La sintaxis es una subdisciplina de la lingüística y parte importante del análisis gramatical. Se encarga del estudio de las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y oraciones.
La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas.
Esta es, claro está, una definición muy general de sintaxis. En realidad, diferentes análisis sintácticos se dan según diferentes orientaciones lingüísticas.
La oración es la mínima unidad comunicacional, con significado completo, es decir que posee un verbo. Esto significa que es el fragmento más pequeño del enunciado que comunica una idea total, y posee independencia (es decir, podría sacarse del contexto y seguir comunicando, no lo mismo, pero algo). Las oraciones están delimitadas prosódicamente por pausas y gráficamente por comas o puntos. En las escuelas formalistas, es la unidad de análisis fundamental
Oracion unimenbre: También llamados habitualmente predicados directos, son oraciones formadas por una palabra o un grupo reducido de palabras. Sirven para satisfacer las necesidades comunicativas.
Por razones obvias, no se pueden analizar mediante el paradigma sujeto-predicado, sino que tienen su propia categorización según el tipo de información que comunican. Sin embargo, normalmente el análisis morfosintáctico no les presta más atención que esta, pues al ser grupos tan estrechamente vinculados, es difícil seccionarlos.
Las oraciones unimembres pueden entonces ser:
Interjecciones: están compuestas por lo general de una sola palabra, se dividen también en propias e impropias.
Frases Admirativas: estos son grupos de palabras que están completamente estereotipadas. Entre estas, las que siguen la forma "¡Qué + adjetivo" son extremadamente productivas y comunes.
Vocativos: son aquellas que sirven para apelar a otra persona, como "¡Hey!", o "¡Tú!".
Fórmulas estereotipadas: Son aquellas formas que con el pasar de los años se han ido fosilizando, por así decirlo, y han pasado a convertirse en grupos que se dicen como tales, sin reparar en las distintas partes de los mismos, que han dejado de importar.
Condensaciones: en este grupo cae una gran cantidad de oraciones unimembres, pues pueden ser
preguntas ("¿qué?", "¿quién?", "¿con qué?", ...)
respuestas ("no", "sí", "tal vez", ...)
deseos ("felicitaciones", "buena suerte", ...)
órdenes ("¡silencio!", "¡fuera!", ...)
exclamaciones ("¡mi billetera!", ...)
y la aún más laxa categoría de "información condensada", en la que caben todas las que no caben en ninguna otra.
Cómo cualquiera se puede haber dado cuenta, las categorías de las unimembres son a menudo contradictorias y se traslapan con facilidad. Esto probablemente refleja el poco cuidado con el que se las ha tratado desde la perspectiva funcional, y con la imposibilidad de darles un trato más cuidadoso desde una estructural. Cabe decir además que son extremadamente dependientes del contexto para su correcta interpretación (sobre todo las condensaciones).
Oracion bimenbres:Las oraciones bimembres son aquellas que poseen dos o más miembros (o sintagmas) y pueden, por lo tanto, ser analizadas estructuralmente según sus partes. Se reconocen dos grandes grupos: las averbales y las verbales.
Las oraciones bimembres averbales no poseen verbos conjugados (los verboides, o "tiempos no personales del verbo" - gerundio, participio e infinitivo - no son parte del paradigma de conjugación) y se componen de dos partes: el soporte y el aporte. La relación entre estas dos partes es de interdependencia. Son extremadamente comunes en titulares de diarios y contextos por el estilo.
El soporte es la parte de la oración de carácter nominal que sienta el tópico de la oración, sobre lo que esta versará.
El aporte, por el contrario, puede ser tanto nominal, como adjetivo, adverbial o incluso estar formado por un complemento. Hay incluso algunos que se componen de palabras o frases sueltas. Constituye lo versado sobre el tema que presenta el soporte. Algunos ejemplos:
André Agassi, número uno del mundo.
Robin Williams, premiado por la Academia.
La selección de fútbol, muy cerca del triunfo.
