La intencion del la iglesia de hacernos sentir culpables desde que nacemos para buscar la "redencion" en la religion.
2007-01-16 04:00:58
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answer #1
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answered by Anonymous
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En realidad en primer pecado sucedio en los cielos antes k en la tierra.
El origen del pecado
El pecado tuvo lugar primero en la región de los espíritus. Antes de la creación de la Tierra y del hombre, Dios había creado a seres espirituales inteligentes, los ángeles. (Job 1:6; 2:1; 38:4-7; Colosenses 1:15-17.) Uno de aquellos ángeles tenía una opinión muy elevada de su propia belleza e inteligencia. (Compárese con Ezequiel 28:13-15.) El mandato de Dios a Adán y Eva de tener hijos le permitió visualizar que pronto la Tierra estaría llena de personas justas que adorarían a Dios. (Génesis 1:27, 28.) Esa criatura espiritual deseaba la adoración para sí. (Mateo 4:9, 10.) Siguió meditando sobre ese deseo, y finalmente emprendió un mal derrotero. (Santiago 1:14, 15.)
El ángel rebelde utilizó a una serpiente para decir a Eva que con la prohibición de comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, Dios la estaba privando de un conocimiento que ella debía tener. (Génesis 3:1-5.) Aquella fue una odiosa mentira, un pecado. De ese modo, aquel ángel se hizo pecador, y por ello se le llamó Diablo, o sea, calumniador, y Satanás, es decir, opositor de Dios. (Revelación [Apocalipsis] 12:9.)
Ciao x aura.
2007-01-16 12:02:52
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answer #2
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answered by Alrod 3
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es para explicar nuestra desobediencia
2007-01-16 13:18:04
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answer #3
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answered by dominus29 4
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La teologÃa escolástica distingue entre el pecado original originante (peccatum originale originans), el acto concreto de desobediencia cometido por Adán y Eva, y el pecado original originado (peccatum originale originatum), las consecuencias que el mismo provocarÃa sobre la constitución de la especie humana. En virtud del peccatum originale originatum, no sólo se perderÃan los dones preternaturales de la inmortalidad y la exención del sufrimiento, sino que las capacidades del espÃritu humano —tanto las morales como las intelectuales— carecerÃan de su vigor natural, sometiendo la voluntad a las pasiones y el intelecto al error. De acuerdo a la doctrina fijada en el concilio de Trento, la condición de "naturaleza caÃda" (natura lapsa) se transmite a cada uno de los nacidos tras la expulsión del Edén.
En los concilios se estableció el pecado original como la razón del bautismo católico, ya que éste liberarÃa al bautizado de las culpas del género humano, de acuerdo con una interpretación lata de 1Corintios 15:21 que contrapone el pecado de Adán con la pasión de Jesús. La iglesia Católica y otras que practican el culto mariano excluyen, sin embargo, de las consecuencias del pecado original a la Virgen MarÃa, en virtud de una gracia especial de Dios.
2007-01-16 12:02:20
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answer #4
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answered by Anonymous
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¿CUÁL fue el pecado original? "Las relaciones sexuales", responden muchos. Creen que el fruto prohibido del jardín de Edén fue un símbolo de las relaciones sexuales, y que Adán y Eva pecaron al consumar el acto sexual.
Esa idea no es nueva. Según la historiadora Elaine Pagels, "la afirmación de que el pecado de Adán y Eva consistió en tener coito" era una idea "común entre maestros cristianos [del siglo II] como Taciano el sirio, quien enseñaba que el fruto del árbol del conocimiento transmitía conocimiento carnal". Asimismo, en el siglo V E.C. Agustín, reconocido por la cristiandad como uno de los Padres de la Iglesia, pensaba que el pecado había tenido sus comienzos en el deseo sexual por parte de Adán. De hecho, la revista Psychology Today dijo que "el pecado de Adán fue el conocimiento carnal".
