HISTORIA DE LAS CERRADURAS
El primer cerrojo que se conoce es un dispositivo egipcio fabricado en madera, encontrado con su llave en las ruinas de Nínive, en la antigua Asiria. En cuanto a su construcción, es el prototipo del cerrojo de cilindro moderno. Los cerrojos y las llaves también se mencionan en el Antiguo Testamento, y los griegos y los romanos usaban cerrojos de diseño simple. En el medievo los artesanos diseñaron cerrojos con un detalle exquisito; los relieves y perforaciones no tenían a menudo relación con el funcionamiento. Sin embargo, con la excepción del desarrollo del cerrojo de pestillo, poco se hizo para mejorar el rendimiento y conveniencia de los cerrojos hasta finales del siglo XVIII. En el siglo XIX se mejoró el cerrojo de pestillo, y se inventaron y perfeccionaron los cerrojos de palanca o clavija, los cilíndricos o de dientes de clavija y los cerrojos sin llave. El desarrollo posterior se ha centrado en la producción en serie, la mejora de los materiales y el incremento de la complejidad de los mecanismos de funcionamiento.
2007-02-13 10:25:28
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answer #2
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answered by ymargoud 3
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La cerradura fue inventada en China hace más de 4,000 años, si bien poco después era empleada en Egipto y Babilonia. Este invento se generalizó en un período corto de tiempo, puesto que, en el mundo antiguo, se han encontrado cerraduras desde el Japón hasta Escandinavia.
El primer cerrojo que se conoce es un dispositivo egipcio fabricado en madera, encontrado con su llave en las ruinas de Nínive, en la antigua Asiria. En cuanto a su construcción, es el prototipo del cerrojo de cilindro moderno.
Esta técnica, tan antigua como universal, consistía en inmovilizar un pasador en un bloque fijo, en medio de pitones móviles. Para abrir, la llave se introducía en o bajo el pasador, era elevada y sus pitones penetraban en los alojamientos de la cerradura, que entonces retrocedían en la caja.
Bastaba con que un pitón de la llave fuera demasiado corto o largo para que el pestillo no pudiera retroceder. Teníamos ya la imposición de una "altura de tallado" exacta, ni demasiado alta ni demasiado baja, para una llave perfecta. Esta noción iba a perderse después por mucho tiempo.
Fue en el principio de la cerradura egipcia en el que Linius Yale se inspiró en 1860 para su cilindro de pitones.
Los arqueólogos han datado en más de 4,000 años las cerraduras encontradas en el templo de Sargon en Khorsabad, en la tumba de Luxor o representadas en los frescos de Karnak. Cerraduras similares se fabricaron en Zanzíbar; África, en las islas Faroe al norte de Escocia, en Nueva Guinea y otros lugares del mundo.
Los etnógrafos han encontrado en toda el África Negra, desde Argelia hasta Zaire, en Asia y en Oceanía, numerosas variantes de las cerraduras egipcias, incluso fabricadas en el siglo Veinte.
Los cerrojos y las llaves también se mencionan en el Antiguo Testamento. Los griegos ya usaban cerrojos de diseño simple.
Sin embargo, la cerradura y la llave metálicas son una aportación romana. Los romanos crearon asimismo un sistema de seguridad en los cierres: la vuelta de llave. Son los creadores de la "miniaturización", pues consiguieron disminuir el tamaño de las llaves de forma sorprendente. Algunas, minúsculas, cerraban las cajitas donde los romanos guardaban los venenos destinados a sus adversarios políticos o sentimentales. Se atribuye también a los romanos la introducción del candado, aunque según parece fue inventado mucho antes en China.
Numerosos museos conservan colecciones enteras de llaves romanas de bronce o de hierro. Pocos, sin embargo, disponen de cerraduras completas.
