocidas como el cacerolazo que terminarán con la renuncia del presidente de la Rúa. Durante el día se producen en diferentes puntos de país, con epicentro en la ciudad de Buenos Aires, graves disturbios y revueltas sociales. Se producen enfrentamientos con la policía, siendo los más violentos los que tienen lugar en las inmediaciones de la Casa de Gobierno, en la ciudad de Buenos Aires. En los enfrentamientos pierden la vida al menos 5 personas. Frente a este panorama, el presidente decide decretar el estado de sitio, que suspende las garantías constitucionales de los ciudadanos. El anuncio se realiza por cadena nacional, por el propio De la Rúa. Espontáneamente, miles de argentinos se lanzan a las calles golpeando cacerolas disgustados con las recientes medidas civiles y económicas. Pacíficamente, la población manifestó su descontento durante toda la noche, mientras la policía intentaba alejarlos de la Casa de Gobierno utilizando gas lacrimógeno. Esa noche renuncia el Ministro de Economía Domingo Cavallo.
El día 20 de diciembre se producen nuevos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes reunidos en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, y en otros puntos del país. Más gente pierde la vida durante estos choques (se calculan en 30 los muertos por los diferentes enfrentamientos).
A las 4 de al tarde el presidente pronunció un discurso por televisión convocando a la "unidad nacional" y ofreciendo al justicialismo cogobernar el país. Ante la respuesta negativa, Fernando de la Rúa, renunció.
[editar] Sucesión de De la Rúa
Asume la presidencia de la Nación en forma interina el presidente provisional del Senado, Ramón Puerta. El día 23 de diciembre se reúne la Asamblea Legislativa, que nombra como presidente provisional de la Nación al hasta entonces gobernador de la provincia de San Luis por el Partido Justicialista, Adolfo Rodríguez Saá. En su discurso en el Congreso de la Nación, el flamante presidente anuncia el "default", o cesación de pago de las obligaciones por préstamos a los diferentes organismos internacionales de crédito, y a particulares que tuviesen en su poder títulos de la deuda pública argentina.
Una serie de nuevos enfrentamientos, en Casa de Gobierno y en el Congreso Nacional entre algunas facciones más radicales de los manifestantes que continuaban acercándose a los edificios de gobierno, y las fuerzas de seguridad, ponen nuevamente en jaque la estabilidad de este nuevo gobierno. Se oyen repulsas contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia, contra miembros del nuevo gabinete, y contra senadores y diputados, que no contaban con el apoyo popular. El lema más recordado de los manifestantes era el "que se vayan todos", que resumía el descontento que sufrían los políticos por parte de gruesas mayorías de la población. Algunos enfrentamientos tuvieron lugar dentro del palacio del Congreso de la Nación y se produjeron pequeños incendios y rotura de cristales y mobiliario. Sin el apoyo de importantes gobernadores, aún de algunos de su mismo partido político, el efímero presidente de la Nación, Rodríguez Saá decide presentar su renuncia al cargo, hacia el día 30 de diciembre.
Asume la presidencia en forma interina el hasta entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. El Partido Justicialista propone a Eduardo Duhalde como presidente provisional. El 31 de diciembre la Asamblea Legislativa aprueba la propuesta por gran mayoría, y Duhalde asume el cargo el día 2 de enero de 2002.
[editar] Gobierno de Néstor Kirchner
Néstor KirchnerEl 27 de abril de 2003 se realizó la primer vuelta de elecciones para elegir presidente. Cinco candidatos reunieron la mayoría de los votos: Carlos Menem (24%), Néstor Kirchner (22%), Ricardo López Murphy (16%), Adolfo Rodríguez Saá (14%) y Elisa Carrió (14%).
Carlos Menem, el candidato triunfante en la primera vuelta, no se presentó a la segunda vuelta y por lo tanto resultó elegido presidente Néstor Kirchner, quien asumió su mandato el 25 de mayo de 2003, hasta 2007. La fecha exacta de la finalización de su mandato es confusa: algunos analistas sostienen que su mandato vence el 25 de mayo de 2007, mientras otros sostienen que vence el 10 de diciembre de 2007.
Los resultados electorales de primera vuelta fueron:
27 de abril de 2003
Electores habilitados 25.480.440
Porcentaje de Votantes 78,21
Candidatos Partido/Alianza Votos Porcentaje
Carlos Saúl Menem Alianza Frente por la Lealtad-UCeDe 1 4.740.907 24,45
Néstor Kirchner Alianza Frente para la Victoria 2 4.312.517 22,24
Ricardo López Murphy Alianza Movimiento Federal para Recrear el Crecimiento 3 3.173.475 16,37
Adolfo Rodríguez Saá Frente Movimiento Popular-Unión y Libertad 4 2.735.829 14,11
Elisa Carrió Alianza Afirmación para una República Igualitaria 5 2.723.574 14,05
Leopoldo Moreau Union Cívica Radical 453.360 2,34
Patricia Walsh Alianza Izquierda Unida 6 332.863 1,72
Alfredo Bravo Socialista 217.385 1,12
Jorge Altamira Obrero 139.399 0,72
Enrique Venturino Confederación para que se Vayan Todos 129.764 0,67
Guillermo Sullings Humanista 105.702 0,55
José Carlos Arcagni Tiempo de Cambios-Unión Popular 63.449 0,33
Mario Mazziteli Socialista Auténtico 50.239 0,26
Carlos Zaffore Movimiento de Integración y Desarrollo 47.951 0,25
Manuel Herrera Demócrata Cristiano 47.750 0,25
Gustavo Breide Obeid Partido de la Reconstrucción 42.460 0,22
Juan Mussa Unidos o Dominados 39.505 0,20
Ricardo Terán Movimiento por la Dignidad y la Independencia 31.766 0,16
Votos Positivos 19.387.895 97,28
Votos en Blanco 196.574 0,99
Votos Nulos 345.642 1,73
Total Votantes 19.930.111
2007-02-20 10:01:39
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answer #2
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answered by Anonymous
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