En peligro víctimas de choque.
En los ejemplos se ven aportes de carácter nominal, adjetivo, adverbial y constituido por un complemento respectivamente. El cuarto ejemplo sirve para ilustrar que el orden soporte-aporte no es estático y tiene que ver más con el matiz que el enunciante le quiere dar a la oración.
La oración bimembre verbal es la oración "típica", por así decirlo, que se forma con dos sintagmas (uno de carácter nominal que constituye el sujeto y otro de carácter verbal que forma el predicado). La principal diferencia que tiene con la oración averbal antes vista es que en aquella se considera que la información que otorga el verbo es omitible, pues lo importante es lo que se quiere decir del tema que sea, mientras que en esta se considera esencial. Esto generalmente porque los verbos omitidos en las averbales son verbos copulativos (como "ser", o "estar"), mientras que los de las verbales son verbos que comunican acciones más específicas (como "prometer", "asesinar", o "derogar"). Por esto, la oración bimembre verbal es la que menos depende del contexto en el que se encuentra, y por lo mismo, la más autónoma.
La oración bimembre verbal puede, además, ser clasificada según las propiedades de sus sintagmas, es decir, analizando las propiedades del sintagma nominal (separando entre oraciones personales e impersonales y sus clasificaciones) y las del sintagma verbal (separando entre oraciones complejas y simples).
Una frase, en lingüística, es un conjunto de palabras (sin formas verbales conjugadas) que transmiten una información.
Muchas veces se denomina frase a una oración sin verbo; este uso está aceptado, aunque técnicamente no sea el más recomendado. Un piropo es un claro ejemplo de una frase.
Otros frases son pensamientos como: Toda la vida, Sigamos adelante entre infinidades de ideas...
Para más información sobre las frases como tales (sin verbo)
El sintagma es un tipo de constituyente sintáctico formado por un grupo de palabras que forman otros sub-constituyentes, al menos uno de los cuales es un núcleo sintáctico. Las propiedades combinatorias de un sintagma se derivan de las propiedades de su núcleo sintáctico, este hecho se parafrasea diciendo que "un sintagma se caracteriza por ser la proyección máxima de un núcleo". Por su parte el núcleo sintáctico es la palabra que da sus características básicas a un sintagma y por tanto la palabra más importante que se encuentra en el interior del sintagma. La estructura básica de un sintagma es recogida en la llamada teoría de la X' (X-barra)
El sintagma posee además una función sintáctica en su contexto y, a diferencia de la oración, no posee una entonación específica, al menos en español. Esto es, sintagma es una unidad sintáctica inmediatamente superior al constituyente no-sintagmático, que a su vez es el rango inmediatamente superior a la palabra o núcleo sintáctico, constituida por un conjunto de elementos lingüísticos organizados jerárquicamente en torno a un núcleo y caracterizados por desempeñar la misma función. Se trata, por tanto, de una unidad de función sintáctica.
Todas las oraciones son inmediatamente descomponibles en sintagmas (la oración misma puede considerarse un macrosintagma) y los sintagmas pueden engancharse, depender o girar unos en torno a otros mediante relaciones sintácticas de parataxis (coordinación), hipotaxis (subordinación) o relaciones morfosintácticas de concordancia, también por relaciones semánticas de cohesión y congruencia denominadas coherencia textual. La composición interior del sintagma varía desde sintagmas con una sola palabra que funciona como núcleo, hasta aquellos en los que se encuentran varios sintagmas dependientes de uno central o incluso una proposición subordinada al núcleo del sintagma.
Un sintagma puede ser obligatorio por haber sido seleccionado por el predicado. A ese sintagma se le denomina argumento. El sintagma no seleccionado por el predicado es siempre opcional y se le denomina adjunto.
Sintagma nominal
Artículo principal: Sintagma nominal
Donde el núcleo es un sustantivo o pronombre, por ejemplo: "aquellos chicos de azul".
