Leonardo di Ser Piero da Vinci (Anchiano, Italia, 15 de abril de 1452 – Cloux, Francia, 2 de mayo de 1519), (que no se ha de confundir con Leonardo Vinci (1690-1730), músico italiano) fue un arquitecto, escultor, pintor, inventor, físico, astrónomo, geólogo, geométra, botanista, alquimista, inventor visionario, ingeniero mecánico, el hombre del renacimiento por excelencia.
Nació en las afueras de Florencia, en la pequeña localidad de Anchiano en 1452, aunque para otros nació en Vinci, de ahí su "apellido", antes de que se adoptaran las convenciones de nombres actualmente vigentes en Europa, por lo que a su nombre de pila se añadió el de su padre (Ser Piero) y la localidad de nacimiento siendo entonces "Leonardo di Ser Piero da Vinci". Sin embargo, Leonardo acostumbraba firmar sus trabajos como Leonardo o Io, Leonardo), es decir, sin emplear el nombre de su padre, lo que induce a pensar que era hijo ilegítimo. Desde niño mostró aptitudes para las artes plásticas, principalmente el dibujo. Poseía una gran capacidad de observación lo que le valió no sólo a su obra artística sino también a otros temas que estudió como la física (principalmente la mecánica) la música o el naturalismo (ahora biología), un gran realismo y naturalidad.
Leonardo creció con su padre en Florencia. Desde temprana edad se destacó en la pintura, la geometría, la mecánica y la música. Por diversas constancias documentales, podemos afirmar que llegó a preconcebir el avión, el carro de combate, el esnórquel de buceo, el paracaídas y un artefacto parecido al helicóptero. Además hizo certeras observaciones sobre diversos restos de fósiles. A lo largo de su vida, Leonardo se mantuvo como vegetariano por razones éticas. Sus primeros bocetos eran de tal calidad que tan pronto como su padre los mostró al pintor Andrea del Verrocchio este tomó al joven de catorce años como aprendiz. Posteriormente Leonardo montó su propio taller como pintor independiente en Florencia.
Leonardo mantuvo su vida privada particularmente en reserva, yendo al extremo de escribir sus diarios utilizando una forma de encriptación básica (escribiendo especularmente, de manera que había que utilizar un espejo para poder leer sus escritos al derecho), no constituyendo ello un código propiamente tal, pero que bastaba para dificultar suficientemente la lectura de sus escritos. Afirmaba también tener una falta de interés en la relaciones físicas involucradas en la procreación humana. Estos comentarios de Leonardo fueron interpretados por Freud como indicativos de una libido homosexual, la cual era sublimada a través de su investigación científica y de su expresión artística. Ciertamente Leonardo se rodeó de jóvenes atractivos durante su vida y permitió que su arte reflejara una apreciación de la belleza masculina. Sus relaciones con jóvenes, la ausencia de relaciones duraderas con mujeres así como registros históricos, han llevado a concluir a algunos historiadores que Leonardo tenía un fuerte interés erótico, enfocado casi exclusivamente hacia lo masculino.
Para otros historiadores, en realidad, el arte de Leonardo refleja la búsqueda incensante del andrógino, concepto que va más allá de la sexualidad, del hombre y la mujer y que engloba ambos en un ente único autosuficiente, perfecto y superior. De ahí que en sus estudios y pinturas tienda a homologar los rasgos femeninos con los masculinos dando lugar a mujeres parecidas a mancebos y hombres de rasgos femeninos. El mismo Leonardo ya en su juventud encontraba desagradables las relaciones sexuales de cualquier tipo, decía que en ellas el ser humano perdía su dignidad, por lo que la belleza para Leonardo se limitaba a la cuestión estética de la pose o la imagen que pudiera proyectar una persona.
Este ha sido un punto sumamente polémico que ha dado lugar a muchísimas interpretaciones, pero hay que estudiar el pensamiento reinante en la italia del siglo XV y el contexto ideológico y cultural de Leonardo para entender su punto de vista.
Entre 1482 y 1499 trabajó para el duque de Milán Ludovico Sforza y mantuvo su propio taller, en el que trabajaban varios aprendices. El duque se maravilló de todos los conocimientos que dominaba Leonardo: pintura, dibujo, mecánica, ingeniería militar y ciencias naturales. Podía hacer esculturas en mármol, bronce o terracota. También pequeños cañones (bombardas), trazar caminos y construir pontones. En unas de sus obras utilizó setenta toneladas de bronce que habían sido reunidos para la realización de la estatua de un enorme caballo de bronce, pero se fundieron para fabricar cañones para el Duque en un intento de salvar Milán de los franceses bajo el reinado de Carlos VIII de Francia en 1495.
