El Seguro Médico para Una Nueva Generación constituye “un nuevo fraude” a la sociedad, que se fragua desde la Presidencia de la República, sin un centavo asignado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Este programa pretende asegurar a todos los niños que nazcan durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
De la mano de este esquema continúan: el Seguro Popular, promovido durante el sexenio foxista, y las llamadas “Caravanas de la salud”. Las iniciativas son, a decir de especialistas y legisladores, medidas “populistas y demagógicas” que no asegurarán que sea cumplido el artÃculo cuarto de la Constitución, el cual señala que el Estado deberá garantizar salud a los mexicanos.
Gustavo Leal Fernández, investigador del área de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana (UAM), plantel Xochimilco, hace un balance del Seguro Popular y de las medidas adoptadas en esta materia por el presidente Felipe Calderón Hinojosa. El especialista asegura que ninguna es eficiente.
“La experiencia del Seguro Popular durante el foxismo es un fraude, porque el paquete de intervenciones se compromete a una expectativa de atención que no puede cumplir el sistema de salud en este momento. Ãse es el corazón del problema”, asegura.
Desde 2003 el programa, que ahora retoma el gobierno del michoacano, ha venido afiliando a millones de familias en todo el paÃs, mismas que no contaban con servicios de salud por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ni del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Para el catedrático de la UAM, la historia del Seguro Popular es sumamente “decepcionante”, como polÃtica pública. “Está asociada a un presidente incompetente, como lo fue Vicente Fox, no enterado nunca de las maniobras demagógicas de su secretario de Salud, Julio Frenk”.
Sin embargo, el fondo del problema, dice Leal Fernández, consiste en que en ningún momento el método del gobierno “del cambio” se planteó como un “programa médico para mejorar los servicios y la situación de los equipos de salud: médicos, enfermeras y profesiones afines.
“Ãse es el inconveniente que compromete la operación entera de un programa. ¿Cómo es posible que un paÃs de 104 millones de habitantes votara un engendro, cómo yo le llamé, que de ninguna manera estaba orientado hacia la principal demanda del cambio?”
El investigador de la UAM advierte que el modelo empleado por Vicente Fox (y al que le prometió “continuidad” Felipe Calderón, al asignarle recursos por más de 26 mil millones de pesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación –PEF–, aprobado por la Cámara de Diputados en diciembre de 2006) no es más que un “programa que ilustra de manera muy precisa lo que es el arco final de las polÃticas neoliberales mexicanas, desde 1982 hasta la reciente administración. “Es un programa singular por lo siguiente: es abiertamente descarado que quiere hacer explÃcitos derechos sociales y lo que en verdad hace es que restringir la atención médica”, dice.
Bulmaro Guerrero Cárdenas, secretario general de la sección V del IMSS, coincide con el experto universitario y añade que “obedece a la demagogia del gobierno para justipreciarse, pero no tienen ninguna razón de ser”.
El artÃculo cuarto de la Constitución señala que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Sin embargo, la polÃtica de salud del régimen panista “obedece a instrucciones del Banco Mundial que dicta hacer paquetes de salud y venderlos a buen precio. La tendencia internacional es establecer competencias. Entonces, para los grandes empresarios, los dueños del dinero en el mundo, el hecho de que haya monopolios en el sector no les favorece las tasas de ganancia”, dice el lÃder sindical.
Guerrero Cárdenas asegura que “el Seguro Popular es una manera solapada de cobrarle a la gente más necesitada la atención médica, a través de paquetes. No abarca todo el abanico de posibilidades de la enfermedad, sino eventos de tipo casi preventivo. No tiene contempladas cirugÃas de mayor complejidad, atención médica de tercer nivel ni de instituciones de investigación”.
Metas de afiliación y opacidad financiera
Al cierre de 2006, la SecretarÃa de Salud reportó que se habÃan alcanzado grandes logros con la integración de 5.1 millones de familias mexicanas al Seguro Popular. “Estas cifras representan sólo metas de afiliación y es algo increÃble en el paÃs, cuando tenemos dos grandes instituciones que tienen capacidad resolutiva de atención aunque con problemas de financiamiento, porque no les han dado más recursos: el IMSS y el ISSSTE.
“Lo que es increÃble es que el poder legislativo no haya metido las manos porque le fueron dando dinero crecientemente. Cuántos millones de pesos no le dieron al Seguro Popular en 2006, ni más ni menos que 17 mil millones de pesos. Qué pasa con eso”, cuestiona Gustavo Leal.
Al respecto la organización civil Fundar, Centro de Análisis e Investigación, A.C., señaló en diciembre pasado en el “Balance del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2007: Prioridades, Problemas y Gasto Insuficiente”, que el sector social que mostró un incremento importante en su gasto programado es el del Seguro Popular que crecerá 56.4 por ciento.
Dedicada a la incidencia y monitoreo de polÃticas e instituciones públicas por medio de la investigación aplicada, la reflexión crÃtica y propositiva, la experimentación y la vinculación con actores civiles, sociales y gubernamentales, Fundar señala que si bien el número de afiliados al Seguro Popular “ha crecido de manera constante, los resultados por entidad federativa son muy desiguales”.
“Para 2005, en las entidades de muy alta marginación solamente se habÃa afiliado al 27 por ciento de familias, mientras que el promedio nacional se ubicó en 35 por ciento. En cuanto a la cobertura del Seguro Popular a nivel local, es menor en los municipios a medida que aumenta la marginación de los mismos”.
Sin embargo, la institución que preside Sergio Aguayo, profesor-investigador de El Colegio de México hace énfasis en el manejo de los recursos y señala que “a pesar de que ha sido un enorme avance el que año con año se destinen recursos frescos a la expansión del gasto de salud, los fondos asignados al Seguro Popular son los más opacos de todo el presupuesto.
“La información que la Comisión Nacional de Protección Social en Salud ofrece, a lo largo del año, sobre el ejercicio de los recursos no da cuenta de la forma en que son utilizados en las entidades, ni de las cantidades que aportan los estados para el Seguro Popular. No desglosa el gasto para distintas intervenciones, no especifica los rubros de atención que ha ido absorbiendo y no rinde cuentas sobre el uso del fondo de gastos catastróficos”, dice el informe.
La institución advierte a través de su estudio que “esto tiene implicaciones serias para el balance del sistema de salud como tal, ya que es la Comisión del Sistema de Protección Social en Salud la que concentra la información e, implÃcitamente, le quita cada vez mayor peso al papel rector de la SecretarÃa de Salud en el sector”.
2007-02-06 17:02:53
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answer #5
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answered by Anonymous
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