El oficio de profeta difiere del don de profecía en que es permanente. Es dado junto con el hombre. Es un llamamiento, y bien pudiera ser que ese hombre, quien tiene el oficio de profeta, pueda pasar toda su vida en ese servicio y nunca hablar una sola vez por el don de profecía. La iglesia está sufriendo actualmente de la ignorancia que viene al confundir estas dos categorías. Llamamos profetas a hombres que no tienen el oficio, sino que están operando en el don de profecía, y en muchas instancias, ni siquiera el don de profecía, sino en una engañosa clarividencia.
El oficio del profeta es algo supremo que conlleva una enorme responsabilidad. Alguien así trae los oráculos de Dios. Él está en pie por Dios y hablando de parte de Dios con la autoridad de Dios. Sus declaraciones son las intenciones del corazón de Dios para con su pueblo y esto tiene que ver con sus propósitos en el entendimiento del tiempo presente a la luz de las cosas que son futuras y eternas. Es el profeta el que es alertado.
El hombre que se llama a sí mismo profeta y habla estadísticamente (por ejemplo, una precisión del setenta u ochenta por ciento) no está en la misma tonalidad, el carácter y el tejido característico de un hombre verdaderamente profético. Determinar si un profeta es falso o verdadero no debiera depender inmediatamente en que sus predicciones sean acertadas o no. El asunto no es la precisión de la predicción para avalar a los profetas. Incluso pensar estadísticamente nos coloca sobre una base falsa para determinar lo que es verdadero o no entre los profetas. Los profetas falsos traen un mensaje bíblicamente correcto, pero es la clase de mensaje que es una rutina, o sea, que cualquiera puede traer. No hay nada que pueda señalarse en términos doctrinales, pero no es un oráculo. No es un mensaje que tenga peso profético, intensidad, seriedad o exigencia. Un oráculo puede ser distinguido por la forma en que trae consigo una percepción de la realidad y de Dios que no estaba ahí antes de que la palabra fuera enunciada. ¡Revela las cosas como Dios mismo las ve, que no es para nada como nosotros las vemos!
Si permitimos que la palabra ‘profeta’ sea dada a cualquiera que puede dar una profecía predictiva o que tenga incluso el don de conocimiento o clarividencia, y llamar a eso un oráculo profético, entonces ya estamos encaminados hacia el engaño. Estos hombres hablan mensajes, pero solo es un preliminar de lo que uno ha estado esperando para obtener la ‘acción’ por la cual hemos realmente asistido al servicio, esto es, por sus profecías personales que tanto emocionan a la audiencia. ¡El asunto más grande no es si estos profetas son acertados la mayor parte del tiempo, sino que si en verdad son profetas! Confirmar a la iglesia en su iluminación presente por el ejemplo de estos hombres es análogo a los falsos profetas del Antiguo Testamento quieres confirmaron a Israel en su pecado. Uno debe preguntar “¿Cuál es su revelación? ¿Es un oráculo? ¿Qué tiene de diferente comparado con la predicación general de otros quienes no tienen la profesión de profeta? ¿Su distintivo no es más que el sensacionalismo o la emoción, o la anticipación derivada del elevado estatus generado grandemente por la afirmación entre ellos mismos?”
2007-02-09 06:50:22
·
answer #1
·
answered by Dominicana y vivo en usa 5
·
0⤊
4⤋
Profecía es anunciar el futuro antes de que esto suceda ,mientras que Ministerio ,viene de la palabra ministrar o administrar ,esto es en cuanto a una labor encomendada ,el ministerio puede ser publico, político ,así como también religioso, mediante el cual a una persona se le confiere el cargo y/o poder para administrar los sacramentos ,en el caso de un sacerdote el sacramento de la orden sagrada ;pero en ningún caso se debe entender este poder o cargo con el don de la profecía ,pues este o es ignato o desarrollado mediante practicas ascéticas ,tales como hacen los monjes Budistas ;gurus yogas o algunas personas santas (san Francisco de asís ; padre pío ;san martín de porras etc.) ;pero hay que tener mucho cuidado para catalogarlos ,pues también hay muchos charlatanes ;de otro lado ,para nada creo en la infalibilidad de Papa Católico , por el solo hecho de haber asumido tal cargo .
