Rezar es la repetición de una oración dirigida a Dios como el Padre Nuestro, El Ave María, etc. y ORAR es la forma de hablar con Dios directamente sin intermediarios y sin necesidad de repetición, es decir. Es estar en comunión con Dios en un momento del Día, decicarle a Él un momentito de tu día todos los días del año. Hablarle, como si lo tuvieras al frente de tí. Es lindo sabes, llega un momento que en realidad lo sientes. Es como hablarle a alguien que conoces y tienes a tu lado. Es pedirle tu solito, perdon por tus pecados cometidos, pedirle todo lo que necesitas, no solo buscarlo cuando lo necesitamos en una enfermedad o problema. Es tenerlo presente siempre. Que linda pregunta, y claro ORAR es sencillamente orar por tí mismo y también por los demás. Aunque también podrías si lo quieres reunirte con personas amigas que piensen como tú y hacerlo juntas. Como dicen las santas escrituras, cuando hayan dos o más personas orando por mí.. Allí estaré con vosotros.
Asi que amigo...Ora es lo que nos llena el espiritu de cosas lindas y sientes con el tiempo como va creciendo espiritualmente tu alma. Hablale en silencio siempre, dale las gracias por todo lo que te ha dado, por el dia nuevo, por las noches ofrecele tus sueños, que te cuide como el niño de sus ojos que eres. En fin, puedes hablarle todo lo que quieras, pedirle todo lo que desees que el sabrá escucharte, pero sé sincero es una Comunión entre Él y Tú y sobre todo al ORAR tener mucha Fé y creer en Él que te escucha. ESO ES ORAR. Besitos...
P.D. Verás como con el tiempo Él te irá dando palabras como hablarle, te saldran solitas de tu boca y también te dará discernimiento de las cosas que te ocurren a diario.
2007-01-16 13:59:53
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answer #1
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answered by Alisha 7
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No te dejes engañar una cosas es "orar" y otra muy diferente "rezar"
El rezar es repetir algo que alguien mas invento o compuso y el orar es la comunicacion con tu Padre celestial..
"Que no te den gato por liebre"
Dios quiere oir lo que hay en tu corazon no repetidas oraciones..(Mateo 6)
La oración...
Parte vital de la experiencia cristiana.
Verdades bÃblicas acerca de la comunicación con Dios.
Cuando ora, ¿tiene usted la confianza de que Dios le contestará, o se siente indigno de la atención de Dios? ¿Son sus oraciones especÃficas o generales? ¿Es su vida de oración como una respuesta casual a sus necesidades y deseos, o es de alimento para su vida en el Señor Jesucristo?
Uno de los pasajes más simples y más profundos al mismo tiempo acerca de la oración en la Biblia, lo encontramos en el Sermón del Monte, en Mateo 7:7-11: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
La oración no es tan sólo pedir y recibir, sino que también involucra el agradecer, adorar, y alabar al Señor y Dios. Existen dos responsabilidades en la oración – la responsabilidad de Dios y nuestra responsabilidad. Usted no puede tener lo uno sin lo otro; la oración es tanto humana como divina.
FÃjese en la intensidad de progresión del Señor en este pasaje: “pedid…buscad…llamad.” Claramente, Jesús tenÃa en mente que debÃamos involucrarnos activamente en el proceso de la oración. ¡La oración no es un deporte de espectador!
Cada pedido, cada deseo de nuestro corazón, y cada necesidad deben empezar con la oración – pidiendo a Dios permiso, buscando conocer la voluntad de Ãl. Porque Jesucristo ha llegado a nuestra vida y porque Ãl ahora es nuestra vida, tenemos el derecho y la autoridad de venir a Ãl y hacerle una petición (Efesios 3:11-12, Hebreos 4:16).
Dios siempre está en el proceso de contestar la oración. Este simple mensaje es el propósito principal de Mateo 7:7-11. Alguien podrÃa preguntar, “¿Significa esto que cualquiera y todos pueden pedir, buscar, llamar y encontrar?” No, porque el Sermón del Monte está dirigido a los seguidores de Cristo. Ãl está hablando acerca de sus hijos.
Existe un elemento vital en la oración que la mayorÃa de las personas pasan por alto – constancia en la oración. Tal vez vemos que no sucede nada, pero una demora entre lo que pedimos y cuando lo recibimos no significa que Dios no esté contestando nuestras oraciones.
¿Por qué Jesús pone tanto énfasis en la perseverancia? Porque Ãl muchas veces demora la respuesta a nuestra oración, aún si su petición es de hecho, la voluntad de Dios. ¿Por qué Dios se demora? Si Ãl ve en nosotros actitudes de desobediencia, rebelión, amargura, o falta de perdón, o si Ãl nota ciertos hábitos no saludables en nuestra manera de vivir, Dios demora la contestación para sus hijos. Tal vez, Ãl ya la tiene empaquetada y lista para enviársela, pero no puede ni quiere hacerlo hasta que usted esté en una posición espiritual para recibirla.
Una segunda razón de la demora de Dios, es porque Ãl está en el proceso de probar nuestra sinceridad para poder construir en nosotros un espÃritu sincero. Si realmente somos sinceros no daremos a conocer nuestra petición una sola vez, y luego darnos por vencidos si no recibimos contestación por algún tiempo. Es por eso, que Ãl nos dice que oremos, y que sigamos orando, pidiendo, buscando, y llamando. Persevere. No se dé por vencido. Resista. Manténgase firme – aún cuando no vea ninguna evidencia de que Dios vaya a contestar su oración de petición.
