Las dos cosas, porque una cosa no quita la otra.
La encarnación de Jesús, su vida y su muerte, no tuvieron el único fin de salvarnos eternamente a nosotros, pobres pecadores habitantes de un pequeño planeta del inmenso universo. Si bien Cristo vino a morir para salvarnos, no es lo único que logró con su muerte y resurrección. Lo que hay en juego es mucho más grande, ya que la rebelión de Satanás tiene como objetivo expulsar a Dios de su trono. El cuestionó la voluntad de Dios, quiso ser igual a Dios, y ese es el origen del mal y del pecado en el universo.
En el libro de Job queda claro que estamos en medio de un conflicto cósmico entre Dios y Satanás, en el cual el enemigo será finalmente destruído. Pero nosotros debemos decidir, elegir a cuál de los bandos vamos a pertenecer, y sí, nuestra fe es necesariamente probada, pero no más allá de lo que cada uno puede soportar.
2007-02-19 00:12:53
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answer #2
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answered by chess fan 7
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Satanás desafió la integridad de Job, pero Jehová, que confiaba en su integridad y era consciente de que podía restablecerlo y recompensarlo, permitió que Satanás lo probase hasta el límite, sin dejar que lo matase.
2007-02-18 22:37:39
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answer #3
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answered by chichita 6
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