2007-02-09 08:30:58
·
answer #2
·
answered by JORGEnriquex100pre 5
·
2⤊
1⤋
Profeta -(heb. nâbî', "llamado [por Dios]" o "quien tiene una vocación [de Dios]";. Alguien que primero recibía instrucciones de Dios y luego las transmitía a lagente. Estos 2 aspectos de su obra se reflejaban en los nombres con que se los conocía: vidente (jôzeh o rô'eh) y profeta (nâbî'). El 1º fue más común en el período temprano de la historia hebrea (1 S. 9:9). El término que se usa con mayor frecuencia es nâbî', pues lo designa como vocero de Dios. Como "vidente" discernía la voluntad de Dios, y como "profeta" la trasmitía a otros.
El profeta es una persona llamada y calificada en forma sobrenatural como portavoz de Dios. Mientras que en los tiempos del AT los sacerdotes eran los representantes del pueblo ante Dios -sus portavoces y mediadores-, el profeta,
en un sentido especial, era el representante oficial de Dios entre su pueblo sobre la tierra. Mientras el oficio sacerdotal era hereditario, la designación de un profeta provenía del llamado divino. El sacerdote, como mediador en el sistema de sacrificios, conducía a Israel en la adoración, aunque sus deberes secundarios incluían dedicar una parte de su tiempo a instruir al pueblo acerca de la voluntad de Dios como ya había sido revelada por los profetas, Moisés en particular. En cambio, la instrucción religiosa era tarea primordial del profeta. El sacerdote se ocupaba mayormente de la ceremonia y los ritos del santuario (que se centraban en la adoración pública), en la mediación para el perdón de los pecados, y en el mantenimiento ritual de las relaciones correctas entre Dios y su pueblo. El profeta era principalmente un maestro de justicia, de espiritualidad y de conducta ética, un reformador moral con mensajes de instrucción, consejo, amonestación y advertencia, y su obra a menudo incluía la predicción de eventos futuros. En el caso de Moisés, uno de los mayores profetas (Dt. 18:15), la profecía fue una función comparativamente menor.
En un sentido más amplio del vocablo, profetas hubo desde los primeros días del mundo. Tanto Abrahán (Gn. 20:7) como Moisés (Dt. 18:15) fueron llamados profetas. Durante el período de los jueces el oficio profético languideció, y "la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con
frecuencia" (1 S. 3:1). El llamado de Samuel hacia el final de ese período fue trascendental. Fue el 1er "profeta" en el sentido más estricto de la palabra, y se lo puede considerar como fundador del oficio profético; iba de lugar en lugar como maestro de Israel (10:10-13; 7:16, 17). Después de él y hasta el fin del tiempo del AT, diversos hombres escogidos hablaron a la nación en nombre de Dios, interpretando el pasado y el presente, exhortando a la justicia, y siempre dirigiendo su vista al futuro glorioso que Dios les había señalado como pueblo. Samuel habría fundado lo que se conoce como "las escuelas de los profetas". Los jóvenes que recibían su educación en estas
escuelas (19:20) eran conocidos como los "hijos de los profetas" (2 R. 2:3-5). La 1ª de tales escuelas que se mencionan estuvo en Ramá (1 S. 19:18, 20), la sede de Samuel (7:17). Los hijos de los profetas no eran necesariamente recipientes directos del don profético, pero eran divinamente llamados, como los ministros evangélicos de hoy, para instruir a la gente acerca de la voluntad y los caminos de Dios. Las escuelas de los profetas fueron una poderosa fuerza que limitó el avance de la marea del mal, que tan a menudo amenazó con sumergir al pueblo hebreo bajo una inundación de idolatría, materialismo e injusticia, y proporcionó una barrera contra la ola de corrupción que avanzaba con mucha rapidez. Estas escuelas proveyeron el
adiestramiento mental y espiritual a jóvenes seleccionados que serían los maestros y dirigentes de la nación.
