Es un invento mas de la new age. Dijera Charly Garcia: filosofia barata y zapatos de goma.
Contra este fondo se alza la sombra del New Age. No es una secta, ni una religión. No es una organización única, ni sigue lineamentos unánimes y universales. No es ni ciencia ni filosofía, aunque se encubre de argumentos pseudo-científicos y discursos confusos que combinan ideas filosóficas y teológicas con cierta originalidad.
A veces se habla del New Age como un movimiento para señalar su naturaleza de red o network de muchos individuos y grupos que coinciden en una cierta visión del mundo y una aspiración común de cambiarlo. Lo que les une no es una estructura organizativa ni un código de doctrinas bien definidas, sino una misma mentalidad y una comunicación muy fluida. En este sentido podemos hablar de ciertas creencias básicas compartidas en mayor o menor medida por los integrantes del New Age. Así llegaremos a describir un fenómeno tan vasto y escurridizo que no permite una definición sintética.
La tendencia de exaltar a la razón humana y de atribuirle poderes extraordinarios no es nada nuevo en la historia humana. En el campo religioso se manifiesta como el gnosticismo y fue una de las primeras amenazas a la pureza de la fe cristiana. Surgido pocos años después de la muerte de Cristo por el encuentro del cristianismo con el ambiente de la filosofía helenista, el gnosticismo decía ver en la Sagrada Escritura un mensaje escondido que sólo ciertas mentes iluminadas podrían descifrar.
La secta osho
Los sannyasins proliferan en la isla, al tiempo que todo un mercado de libros, vídeos, artículos, clases de meditación y viajes relacionados con este poderoso grupo económico y
religioso surgido en la India, al que algunos expertos califican de secta «especialmente peligrosa»
Bhagwan Rajneesh, más conocido por Osho, no ha muerto, al menos para docenas de seguidores de sus enseñanzas que residen en las Pitiüses. La mayoría son extranjeros (alemanes, brasileños, ingleses...), aunque también hay entre ellos algunos españoles, como una reputada actriz cuya casa de campo está repleta de libros y retratos de Osho, el visionario indio que saltó a la fama en los ochenta por arrastrar con sus creencias a millares de personas y por poseer una flota de 36 Rolls Royce en cuyas matrículas se leía «Jesucristo ahorra, Moisés invierte, y el gurú gasta».
Paradójicamente, el nombre de sus seguidores, sannyasins, significa en sanscrito «renunciante, asceta, monje», el que vive de la renuncia total».
Fallecido en 1990, el imperio comercial creado por Osho no desapareció con él. Eivissa es buena prueba de ello. Libros con sus máximas y sobre su vida, sermones de Osho en cintas de vídeo y cassettes, barajas y decenas de artículos son vendidos como rosquillas en tiendas especializadas de la isla, como herboristerías, librerías y tiendas alternativas, la mayoría propiedad de sannyasins de solvencia económica contrastada.
Según expertos en el tema, como el escritor Pepe Rodríguez, los sannyasins suelen tener un nivel cultural y económico alto. En las Pitiüses suelen escoger como lugar de residencia la zona de Sant Joan, donde algunos habitan en lujosas mansiones. El incremento de adeptos ha sido parejo al resurgir del hippismo y del culto a las religiones orientales experimentado durante los últimos años.
La brasileña Nadi Martínez es una sannyasin que se dedica a impartir cursos de «armonización de los centros energéticos», seminarios que promociona como una «vivencia somática y transpersonal, focalizando el desarrollo y la transformación de la consciencia». Residente en Santa Eulària, resume la filosofía de Osho en breves palabras: «Es una forma de salir de los patrones de nuestra cultura».
Dice buscar con ello la plenitud, ser más feliz, tener más coraje ante la vida. Para lograrlo es necesaria la meditación, que practica y coordina en grupos siguiendo al pie de la letra las instrucciones dejadas por el difunto Osho. Los conocimientos de Nadi abarcan además un amplio espectro de palabras que ya se han convertido en corrientes dada su acostumbrada utilización en los artesanales carteles clavados en los corchos de decenas de tiendas pitiusas: yoga, biodanza, terapia neoreichiana, rebirthing, colorpuncture, craniosacral balancing, arun, danzas sagradas de Gurdjieff...