Otros opinan que el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo representó el conocimiento en sí. La Encyclopædia Britannica afirma que el "conocimiento de lo bueno y lo malo" fue "una expresión literaria que se refería a todo el conocimiento". Eso significaría que Dios quería que Adán y Eva fuesen ignorantes y que ellos se rebelaron contra Él al tratar de ampliar su conocimiento.
Desde luego, las dos interpretaciones pintan al Creador como un ser injusto y caprichoso. ¿Por qué crearía al hombre con unas necesidades sexuales e intelectuales si luego no iba a permitirle ningún medio de satisfacer tales deseos sin incurrir en la pena de muerte? ¿Quién se sentiría inclinado a amar y servir a tal clase de Dios?
¿Consistió el pecado original en las relaciones sexuales?
Muchas personas ignoran que estas dos interpretaciones contradicen por completo el contexto del relato de Génesis. Analicemos en primer lugar la idea de que la prohibición impuesta por Dios en Edén consistía en no permitir las relaciones sexuales. La ley en cuestión se registra en Génesis 2:16, 17: "De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás".
¿Era eso en realidad una manera indirecta de hacer referencia a las relaciones sexuales? Veamos. Según se registra en Génesis 1:27, 28, Dios ordenó lo siguiente al hombre y a la mujer: "Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra". ¿Cómo podrían Adán y Eva obedecer ese mandato sin tener relaciones sexuales? ¿Tenemos que suponer que Dios les dio un mandato y luego los sentenció a muerte por tratar de obedecerlo?
Además, el relato de Génesis indica que Adán y Eva pecaron por separado, no al mismo tiempo. El capítulo 3 y versículo 6 deja claro que primero se sedujo a Eva para comer del fruto y que "después dio de este también a su esposo cuando él estuvo con ella, y él empezó a comerlo". Así que el mismo acto de comer del fruto prohibido sería un símbolo torpe e inverosímil de las relaciones sexuales.
¿Consistió entonces en el conocimiento?
¿Qué se puede decir acerca de la afirmación de que el fruto prohibido fue un símbolo de todo el conocimiento en general? Lo cierto es que tanto Adán como Eva ya habían asimilado mucho conocimiento antes de desobedecer la ley registrada en Génesis 2:16, 17. Su Creador, el propio Jehová, participó de manera directa en su educación. Por ejemplo, trajo ante el hombre todos los animales terrestres y todas las aves para que les pusiese nombre. (Génesis 2:19, 20.) Seguro que antes de dar a cada uno de esos animales un nombre apropiado, Adán tuvo que estudiarlos a fondo: no hay duda de que aprendió mucho sobre zoología. Eva, aunque fue creada más tarde, tampoco era una ignorante. De hecho, cuando la serpiente la interrogó, demostró que había sido instruida en la ley de Dios. Ella sabía la diferencia entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, y hasta conocía las consecuencias que acarrearían las malas acciones. (Génesis 3:2, 3.)
La interpretación de que el pecado original consiste en las relaciones sexuales o en el conocimiento en general es justo eso: una interpretación humana, y nada más. El poco fundamento que tienen esos argumentos se destaca en la pregunta que formuló el fiel José: "¿No pertenecen a Dios las interpretaciones?". (Génesis 40:8.) La Biblia resulta mucho más fácil de comprender cuando no la interpretamos desde un punto de vista humano, sino que dejamos que se interprete a sí misma. ¿Cuál fue entonces el pecado original? Pues bien, el relato de Génesis nos da toda razón para creer que el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo era un árbol real. Se nos dice en qué parte del jardín se encontraba y se hace mención de él en relación con los demás árboles. Su fruto era real, y Adán y Eva comieron literalmente de él.
¿Fue una cuestión de desobediencia?