En español, el sintagma nominal o SN puede funcionar como sujeto agente o paciente, como atributo, como complemento directo de cosa, como complemento predicativo, como aposición, como vocativo y como complemento circunstancial. Si su núcleo es un pronombre, puede funcionar además como complemento indirecto y complemento directo de persona.
Sintagma preposicional
Artículo principal: Sintagma preposicional
Donde hay una preposición más un sintagma como complemento. Por ejemplo: "entre los sauces llorones".
En español, el sintagma preposicional o SPrep. puede funcionar como sujeto excepcionalmente (Entre Pedro y Luis lo hicieron), como complemento directo de persona, como complemento indirecto, como complemento de régimen o suplemento, como complemento agente, como complemento predicativo, como complemento circunstancial, como atributo y como complemento preposicional de un nombre (también llamado complemento del nombre o CN), de un adjetivo, de un adverbio o de una interjección.
Sintagma verbal
Artículo principal: Sintagma verbal
El verbo es el núcleo, por ej: "come pescado".
En español el Sintagma verbal o SV puede funcionar solamente como predicado, bien sea como predicado verbal, como predicado nominal o como predicado mixto.
Sintagma adjetival
Artículo principal: Sintagma adjetivo
El adjetivo es el núcleo, por ej: "muy guapo".
En español el sintagma adjetival o SAdj. puede funcionar como adyacente, como atributo y como complemento predicativo.
Sintagma adverbial
Artículo principal: Sintagma adverbial
Principalmente este sintagma se comopone de un adverbio qu es el núcleo, por ejemplo:
"Muy cuidadosamente"
En español el sintagma adverbial o SAdv. puede funcionar como complemento circunstancial, como complemento de otro adverbio, como complemento de un adjetivo y como grado o cuantificador de un adjetivo ray es guapo.
En la parte de la gramática denominada sintaxis, el sujeto es el sintagma de una oración cuyo núcleo concuerda en número con el núcleo del sintagma verbal o nominal predicativo. Desde el punto de vista semántico o lógico el sujeto designa el objeto, animal, persona o cosa abstracta de la cual la oración es una predicación.
Así pues, para saber qué es sujeto en una oración cualquiera basta con cambiar de número al verbo: la palabra que debe cambiar de número para hacer sentido correcto es el sujeto: "A mí me gustan mucho los partidos de fútbol del Real Madrid" > "A mí me gusta mucho los partidos del Real Madrid" = El sujeto es el sintagma los partidos de fútbol del Real Madrid, porque hay que cambiar de número a su núcleo para que no suene mal y haga sentido. Según la gramática tradicional, para localizarlo hay que preguntar ¿quién? o ¿quiénes? al verbo. Ejemplo: Alberto conducía a gran velocidad. Sin embargo este último sujeto, conduce a problemas en oraciones de cierta complejidad como Me gusta escuchar a María.
El llamado sujeto inclusivo es aquel que no concierta en persona, pero sí en número con el verbo: "Los españoles somos así"
El sujeto posee siempre estructura de sintagma nominal. Un caso particular lo contistuye el uso de entre o hasta, por ejemplo en: "Entre Pedro y Luis acabaron la tarea". "Hasta Paco quiso venir". Aunque tome apariencia de sintagma preposicional, "entre... y..." cumple función de nexo coordinante y "hasta" no es preposición ya que no rige el caso del pronombre, decimos "Hasta yo puedo hacerlo" y no "Hasta mí* puedo hacerlo". En la teoría conocida como gramática transformacional, se define como sujeto al sintagma nominal dominado inmediatamente por la oración.
El sujeto, dependiendo de qué lengua, es o no un elemento imprescindible en la oración según no exista o sí exista un morfema claro que lo indique, de forma que, por ejemplo, en francés e inglés es preciso siempre especificarlo con un pronombre sujeto si no hay un sintagma nominal que lo represente. En español puede muchas veces omitirse, denominándose entonces sujeto elíptico: "Todos los días voy al trabajo" (Sujeto elíptico o tácito, yo). También se habla en este caso de sujeto desinencial (presente en la desinencia del verbo).