Después de Samuel, en tiempos del reino unido de Judá e Israel, surgieron hombres como Natán el profeta, Gad el vidente (1 Cr. 29:29) y Ahías (2 Cr. 9:29). Luego, bajo la monarquía dividida, hubo muchos profetas. Algunos (Oseas, Isaías, etc.) fueron autores de libros preservados en el canon sagrado; otros (Natán, Gad, Semaías, lddo, etc.) también escribieron, pero no se conservaron sus escritos. Algunos de los mayores profetas, como Elías y Eliseo, no escribieron sus discursos proféticos, y por lo tanto a veces se los llama "profetas orales". En el canon hebreo, las 4 grandes obras históricas de Josué, Jueces, Samuel y Reyes reciben el nombre de Profetas Anteriores, porque se sostenía que sus autores fueron profetas. Aunque de naturaleza mayormente histórica, estos libros muestran el propósito de sus autores de conservar un registro del trato de Dios con Israel como una lección objetiva para su propia
generación y las posteriores. Isaías, Jeremías, Ezequiel y "los Doce" -desde Oseas hasta Malaquías- son llamados Profetas Posteriores. Bajo el reino dividido, los profetas Oseas, Amós y Jonás trabajaron mayormente para Israel, el reino del norte; el resto, especialmente para Judá, el reino del sur, aunque algunos de éstos también incluyeron al reino del norte en sus mensajes.
Dicho sea de paso, cabe aclarar la frase "Profetas Menores" (Oseas hasta Malaquías): se los llama así sólo porque sus libros son comparativamente breves en relación con los de los "Profetas Mayores" (lsaías hasta Daniel). De ningún modo implica que el ministerio de sus autores fuera de corta duración o que sus escritos fueran de menor importancia y/o inspiración.
El papel principal de los profetas del s VIII habría sido, primero, evitar, si era posible, la cautividad del reino del norte llamando a su pueblo a volverse al servicio y a la adoración del verdadero Dios, pero también -particularmente en el caso de Isaías- sostener al reino del sur durante este tiempo de gran crisis nacional. Con la muerte de Isaías el don profético parece haberse silenciado por medio siglo o algo más.
Aunque el libro de Daniel contiene algunos de los mensajes proféticos más importantes que encontramos en las Escrituras, Daniel sirvió principalmente como hombre de estado en la corte de Nabucodonosor, y aunque recibió algunas de las mayores visiones de todos los tiempos, no fue considerado un profeta en el mismo sentido que Isaías,Jeremías, Ezequiel, Oseas o los otros, cuyas vidas se dedicaron exclusivamente al oficio profético; no obstante, Cristo lo llamó profeta (Mt. 24:15).
En el amanecer de los tiempos del NT, el don de profecía fue reactivado con las declaraciones inspiradas de Elisabet (Lc. 1:41-45), y de Simeón y Ana (2:25-38). Unos pocos años más tarde vino Juan el Bautista en el papel de Elías (Lc. 1:17). Cristo declaró que Juan fue profeta "y más que profeta" (Mt. 11:9, 10). Pablo estimó el don profético como una de las gracias del Espíritu (1 Co. 12:10), y declaró que era uno de los mayores dones (14:1, 5). Como en los tiempos del AT, el don profético no necesariamente implicaba la predicción de acontecimientos futuros, aunque este aspecto de la profecía pudiera estar
incluido, sino que consistió mayormente en la exhortación y la edificación (vs 3, 4).
El llamado al oficio profético y la dádiva consiguiente del don profético eran actos de Dios.
