Hay un chiste argentino que dice, y pensar que comenzó con una carpinteria. Los tiempos cambiaron...,si. SerÃa absurdo querer quedarnos en el tiempo y pensar que deberia ser como antes. Jose y Maria tuvieron que agarrar el burro para huir a Egipto ó cuando tuvieron que trasladarse casi 90 km, embarazada, para realizar el censo y en ese estado nó habia lugar para ellos (se entendio esto ultimo). Tampoco creo que el Señor haya estado predicando y enseñando bajo la lluvia. En ningun lado lo dice. Esto es como querer mirar y reflejar el supuesto mal en el otro, cuando en realidad lo justificamos de esa manera. LA religion es piramidal. Si, porque Dios, Jesucristo y Espiritu Santo están a la cabeza de la Iglesia nacida el dia de Pentecostes y a la cabeza, Pedro. Ellos tampoco andaban en 4 x 4 e igual anunciaban el Evangelio, enseñando todos lo que Ãl les dijo.
Si no se puede aceptar el mensaje de Jesus, cuando nos dió las Buenaventuranzas: bienaventurados sean los pobres de espiritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Ãl que siendo rico se hizo pobre para que pobre se hicise rico. La riqueza debe nacer de la pobreza y se está plagado de dudas, mas que certezas, solo se colmará mas. La duda te hace dudar. Nos enseñó que Ãl es la Verdad.
Los casos que dices de corrupcion y degeneracion habria que enumerar porque no creo que todos lo sean, sino caemos en la generalizacion y creo que tu no eres de esos. Una correcion fraterna: no juzgar para no ser juzgados, porque son la misma vara que midiereis, sereis medido. Hay que ser respetuosos de los que han caido en pecado, no hay que negarlos, porque es una realidad. El pecado existe desde que no tenemos la certeza en nuestro corazon a Aquel que nos enseñó cargar la cruz, que el mundo evade. Ayer en una respuesta decia que si tuvieramos un papel con un punto negro en el medio, mirariamos el punto negro y no su contorno. La duda te hace dudar.
Unos de esos extremos es la perdida de la fe. Cuando esta se pierde, tambien se pierde la vision de ver el mundo a los ojos de Cristo.
La pérdida de la fe
«Recuerdo –me contaba en confianza un antiguo compañero mÃo– aquellas devociones de mi niñez y mi primera adolescencia, y la verdad es que siento haber perdido la fe. Pero asà ha sido.
Cuando mi pensamiento vuelve, con nostalgia, a aquellos recuerdos, aún adivino que habÃa en ellos algo grande y valioso. Me sentÃa a gusto entonces, en esa inocencia, pero ahora pienso que todo aquello era demasiado mÃstico, que la realidad no es asÃ.
Mi afición a la filosofÃa y aquellas ávidas lecturas de juventud deshicieron enseguida, como un terrón de azúcar en el café, aquel clima religioso de la niñez. La imprecisión y vaguedad de mi fe infantil se convirtió con los años en una demoledora duda intelectual. Yo quisiera creer, pero ahora no me parece serio creer. La razón me lo estorba.»
En muchas ocasiones, como sucede en esta, una persona avanza con los años en su preparación profesional, en su formación cultural, en su madurez afectiva e intelectual..., pero, sin embargo, su conocimiento de la fe se queda estancado en unos conceptos elementales aprendidos en la niñez.
Y a ese desfase hay que añadir, en algunos casos, el triste hecho de que esa formación religiosa quizá fue impartida por personas de conducta poco coherente.
Cuando todo esto sucede, la fe va dejando de informar la vida, y se va rechazando poco a poco, de una manera insensible. Y esas personas acaban por decir que Dios no les interesa, que no tiene sitio en su vida, o que para ellos es poco importante.
Este proceso, lamentablemente corriente, demuestra la fragilidad de la fe en personas que se educaron asumiendo unas simples prácticas religiosas sin preocuparse por alcanzar un conocimiento real y profundo de la fe. La vida espiritual no puede reducirse a una actividad sentimental ajena a lo racional.
El creyente debe buscar en su vida espiritual
una fuente de luz que facilite una vida intelectual rigurosa.
¿Y cuando aparecen las dudas?
