En la tarde de ayer cuando el calor agobiaba la capital bonaerense en una heladería de 7 y 518 ingresó un hombre, con fines de robo.
Karina Ortiz de 26 años fue apuntada con una pistola en la cabeza de la joven y obligada a encerrarse en el baño junto a dos clientes.
"Nos pidió los celulares y cortó el teléfono", señaló la víctima al diario Hoy.
Cuando creían que el hombre tomaría el dinero de la caja y escaparía, el ladrón decidió ponerse una remera del local y atender a los clientes.
"Por lo que escuché desde el baño, el hombre despachó helado a la gente durante unos 15 minutos", aseguró Karina.
"Después de ese tiempo empezamos a escuchar que la gente llamaba extrañada porque no había nadie y nos dimos cuenta de que el ladrón se había ido", agregó.
2007-02-04
05:51:55
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pregunta de
Anonymous
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Ciencias sociales
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