En 1506 Leonardo se encuentra con el Conde Francesco Melzi, de quince años, hijo de un aristócrata de Lombardía y que poseía una gran apostura. Luego de tempestuosas escenas de celos, Salai acepta un nuevo arreglo en su relación con Leonardo, y los tres llevan a cabo varias giras a través de Italia. Aunque Salai fue siempre presentado como su discípulo, jamás produjo la más mínima obra. Melzi, de todos modos, se convirtió en su discípulo y compañero de toda la vida.
Leonardo permaneció en Milán por un tiempo, hasta que una mañana se encontró con que arqueros franceses estaban usando su modelo de arcilla a escala real del caballo como blanco de práctica para el tiro. Abandonó entonces Milán, junto a Salai y su amigo Luca Pacioli (que era inventor y contador), yendo a Mantua, mudándose de nuevo a los dos meses hacia Venecia y volviendo a Florencia a finales de abril del 1500.
Desde 1513 a 1516 vivió en Roma, donde en ese momento trabajaban pintores como Rafael y Miguel Ángel; no tuvo sin embargo mucho contacto con estos artistas. De todas maneras se cree que la presencia de Leonardo fue de importancia capital para el cambio de sitio del "David", la obra maestra de Miguel Angel, quien al parecer estaba disgustado por ello.
En 1518, Salai abandonó a Leonardo y retornó a Milán, donde más adelante perecería en un duelo. El rey llegó a convertirse en un amigo cercano del artista.
Falleció una semana antes de su 67 cumpleaños, en Cloux, Francia, en 1519 en los brazos del Rey Francisco I. De acuerdo a sus deseos, 60 mendigos siguieron su ataud. Fue enterrado en la capilla de Saint-Hubert en el Castillo de Amboise. Melzi su principal heredero y albacea, pero Salai no fue olvidado: recibió la mitad del viñedo de Leonardo.
Leonardo es bien conocido por su obra pictórica, entre la que destacan La Gioconda (Mona Lisa), (actualmente en el museo del Louvre de París) y La última cena. Sin embargo, hasta nuestros días sólo han llegado 70 pinturas y ninguna de sus esculturas.
Otras obras pictóricas características del autor son:
* Ginebra de Benci, 1476, Galería Nacional de Arte (Washington).
* La batalla de Anghiari, 1503-1505, destruido.
* La Virgen de las Rocas, en sus dos versiones: la pintada en 1483-86 y que se exhibe en el Museo del Louvre, París; y la datada 1495-1508, en la National Gallery de Londres.
* La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana, h. 1510, Museo del Louvre, París.
* San Juan Bautista, h. 1515, Museo del Louvre, París.
Leonardo era un pintor compulsivo que a menudo planeaba grandes obras pictóricas para abandonarlas sin terminar. En 1481 se le encargó la decoración del altar La adoración de los Magos. Después de grandes proyectos y numerosos bocetos, la obra fue abandonada sin terminar cuando Leonardo se trasladó a Milán.
Allí invirtió algunos años planeando y realizando modelos de la estatua de un monumental caballo de bronce de 8 m que iba a alzarse en Milán. A causa de la guerra con Francia, el proyecto nunca se llevó a cabo. Por iniciativa privada, se construyó en 1999 en Nueva York una estatua construida según sus planos que fue donada a la ciudad de Milán, donde se erigió.
De regreso a Florencia, recibió el encargo para la ejecución de un mural público junto con Miguel Ángel, que fue el elegido para ornar la pared opuesta. Tras realizar una gran variedad de estudios para el proyecto, abandonó la ciudad.
Hombre de Vitruvio
Hombre de Vitruvio
Sus detallados estudios de la anatomía, como por ejemplo el Hombre de Vitruvio, son quizá más impresionantes que sus trabajos pictóricos, al igual que sorprenden aún sus trabajos sobre ingeniería, los pájaros, el vuelo y otras áreas que suscitaron su insaciable curiosidad.
Sus elucubraciones sobre temas técnicos y científicos eran registrados por Leonardo con minuciosidad y en ellos se combinaba perfectamente el arte con la ciencia para representar de la mejor manera posible la materialización de sus ideas. Sin embargo, y con cierto afán críptico, como si no quisiera desvelar del todo sus descubrimientos, Leonardo, que era zurdo, realizaba sus escrituras reflejadas, escribiendo de derecha a izquierda.
En 1502 Leonardo proyectó un puente de 240 m de luz que formaba parte de un proyecto de construcción para el Sultán Bayaceto II de Constantinopla. La obra jamás se realizó, sin embargo, en 2001, la idea se resucitó para la construcción de un puente en Noruega basado en el diseño de Leonardo.
Dotado de una aguda capacidad de observación, su aproximación a la ciencia nunca destacó por sus explicaciones teóricas ni por recurrir a experimentos; en cambio, para comprender los fenómenos que le interesaban los describía y dibujada hasta sus últimos detalles; planeando realizar una gran enciclopedia basada en detallados dibujos de todo lo conocido.