Al comer de ese fruto, ¿qué estaban haciendo? La New Catholic Encyclopedia sugiere con cierto recato que "pudo haber sido tan solo un manifiesto desprecio hacia Dios, una insolente negativa a obedecerle". ¿No es eso lo que se desprende con claridad del relato de Génesis? Romanos 5:19 lo confirma al decir: "Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores". (Biblia de Jerusalén.) De modo que el pecado original fue un acto de desobediencia.
Aunque un pecado de desobediencia puede parecer de poca importancia, analicemos sus profundas implicaciones. En una nota al pie de la página, la Biblia de Jerusalén lo expresa de este modo: "[El conocimiento de lo bueno y lo malo] es la facultad de decidir uno por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo, y de obrar en consecuencia: una reclamación de autonomía moral [...]. El primer pecado ha sido un atentado a la soberanía de Dios". En efecto, "el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo" simbolizó la prerrogativa que Dios tiene de fijar normas para el hombre en cuanto a lo que está aprobado o condenado. Al rehusar obedecer la ley de Dios, el hombre estaba poniendo en tela de juicio el derecho de Dios a gobernar sobre él. Jehová respondió a ese desafío de una manera justa: permitió que el hombre se gobernase a sí mismo. ¿No concuerda usted en que los resultados de tal gobernación han sido desastrosos? (Deuteronomio 32:5; Eclesiastés 8:9.)
2007-01-16 12:49:08
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answer #5
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answered by chichita 6
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Pecado original
Es una expresión que se emplea para describir el efecto del pecado de Adán sobre toda su descendencia (Rom. 5:12-23). Específicamente, es nuestra naturaleza pecaminosa heredada de Adán. La naturaleza pecaminosa se originó con Adán y pasa de padres a hijos. A causa del pecado original, somos naturaleza "hijos de ira" , es decir, estamos bajo el merecido juicio de Dios (Efe. 3:2).
Pecado
El pecado es todo aquello contrario a la Ley de Dios, que expresa Su santa voluntad. Por ejemplo, si uno miente, comete pecado. ?Por qué? Porque Dios ha ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios ha prohibido, uno peca. Además, si uno deja de hacer lo que Dios ha mandado, también peca (Sant. 4:17). En ambos casos, el resultado es la separación eterna de Dios (Isa. 59:2). El pecado es iniquidad (1 Juan 1:3) e injusticia (1 Juan 5:17). El pecado lleva a la ceguera espiritual (Juan 9:41) y a la muerte (Rom. 6:23).
Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí demuestra que todos, judíos o no judíos, están bajo el dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo prueba que el pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho, sino, básicamente, una condición del corazón humano (Rom. 3:3:10-12). En la carat a los Efesios, Pablo afirma que "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe. 2:3). Sin embargo, "Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6).
2007-01-16 12:46:41
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answer #6
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answered by Nia Mia 5
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el pecado original es el cuento que inventaron los primeros manipuladores, para hacerle sentir verguenza de su propia naturaleza a las personas y asi poder controlarlos y manipularlos a su antojo y conveniencia.
2007-01-16 12:04:52
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answer #7
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answered by soy_miguel_ito 5
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Para varias de las religiones del tronco bÃblico —entre ellas el judaÃsmo y el cristianismo— el pecado original es el pecado cometido por los primeros padres de la humanidad (Adán y Eva) al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. El pecado, cometido por tentación del demonio bajo la forma de una serpiente, fue castigado con la expulsión de la humanidad del jardÃn del Edén y su sujeción a la muerte, la enfermedad y el trabajo; de acuerdo a algunas interpretaciones, notablemente la católica, dañó también de manera perdurable la naturaleza humana de Adán y Eva, asà como la de todos su sucesores. La historia, narrada en Génesis 3, es común a las tres grandes religiones monoteÃstas; la interpretación de la naturaleza exacta del pecado cometido y del castigo impuesto, sin embargo, varÃa entre las distintas denominaciones religiosas.
