seguramente que le ponían mucho huevo... hoy somos unos flojitos... nos han enseñado que todo debe costarnos mucho y que la felicidad no existe... o que es un lugar al que hay que trabajar mucho para llegar.... ojo! no al facilismo! peri si a la simplicidad de las cosas y admitir que no somos Dios, o sea no todo podemos digitarlo... aceptar lo que viene, cuando viene y como viene....
2007-02-09 03:58:56
·
answer #1
·
answered by :: t i t i n :: 4
·
1⤊
0⤋
Había mas hipocresía y la mujer había sido educada para soportar todo incluídas las infidelidades,en general las esposas no trabajaban, así que les era muy complicado dejar a sus maridos ya que se quedaban sin el sustento. Ahora no nos aguantamos nada, tenemos independencia económica y en muchos casos ganamos mas que ellos, así que en la primera que no nos gusta algo nos vamos o los echamos.
2007-02-09 14:36:56
·
answer #2
·
answered by Betty Boop 7
·
0⤊
0⤋
Creo que las parejas de antes eran más tolerantes... Ahora, por cualquier defecto que tienen nuestras parejas las dejamos, mientras que olvidamos que el amor es una cuestión de voluntad. Lean esto que un dÃa alguien escribió en Yahoo! Respuestas. Es muy cierto!
"El amor es producto de la voluntad. Sólo triunfan en su relación las personas que se basan en el trabajo, la entrega total y la disposición de ayudarse mutuamente.Cuestión de voluntades.
El amor no es un intercambio de mitades, sino una entrega de dos personas al cien por ciento. El amor no es un sentimiento, es una decisión.
Trátense bien aunque no les nazca.
Las parejas inteligentes no actúan cariñosamente porque sientan amor; al contrario: sienten amor gracias a que actúan cariñosamente. El efecto de coherencia en las relaciones humanas provoca que los afectuosos terminen sintiendo afecto entre ellos, y los bravucones terminen odiándose.
Si está disgustado no discuta. La ira lo hará decir cosas de las que después se arrepentirá. Sepárese por un tiempo, después muestre su bandera blanca y comience a hablar.
No postergue su compromiso de amar. Si nos dijeran que el mundo se acabará en veinticuatro horas, todas las lÃneas de teléfono se saturarÃan de personas que llamarÃan a alguien para decirle “perdóname” y “te amo”.
Una muestra de amor verdadero: estar ahà sin importunar, apoyar sin forzar, ofrecer energÃa espiritual sin obligar, interesarse en el sufrimiento del ser querido sin intervenir en sus conclusiones de aprendizaje.
El verdadero amor no está libre de compromiso, pero en realidad es el más libre porque los seres comprometidos pueden amarse sin lÃmites de entrega ni de tiempo.
El amor es un regalo que implica desprendimiento y en ocasiones dolor, pero quien lo da, contagia a otros el deseo de amar.
Alguien cercano sufre y no nos damos cuenta. Sufrimos y las personas cercanas no se percatan. Tenemos profunda necesidad de amor pero escatimamos el que podemos dar.
Lo más valioso de la vida se encuentra a nuestro alcance; dar consuelo, ánimo y afecto, puede convertir una vida vacÃa en una vida bendecida y de bendición.
Las relaciones afectivas están contaminadas con la búsqueda de poder. Todos queremos impresionar, convencer e incluso someter a otros, pero el amor verdadero busca sólo el bienestar de la persona amada. Amor con servicio.
El verdadero amor dista mucho del romanticismo o del erotismo puro; en realidad, se construye con el servicio y con el cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas. El amor verdadero se origina pensando positivamente del cónyuge y luchando a diario por agradarle.
Los divorciados culpan de su fracaso a la incompatibilidad de caracteres o a la mala elección inicial, pero suelen ser simples excusas de quienes no supieron poner orden en su vida y construir el amor con hechos. La “media naranja” o “el alma gemela” no existen. Sólo existe la persona con la que hicimos un pacto de amor, y ese pacto se cumple con esfuerzo y trabajo, no con suspiros. Basar un matrimonio en el romanticismo pueril e idealista es una falta de madurez. No se trata de quién está conviviendo con quién, sino de cómo lo están haciendo.