La última cena
La última cena
Sus notas contienen dibujos de numerosas innovaciones como diversas máquinas para volar, un helicóptero, armas de fuego, tanques armados, un submarino y un dispositivo con engranajes que se cree era una máquina para calcular.
El 3 de enero de 1496 ensayó una de sus máquinas para volar sin éxito.
Leonardo nunca publicó o distribuyó los contenidos de sus manuscritos que permanecieron inéditos hasta el siglo XIX cuando pudieron conocerse sus contribuciones al desarrollo técnico y científico. Por esta razón L. Sprague de Camp le considera no como el primer ingeniero moderno, sino como el último de los ingenieros de la antigüedad, haciendo notar que tras la época de Leonardo se formalizó la publicación de los descubrimientos científicos. Sus contribuciones a otras artes, por ejemplo la escultura, y a ciencias como ingeniería, mecánica, física, biología, arquitectura, anatomía, geología y matemáticas fue decisiva. Considera a estas últimas como la llave de la naturaleza. Aunque su obra conocida en esta especialidad no está escrita con suficiente rigor ni los resultados obtenidos fueron decisivos en aquel momento, merece, sin embargo, ser considerado en la historia del pensamiento matemático universal por sus prodigiosas intuiciones, en particular, las de carácter geométrico. Algunas de ellas se plasmaron en realidades en los siglos posteriores.
También interesaba a Leonardo el arte culinario, al que aportó innovaciones importantes, que han quedado reflejadas en un libro de cocina que redactó (Que se ha llamado tentativemente, Códice Romanoff).
[editar] Legado. Los manuscritos de Leonardo da Vinci
Leda y el cisne, según Leonardo da Vinci
Leda y el cisne, según Leonardo da Vinci
Luego de la muerte de Leonardo, y habiéndolo estipulado en su testamento, algunos libros, todos sus cuadernos de notas, dibujos y otros papeles, que reflejaban cabalmente su obra y pensamiento, quedaron bajo la custodia de su fiel discípulo Francesco Melzi.
Melzi, quien, consciente de la magnitud de la obra del maestro, se entregó a la ardua tarea de ordenar y catalogar las miles de hojas con anotaciones y dibujos de diversa índole, escritas por ambas caras, salpicadas de numerosas ideas, dibujos y bocetos. Objetivo que logró satisfactoriamente, en la tranquilidad de su hermosa villa en Vaprio D'adda, una localidad cerca de Milán, lugar a donde llevó su valiosa herencia, dándole al legado de su maestro una unidad bastante notable, utilizando para ello, un criterio lógico y simple. De lo recopilado, el resultado más coherente y terminado fue su "Tratado de la pintura", cuyo contenido se transcribió, años más tarde, a lo que se llamó el Códice de Urbino, conservado hasta hoy en la biblioteca del Vaticano.
Lamentablemente, lo que parecía ya seguro en manos de Melzi, comenzará a fragmentarse, lentamente, a partir de su muerte, acaecida en 1570, cuando sus bienes se reparten entre sus 5 hijos. Orazio Melzi, uno de ellos, fue quien se quedó con la totalidad de los cuadernos y papeles ordenados por su padre, pero ignorando el valor de estos y no sabiendo que hacer con ellos, los amontonó en una bodega, donde permanecieron deteriorándose.
En algún momento fueron hallados por Lelio Gavardi, preceptor de la Casa Melzi. Como juzga muy bien la importancia del descubrimiento, piensa en la manera de llevarse parte de este tesoro. Así, al poco tiempo, logra sustraer 13 manuscritos. Con el plan de obtener algún beneficio económico, intenta venderlos a algunos personajes notables, pero fracasa en varias oportunidades. Ya preocupado, y a causa de la intervención de un tercero, decide devolverlos. De esta forma comienza el ir y venir de los documentos y otros más, a manos de distintos interesados e inescrupulosos que se habían enterado del importante hallazgo, generándose la ya mencionada y ominosa fragmentación, y la inexorable dispersión de lo laboriosamente conseguido por Francesco Melzi.
Los destinos de los manuscritos fueron tomando, con el curso del tiempo y las circunstancias de la historia, diversos caminos. Hoy los principales manuscritos de Leonardo se encuentran repartidos por varios países. En Europa se distribuyen entre Italia, Francia, Inglaterra y España. Y en el nuevo mundo, podemos hallarlos en Estados Unidos. En tanto hojas sueltas están aún dispersas en distintos lugares del Viejo Continente.
En 1994 Bill Gates adquirió uno de sus manuscritos (Códice Hammer, anteriormente Leiceter) por 25 millones de dólares.
2007-01-09 13:58:09
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answer #1
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answered by talitah21 6
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