En las llamadas oraciones impersonales, el sujeto no se realiza porque no es necesario, no interesa o no aporta ninguna información relevante, de forma que queda indeterminado: "Llueve", "Huele a rosas", "Se vive bien aquí", "Hay muchos problemas de matemáticas", "Basta con dos" etc... Sin embargo, en las lenguas en las que el sujeto es indispensable para construir una oración gramatical, pueden utilizar pronombres expletivos como en la expresión inglesa «it snows».
Al sustantivo principal del sujeto se lo llama núcleo del sujeto (n) y al verbo principal del predicado se lo denomina núcleo del predicado (n).
Dentro del sujeto de una oración hay otras palabras que acompañan al núcleo. Son los modificadores:
-Se llama modificador directo (md) a los artículos y adjetivos que acompañan al sustantivo núcleo del sujeto y concuerdan con él en género y número.
- Se llama modificador indirecto (mi) al conjunto de palabras que se unen al sustantivo núcleo del sujeto por medio de preposiciones.
El predicado es un constituyente inmediato de la oración en la que se afirma o se niega algo del sujeto, pueden ser: atributivo (predicado nominal): porque el núcleo es un nombre o palabra sustantivada, como también puede ser verbal porque el núcleo es un verbo, el cual expresa acciones o fenómenos que afectan al sujeto
Se denomina predicado verbal a la clase de función sintáctica predicado del sintagma verbal cuyo verbo núcleo no es verbo copulativo ni puede ser reeemplazado por verbo copulativo, esto es, es un verbo predicativo.
Semánticamente, esto es, por significado, su cometido es comentar un sujeto o incrementar la información sobre él instalándolo en el mundo y sus coordenadas, accidentes y circunstancias.
Existen varios tipos de predicado verbal; según el papel que el sujeto represente respecto a él, puede ser predicado verbal activo (cuando el sujeto es agente, hace cosas o las preside) o predicado verbal pasivo (cuando el sujeto es paciente, recibe la acción que ejecuta un complemento agente en una construcción pasiva)
El predicado verbal activo puede ser a su vez transitivo si posee objeto directo, o intransitivo si no lo posee.
Se denomina predicado nominal a la función sintáctica que ejerce un sintagma verbal constituido por al menos dos elementos imprescindibles y esenciales: verbo copulativo y atributo; el verbo tan sólo funciona como conexión entre el sujeto y el atributo.
En sintaxis se llama complemento directo u objeto directo a la función que desempeña un sintagma nominal, un pronombre o una proposición subordinada sustantiva que es afectada de forma directa e inmediata por la actividad del verbo: "Pedro come peras". Por ello es un complemento que es seleccionado solamente por los verbos transitivos.
En español, el complemento directo de cosa se construye sin preposición, pero el de persona o cosa personalizada se construye con la preposición a: "Pedro come peras" / "Pedro mató al guarda" / "Pedro alabó a la Real Academia de la Lengua"
El uso vacila si se trata de un animal: "Pedro mató a un gato / un gato"
Cuando se trata de una tercera persona o cosa, el complemento directo se localiza o identifica sustituyéndolo por el pronombre átono correspondiente: lo, la, los o las:
Pedro lo mató (al gato)
Otras veces el verbo queda cojo si le quitamos su complemento directo:
Pedro dijo... hola
Cuando la oración activa se vuelve en pasiva, el complemento directo se vuelve sujeto paciente:
Activa: Pedro (sujeto agente) come peras (complemento directo).