Del mismo modo que un profeta es un vocero o mensajero de Dios, la profecía es todo mensaje presentado de parte de Dios por orden de él: revelación especial de la voluntad y del pensamiento divinos, destinada a capacitar al hombre para
cooperar con los propósitos infinitos de Dios, que consiste esencialmente en consejos, orientaciones, reprensiones y advertencias. Como "no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas" (Am. 3:7), él espera que los que lean lo que los profetas escribieron le presten la
más cuidadosa atención. Al hacerlo podrán estar seguros de ser "prosperados" (2 Cr. 20:20). Los que no prestan atención a las palabras de un profeta como mensajero o guardián enviado por Dios son personalmente responsables ante el Señor (Ez. 3:17-21; 33:1-9). Israel, por lo general, rechazó las emocionantes
apelaciones de los profetas (Lc. 11:47, 48), así como Dios lo había advertido a Isaías (Is. 6:9-11) y a Jeremías (Jer. 1:8, 17, 19). Esto trajo la ruina sobre Israel, lo condujo a su rechazo del Mesías y, así, a ser descartado como nación escogida.
2007-02-09 07:22:32
·
answer #3
·
answered by Nia Mia 5
·
2⤊
1⤋
si , pero no cualquier character, puede tener este don,solo las personas con espiritu limpio, y con una vida de buen ejemplo,y al que dios elija, es muy diferente, los dones carismaticos, son muy diferentes del don de profecia
2016-12-17 13:04:56
·
answer #4
·
answered by ? 4
·
0⤊
0⤋
pobrecito el chavo de arriba que dice que las profecias no existen la verdad yo gracias a un chavillo que tiene el don de profecia fue que pude afirmar mi debil creencia en la existencia de Dios porque? porke este muchacho me dijo cosas que nadie sabia cosas impresionantes que me impactaron y no creo que haya tenido una camara secreta en mi cuarto para haber sabido lo que hice verdad?
Bueno ahora contestando a tu pregunta profecia no solo se trata de predecir el futuro sino mas que nada hace referencia a toda palabra divina que viene directamente de Dios, alguien que tiene el don de profecia y lo cuida y lo ejerce de la manera en que Dios quiere que lo use es decir de forma adecuada puede con el tiempo volverlo un ministerio donde su principal tarea sera ser el medio por el que Dios hable a las iglesias y de mensajes de aliento fortaleza principalmente, pero tambien de cualquier cosa de ayuda para las congregaciones, en si el don cualquiera que desee puede tenerlo pues es la dadiva de Dios que te permite esuchar en tu pensamiento palabras que emanan directamente de su espiritu pero el ministerio es enfocar este don hacia la edificacion de las iglesias, generalmente por eso un profeta como ministro tiene la tarea de andar visitando iglesias y dando los mensajes que Dios tiene para ellas.
2007-02-09 06:54:28
·
answer #5
·
answered by Anonymous
·
2⤊
2⤋
estamosn en los ultimos años por eso hay profetas falsos la mayoria pero asi lo dice el libro y vamos esperar que pasa despues del año 2012
2007-02-13 03:31:13
·
answer #6
·
answered by rafael b 7
·
0⤊
1⤋
Fantasia.
2007-02-09 06:52:27
·
answer #7
·
answered by Anonymous
·
1⤊
2⤋
no se, pero yo estoy bien chula
2007-02-09 06:52:27
·
answer #8
·
answered by Paris Mexican 1
·
1⤊
2⤋
Cuando las iglesias lo consideren necesario, siempre tendrán listo un profeta, pregonero de lo que quieran trasmitir.
Tendrán "don" o llevarán a cabo el ministerio, según convenga, hoy como ayer.
Paz incrédula.
2007-02-09 07:11:04
·
answer #9
·
answered by Anonymous
·
0⤊
2⤋
Me hiciste bolas, desenredame sí.
2007-02-09 06:54:45
·
answer #10
·
answered by lluviaazul 6
·
0⤊
2⤋
¿Profetas de hoy? Charlatanes!
¿Profetas de ayer? Si a mi me lo preguntan diría que probablemente esquizofrénicos o también charlatanes.
Saludos!
Ignacio
2007-02-09 06:54:41
·
answer #11
·
answered by Anonymous
·
0⤊
2⤋