Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco (Caracas, Venezuela, 24 de julio[1] de 1783 - Santa Marta, Colombia, 17 de diciembre de 1830), militar y político venezolano, una de las figuras más destacadas de la Emancipación Americana frente al Imperio español, que contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Le fue concedido el título honorífico de El Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela que, tras serle ratificado en Caracas, quedó asociado a su nombre y los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar ser "El hombre de las dificultades" en una carta al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como gran confederación política y militar en América de la que fue Presidente y, a pesar de que su proyecto político de la Gran Colombia fracasó, Bolívar es considerado por sus acciones e ideas "Hombre de América" y una destacada figura de la Historia Universal que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos que le ha convertido en objeto de veneración nacionalista. Él ha sido honorificado en varias partes del mundo, con estatuas, parques, plazas, etc..., por su gran liderazgo y por ser un gran pensador.
Tanto su padre, don Juan Vicente Bolívar y Ponte como su madre, doña María de la Concepción Palacios y Blanco, pertenecían a la aristocracia caraqueña y cuando se casaron en el año 1773 había una gran diferencia de edad entre ambos cónyuges, Juan Vicente tenía 47 años y Concepción 15 años. Tuvieron cuatro hijos más, tres de ellos mayores que Simón y una menor y cuyos nombres fueron Juan Vicente, Maria Antonia, Juana y Maria del Carmen.
La familia Bolívar provenía de una población llamada La Puebla de Bolívar en Vizcaya, País Vasco (España), ubicada entonces en la merindad de Marquina, y ya desde los inicios de la colonia sus miembros realizaron acciones destacadas en Venezuela.
El primero de los Bolívar que llegó a Venezuela fue Simón de Bolívar que junto con su hijo llegó a Caracas, treinta años después de la fundación de la ciudad, hacia 1589 y por tener el mismo nombre se les distinguió como Simón de Bolívar el Viejo y Simón de Bolívar el Mozo.
Bolívar el Viejo se destacó como Contador Real, por privilegio especial de Felipe II, quien en el título de nombramiento le reitera su amplia confianza como velador de la Real Hacienda, cargo que ejerció tanto él como su hijo, Margarita y Caracas.
Fue además Procurador General de las ciudades de Caracas, Coro, Trujillo, Barquisimeto, Carora, el Tocuyo y Maracaibo ante la Corte española entre 1590 y 1593, para informar al rey Felipe sobre el estado de la provincia y pedirle ciertas mejoras, exenciones de impuestos y privilegios que facilitaran el desarrollo de la misma.
Entre sus logros para Caracas está el haber gestionado en el Consejo de Indias la concesión real del escudo que aún conserva, junto con el título de "Muy noble y leal ciudad"
Con el tiempo los Bolívar se unieron en matrimonio con las familias de los primeros pobladores de Venezuela y alcanzaron rangos y distinciones tales como las de Regidor, Alférez real y algunos gestionaron los títulos nobiliarios de Marqués de Bolívar y Vizconde de Cocorote, asociado con la cesión de las Minas de Cocorote y la facultad de administrar el señorío de Aroa, conocido por la riqueza de sus minas de cobre (Estos títulos sin embargo no llegaron a concederse).
En cuanto a la familia Palacios, estos eran oriundos de la zona de Miranda del Ebro, provincia de Burgos, ubicada en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia hacen suponer que su infancia fue dichosa, feliz, segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos con parientes destacados e influyentes dentro de un ambiente aristocrático y en general, dentro de un ambiente que le brindó equilibrio emocional, cariño y afecto.
En este sentido existen algunas anécdotas que se popularizaron en Venezuela que presentaban a Bolívar como un niño turbulento debido a que los escritores románticos consideraron indispensable atribuirle una niñez indómita creyendo, según la moda de la época, que no podía salir un hombre excepcional de un niño normal pero se ha demostrado que esas anécdotas fueron inventadas e introducidas en los relatos de Historia por Arístides Rojas, considerado un excelente narrador pero que usó a menudo su imaginación a falta de documentos que demostraran la veracidad de sus relatos.
Simón nació en la noche del 24 al 25 de julio[2] de 1783 en una casa solariega ubicada en la Plaza San Jacinto de Caracas[3] y su nombre completo era Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar de la Concepción y Ponte Palacios y Blanco, con el que fue bautizado el 30 de julio de 1783 en la Catedral de Caracas por el doctor Juan Félix Jerez Aristeguieta, su primo hermano quien, de acuerdo con don Juan Vicente, padre del niño, le puso el nombre de Simón.
En enero de 1786, cuando Simón contaba dos años de edad, su padre murió de tuberculosis, y así doña Concepción quedó como cabeza de familia, velando eficientemente por los intereses de la familia hasta su muerte.
Sin embargo, las responsabilidades hicieron que su salud, también enferma de tuberculosis, decayera rápidamente y, según la opinión de médicos historiadores, es posible que ya entonces Bolívar sufriera la primo-infección tuberculosa con un tipo de tuberculosis que pasa inadvertida mientras las defensas corporales son favorables.
Concepción murió el 6 de julio de 1792, cuando Simón tenía nueve años, pero tomando la precaución de hacer un testamento en el que dispuso quien debería hacerse cargo de sus hijos.
Los hermanos Bolívar pasaron entonces a la custodia de su abuelo Don Feliciano Palacios, que cuando asumió el papel de tutor se sentía tan enfermo que empezó a preparar también su testamento para designar un sustituto como tutor de sus nietos y decidió pedir opinión a éstos para respetar su voluntad.
Simón fue confiado a su tío don Esteban Palacios y Blanco, pero como éste se encontraba en España permaneció bajó la custodia de don Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos, que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro, mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asistiendo por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.
2007-02-03 14:09:44
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answer #8
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answered by ORI$ALL3 7
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