La historia del Británico no fue sencilla: hace casi un año, Juan Pablo Benvenuto, el dueño del inmueble ubicado en la esquina de Defensa y Brasil, había decidido no renovar el contrato de locación a 'los gallegos' (Miñones, Trillo y Pose), dueños del fondo de comercio y de la marca.
A partir de ese momento, y ante el temor de que el mítico bar donde Ernesto Sabato escribió varios capítulos de 'Sobre héroes y tumbas' se transformara en un frío y moderno café, los vecinos del barrio juntaron más de 15 mil firmas e interpusieron recursos legales para evitar su cierre.
Pese a estos esfuerzos, el bar cerró sus puertas a mitad de 2006. Sin embargo, tras varias negociaciones, 'los gallegos' llegaron a un acuerdo con el dueño del local, quien accedió a alquilar la esquina a un inversor que prometió respetar el espíritu y la estructura del Británico.
Si bien la cocina, los baños, el piso y hasta el sistema de ventilación fueron completamente renovados, la 'boiserie' y la mesa debajo de la "B" pintada en la ventana (donde solía sentarse Sábato), aún permanecen intactas
2007-02-08 04:31:22
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answer #1
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answered by Porteñita 7
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