Como la mayoría de los sannyasins, Nadi Martínez siente devoción por Poona, la Meca de los seguidores de Osho. Poona, en la India, es una especie de megaresidencia y lugar de peregrinación, al mismo tiempo, para los sannyas y «progres sedientos de la nueva moda», como explica Pepe Rodríguez en “Las sectas hoy y aquí” (Ediciones Tibidabo). Numerosos ibicencos y extranjeros (buena parte de ellos, ataviados con ropajes hippies) residentes en Eivissa viajan cada invierno a aquella «Comuna Internacional de Osho», como es publicitada por el poderoso imperio comercial de este grupo religioso, que ya en los ochenta incluso disponía de sus propias líneas aéreas, cadenas de discotecas y hoteles, saunas... Terminada la temporada turística, viajan hasta ese paraje para residir en él o sus cercanías durante seis meses, en algunos casos. Luego regresan a casa para hacer su particular agosto en los mercadillos, en sus negocios particulares o en actividades que son perseguidas con saña por la dirección insular de la Administración General del Estado.
La Comuna de Poona es descrita por este grupo como «un experimento en la creación del Nuevo hombre». De 120.000 metros cuadrados, está situada en los alrededores de Koregaon Park. A sus adeptos y a los neófitos les ofrecen «programas diseñados para ayudar a descubrir las capacidades de meditación y poder así incorporarlas a la vida cotidiana». La estancia puede durar varios meses, durante los cuales los sannyas participan en «programas de crecimiento personal y autodescubrimiento». A su vuelta a Eivissa, no todos visten de naranja (atuendo que los caracteriza) ni portan la mala (rosario de cuentas de madera con un medallón con la foto de Osho), pero sí llegan profundamente cambiados. Un cambio que a veces se registra, además de psíquicamente, en su nombre, ya que son rebautizados en sanscrito.
Visitantes ibicencos de aquella comuna relatan, encantados, acaloradas experiencias sexuales fruto, según afirman, del ambiente de libertad que allí reina. Precisamente, el propio Osho llegó a decir que «el sexo es lo sagrado y la experiencia orgásmica la primera experiencia de lo religioso». Según Pepe Rodríguez, Osho «manipuló la unión sexual tántrica (mística) hasta convertirla en exótica promiscuidad sexual».
El grupo que controla mundialmente la venta de los artículos relacionados con Osho, así como los viajes que se realizan a Poona y otras muchas actividades empresariales, ofrece dos direcciones en Eivissa, localizadas en Sant Antoni y Sant Mateu, que operan como Osho Information Centers. Sin embargo, sus teléfonos de contacto corresponden ahora a los de dos particulares que nada tienen que ver con los sannyansis, según comprobó esta redacción. Curiosamente, los discípulos de Rajneesh iniciaron en Eivissa su desembarco en España, donde crearon el Centro de Meditación Kamli. Corría el año 1983, y comenzaron sus actividades con un seminario dirigido a «mujeres valientes que deseen mejorar notablemente su calidad de vida amorosa, estética y social».
Pero el centro más cercano a Eivissa se encuentra en Estellencs, Mallorca, desde donde se distribuyen los libros de Osho publicados por The rebel publishing, editorial controlada mundialmente por la Osho International Foundation, megaimperio tan poderoso (en 1983 contabilizó 1.100 millones de dólares en ingresos) que incluso logra saturar Internet con el nombre de Osho, lo que hace prácticamente imposible que asociaciones o grupos que luchan contra las sectas ocupen con sus páginas web las primeras posiciones de los buscadores. Según admiten, en Estellencs se dedican a «traducir al castellano y publicar y divulgar todo el material impreso o sonoro que Osho nos dejó».
En esa localidad mallorquina también opera un Osho Gulaab Meditation Center, que fue autorizado por el mismísimo gurú. Ese centro ofreció a Proa un teléfono de contacto de sannyansins en Eivissa que corresponde al de una herboristería de Santa Eulària. Su propietaria, una portuguesa, admitió ser sannya, pero negó actuar como centro informativo de las actividades de este grupo en la isla.
Otro local comercial de Sant Joan aparece en diversas guías de Friends of Osho como local recomendado. En él también se venden todo tipo de productos ligados a las enseñanzas del gurú, además de dedicarse al alquiler de viviendas, coches y todo tipo de negocios.
Placer, bienestar, droga y dólares
El Parlamento francés, el Gruppo di Ricerca e di Informazione sulle Sette, expertos y ONGs españolas catalogan al movimiento creado por Osho como secta (entendida ésta como «grupo o movimiento que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar a sus adeptos, diseñadas para lograr las metas del líder del grupo, y trayendo como consecuencias actuales o posibles el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general», según la definición del psicólogo Michael Langone).