Pasiva: Las peras (sujeto paciente) son comidas por Pedro (complemento agente)
En España es frecuente el leísmo de persona, que consiste en sustituir la forma del pronombre de tercera persona para el complemento directo lo o la por la forma del pronombre de tercera persona para el complemento directo le, al contrario que lo que es habitual en Hispanoamérica. En España, pues, es corriente oír "Pedro le mató" o "Pedro lo mató" indistintamente, donde le o lo funcionan como complementos directos. La Real Academia Española admite esta construcción por lo corriente que es, aunque no la recomienda, pero prohíbe su uso en plural (les mató en vez de los mató)
El complemento indirecto es una categoría gramatical que se discute si es propiamente sintáctica o semántica. De forma simple se puede decir que corresponde al beneficiario o perjudicado por la acción del verbo (caracterización semántica), y suele ser más a menudo persona que cosa. Va precedido habitualmente por la preposición a y por eso suele confundirse con el complemento directo de persona, que también la lleva.
El sintagma precedido por la preposición para no es complemento indirecto, sino complemento circunstancial de finalidad, aunque la gramática tradicional estimaba que era indirecto.
Por ejemplo, en la oración "han traído un sobre para Pedro" el para Pedro no es complemento indirecto, es complemento circunstancial, porque puede construirse la frase también de esta manera: "Han traído un sobre a Luis para Pedro", donde el complemento indirecto es a Luis y para Pedro complemento circunstancial de finalidad.
El complemento indirecto puede aparecer dos veces para especificar más información:
Le di un regalo.
Le di un regalo a Paquita, la hija de mi sobrina.
Otras veces el complemento indirecto reviste un gran valor enfático, porque señala el especial interés que se toma un persona por la acción; en esos casos puede suprimirse, pero la frase pierde emotividad y expresividad:
No me cruces la calle - No cruces la calle
Se comió un pollo entero - Comió un pollo entero.
Son los casos denominados dativo ético y simpatético (el objeto indirecto también suele llamarse dativo por el morfema de caso correspondiente en el latín. En esta lengua, cualquier verbo que llevaba preposición como prefijo ante su lexema podía llevar o regir dativo).
Se denomina complemento circunstancial (CC) a la función sintáctica desempeñada por un adverbio, sintagma adverbial o sintagma preposicional que señale alguna circunstancia de tiempo, lugar o modo al verbo de que es complemento, a veces incluso cantidad, causa, posibilidad, afirmación, negación o finalidad.
Todos esos sintagmas se pueden sustituir mutuamente entre ellos, conmutar o reemplazar: el adverbio o sintagma adverbial por un sintagma preposicional, y el sintagma preposicional por un adverbio o sintagma adverbial. Sin embargo, de ningún modo, un sintagma adverbial o adverbio puede sustituirse por un sintagma preposicional constituido por preposición más pronombre tónico, ya que en ese caso se trataría de un Complemento de régimen, que en Oviedo, lugar donde ejerce su magisterio Emilio Alarcos Llorach, se denomina Suplemento, ya sea suplemento directo (sin complemento directo) o suplemento indirecto (con complemento directo).
Algunos sintagmas nominales pueden funcionar como complementos circunstanciales: "Vendré el lunes". Sin embargo, se pueden sustituir por sintagmas preposicionales: "Vendré en el lunes", "durante el lunes". Por otra parte, algunos complementos del nombre pueden semánticamente indicar espacio y tiempo, nociones propias de complementos circunstanciales del verbo, por lo general de tiempo o lugar: "El armario del rincón éstá colocado en el rincón". Así pues, las clasificaciones del complemento circunstancial resultan ser más semánticas que sintácticas y funcionales y por tanto pueden inducir a error y confusión.
La clasificación semántica del complemento circunstancial que sigue la gramática tradicional es la siguiente:
CC de Tiempo:
El hombre vino ayer (Adv/CCT)
El hombre vino el lunes (SN/CCT)
CC de Lugar:
El hombre vino a casa (CCL)
CC de Modo:
El hombre vino despacio (Adv/CCM)
El hombre acudió con rapidez (Sprep/CCM)
CC de Cantidad:
El hombre comió mucho (Adv(CCC)
CC de Duda:
El hombre comió quizás (Adv/CCPos.)
CC de Negación:
El hombre no comió nunca (Adv/CCNeg.)
CC de Afirmación:
El hombre comió, efectivamente (Adv/CCafirm.)
