Adverbio, es la parte de la oración que sirve para modificar, precisar, matizar o ampliar el significado de un verbo, de un adjetivo, de otro adverbio, de un sintagma nominal, de un sintagma preposicional o de una oración.
Es una categoría gramatical heterogénea, caracterizada por su invariabilidad, con algunas excepciones, ya que muchos adverbios pueden admitir morfemas de sufijación; ejemplo: de ahora, ahorita. Carecen de morfemas de concordancia con otros elementos de la oración; ejemplo: Luisa está mal. Los niños están mal educados.
Los adverbios no tienen unidad morfológica; por lo tanto, los hay con formas simples: hoy, mañana; con formas compuestas: anteayer; e incluso con formas complejas, como las locuciones adverbiales: a lo grande, de vez en cuando.
El adjetivo adverbializado es también un adverbio: bajo, alto, oscuro, rápido; también se adverbializa con sufijos como -mente, que se forma así: si el adjetivo tiene dos terminaciones se utiliza la forma femenina: buena/buenamente, loca/locamente; si el adjetivo sólo tiene una terminación, se añade el sufijo —mente: atrozmente, felizmente. Muchos adverbios tienen la posibilidad de admitir morfemas de sufijación para formar aumentativos, diminutivos o superlativos. Aumentativos: lejotes, arribota. Diminutivos: despacito, cerquita, ahorita, lueguito, poquito, prontito, tempranito. Superlativos: cerquísima, lejísimos, prontísimo, tardísimo, poquísimo, muchísimo, tempranísimo. Igualmente, algunos adverbios admiten la gradación, característica de los adjetivos, por medio de la anteposición de cuantificadores (más, menos, mucho, poco, muy): Mucho mejor, poco antes, muy abajo, más cerca.
Según la gramática tradicional, el adverbio es un modificador del verbo, de un adjetivo o de otro adverbio. Juan estudia bastante (bastante modifica al verbo). Él es bastante torpe (modifica al adjetivo). Lo hizo bastante bien (bastante modifica al adverbio bien). También pueden ejercer por sí mismos el valor de oración, con significado completo: ¿Vendrás a casa esta tarde? ‘Sí’. ¿Saldrás hoy? ‘Probablemente’. Equivalen a: Sí, iré a tu casa esta tarde, y Probablemente saldré hoy.
A veces el adverbio afecta a toda la oración, utilizado como recurso lingüístico por el hablante: Increíblemente, Carmen vino. También pueden desempeñar función de nexos o conectores entre oraciones: Lo harás ‘como’ yo quiera. Iré ‘cuando’ pueda.
Los adverbios se pueden clasificar tradicionalmente en varios grupos, en cuanto a sus valores léxico-semánticos:
Adverbio de tiempo: luego, ahora, antes, después, ayer, hoy, mañana, entonces, tarde.
Adverbio de lugar: cerca, lejos, aquí, allí, arriba, abajo, fuera, alrededor, allá, ahí.
Adverbio de modo: bien, mal, así, despacio, deprisa, aprisa, gratis... Y la mayoría de los terminados en -mente: lentamente, rápidamente, felizmente.
Adverbio de cantidad e intensidad: más, menos, poco, bastante, demasiado, muy, mucho, apenas, casi, medio, algo, nada.
Adverbio de afirmación: sí, también, ciertamente, claro, desde luego, en efecto, asimismo.
Adverbio de negación: no, nunca, jamás, tampoco.
Adverbio de duda: acaso, quizás, tal vez, probablemente.
Junto a esta clasificación, hay que señalar otra que obedece a criterios funcionales:
Adverbios demostrativos: aquí, entonces, ahora, así, luego, tal, tanto.
Adverbios relativos: donde, como, cuanto, cuando.
Adverbios interrogativos: cuándo, dónde, cómo, cuánto, qué.
En cuanto a su significación, se pueden señalar dos tipos de adverbios: situacionales y nocionales.
