El viaje empezó y terminó, tal vez, hace más de dos mil años. Pero todavía hoy, pese a que se lo investiga, es un misterio que nadie consigue develar. Si la tradición fuera la única fuente de datos, los protagonistas serían 3 reyes, magos, a bordo de camellos enjaezados con telas y equipaje vistosos. Pero algunos datos arqueológicos y las especulaciones de historiadores audaces se encargaron de armar una verdadera rosca de Reyes. No eran magos, no eran tres, no eran de la realeza. Pero viajar, viajaron. El problema es que nadie sabe bien cómo, cuándo y por dónde siguieron a la famosa estrella de Belén.
Las hipótesis son variadas y se basan en la polémica sobre los orígenes de esos hombres misteriosos que le regalaron oro, mirra e incienso al niño Jesús a poco de nacer. La primera de ellas sugiere que provenían de Persia. Es lo que se infiere por la descripción de sus trajes. Algunos detalles de magnificencia (las túnicas, las capas y los adornos sobrecargados) tienen que ver con los usados por ciudadanos persas en aquella época. Además, entre ellos se profesaba el zoroastrismo, una religión que al igual que la cristiana creía en la llegada de un mesías. Según su doctrina, la fecha de nacimiento de Jesús coincidía con ese acontecimiento.
Por eso partieron desde allí unos enviados especiales para darle la bienvenida. Allí también se encontraría una de las claves para explicar por qué a esos embajadores se los llamó magos.
Palabras mágicas
Al parecer, lo de magos surgió por la deformación de magoi, palabra persa que hacía referencia a personas sabias y con ciertos conocimientos de astrología y astronomía. "El Evangelio de San Mateo menciona unos magos que, desde el Oriente, fueron a Belén. Pero no habla de reyes ni precisa que eran tres sino un número indeterminado. En la Antigüedad se llamaba magos a los sabios que se ocupaban de ciertas ciencias como la astrología y la astronomía", confirma monseñor Luis Rivas, titular de la cátedra de Sagradas Escrituras de la Universidad Católica Argentina. Teniendo en cuenta ese origen, se cree entonces que partieron desde Persépolis. De allí continuaron el recorrido hasta Babilonia y atravesando Siria y Líbano y Palestina, y llegaron a Belén (ver infografía). Si siguieron ese itinerario, recorrieron más de dos mil kilómetros, quién sabe en cuánto tiempo. La segunda hipótesis dice que eran originarios de Babilonia.
Que por las descripciones de la ubicación de la famosa estrella de Belén, no caben dudas de que desde allí montaron sobre sus camellos. Las pruebas de esa teoría por supuesto que no son contundentes, se reducen a una moneda que tienen grabados que representan a la legendaria estrella. Esa prueba permitiría deducir que fue avistada desde esa pujante ciudad antigua. Si salieron desde allí, en principio recorrieron menos kilómetros. Partieron directamente hacia Faluja; de allí hacia los bordes del Eufrates, siguieron por Tadmur, Damasco, Dar´a, Amán, Jerusalem y destino final: Belén. La tercera teoría dibuja a los reyes en medio de otros paisajes magníficos de aquellos tiempos, Arabia.
En el Antiguo Testamento, en Isaías 60:6, se nombra a Sheba como posible origen de los Reyes, una región que estaba ubicada al sudoeste de Arabia. Si los reyes arrancaron desde allí se deben haber cansado menos porque el camino es más corto.
Para monseñor Rivas, las especulaciones sobre el itinerario mágico no tienen sentido. "El Evangelio dice que estos sabios vieron una estrella que indicaba el nacimiento del rey de los judíos. Si queremos explicar esto de manera comprensible, debemos decir que algunos paganos tuvieron conocimiento del hecho y fueron a homenajear a Jesús. En ese sentido, San Marcos quizá tomó ese dato y lo relató de una forma pintoresca para expresar el estilo de los antiguos orientales", explica.