Es natural que a veces se presenten dudas. Pero eso no es perder la fe, pues se puede conservar la fe mientras se profundiza en la resolución de esas dudas. Es más, en muchos casos la duda abre la puerta a la reflexión y a la profundización, para asà alcanzar una fe más madura: en ese sentido puede incluso resultar positiva.
Es preciso buscar respuesta a las dudas, a esas aparentes contradicciones, aunque no siempre se llegue a comprender todo enseguida. Asà lo explicaba Joseph Ratzinger: La fe no elimina las preguntas; es más, un creyente que no se hiciera preguntas acabarÃa encorsetándose.
Por otra parte, aunque sea cierto que el creyente puede sentirse amenazado por la duda, hay que recordar que tampoco el no creyente vive en una existencia cerrada a la duda. Incluso aquel que se comporte como un ateo total, que ha logrado acallar casi por completo la llamada de lo sobrenatural, siempre sentirá la misteriosa inseguridad de si su ateÃsmo será un engaño o repotricar a todo creyente.
El creyente puede sentirse amenazado por la incredulidad, pero quien pretenda eludir esa incertidumbre de la fe, caerá en la incertidumbre de la incredulidad, que no puede negar de manera definitiva que la fe sea verdadera. Al ateo y al agnóstico siempre les acuciará la duda de si la fe no será real. Nadie puede sustraerse a ese dilema humano. Sólo al rechazar la fe se da uno cuenta de que es irrechazable.
«Es inevitable –ha escrito Rosario Bofill- que a veces tengamos que caminar entre nieblas.
En cierta manera, la fe es la capacidad de soportar la duda.
Y de vez en cuando, una persona, una reflexión, o una lectura nos hacen atisbar un poco de ese misterio por el que uno ha optado. Cada creyente sabe que alguna vez ha tenido evidencias de la existencia de Dios, pequeñas pruebas que quizá vistas por otro, fuera de su contexto, le harÃan sonreÃr displicente...
Y a lo largo de los siglos la mayorÃa de los hombres han experimentado esa necesidad de Dios. ¿Es esto una prueba de que existe? Pienso que sÃ, invocado de distinta forma en las distintas religiones y en los distintos siglos.
Si me repugna creer que el mundo está abocado al absurdo, debo creer que más allá de la muerte hay algo, que tendremos otra vida distinta a la de ahora. Hay una razón de justicia que me parece imperiosa: ¿cómo Dios no va a dar a los pobres, a los desheredados, a los que viven en la miseria, a los que sufren tanto en esta vida, su parte de felicidad? Ha de haber algo que restablezca el orden y dé a los que aquà no han tenido nada, la plenitud. Y que los que aquà han amado no vean acabado su amor.
Siento una voz Ãntima, un grito interior que me hace creer que es imposible un mundo sin Dios, un mundo del absurdo. Porque un mundo sin Dios me parece un absurdo total. ¿A qué esa sed interior, esa angustia, ese deseo de vida del hombre? Ese amasijo de sentimientos, inteligencia, deseos, nostalgia, que somos las mujeres y los hombres, cada uno a su manera, ¿qué sentido tienen perdidos en el cosmos sin un Dios que al fin dé respuesta a tanto deseo, tanto vacÃo, tanto anhelo?
He tenido que madurar mi educación religiosa de la infancia y la juventud, pero recibà unos principios básicos a los que he sido fiel. Hay gente que cuando se hace adulta rechaza lo que le enseñaron y cómo le educaron. Sin duda al hacerse adulto uno tiene que reflexionar sobre su fe y madurar, pero creo que es una suerte haber vivido rodeada de gente que ha vivido a fondo su fe, y también haberse encontrado con personas crÃticas, buenos creyentes, que son los que más me han ayudado. La fe es como una herencia que no quisiera echar por la borda y a la que en lo más hondo de mà estoy muy agradecida».
A veces lo que plantea dudas no es la fe, sino la práctica de la fe: lo difÃcil no es creer, sino vivir lo que se cree. Todo el mundo siente esa tensión en su interior. Todo hombre se siente atraÃdo por extremos diferentes, y experimenta el tirón de lo que sabe que va contra sus convicciones. Pero eso no significa una rotura.
De vez en cuando pueden surgir dudas sobre la propia capacidad de vivir la fe. Se nos puede hacer un poco más cuesta arriba. Es preciso entonces seguir esforzándose por mejorar, con la confianza de que precisamente gracias a esa fe, iremos recibiendo más luz y más fortaleza, profundizaremos más en esa fe y la viviremos mejor. La fe ayuda a vivir esa coherencia de vida, sin que esas tensiones tengan por qué producir frustración o ruptura.
