Julia Butterfly Hill es la excepción que confirma la regla. "Nadie tiene derecho a robar al futuro para conseguir beneficios rápidos en el presente. Hay que saber cuándo tenemos suficiente", afirma en El legado de Luna, su testimonio escrito de los dos años que pasó en lo alto de la secuoya milenaria, llamada cariñosamente por los activistas Luna, para preservarla de la tala.
Las industrias madereras hace mucho que "roban al futuro" talando los bosques de forma masiva e insostenible, impasibles ante el proceso que sus actos desencadenan. Si se deja a una colina sin árboles, la fuerza de la lluvia arrasa todo a su paso porque no queda nada para sujetar el suelo y las rocas. Además, al modificar el hábitat, muchas de las especies podrían llegar a extinguirse. Y, puesto que las sanciones que se les impone a estas empresas son ridículas con respecto a las ganancias que perciben, les es mucho más rentable violar las leyes que respetarlas. Pacific Lumber es una de estas empresas madereras, a la que desafió Julia hasta conseguir su propósito: preservar su secuoya y todos los árboles que se encuentran en un radio de 60 metros a la redonda.
Julia Butterfly Hill sigue insistiendo hoy día, desde su Fundación Circle of Life, en que una sola persona puede cambiar las cosas, aunque para ello deba vivir en un árbol.
2007-02-13 01:44:47
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answer #1
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answered by Scarly 1
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