Siempre habrá un antes y un después de Sócrates. Sobre todo, aunque no de forma exclusiva, en el terreno de la Filosofía. Y es que este personaje tan particular marcó el nuevo rumbo a seguir por los amantes de la sabiduría.
Su legado es tan poderoso que, a pesar de no haber dejado ni un solo texto escrito, Sócrates está considerado como un personaje central de la cultura europea de todos los tiempos.
Nacido en el año 470 antes de Cristo en Atenas, sus padres fueron un escultor y una comadrona. Ya desde que era un chaval, Sócrates demostró tener una personalidad muy fuerte. Un carácter arrollador que le convirtió, con el paso de los años, en un auténtico líder de opinión. O sea, que el chico ya apuntaba maneras desde que era un crío.
Partiendo de la inscripción del oráculo de Delfos -que rezaba “conócete a tí mismo”-, Sócrates desarrolló toda su teoría filosófica, basada en dos instrumentos básicos: el razonamiento inductivo y las definiciones universales.
Dicho de esta manera, esto puede sonar un poco a chino. Pero la cosa cambia si explica el procedimiento que utilizaba para avanzar en el terreno de la sabiduría: preguntar.
Vamos, que Sócrates se dedicaba a hablar, a preguntar “qué es tal o qué es cual” a todos sus contertulios. Así que este célebre ateniense examinaba a todos los que se le ponían a tiro sobre lo que éstos creían saber.
Para ello se valía de dos recursos. El primero de ellos era la ironía. ¿Cómo? Partiendo del archiconocido “sólo sé que no sé nada” hacía ver a su interlocutor la ignorancia que se ocultaba tras su supuesto saber. Aunque suene a trabalenguas, Sócrates avanzaba así en su conocimiento.
Su segundo método se llamaba mayéutica o arte de dar la luz. Gracias a este sistema, complementaba el proceso irónico. ¿De qué manera? Conduciendo a la persona con la que dialogaba al descubrimiento de la verdad a través de una serie de preguntas encaminadas a ello.
En el año 399 a. C., pese a que la democracia estaba plenamente consolidada en Atenas, Sócrates fue acusado por tres ciudadanos de otros tantos delitos un tanto incómodos: no respetar a los dioses de la ciudad, introducir nuevas divinidades y corromper a la juventud. Y es que tanta charla por las calles levantó sospechas sobre las intenciones de este personaje tan peculiar.
Tras considerarlo culpable de todos estos cargos, el filósofo fue “invitado a suicidarse”. Así que, siguiendo los usos de la época, se tomó una copa rebosante de cicuta y murió, tal y como posteriormente relató Platón, uno de sus discípulos más aventajados
2007-01-18 09:02:49
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answer #1
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answered by Yesi 3
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Yo se la oí al negro Bustos Fierro en el bar "las Tipas" y me impresionó mucho!
2007-01-18 23:52:57
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answer #2
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answered by Anonymous
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socrates
2007-01-18 23:46:17
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answer #3
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answered by Satigny 3
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pues fue socrates...
2007-01-18 17:34:41
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answer #4
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answered by mary 2
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Hugo Chavez !!!
2007-01-18 16:12:22
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answer #5
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answered by juliokrac 7
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esa frase la dijo CONFUCIO.
2007-01-18 16:08:18
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answer #6
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answered by el angel 3
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Fué Socrates..
2007-01-18 15:41:53
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answer #7
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answered by Anonymous
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La significación etimológica de la palabra griega "filosofía" - que equivale a "amor a la sabiduría", o sea, "el deseo de saber" - es demasiado general para que nos permita formular una definición esencial de esta disciplina....Sócrates ridiculizaba a sus alumnos para que tomasen conciencia del poco conocimiento que tenían y así estar abiertos a aprenderlo todo ( su técnica de enseñanza: la mayéutica)...de ahí su famosa frase: "sólo sé que no sé nada".
2007-01-18 15:39:23
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answer #8
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answered by melissa10 2
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NO, fu Socrates. Aunque lo unico que sabemos de él es lo que escribió Platón
2007-01-18 15:37:53
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answer #9
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answered by Caton de Teibold 4
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No se nada
2007-01-18 15:37:24
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answer #10
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answered by Anonymous
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