Pero muchos, en esa cuesta arriba, abandonan la práctica religiosa. Suele suceder cuando se ve la práctica religiosa como un fin y no como un medio. Por eso es importante levantar la vista por encima del acontecer diario para atisbar la meta a la que nos dirigimos. Ser buen cristiano puede a veces resultar costoso, pero merece la pena. Además, esos momentos de cuesta arriba siempre brindan al hombre una oportunidad de dar lo mejor de sà mismo. Son la piedra de toque que identifica la calidad del edificio que estamos construyendo con nuestra vida.
“El ser humano –escribe Javier EchevarrÃa– posee una capacidad de infinito que sólo el Infinito, Dios mismo, puede saciar. Hay en nosotros un fondo que nada ni nadie, excepto Dios, logra llenar; y, en consecuencia, existe –incluso en las más grandes amistades y en los más grandes amores– una cierta experiencia de lÃmite, de soledad no superada. En ocasiones, esa experiencia engendra miedo, repliegue sobre sà mismo para conservar un reducto de intimidad en el que nadie entre; en otras, impulsa hacia adelante, a buscar algo más. De este modo se encauza una inquietud del espÃritu que sólo en Dios puede encontrar finalmente reposo”.
¿Está anticuada la Iglesia?
A ojos de muchos, la Iglesia aparece como algo anticuado, cuyos métodos se han ido anquilosando. Son muchos, en efecto, los que tienen esa extraña imagen. Pienso que si conocieran la fe y la realidad de la Iglesia con mayor profundidad, comprobarÃan que en la Iglesia sopla un aire fresco de novedad y de ideales grandes. VerÃan que brinda una espléndida posibilidad de transformar la propia vida.
Por eso es importante que los cristianos promuevan, por decirlo asÃ, una cierta curiosidad por lo que significa realmente ser cristiano, y que fomenten el interés por contemplar la riqueza que la fe contiene, su variedad, su capacidad de resolver los problemas del hombre de hoy. Para descubrirlo hay que acercarse un poco, pues la fe se entiende mucho mejor cuando uno se pone en camino.
Algunos ven la fe como una simple coraza que el hombre se fabrica para sentirse mejor consigo mismo. La religión da respuesta a muchas preguntas y miedos que el hombre lleva consigo, y le ayuda a superarlos. En ese sentido, es cierto que ayuda a sentirse mejor con uno mismo. Pero aunque tenga esos efectos psicoterapéuticos, la fe no es eso, es mucho más.
En todas las épocas de la humanidad ha existido la tendencia del hombre hacia lo eterno, hacia Dios. Y de la misma manera que el hombre se siente mejor cuando lleva bien sus relaciones humanas, es lógico que sienta lo mismo, y con más intensidad, cuando lleva bien su relación con Dios.
Vivir sin fe
Parece bastante más fácil no creer que creer. Puede parecer más sencillo, o más cómodo, en el sentido de que quien no cree no se liga a nada. En ese sentido es fácil. Pero vivir sin fe no es tan fácil. La vida sin fe es complicada generalmente, porque el hombre no puede vivir sin puntos de referencia. No tenemos más que recordar la filosofÃa de Sartre, Camus, o de otros muchos, para comprobarlo enseguida.
La carga que conlleva la falta de fe es mucho más pesada. Tener fe es, en cierta manera, una opción. Elegir entre dos modos de ver la vida. Ambos modos –vivir con fe o sin ella– se presentan como dos posibilidades coherentes. Sin embargo, pienso que la razón y la observación de la naturaleza y del hombre llevan indefectiblemente hacia la fe. De todas formas, al final hay siempre una decisión de la voluntad. Una decisión perfectamente compatible con que después uno pueda sentir a veces el atractivo de la otra opción.
La vida con fe es más esperanzada, más optimista, más alegre.
Nos parece que debemos atender esta cosas que son como elefantes que pasan delante de nosotros y no los vemos. Es cerrar la vista a Cristo, es cerrar la vida de uno para con el otro.
2007-01-17 07:20:16
·
answer #6
·
answered by Anonymous
·
0⤊
1⤋