Aleluya (Alleluia)
La expresión mÃstica litúrgica se encuentra en el libro de TobÃas, 13, 22; luego en el Salterio, por primera vez al comienzo del Salmo 104 (según la versión de la Vulgata y la traducción de la Septuaginta), pero al final del salmo anterior de acuerdo con el texto hebreo tal como lo tenemos actualmente. También la encontramos al comienzo de los salmos de alabanza, como una especie de aclamación de invitación, o al final, como una forma de exclamación para dar gloria, o al comienzo o al final, como en el último de los salmos. En el Nuevo Testamento, sólo en el relato de la visión de san Juan sobre el servicio divino en el cielo como la palabra-culto de la Creación (Ap, 19).
En la antigua versión griega del libro de TobÃas, en la traducción griega (denominada Septuaginta) del salterio hebreo, y en el original griego del Apocalipsis se transcribe como Allelouia. De acuerdo con la más antigua transcripción, nuestra Vulgata latina lo presenta como Alleluia en el Antiguo Testamento y en el Nuevo. En consecuencia, asà es como se transcribÃa en las más antiguas liturgias cristianas que tenemos registradas. Pero en lugar de esta transcripción, para uso litúrgico, a modo de traducción, los reformadores ingleses ponen la forma de palabras que ahora encontramos en el salterio protestante y en el libro de la oración comunitaria. Los revisores de la versión anglicana autorizada de la Biblia han utilizado la forma Hallelujah en el Apocalipsis, 19, 3. Para justificar esta forma, autores y editores protestantes ingleses de algunas recientes publicaciones bÃblicas han adoptado una nueva forma griega de transcripción, Allelouia, en lugar de Allelouia [ver New Testament in the Original Greek, texto revisado por Westcott y Hort, (Cambridge, 1881), y la segunda edición del The Old Testament in Greek according to the Septuagint, por Sweete (1895). Para el cambio de forma, comparar el Dict. of the Bible de Smith (nueva edición, 1893) y el Dict. of the Bible de Hastings (1898-1904)]. Alleluia, no Hallelujah, es la forma de transcripción cristiana tradicional y propiamente inglesa. El énfasis, tal como está colocado en nuestros libros litúrgicos sobre la u, señala su análisis verbal, tal como lo muestra con claridad la última lÃnea del salterio hebreo: Allelu-ia. La expresión es considerada entonces como compuesta por la forma verbal de aclamación divina Allelu y el pronombre divino la. AsÃ, preservando su sentido radical y su sonido, e incluso la sugerencia mÃstica de su construcción, la expresión puede ser traducida literalmente como «¡Todo el honor a Ãl que es!», tomando la expresión «Todo el honor» como un equivalente del «Gloria en las alturas», y la expresión «que es» en el sentido que Dios dijo a Moisés: «asà dirás a los israelitas: “Yo soy” me ha enviado a vosotros». ¿Cuándo fue introducida la expresión como tal en la liturgia hebrea? Además de las razones propias del texto del salterio, y de las esbozadas a partir de una consideración puramente filológica de la palabra misma, los datos de las antiguas tradiciones hebrea y cristiana remiten en conjunto a la conclusión que dicha expresión perteneció, como una doxologÃa divinamente autorizada, a la liturgia hebrea de los orÃgenes. De acuerdo con el tiempo en que se formó por primera vez, parece que hay muchas razones para sostener que tenemos en ella una de las más antiguas fórmulas de fe monoteÃsta –el verdadero Credo primitivo del creyente, doxologÃa primitiva y aclamación primitiva. Eso explicarÃa en parte que se recurriera a ella en forma notable para su uso litúrgico. Por regla general, utilizado tanto para expresar alegrÃa, el triunfo consecuente o para dar gracias, el vocablo tiene que ser expresado enfáticamente. En la Iglesia oriental se escucha en todas las épocas del año, incluso en las Misas de difuntos, tal como antiguamente era en Occidente. Actualmente, en el rito latino romano, el nuestro, de acuerdo con el ordenamiento de San Gregorio referido a la celebración del Oficio Divino, desde Pascua hasta Pentecostés, el vocablo nunca está ausente de la liturgia, excepto en algunas ocasiones pasajeras de la mañana o de penitencia, tales como las Misas y Oficios por los difuntos, en las Misas feriales durante Adviento, en la fiesta de los martirizados Santos Inocentes (a menos que caiga en domingo), y en todas las vigilias que son dÃas de ayuno, si se celebra la Misa de la vigilia. Pero este vocablo es cantado en la vigilia de Pascua (Sábado Santo) y en la de Pentecostés, porque en cada una de estas vigilias, en épocas tempranas, la Misa se celebraba a la noche, por eso se consideraba que pertenecÃa a la solemnidad festiva del dÃa siguiente. Durante el tiempo pascual es la nota pascual caracterÃstica de varias partes de la Misa y del Oficio Divino, aparece constantemente al comienzo y al final, e incluso en el medio, de los salmos, como una exclamación instintiva de alegrÃa extásica. En consecuencia, Calmet expresó el punto de vista católico de su importancia tradicional, al notar (en el Salmo104) que el verdadero sonido de las palabras debÃa ser pronunciado para significar «una especie de aclamación y una forma de ovación que los simples gramáticos no pueden explicar satisfactoriamente, motivo por el cual los traductores del Antiguo Testamento lo han dejado sin traducir y, de la misma manera, la Iglesia lo ha introducido en las fórmulas de su liturgia y de la liturgia del pueblo, quien lo utiliza en cualquier momento y lugar que puede. [...]
2°Amén (en hebreo, ××× Amen; en árabe Ø¢Ù
ÙÙ ÄmÄ«n) es una palabra semÃtica que suele traducirse como «asà sea» y que se usa en las tres principales religiones monoteÃstas (cristianismo, judaÃsmo e islam), generalmente como fórmula para concluir las oraciones. El significado real de la palabra es "en verdad" o "ciertamente" o "que conste". Popularmente se le ha dado el significado de "asà sea" o "palabra de Dios
2007-01-29 10:29:06
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answer #9
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answered by freigeist119 6
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