Tercero, a menudo Dios demora la contestación de la oración para probar su fe. ¿Cómo construye Dios nuestra fe? Ãl lo hace al probarnos. ¿Cómo nos prueba Dios? Ãl lo hace al retirarse. Al usted y yo empezar a pedir, buscar y llamar, algo pasa en nuestro caminar con Dios. Cuando hablamos con Ãl, estamos construyendo y alimentando nuestra relación con Ãl. Estamos llegando a conocerlo – quién es Ãl y cómo Ãl opera. ¿Se da cuenta de que lo que Dios más quiere darle, una vez que sea un hijo(a) de Ãl, es a Ãl mismo? Ãl quiere que usted le conozca.
Una cuarta razón de la demora de Dios, es para desarrollar en nosotros paciencia al perseverar en oración hasta que sea el tiempo correcto de Ãl. El tiempo de Dios no siempre es nuestro tiempo. Ãl está mucho más interesado en que le conozcamos, que en poder darnos todo lo que nuestro corazón desee tener.
¿PodrÃa usted decir que la oración es una parte vital e integral de su agenda diaria? No hay forma de que Jesucristo sea mi vida a menos que yo sea un hombre de oración. Yo debo estar hablando, compartiendo, y relacionándome con Ãl durante todo el dÃa. ¡Ãl es mi vida!
Mi amigo cristiano, ¿por qué usted se involucra en tantas cosas que echan a un lado la oración, y empieza a servir diligentemente al Señor en sus propias fuerzas y en su propia sabidurÃa? Una de las razones principales por las cuales no oramos es porque no estamos dispuestos a dejar que Dios tome su bisturà y nos abra hasta lo más profundo de nuestro ser, para allà lidiar con cosas que no hemos podido superar.
¿Se da cuenta que uno de los hallazgos de oro más grandes en América fue descubierto a una distancia de tan solo tres pies de donde previamente se habÃa dejado de cavar? A menudo los cristianos experimentan este mismo problema; justo más allá de donde nos damos por vencidos, justo fuera del alcance de donde desearÃamos ir, está la mejor bendición de Dios.
Ahora si Dios le dice, “Ãsta no es mi voluntad,” Entonces, naturalmente usted debe dejar de orar por ello. Sin embargo, si usted cree que hay algo en loque Dios está trabajando en su vida, o si hay una necesidad seria y muy sentida, no deje de orar. Dios tiene interés en contestarle esa oración.
Yo puedo recordar tiempos cuando todo en mà querÃa detenerse, y simplemente continuaba orando y clamando a Dios. Efectivamente, de repente, y sin aviso, el velo se levantaba; y allà estaba la respuesta, mirándome a la cara. Si me hubiese dado por vencido el dÃa anterior, yo habrÃa tomado algunas decisiones necias por mà mismo y me hubiese perdido de lo que Dios querÃa darme.
En ningún lado la Biblia dice que la oración es fácil. Hay luchas y habrá momentos cuando Satanás le ataque cuando esté de rodillas, acosándole con dudas y enviando a su mente pensamientos que le distraigan. Una de las armas más efectivas de Satanás es que usted se sienta indigno ante Dios. Esto no tiene que ver con la humildad, sino con un sentimiento enfermizo que Dios ni siquiera quiere ver en nosotros.
Las Escrituras destruyen este temor al proclamar con valentÃa que usted y yo tenemos libertad en Cristo para acercarnos al mismo trono de Dios en oración. Cuando usted se acerca al Señor, no sea manso y avergonzado; ¡más bien arrodÃllese ante Ãl y regocÃjese! Exclame, “¡Señor Jesús, yo adoro tu nombre porque tu eres mi vida!" Te agradezco que pueda llegar ante ti confiadamente porque tú me has dicho que busque, pida y llame. Señor, vengo a ti. Vengo como tu hijo, con plena confianza que tú escuchas lo que digo, que tú darás dirección a mi vida y que tú contestarás mis oraciones. Te alabo y acepto de ante mano las contestaciones a mis oraciones ¡Alabado sea Dios, Amén!”
No siempre nos gustan las respuestas que nos da Dios. Ãl no nos dice que nos dará cualquier cosa que queramos; más bien; Ãl nos promete en Mateo 7:11 que todo lo que nos da es bueno. ¿De seguro usted no querrá que Dios le dé algo que le haga daño o que destruya su vida, verdad? Por esta razón Jesús pone las limitaciones frente a nosotros; Ãl nos dice que sólo nos dará lo que es bueno.
No se preocupe de pedir a Dios algo demasiado grande. Usted no puede pedir a Dios algo tan grande que Ãl no lo pueda hacer, si a Ãl le parece bien hacerlo. Dios se honra por peticiones extraordinarias, grandiosas, difÃciles e imposibles cuando pedimos, buscamos, llamamos y confiamos en que nuestro Padre amante siempre nos contestará para nuestro bien.
Si usted aplica activamente esta simple verdad, Dios transformará su vida de oración, y ésta a su vez transformará sus relaciones, su efectividad, su familia, sus negocios y todos los demás aspectos de su vida.
El privilegio de la oración es una herencia que le pertenece a todo hijo de Dios, un potencial que está por encima del entendimiento humano, y un trabajo de la gracia de Dios que nos ha dado a cada uno de nosotros. Es mi oración que usted no deje que esta herencia sea malgastada en su vida. PermÃtale a Dios que le haga el hombre, la mujer, o el joven que Ãl quiere que usted sea. Aprenda a relacionarse con Ãl. Alimente su ser interno en Cristo a través de su vida de oración. Haga que su vida de oración sea una conversación continua e Ãntima con el Señor Jesucristo.
Si pone en acción la oración al Padre cada dÃa, experimentará la gracia y el poder de Dios en cada aspecto de su vida. Nutra su espÃritu con el poder de la oración.
2007-01-16 21:49:14
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answer #2
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answered by valentin A 6
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