mira estuve buscando yo tambien y hay un monton de articulos no solo de ese diario quizas si pones en cualquier idioma y utizando un meta buscador te aparezcan varios articulos
aca te pego uno de ejemplo pero hay varias
Doctor Costa, supongo”. Como uno de los profesores especializados en la gestión de la salud desde ESADE, esta es la introducción que me acompaña cuando participo en foros empresariales de gestión de la salud. La Business School ESADE nos proporciona una atalaya para analizar el status-quo del sector salud y farma en Europa: colaboramos con la industria, los distribuidores, las mutuas, lo gerentes hospitalarios, y con profesionales del sector salud en nuestros MBA; y realizamos consultoría y asesoría empresarial, desde el retail management de la farmacia hasta la investigación de mercados para hospitales. Desde esta posición singular, proponemos en este artículo identificar las principales tendencias alrededor de la gestión de la salud, y hacerlo desde el punto de vista del usuario, del consumidor, partiendo de que la orientación al mercado es válida y cada vez más necesaria para todos los protagonistas del sector. La infraestructura del mercado sanitario en España acumula los fallos o deficiencias habituales: una oferta de servicios médicos oligopolística, una fuerte tendencia al exceso de equipamiento, o unos incentivos a la sobremedicación como consecuencia de situaciones de monopolio farmacéutico. Revisemos la percepción que tiene el ciudadano de dicha infraestructura. El colectivo médico. El Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona declaraba en medios masivos “ahora es la hora del médico”; reclamaba recuperar “el derecho de reclamar una mejora de sus honorarios, que contemple de manera asumible el incremento del coste de la vida y que le permita un nivel de calidad y de inversión adecuados”. Reclamaciones que para el consumidor no se corresponden con el prototipo del doctor, y les asimila más a los fontaneros que a profesionales liberales; y una percepción que se consolida cuando estamos exportando masivamente profesionales sanitarios a Inglaterra o Finlandia por una superior retribución, o al tener ya un 25% de la población española contratando seguros privados a través de mutuas privadas low cost. Y con líderes empresariales como el directivo de USP Gabriel Masfurroll defendiendo la idea de la guía hospitalaria asimilable por el consumidor a la Guía Michelín. La industria farmacéutica. Un sector percibido como líder en la presión en Ventas (su segunda mayor partida presupuestaria, detrás de I+D), sin que haya más motivos que dos contundentes proclamas aportadas en investigaciones de www.mckinseyquarterly.com : “the more, the better” y “in sales we trust”. El canal de comercialización. Siendo en España un sector regulado, protegido y pendiente de liberalizar, hoy en día las opciones de desarrollo son espectaculares: el desarrollo de los canales alternativos, la asunción de funciones nuevas en productos genéricos, o la captación de información con la tarjeta sanitaria. El último sobresalto, el intento del lider Pfizer de saltarse a los mayoristas y servir y tratar directamente a las farmacias. La conclusión es un entorno altamente cambiante, que el paciente vive con ambivalencia: vive la angustia de un escenario con escándalos crecientes (retirada de Vioxx, acusaciones de esconder información a Glaxo, cantidades millonarias pagadas por Pfizer para evitar investigaciones sobre los incentivos a la prescripción a los médicos), y se siente capaz de llegar a la consulta de mi cardiólogo con el dossier bajado de Internet de “status de mi enfermedad y su investigación en ratas según The Lancet”. La cita del irreverente crítico George Bernard Shaw “We have not lost faith, but we have transferred it from God to the medical professions” parece deberá ser ampliada hacia los futbolistas o las organizaciones humanitarias. El mercado de la salud deberá tender pues en España y Europa hacia una orientación al consumidor. Y realizamos la reflexión, y ahora finalmente lo reconocemos, sin ser doctores en medicina. Nos sigue sorprendiendo que cuando asesoramos como consultores a excepcionales médicos, brillantes profesionales con merecido prestigio entre sus pacientes, nos marcan una cláusula inviolable: nunca reconocerles en público como clientes, porque ello iría contra su imagen de profesional en quién se deposita la fe. Desde nuestra experiencia intersectorial, nos permitimos una relectura del partido: cuando los usuarios consumidores se sienten capacitados para empezar a discriminar, valorar, evaluar y escoger entre los proveedores que tiene en un sector, se inicia una presión hacia el cambio que irremediablemente produce el surgimiento de una innovación que expande las opciones de actividad empresarial. Y eso para los empresarios del sector, sean servicios, laboratorios o profesionales, son buenas noticias. Aunque cogiendo una cita de Andy Warhol “siempre se dice que el tiempo cambia las cosas, pero realmente debes cambiarlas tu mismo”.
2007-02-19 05:05:22
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answer #1
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answered by rucamalena 6
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