Los estudiosos de este grupo aseguran que «sus adeptos son captados a través de cursos terapéuticos o de meditación», que han experimentado un notable resurgimiento con la promoción de terapias vinculadas a la new age. En éstas se emplean técnicas de hiperventilación, música y gritos que llevan a la ruptura emocional de los pacientes. Pocos sucumben al encanto de una religión que ensalza el placer y el bienestar. Éste último también puede ser el económico: «Nada de ascetismo, hay que ganar mucho dinero para poder gastarlo», dice Pepe Rodríguez cuando se refiere a los sannyas.
En un documental de la Australian Broadcasting Corporation se aseguraba que seguidores de Bhagwan Rajneesh fueron quienes a mediados de los ochenta popularizaron el uso en Europa del MDMA (éxtasis), a donde la exportaron tras ser arrestados y expulsados del ashram de Oregón (donde habían creado una especie de Poona) por el gobierno de Estados Unidos, entre otras razones, por tráfico de armas (sus adeptos califican la detención de Osho de «arresto ilegal»). Para ellos, el éxtasis representaba una «herramienta espiritual». Su relación con el mundo de las drogas también ha sido investigado en Eivissa, al sospecharse que algunos de sus miembros podrían tener relación con el consumo de ayahuasca al margen de los ritos organizados por la Iglesia de Santo Daime.
En el libro Los nuevos movientos religiosos (Manuel Guerra Gómez, 1993) se afirma que este grupo fue «considerado especialmente peligroso por el Parlamento Europeo».
Hay que tener cuidado con este tipo de 'gurus'. En estos casos lo importante es la madurez del interesado, en este caso tu amiga. Osho puede ser totalmente inofensivo para alguien lo suficientemente maduro.
Se trata de una persona muy inteligente (muchos dirán que un iluminado, en el sentido oriental del término). Partiendo de esto, es posible aprender mucho de él.
Por otro lado está el enorme negocio en que se ha convertido Osho, libros, DVDs, conferencias, centros de meditación... Este podría ser el peligro, no tanto el de 'secta' como tal, al menos en España. Aunque siempre que haya alguien dispuesto a gastar dinero en algo, habrá alguien dispuesto a sacarselo habilmente.
Mi consejo es que toda lectura personal es buena, pero hay que vigilar si se comienza a ir a reuniones, conferencias, ejercicios espirituales y demás prácticas con peligro de acercar a sectas.
Críticas a Osho y su demencia vergonzante
Osho también se obsesionó con el SIDA y explicó a sus adeptos que era una plaga de Nostradamus y que se perdería dos tercios de la humanidad.
Marihuana y espiritualidad
La Cannabis se utiliza en los actos religiosos en varias culturas y con beneficios innegables. Esas sociedades tradicionales integran este uso dentro de un contexto sagrado que siempre incluye un ritual heredado de una tradición iniciática. La planta es considerada como "maestra" ya que le habita un espíritu vivo, apto para enseñar cómo se le tiene que acercar. El ritual no es una construcción imaginativa del sujeto sino un código de comunicación dictado por la esencia misma de la planta, su naturaleza o su estructura propia. No se trata aquí de una creación artística ni de un entorno teatral destinado a favorecer la sugestión, donde cada cual puede improvisar su propio sacerdote, sino de un actuar operativo, eficaz, una tecnología sagrada resultado de un largo aprendizaje. Como todo lenguaje, requiere de rigurosidad y precisión para ser eficiente y no dañino. El objetivo es permitir la comunicación con la esencia de la planta, su "alma", entidad viviente e inteligente.
Quisiera también citar brevemente al influyente Bhagwan Shree Rajneesh, (Osho) promotor del consumo de marihuana y de una filosofía del amor indiferenciado. La invasión de sus libros va a la par con una inflación del ego que es más convincente para sus adeptos cuanto más increíble.
El "maestro iluminado" no duda en afirmar tajantemente: "Soy el comienzo de una conciencia totalmente nueva", nada menos. En nuestra observación, los adeptos de Osho muestran un desajuste importante a la realidad ordinaria y en sesiones de curación con plantas amazónicas, revelan grandes perturbaciones energéticas. La marihuana y el sexo indiscriminado son las herramientas básicas utilizadas por Osho para seducir y contagiar a los nuevos discípulos. Responde a una tendencia típicamente occidental de consumismo, libertinaje confundido con libertad, evasión del sufrimiento, entrega ciega a un gurú quien adopta el papel de pseudo padre.
Bueno, ya no es necesario agregar mas nada. Esta muy claro.-
2007-01-18 03:25:05
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answer #10
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answered by Anonymous
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