Algunos fundamentalistas debaten que este uso cambió con el Nuevo Testamento--que mientras que pudo haber sido permisible llamar a cierto hombres “padre” en el Antiguo Testamento, desde el tiempo de Cristo, no es ya permitido. Este argumento falla por varias razones.
Primero, como hemos visto, es imperativo “no llamar padre a un hombre” no aplica al padre biológico de uno. También no excluye llamar a los ancestros de uno “padre”, como se muestra en Hechos 7:2, donde Esteban se refiere a “nuestro padre Abram,” o en Romanos 9:10, donde Pablo habla de “nuestro padre Isaac.”
Segundo, hay numerosos ejemplos en el Nuevo Testamento de el término “padre” de ser usado como una forma de dirigirse y referirse, aún para hombres quienes no son padres biológicos relacionados con el locutor. Hay, de hecho, bastantes usos de “padre” en el Nuevo Testamento, que la interpretación fundamentalista de Mateo 23 (y la objeción a los católicos sobre llamar a los sacerdotes “padre”) debe estar equivocada, como lo veremos.
Tercero, un análisis cuidadoso de el contexto de Mateo 23 muestra que Jesús no intentó que sus palabras fueran entendidas literalmente. El pasaje completo versa asÃ, “Pero no serán llamados ‘rabino,’ porque ustedes tienen un maestro, y ustedes son todos hermanos. Y no llamen a ningún hombre su padre en la tierra, porque ustedes tienen un Padre, quien esta en el cielo. Ninguno será llamado ‘maestro,’ porque ustedes tienen un maestro, el Cristo (Mat. 23:8).
El primer problema es que aún que Jesús parecÃa prohibir el uso del término “maestro”, Cristo mismo designó ciertos hombres para ser maestros en su Iglesia (“Vayan entonces y hagan discÃpulos de todas la naciones…)
Los fundamentalistas mismos se equivocan en este punto llamando a todo tipo de personas “Doctor,” por ejemplo en el caso de doctores, asà como también profesores y cientÃficos, quienes tienen grados de Ph.D. (ejemplo, doctorados). En lo que ellos se equivocan es que “doctor” es simplemente la palabra en latÃn para “maestro”.
¿Entonces qué es lo que querÃa decir Jesús?
Jesús criticado por los lÃderes judÃos quienes amaban “el lugar de honor en los festejos y los mejores asientos en la sinagogas y los saludos en los mercados, y ser llamados ‘rabinos’ por los hombres (Mat. 23:6).
El estaba haciendo una hipérbole (exageración para ir al grano) para mostrar a los escribas y fariseos que pecadores y orgullosos eran por no parecer humildes a Dios como el origen de toda la autoridad y fraternidad y enseñanza, y que en vez se pusieren ellos mismos como la última autoridad, figuras paternales, y maestros.
Cristo usó hipérboles frecuentemente, por ejemplo cuando el declaró, “Si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tÃralo; es mejor que tu pierdas uno de tus miembros que entrar entero en el infierno” (Mat. 5:28, cf. 18:9, Marcos 9:47). Cristo ciertamente no intentó que esto fuera aplicado literalmente, porque de otra manera todos los cristianos estarÃamos privados de la vista! (cf. 1 Jn 1:8; 1 Tim 1:15). Nosotros todos estamos sujetos a los apetitos de la carne y a los apetitos de la vista y al orgullo en la vida” (1 Jn 2:16).
Usando palabras fuertes como frecuentemente hacÃa, Jesús condenó el mal uso de la autoridad mas que el uso de ciertos términos de posición. Haciendo referencia al término “padre”, Jesús está prohibiéndonos cualquier relación de fraternidad humana con la Fraternidad espiritual que solo Dios tiene. Nosotros debemos no olvidar que somos sujetos de la autoridad de Dios-El es nuestro Maestro y Profesor y Padre. Este es el porque, cuando nos referimos a los sacerdotes como “padres” nosotros siempre debemos hacer esto reconociendo que Dios es nuestro verdadero Padre.