CC de Finalidad:
El hombre vino para el examen (Sprep/CCFin.)
CC de Compañía:
Irá al parque con sus amigos (Sprep/CCCía.)
CC de Instrumento:
Rompieron la puerta con una barra de hierro (Sprep/CCI)
CC de Causa:
Lo hace por fastidiar (Sprep/CCCs)
Se llama complemento predicativo (también, atributo adverbial) a una función sintáctica en la que se mezclan dos funciones: la de atributo de un sustantivo o pronombre y la de complemento circunstancial de un verbo. Es, pues, una especie de complemento mixto entre ambas funciones.
Por ejemplo, si decimos: "El niño está alegre", alegre es evidentemente un atributo; si decimos por el contrario: "El niño pasea alegremente", alegremente es un complemento circunstancial de modo. Sin embargo, si decimos: "El niño pasea alegre" ¿qué es alegre? Porque en esta oración estamos queriendo decir dos cosas:
El niño es, está o parece alegre (atributo)
El niño pasea alegremente (C.C. de modo)
Para comprobar si estamos ante un Predicativo o un C.C., debemos comprobar si el complemento concuerda con el nombre al que complementa en género y número:
Los niños pasean alegres: Predicativo.
Los niños leen rápido: C.C.
La niña lee rápido: C.C.
Las ambulancias cruzaban rápidas la ciudad Predicativo.
Esto es especialmente útil cuando tenemos palabras que pueden funcionar como adverbio y adjetivo.
El niño pasea alegre el predicativo (alegre ) determina tanto al verbo no copulativo (pasea) como al nombre (niño). Pero dicho sustantivo se encuentra en el sujeto. Como un sustantivo puede estar también en el Complemento u Objeto directo, se establece una diferencia entre Predicativo Subjetivo (determina a un nombre que está en el Sujeto) y el Predicativo Objetivo (determina a un nombre está en Objeto directo).
Predicativo Subjetivo
Concuerda en género y número con el núcleo del Sujeto
Alicia volvió nerviosa
Ellos volvieron nerviosos
Predicativo Objetivo
Concuerda en género y número con el núcleo del Objeto Directo
Compraron baratos los muebles
Andrés trajo inflada la pelota
Nótese que el Predicativo está fuera del Objeto Directo: Los compraron baratos , Andrés la trajo inflada . Muy diferente si se dijera Compraron los muebles baratos donde el término barato sólo es adjetivo.
Ciertas oraciones pueden mostrar ambigüedad al ser analizadas como verbo más complemento predicativo o perífrasis verbal de aspecto terminativo: "Tengo acabadas 3 pinturas" equivale tanto a "Tengo listas 3 pinturas" como a "He acabado 3 pinturas".
El complemento agente es el sintagma preposicional que realiza la acción en las construcciones pasivas analíticas de la lengua española. Por lo general va encabezado por la preposición por o de, o una locución prepositiva equivalente:
Lorca era conocido por todos / de todos
En la frase anterior, el sujeto paciente de la pasiva analítica es Lorca, y padece la acción de ser conocido, que ejecuta el complemento agente, todos. Los complementos agentes introducidos por de eran más frecuentes en la lengua antigua de la Edad Media que los introducidos mediante por; en el Siglo de Oro el uso es semejante, y en los tiempos modernos predomina el de por:
Bien como la ñudosa
carrasca, en alto risco desmochada
del hacha poderosa
de ser despedazada
del hierro, torna rica y esforzada... (Fray Luis de León, siglo XVI)
En la versión activa de las oraciones pasivas, el complemento agente se transmuta en sujeto agente, mientras que el sujeto paciente se transforma en complemento directo: Todos conocían a Lorca.
No es frecuente que aparezca el complemento agente en las pasivas sintéticas o reflejas: "Se vende piso" (por alguien)
2007-01-31 08:00:13
·
answer #5
·
answered by Neo Kstro 2
·
0⤊
0⤋