PECADO ORIGINAL EN EL JUDAISMO
De acuerdo al texto bÃblico del Génesis 1-3, tras haber sido creados Adán y Eva residÃan en el jardÃn del Edén en perfecta armonÃa con Dios; el único mandato al que debÃan acogerse era la abstención de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, cuyo consumo ocasionarÃa la muerte Génesis 2:17). Sin embargo, Eva —y por su intermediación Adán— cedieron a la tentación de la serpiente (identificada con Satán o Shaitan, "el tentador") y descubrieron, comiendo del árbol, su desnudez. El castigo impuesto por Dios por la violación de su mandato incluyó la muerte —"[volverás] a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás", Génesis 3:19— y la expulsión del jardÃn.
La tradición talmúdica identifica este acto como ×××× ×ק×××× (en hebreo haJet haKadmon, "la falta primordial") de la desobediencia al mandato divino. Sin embargo, los efectos del pecado se reducen a la expulsión del paraÃso, con la necesidad aparejada del trabajo, la enfermedad y la muerte; la noción de que la naturaleza humana quedara Ãntimamente dañada por ello —es decir, que todos los descendientes de Adán y Eva nacieran pecadores— es ajena a la doctrina judÃa.
Las corrientes renovadoras dentro del judaÃsmo interpretan la caÃda como el primer acto de libre albedrÃo del hombre, y lo consideran como parte del plan divino, puesto que la falta representarÃa la admisión de la responsabilidad; en otras palabras, el mito de la caÃda serÃa una elaborada alegorÃa del pasaje a la adultez y la autonomÃa.
PECADO ORIGINAL EN EL CRISTIANISMO
La doctrina cristiana con respecto al pecado original se fijó en el concilio de Cartago, y se precisó posteriormente en Orange y Trento. Los detalles de su forma actual probablemente procedan de la influencia de la doctrina maniquea en los escritos de san AgustÃn de Hipona, a través del cual la noción de una corrupción fundamental de la naturaleza humana hizo pie en la Iglesia. Los escasos fragmentos de doctrina sobre el pecado original contenidos en los escritos de los Apóstoles (especialmente Romanos 5:12]) no efectúan mayores precisiones sobre el texto del Génesis.
La teologÃa escolástica distingue entre el pecado original originante (peccatum originale originans), el acto concreto de desobediencia cometido por Adán y Eva, y el pecado original originado (peccatum originale originatum), las consecuencias que el mismo provocarÃa sobre la constitución de la especie humana. En virtud del peccatum originale originatum, no sólo se perderÃan los dones preternaturales de la inmortalidad y la exención del sufrimiento, sino que las capacidades del espÃritu humano —tanto las morales como las intelectuales— carecerÃan de su vigor natural, sometiendo la voluntad a las pasiones y el intelecto al error. De acuerdo a la doctrina fijada en el concilio de Trento, la condición de "naturaleza caÃda" (natura lapsa) se transmite a cada uno de los nacidos tras la expulsión del Edén.
En los concilios se estableció el pecado original como la razón del bautismo católico, ya que éste liberarÃa al bautizado de las culpas del género humano, de acuerdo con una interpretación lata de 1Corintios 15:21 que contrapone el pecado de Adán con la pasión de Jesús. La iglesia Católica y otras que practican el culto mariano excluyen, sin embargo, de las consecuencias del pecado original a la Virgen MarÃa, en virtud de una gracia especial de Dios.
NATURALEZA DEL PECADO ORIGINAL
Este es un punto difÃcil y se han inventado muchos sistemas para explicarlo. Bastará dar la explicación teológica más común ahora. El pecado original es la privación de la gracia santificante como consecuencia del pecado de Adán. Esta solución, que es la de Santo Tomás, se remonta a San Anselmo e incluso a las tradiciones de la Iglesia primitiva, como se desprende de las declaraciones del Segundo Concilio de Orange (529 D.C.): un hombre ha transmitido a toda la humanidad no sólo la muerte corporal, castigo del pecado, sino el pecado mismo, que es la muerte del alma [Denz. N. 175 (145)]. Asà como la muerte es la privación del principio de la vida, la muerte del alma es la privación de la gracia santificante que, según todos los teólogos, es el principio de la vida sobrenatural. De ese modo si el pecado original es "la muerte del alma", también es la privación de la gracia santificante.