En un matrimonio no basta con ser romántico, debemos movernos: ayudar al cónyuge en sus tareas, cuidarlo durante sus enfermedades, apoyarlo y abrazarlo en silencio cuando hay problemas.No debes divorciarte sin antes darle a tu matrimonio la última oportunidad, pero no como se da una simple advertencia, sino como una promesa de sacrificio total y trabajo incondicional para salvarlo.
El amor ciego es pueril, es un espejismo. De novios los sentimientos son intensos y las emociones excitantes; de casados el corazón late tranquilo y el entendimiento mira la realidad.
Esperar demasiado del cónyuge produce un ambiente de tensión. Las expectativas utópicas destruyen cualquier matrimonio.
El amor conyugal no se da por sà solo. Se siembra con ilusión, se cuida con sacrificio, se ve crecer a un precio muy alto, pero la recompensa es el privilegio máximo al que puede aspirar un ser humano. Invadidos de pereza, no pagamos el precio de mantener encendida la llama del amor y ésta se extingue. Si quieres recuperar tu matrimonio, deja de ser soberbio y aviva el fuego.
Es falso que entre dos personas se pierda el amor; lo que se pierde son las buenas actitudes.
Lucha por tu pareja antes que por nadie más. Protegerla, respetarla y amarla, a pesar de cualquier defecto, es una fuerza motriz que salva del abismo a los hogares más conflictivos. Nunca hables mal de tu cónyuge. Tú lo elegiste, le prometiste públicamente amarlo, es parte de ti; al denigrarlo te denigras tú mismo. Si te desagradan los defectos de tu cónyuge, ayúdalo en privado, pero nunca lo dejes mal ante otros. De una esposa que siempre se queja, todos piensan: “Pobre tonta, tiene lo que se merece.”
La fuente de amor infinito.
Piense en alguien muy grande y poderoso que, aunque podÃa haber juzgado y condenado a muerte a la humanidad por sus rebeldÃas, inexplicablemente prefirió perdonarla y regalarle su aliento de vida...
Tenemos poderes extraordinarios, porque hace más de dos mil años, el Padre dio a su propio Hijo, para que todo aquél que en Ãl crea, no tenga miedo nunca más.
Dios mismo entregó hasta la última gota de su sangre purificando la de usted. Asà fue como le brindó esencia de campeón. No por sus merecimientos, sino por gracia. Es decir, como un regalo...
Cuando una persona recibe a Dios en su corazón y evalúa su infinito amor, tiene suficiente reserva para dar y repartir amor a los demás. Alguien debe tener la iniciativa de amar sin pedir nada a cambio. Dios la tuvo. Ahora téngala usted."
2007-02-09 12:07:40
·
answer #3
·
answered by Princesita 3
·
0⤊
0⤋
No te puedo creer, que hagas semejante pregunta. Bien, la mujer era sometida, al punto de la casi esclavitud. Se hacía únicamente la voluntad del marido. Estaba bien establecido en la sociedad, que la mujer no trabajaría y su rol sería el de mamá y ama de casa. La mujer tenía en claro que esa eran las reglas y las aceptaban. Si no, venía el "sopapo"... De ahí el famoso amante "sodero", "panadero" o "lechero"... El hombre mandaba, la mujer obedecía; que más "arregladito" y de por vida, que eso? También ella debía ser una "Señora" y no hacer ciertas cosas en la cama. Se sabía que el esposo visitaba prostíbulos, porque "eso" estaba destinado a otro tipo de mujeres... Todo esto muy conocido también como "tolerancia" y/o "comprensión"... Porque una no es igual a una loca, no? Nooo, una es una señora, que tiene prohibido disfrutar de su sexualidad, de conocer su cuerpo, de pedir lo que le gusta, de querer trabajar, de no permitir que le peguen... Te quedó claro? Como vivirás tú?... Besos
2007-02-09 12:00:08
·
answer #4
·
answered by Y todo a pulmón 6
·
0⤊
0⤋