No.... el tiempo pasado, sólo fue distinto..
Todos los sers humanos aspiran llegar a la felicidad, pero siempre sitúan esta felicidad más allá de lo que tienen en ese momento, la ven como si fuera algo que tuviera que alcanzarse, como si fuera algo por lo que tuvieran que luchar, como si fuera algo que llegara justo en el momento en que ellos consiguen hacer determinadas cosas, pero esta forma de ver a la felicidad, en realidad los aleja de ella. Pensar que la felicidad se encuentra en algún futuro indeterminado, implica que ese futuro nunca se va a hacer presente, pues siempre estará más allá de lo que el propio individuo ha conseguido; sin embargo, la felicidad se encuentra presente en todo momento alrededor de las personas.
La felicidad no es un estado futuro, es una posibilidad en el presente, es algo que se tiene, que simplemente no se ha observado, no se ha sabido experimentar, no se ha aprendido a verla. La felicidad es una palabra que las personas no han aprendido todavía en su correcto significado, generalmente se piensa que la felicidad va asociada a una casa, a un automóvil, a la salud, al cariño, al estado del tiempo, al bienestar económico, a muchas cosas, y por sí sola la felicidad no se le comprende, ésta es otra de las grandes mentiras, la felicidad es independiente de cualquier objeto, de cualquier cosa, incluso espiritual; la felicidad es un estado de conciencia, es un momento en la vida del individuo, es una forma distinta de sentirse, de verse a sí mismo, y de ver a todo lo que lo rodea.
La felicidad no llega necesariamente con las cosas materiales, tampoco llega necesariamente con las cosas espirituales, se es feliz o no se es feliz, y todo únicamente por un estado de conciencia; así pues, no esperemos encontrar la felicidad en algún momento de nuestras vidas futuras, ni tampoco esperemos encontrarla en el momento en que logremos conseguir tal o cual cosa, la felicidad está ya en este momento, ha estado siempre con nosotros y estará siempre dentro de nuestras posibilidades; ¿qué es lo que nos separa de ella?, ¿qué es lo que nos impide ver exactamente que la felicidad la tenemos alrededor nuestro?.
Si dejamos correr nuestras mentes y nos sumergimos dentro de nuestros propios pensamientos, observaremos que nuestro ser interior está lleno de anhelos, está lleno de deseos insatisfechos, está deseando siempre cambiar las cosas que tiene a su alrededor, está siempre mirando al futuro o al pasado, y en ese agitado mundo mental interior en el que nos movemos, no existe un espacio en donde el ser se siente tranquilamente, y sin pensar en el futuro ni en el pasado, sin desear cambiar nada de su vida, observe simplemente lo que está pasando a su alrededor, experimente la alegría de estar vivo, unifique su ser con todo lo que lo rodea y entonces, en ese estado, experimente esto que hemos llamado felicidad.
La felicidad está siempre en el presente, siempre en el presente, y la felicidad está siempre en nosotros mismos y nunca en cosas ajenas a nosotros; ser feliz significa aprender a mirar en el presente y evitar cualquier tipo de deseo de cambio, en esos momentos somos felices, en esos momentos disfrutamos de la vida, en ese momento nos sentimos plenos y en total armonía con el universo; sin embargo, la dinámica que rige todas las actividades del cosmos nos impulsa a movernos de un estado a otro, es el motor de nuestras vidas, es ese algo inexplicable que nos impulsa y nos empuja a buscar nuevos horizontes de realización personal.
La búsqueda de la felicidad no debe de estar encaminada a lograr ciertas cosas, ni debe ser entendida como un estudio largo para la comprensión de algunos conceptos, la felicidad es como un despertar, es instantáneo y no requiere preparación previa; la felicidad es un estado de conciencia que se alcanza por momentos en todos los seres humanos,
¿Cómo lograr que estos estados puedan ser reproducidos a voluntad?. ¿Cómo lograr que los momentáneos chispazos de armonía personal que todo ser humano experimenta en sus vidas, puedan ser controlados, evocados y expandidos, para hacerlos nuestro permanente nivel de conciencia?. Esta es, sin duda, una de las grandes búsquedas de la humanidad en todas las épocas. Lo que yo me propongo con este trabajo, es, precisamente, presentarles algunas técnicas que pudieran servirles para este propósito:
DECALOGO PARA CONSEGUIR LA FELICIDAD.
El poder de la mente del hombre.
La mente del hombre tiene una gran influencia sobre los estados de ánimo del ser; la mente ha acumulado a lo largo de su vida tantas experiencias, tantos recuerdos, que en realidad, los patrones de conducta de una persona no son sino el resultado de las distintas asociaciones que hace el ser humano en su mente, provocadas por las experiencias por las que está pasando; pero también, en la mente del hombre, reside el secreto de la felicidad.
Dijimos que la felicidad sólo puede experimentarse en el presente, que tanto el pasado como el futuro, no son sino intentos de fugarse de una realidad insatisfactoria para el ser. . Sin embargo, es tan fuerte la tendencia del hombre a perderse en laberintos mentales olvidándose de lo que la vida le da en cada instante, que es preciso dar algunas técnicas que le permitan regresar a su estado ideal del presente.
Podríamos entonces hablar de un decálogo de principios, diez claves que puedan dar al hombre las suficientes bases mentales que le permitan afianzarse fuertemente en su presente y aprender a disfrutarlo, diez claves que deben ser universales, ajenas a principios nacionalistas o religiosos.
Empecemos pues, a diseñar estas primeras diez fórmulas, que le permitan al hombre recordar, en todo momento, que su felicidad está al alcance de su mano, en este preciso instante y en todo momento. La primera de ellas podríamos enunciarla así:
l.- Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.
2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.
3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.
4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.
5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.
6.- Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.
7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.
8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.
9.- Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.
10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.
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Formas de percibir la felicidad.
La felicidad es una palabra tan mágica que para algunos se pierde en algún sueño, pertenece a las tierras encantadas, ajenas a este mundo y, por lo mismo, inalcanzable. La felicidad, tal como lo entienden otros, está tan devaluada, que se atreven a afirmar que son felices, aun cuando internamente viven en un mundo lleno de angustias y temores y de inestabilidades emocionales.
Así pues, mientras que para unos la felicidad es como una estrella a la que únicamente se puede observar desde lejos, para otros, la palabra ha perdido su sentido original, y, simplemente, se ha degradado al punto en que ha dejado de significar lo que originalmente representaba para todos los seres; sin embargo, la felicidad representa un bello estado del ser que se encuentra permanentemente al alcance de todos aquellos que se atrevan a vivir en el presente y que puedan aprender a disociar perfectamente esos dos aspectos que la misma naturaleza humana les presenta y que explicamos en sesiones anteriores, llamándolos el impulso de la evolución y la necesidad de aceptación.
Percibir la felicidad en cada cosa creada.
El sendero del hombre, aquel que hemos venido describiendo, está sembrado de rosas de felicidad, pero el hombre, en su afán de cortar esas flores, olvida el arte de cultivarlas, se enreda entre las espinas, y las flores, alejadas ya de la planta que les dio la vida se marchitan rápidamente quedando tan sólo el recuerdo. .....
2007-02-05 00:35:19
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answer #2
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answered by PlayaParana 6
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