Los apóstoles nos muestran el camino
La practica ancestral cristiana de llamar a los sacerdotes “padres” va muy atrás hasta el tiempo de los apóstoles, y la teologÃa atrás es evidente en la escritura. Mientras el juicio ante el SanedrÃn—el consejo mayor de los judÃos de los sacerdotes y los ancianos—el primer mártir cristiano, Esteban, se refiere a ellos como “hermanos y padres” (Hech. 7:24).
Este es un pasaje clave para considerar, mientras que las Escrituras nos dice que Esteban estuvo lleno del EspÃritu Santo y que habló estas palabras bajo la inspiración del EspÃritu Santo (cf. Hech. 7:55). No hay manera que el EspÃritu Santo podrÃa haber inspirado a Esteban a referirse a los sacerdotes judÃos como “padres” si Cristo habÃa de hecho literalmente prohibido a los cristianos que llamaran a los hombres por ese tÃtulo. Si asà fuera, tendrÃa que haber una contradicción directa entre la orden de Cristo y la actuación del EspÃritu Santo.
El Nuevo Testamento esta lleno de ejemplos y de referencias hacia relaciones espirituales padre-hijo y padre-pequeño. Mucha gente no es consciente en que tan comunes estas son, asà que vale la pena citar algunas aquÃ.
Pablo regularmente se referÃa a Timoteo como su hijo: “Entonces yo te mandé a ti a Timoteo, mi y amado y fiel hijo en el Señor, misericordia, y paz de Dios el Padre y Jesús Cristo nuestro Señor (1 Tim 1:2), “A Timoteo, mi hijo amado: Gracia, misericordia, y paz de Dios el Padre y Jesús Cristo nuestro Señor” (2 Tim. 1:2).
El también se refirió a Timoteo como su hijo: “Este encargo yo te encomiendo a ti, Timoteo, mi hijo, de acuerdo con las anunciaciones proféticas...” (1 Tim 1:18), “Tu entonces, mi hijo, se fuerte en la gracia de Jesús Cristo” (2 Tim 2:1), “Pero el mérito de Timoteo tu lo sabes, como un hijo con un padre el ha servido conmigo en el evangelio” (Fil. 2:22).
Pablo también se refirió a otros de sus convertidos de esta manera: “A Tito, mi hijo verdadero en una fe común: gracia y paz de Dios el Padre y Jesús Cristo nuestro Salvador” (Tito 1:4), “te ruego por mi hijo, Onésimo, a quién he engendrado en las prisiones” (Filemón 10). Claramente, ninguno de estos hombres fueron literalmente, hijos biológicos. Por el contrario, Pablo esta enfatizando su paternidad espiritual con ellos.
Paternidad Espiritual
Quizás la referencia mas señalada en el Antiguo Testamento sobre la teologÃa de la paternidad espiritual de los sacerdotes es la declaración de Pablo, “Y no escribo esto para hacerlos sentir avergonzados, sino para aconsejarlos como mis amados hijos. Aunque ustedes tienen incontables guÃas en Cristo, no tienen muchos padres, pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio” (1 Cor. 4:14-15).
Pedro siguió la mismo costumbre, refiriéndose a Marco como su hijo: “Ella que está en Babilonia, quien es similarmente escogida, te manda saludos; y asà también lo hace mi hijo Marco” (1 Pet. 5:13). Los apóstoles algunas veces se refirieron a las iglesias enteras bajo el cuidado de sus hijos. Pablo escribe, “Aquà por la tercera vez yo estoy listo para llegar a ti. Y yo no seré una carga, porque no busco lo que es tuyo sino a ti; porque los hijos no deben de acumular para sus padres, sino los padres para sus hijos” (2 Cor. 12:14); y, “Mi pequeño hijo, con el cual yo estoy otra vez esforzándome hasta que Cristo se forme en ustedes!” (Gal. 4:19).
