Según la tradición musulmana, mientras Mahoma estaba en el oasis de Khaybar, los judíos trajeron ante él a una mujer cogida en flagrante delito de adulterio: era una de las suyas. Le preguntaron entonces: “¿qué hay que hacer?”. Mahoma dijo que le trajeran un ejemplar de la Torá. Y como allí estaba escrito formalmente que hay que lapidar al adúltero, ordenó la lapidación. La obediencia a la ley se imponía a todo lo demás. En el caso de la mujer adúltera, Jesús es quien decide ( y decide contra la lapidación). En el caso de Mahoma, la decisión pertenece a la ley. En el fondo nos encontramos con dos actitudes distintas ante la vida, ante los hombres y ante Dios.
Opinad ustedes, quiero saber que pensais sobre ello.
2007-02-15
06:09:30
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pregunta de
Anonymous
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Sociedad y cultura
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