La falta de datos precisos y la riqueza simbólica del viaje inspiraron los detalles folclóricos que llegaron hasta nuestros días. La Biblia y los pocos datos que difunde sobre ellos, parecen ser motivo suficiente para sumar datos, aunque no tengan mucho fundamento. ¿Por qué se cree que eran apenas tres? Según el profesor de Historia del Arte Jas Elsner, de la Universidad de Oxford, porque los regalos que entregaron fueron tres: oro, incienso y mirra, elementos que en esos tiempos tenían un valor altísimo.
Sin embargo, distintas teorías afirman que en realidad eran 12 o tal vez 60. ¿Por qué se dice que uno de ellos era negro? El profesor Elsner también tiene una explicación para eso: "Esa imagen quedó porque ayuda a expresar un sentido multirracial y multicultural. Sólo a partir del siglo XVI se empieza a representar a Baltazar como si fuera negro. ¿Por qué se conmemora el 6 de enero como su día y se reparten regalos? Monseñor Rivas comenta que el 6 de enero es el día de la Epifanía, en el que se celebra el llamado de todos los hombres a la fe, tanto judíos como paganos, y se leen los textos del profeta Isaías y de los Salmos con los del Evangelio. "Se llegó a decir que todos los que fueron con ofrendas a ver a Jesús eran Reyes. Y también se procuró fijar la cantidad de reyes magos.
El número fue cambiando con el tiempo, hasta que quedó en tres.
Además se les puso nombres, que fueron diferentes según los tiempos y los lugares. Hoy se llaman Melchor, Gaspar y Baltazar y hasta se dice que uno de ellos era negro. Pero nada de eso hay en el Evangelio, sino que fue añadido por la fantasía", agrega Rivas. Lo de los regalos para los chicos es una costumbre que se afianzó en el siglo XIX. Se decía que Gaspar era el encargado de repartir golosinas, miel y frutos frescos. Melchor entregaba zapatos y ropa. Y Baltazar era el que se ocupaba de castigar a los chicos que se habían portado mal durante el año. Les dejaba un trozo de leña o de carbón. Ahora, a nadie se le ocurriría apegarse a esa costumbre que la moda envolvió en olvido.
Arre, camello
Volviendo a la misteriosa ruta que habrían seguido estos Reyes, nunca hubo consenso para definirla con todos sus obstáculos y el modo de sortearlos. Pero en 2000, con los festejos de cambio de siglo y cambio de milenio, se coló un proyecto que intentó despejar algunas dudas. Un proyecto que tuvo como protagonistas a 60 hombres representantes de distintas religiones. El dueño de la idea fue Robin Wainwright, un californiano de buen pasar que cumplió el sueño de recrear el viaje de los Reyes Magos. En septiembre de 2000 reunió a más de 60 peregrinos para seguir una ruta de 1.600 kilómetros. Tardaron 83 días entre preparativos y viaje para llegar a Belén. Y probaron que un recorrido tan extenso no es imposible si los camellos están bien equipados y se organizan los períodos de marcha y descanso. El entusiasmo los llevó a cruzar por Irak, Siria, Jordania y Cisjordania. Los viajeros llegaron a Belén en procesión, alumbrados por velas, en medio de una fiesta organizada por los vecinos de Belén mientras se escuchaba Noche de Paz desde unos parlantes. La ruta que siguieron (en la infografía es la número 1) fue trazada teniendo en cuenta viejos mapas y relatos de textos antiguos. El viaje intentó reflejar las condiciones y dificultades que tuvieron los Reyes.
Se hizo sobre camellos, equipados con buenas sillas de montar y tiendas portátiles que se deplegaban por la noche. Wainwrigth siempre estuvo vestido de blanco y con un turbante en la cabeza.
Nancy, su esposa, viajó a bordo de un camello de 2,5 metros de altura. Y llegaron, como los Reyes. •
2007-01-11 07:04:51
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answer #1
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answered by GLOria! 4
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