Juan dijo, “Mis pequeños hijos, escribo esto a ustedes para que asà ustedes no pequen; pero si alguno de ustedes peca, tenemos un defensor con el Padre, Jesús Cristo el justo” (1 Jn 2:1), “No puedo tener una mayor alegrÃa que esta, oÃr a mis hijos seguir la verdad” (3 Jn 4). De hecho, Juan también se referÃa a hombres de las primeras comunidades como “padres” (1 Jn 2:13).
Al referirse a esta gente como a "hijos" espirituales, Pedro, Pablo y Juan implÃcitamente se refieren a ellos como a sus "padres" espirituales. Debido a que la Biblia frecuentemente habla de esta paternidad espiritual, los católicos lo reconocemos y seguimos con la costumbre de llamar a los sacerdotes “padres”. No reconocer esto es de hecho es no reconocer y honrar un gran regalo que Dios ha dado en la Iglesia: la paternidad espiritual del sacerdocio”
Los católicos tienen un afecto filial hacia los padres y los llaman “padre”, sabiendo que como miembros de sus parroquias ellos tienen el compromiso de su cuidado espiritual, y tienen una relación filial con ellos. Los sacerdotes por otro lado, siguen los ejemplos bÃblicos de los apóstoles en lo referente a los miembros de su congregación como “mi hijo” o “mi pequeño” (cf. Gal. 4:19, 1 Tim. 1:18, 2 Tim. 2:1, Filemón 10, 1 Ped. 5:13, 1 Jn 2:1, 3 Jn 4).
2007-01-10 17:54:36
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answer #2
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answered by Matupeco te banca 3
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El creyente no necesita prueba alguna, para el escéptico no hay prueba suficiente.
Si tienes tantas dudas mejor busca al párroco de tu colonia y toma unas clases de catecismo, son tantas que aquí no hay espacio suficiente para explicártelas, pero no te quiero dejar sin respuesta:
- Tenemos que distinguir entre Padre y padre, Padre solo es Dios, sin embargo, tenemos un padre en la tierra quien es la persona a través de la cual Dios nos dio la vida, también tenemos al sacerdote, quien es nuestro guía o padre en la fe. Lo mismo sucede con la palabra Maestro y maestro.
- El testimonio de Jesús no valdría como prueba, ya que es su propio testigo. El Padre envió a los patriarcas y a los profetas para que dieran testimonio de su hijo, en representación de todos ellos se aparecieron Moisés (patriarcas) y Elías (profetas) a los apóstoles Pedro, Juan y Santiago. Ahí tienes 2 hombres que dieron testimonio a 3 hombres, quienes luego difundieron lo que vieron a los otros 9, dando un total de 12 apóstoles, los que fueron escogidos por Jesús y quienes dieron constancia de que Jesús es el Mesías, Hijo de Dios y es Dios.
No puedo olvidar que San Juan Bautista dio su vida por dar testimonio de que Jesús era el Cordero de Dios.
- Jesús siempre dijo: YO SOY la verdad y la vida, comienza diciendo YO SOY, que en hebreo se dice YAVHE, y ese es el nombre de Dios.
- Cristo mandó predicar y bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
- Dios mismo pidió se crearan imágenes que representaran lo que está en el cielo, lo que el mandamiento dice es que no adorarás a la imagen ya que la imagen no es Dios. (Cristo de la Misericordia, Vírgen de Guadalupe).
- Utilizamos las imagenes como un medio para acercarnos a Dios, adoramos a Dios dirigiéndole nuestras plegarias a través de ellas.
- Estudia el origen y significado de Jehová y de Yavhé, verás que en hebreo antiguo Jehová no tiene significado, mientras que Yavhé si lo tiene: Yo Soy
2007-01-10 17:42:35
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answer #3
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answered by Rivkin 5
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