Las que se han venido a llamar cerraduras "romanas", aunque hayan sobrepasado ampliamente los límites geográficos e históricos del Imperio Romano, funcionaban por deslizamiento de la llave. El pestillo, inmovilizado por el saliente de un muelle, liberaba hasta que la llave, atravesándolo, levantaba ese muelle. Podía entonces, desplazándose, arrastrar el pestillo con ella.
Aquí un mínimo estaba impuesto también para la llave, ya que si uno de sus dientes era demasiado largo, no abría.
Se han encontrado en las ruinas de Pompeya tales cerraduras y llaves, pero también una llave reducida, posiblemente una llave maestra o una ganzúa de apertura. Esta técnica permite, en efecto, a una llave menor que la verdadera, abrir.
En el medievo los artesanos diseñaron cerrojos con un detalle exquisito, aunque los relieves y perforaciones no tenían a menudo relación con su funcionamiento. Sin embargo, con la excepción del desarrollo del cerrojo de pestillo, poco se hizo para mejorar el rendimiento y conveniencia de los cerrojos hasta finales del siglo Dieciocho.
En el siglo Diecinueve se mejoró el cerrojo de pestillo. Se inventaron y perfeccionaron los cerrojos de palanca o clavija, los cilíndricos o de dientes de clavija y los cerrojos sin llave.
Con el tiempo las llaves fueron evolucionando. Cambiaron sus diseños y sus formas, ofreciendo cada vez más seguridad y algunas hasta se hicieron numeradas y, supuestamente, las cerraduras eran inviolables.
El desarrollo posterior se ha centrado en la producción en serie, la mejora de los materiales y el incremento en la complejidad de los mecanismos de funcionamiento.
La electrónica irrumpió en el mercado de las llaves y aparecieron las cerraduras codificadas. Los creadores de software diseñaron un tipo de llave que denominaron "password" o "contraseña", que es la clave o llave que algunos programas tienen para poder ingresar en ellos.
Las cerraduras se han utilizado para proteger propiedades, como las de las puertas de casas, comercios y oficinas; para guardar valores, como dinero y documentos en las cajas fuertes; para esconder secretos, como las de los cajones o diarios personales; para ejercer poder, como los antiguos cinturones de castidad; para cumplir con el castigo de la ley, como las de las cárceles, entre otros muchos usos.
Las llaves también tienen una carga simbólica en nuestra vida cotidiana. El que tiene las llaves tiene el poder, ya sea el carcelero de un penal, el portero de un edificio o el encargado del llavero general de una oficina.
En otras ocasiones, las llaves son símbolo de exclusividad o status, como las que abren el acceso a un club social o a una zona exclusiva de una oficina, que puede ser desde un área restringida por seguridad hasta el baño de mujeres. También proporcionan privacía, como las llaves de la habitación de un hotel o del casillero personal en un centro deportivo o de trabajo.
Para un hijo que por primera vez recibe las llaves de su casa, este hecho representa todo un acontecimiento en su vida. En años anteriores, esto valía toda una ceremonia, en la que se consideraba que el o la joven se transformaba en un ser responsable.
Entregar a la pareja las llaves de nuestra casa es un acto simbólico de confianza y amor. Por ello también se dice que entregamos las llaves de nuestro corazón.
Por otro lado, vemos que cuando se entregan casas, departamentos o autos en concursos, lo que se entrega en realidad es la llave. Es un hecho simbólico que hace que la llave se transforme en un factor que puede dar paso a la fortuna.
Las llaves antiguas se han convertido en objetos de colección, pero independientemente de su valor monetario, también encierran misterios, secretos guardados durante años, libertades y deseos. Hay que recordar que las llaves del cielo sólo las tiene San Pedro y él, también, ejerce su cuota de poder.
Como dato curioso, después de las llaves antiguas, las más coleccionadas son las de hotel, obviamente robadas, aunque actualmente están cayendo en desuso, debido a la utilización de tarjetas electrónicas desechables en la mayoría de los grandes hoteles del mundo.
es largo pero te respondí
Saludos. ;D .
2007-02-13 10:34:19
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answer #3
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answered by Anonymous
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