Adverbios situacionales o deícticos: son aquellos que señalan la situación extralingüística espacial y temporal; por ejemplo: ‘Aquí’ no ha venido. ‘Allí’ ocurrió el accidente. ‘Hoy’ me han hecho un regalo;. ‘Mañana’ te llamaré a casa. Los adverbios de lugar establecen como punto de referencia a los interlocutores del discurso, en relación con los demostrativos: 1ª persona: aquí, acá; 2ª persona: ahí; 3ª persona: allí, allá. Existen formas locativas o de situación estática, como dentro: El libro está ‘dentro’ del cajón; y formas direccionales, que marcan movimiento, adentro: Pasa ‘adentro’ de la casa.
Con los adverbios de tiempo, se dan dos posibilidades en cuanto a la relación hablante-oyente: en la primera, la situación actual, creada por el hablante que expone al oyente, es el momento del discurso, y corresponde al mundo comentado; en la segunda, el hablante narra hechos que se refieren a un contexto diferente, que no es en el que se hallan el hablante y el oyente, y corresponde al llamado mundo narrado.
Referencia al presente. Indican simultaneidad: ahora, hoy. Referencia al pasado. Indican anterioridad: ayer, anoche. Referencia al futuro. Indican posterioridad: mañana. Ejemplo: ‘Hoy’ hace frío, ‘ayer’ hizo buen tiempo y ‘mañana’ no sabemos si nevará.
Adverbios nocionales o conceptuales: son los adverbios de modo, y expresan cómo se realiza la acción. Gran parte de los adverbios de modo están formados a partir del femenino del adjetivo, al que se le añade el sufijo -mente. Provienen de un ablativo absoluto: Fríamente, ‘con la mente fría’; calurosamente, ‘con la mente calurosa’; generosamente, ‘con la mente generosa’. Otros adverbios de modo están constituidos por la misma forma del adjetivo en masculino singular. Alto, claro, firme: Habla ‘claro’. También se pueden formar con una preposición y un sustantivo, creando una sola palabra: Apenas (a + penas), despacio (de + espacio). ‘Apenas’ tengo tiempo.
Los adverbios de cantidad expresan modificaciones cuantitativas y presentan igual forma que los pronombres indefinidos y numerales, excepto los apócopes muy y tan. Los adverbios de cantidad se clasifican en: adverbios de tipo gradativo: poco, mucho, bastante, algo, demasiado; intensivos: más, menos, tanto; múltiplos: doble, triple; partitivos: medio.
Los adverbios de orden están relacionados con los numerales ordinales y sirven para expresar series, primero o primeramente, último o últimamente, sucesivamente, alternativamente, finalmente, por ejemplo: Primero trabajó, finalmente descansó.
Los adverbios relativos e interrogativos se refieren a un antecedente. Pueden ejercer una doble función, igual que los pronombres relativos. Introducen oraciones subordinadas y desempeñan una función sintáctica. Los hay de lugar, donde, adonde: Ésa era la calle ‘donde’ vivía; de tiempo, como cuando: Llámame el lunes, ‘cuando’ vayas a venir; de modo, como: Duerme destapado, ‘como’ le apetece.
Los adverbios interrogativos sirven para preguntar por una circunstancia; son tónicos, llevan tilde y exigen una respuesta: ¿’Dónde’ estabas ayer? En el museo. ¿’Cuándo’ vendrás? Mañana. ¿’Cómo’ estás? Bien.
Los adverbios modalizadores u oracionales, incluidos dentro de los adverbios conceptuales, modifican a toda la oración con sentido completo. Los hay de afirmación: sí, ciertamente, cierto, claro, exacto, justo, bien; de negación: no, nunca, jamás, tampoco, quia, ca; de duda: quizás, acaso, tal vez.
Las locuciones o frases adverbiales son una serie de formas lingüísticas múltiples que han quedado en el uso de la lengua como expresiones fijas y que adquieren la función y valor del adverbio: a escondidas, a hurtadillas, a ciegas. En muchas ocasiones están compuestas por una preposición unida a sustantivos, adverbios o adjetivos: Enfrente, encima, despacio, debajo, acaso, adentro. Si se consideran estas unidades como adverbios, no hay ninguna razón fundada para no aceptar otros grupos análogos separados gráficamente: A oscuras, de pronto, a duras penas, de frente, de súbito, por fuera, a bulto, a tientas, a regañadientes, en secreto, en particular.
2007-02-20 13:47:31
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answer #1
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answered by Tedy 3
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