El Concilio de Trento, aunque no impuso esta solución obligatoriamente con una definición, sà la vio favorablemente y autorizó su uso (cf. Pallavicini, "Historia del Concilio di Trento", VII-IX). Se describe el pecado original no solamente como la muerte del alma (Ses. V., can. II), sino también como "privación de la justicia, contraida por cada niño al momento de su concepción" (Ses. VI., cap. III). Claro que el Concilio llama "justicia" a lo que nosotros llamamos gracia santificante (Ses. VI), y asà como cada niño deberÃa tener su propia justicia personal, asà ahora, luego de la caÃda, sufre su propia privación de justicia. Podemos añadir otro argumento, basado en el principio ya citado de San AgustÃn, "el pecado deliberado del primer hombre es la causa del pecado original". Este principio es desarrollado posteriormente por San Anselmo: "el pecado de Adán fue una cosa pero el pecado de los niños al nacer es algo distinto; el primero fue la causa, el segundo es el efecto" (De conceptu virginali, XXVI). El pecado original en un niño es distinto de la falta de Adán; es uno de sus efectos. Pero ¿cuál de todos los efectos es? Debemos examinar varios efectos del pecado de Adán y rechazar aquellos que no pueden ser el pecado original.
1. Muerte y sufrimiento- Estos son puramente males fÃsicos y no pueden ser llamados pecado. San Pablo, y luego de él los concilios, ven la muerte y el pecado original como dos cosas distintas transmitidas por Adán.
2. Concupiscencia- Esta rebelión del apetito inferior, transmitida de Adán a nosotros, es una ocasión de pecado y en ese sentido se acerca al mal moral. Sin embargo, la ocasión de pecado no es necesariamente un pecado y aunque el pecado original queda borrado por el bautismo, la concupiscencia permanece en la persona bautizada. Por ello el pecado original y la concupiscencia no pueden ser la misma cosa, como sostuvieron los primeros protestantes. (véase Concilio de Trento, Ses. V., can. V).
3. La ausencia de la gracia santificante en los niños recién nacidos es también efecto del primer pecado, ya que Adán, habiendo recibido de Dios la santidad y la justicia, no sólo la perdió para él, sino para nosotros (loc. Cit., can. II). Y si lo perdió para nosotros, quiere decir que deberÃamos haberlo recibido de él al nacer, junto con las otra prerrogativas de nuestra raza. La ausencia de la gracia santificante en los niños es una privación real; es la carencia de algo que, según el plan divino, deberÃa estar en el niño. Si ese don no es algo simplemente fÃsico, sino algo del orden moral, la santidad, su privación podrÃa ser llamada pecado. Y la gracia santificante es santidad y asà es llamada por el Concilio de Trento, pues la santidad consiste en la unidad con Dios y la gracia nos une Ãntimamente con Dios. La bondad moral consiste en que nuestra acción es congruente con la ley moral, pero la gracia es deificación, como dicen los Padres, una conformidad perfecta con Dios quien es la regla primaria de toda moralidad. (Véase GRACIA). La gracia santificante, por tanto, pertenece al orden moral no como un acto pasajero sino como una tendencia permanente que existe aun cuando el sujeto que la posee no realice acto alguno. Es una vuelta hacia Dios, conversio ad Deum. Consecuentemente, la privación de esa gracia, aún sin que se dé ningún otro acto, constituye una mancha, una deformidad moral, un volverse lejos de Dios, aversio a Deo, y tal carácter no se encuentra en ningún otro de los efectos del pecado de Adán. Esta privación, entonces, es la mancha hereditaria.
2007-01-16 12:12:06
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answer #8
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answered by norma b 3
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