el cielo que vemos es el espacio, si es q existe... pero un cielo como tal y lo pintan con angeles y santos y todo lo demas, q los muertos se van para allá eso, no existe... y el infierno tampoco, para mi el cielo y el infierno que la gente tanto nombra es la nobleza y la maldad que existe entre nosotros aquí en la tierra!!!!!! esa es mi forma de pensar...
2007-01-10 09:44:59
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answer #1
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answered by DWay 4
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El Infierno es una de las realidades más cuestionadas y atacadas, tal vez por un mecanismo de evasión del justo castigo que espera a los que ofendamos a Dios y dejemos de aprovechar la oportunidad y las oportunidades que El mismo nos da de arrepentirnos para perdonarnos, y asà poder llegar, no al Infierno, sino al Cielo.
Respecto del Infierno hay errores muy difundidos: unos creen que el Infierno no existe. Otros creen que sà existe, pero que allà no va nadie, aduciendo que Dios es infinitamente bueno. Pero no hay que olvidar que Dios es, al mismo tiempo, infinitamente justo.
Recordemos, también, que el propio Jesucristo nos habló en varias ocasiones sobre la posibilidad que tenemos de condenarnos. Y no sólo nos habló de esa posibilidad, sino que, además, varias veces nos describió ese lugar de castigo eterno. He aquà algunas descripciones por boca de Jesús:
“Los malvados ... los arrojará en el horno ardiente. Allà será el llanto y el rechinar de dientes” (Mt. 13, 42). “Y a ese servidor inútil échenlo en la oscuridad de allá afuera: allà habrá llanto y desesperación” (Mt.25,30). “Malditos: aléjense de MÃ, al fuego eterno” (Mt. 25, 41).
El Infierno es una realidad innegable. De hecho, el Infierno es de creencia obligatoria para los Católicos, y es de los dogmas de nuestra fe que presenta mayor número de textos de la Sagrada Escritura que lo sustentan, en los cuales por cierto aparece con diferentes nombres (abismo, horno de fuego, fuego eterno, lugar de tormentos, tinieblas exteriores, gehena, muerte segunda, fuego inextinguible etc.).
Coinciden los Teólogos en que la más horrenda de las penas del Infierno es la pérdida definitiva y para siempre del fin para el cual hemos sido creados los seres humanos: la posesión y el gozo de Dios, viéndolo “cara a cara”.
Ya que únicamente Dios puede satisfacer el ilimitado deseo de felicidad que El mismo ha puesto en nuestra alma para ser satisfecho sólo por El, puede comprenderse cuán grande puede ser la pena de no poder disfrutar de lo que se denomina la Visión BeatÃfica. Para resumir esta pena en palabras de San AgustÃn, “es tan grande como grande es Dios”.
Otro de los tormentos del Infierno es el sentido de eternidad. Es un sitio de fuego, pero es un fuego distinto al que conocemos en la tierra, pues afectará nuestra alma y nuestro cuerpo, pero no nos destruirá. Es un fuego que no se extingue, ni extingue, sino que es eterno, sin descanso, sin tregua, sin fin ... para siempre ... “El fuego no se apaga, pues han de ser salados con fuego”, nos dijo Jesucristo (Mc. 9, 48-49). Significa esto que el fuego funciona como la sal: es un fuego que conserva y que penetra todo nuestro ser, pues cuerpo y alma recibirá el tormento del infierno.
Y estos horrores del Infierno no deben servir para desviar la atención. Los horrores del infierno no son para que pensemos ¡qué malo es Dios! sino para darnos cuenta del horror del pecado.
¿Por qué existe el Infierno si Dios es tan bueno?
La Voluntad de Dios es que todos los hombres lleguen a disfrutar de la Visión BeatÃfica. Dios no predestina a nadie al Infierno. Para que alguien se condene es necesario que tenga una aversión voluntaria a Dios, un enfrentamiento o una rebeldÃa contra El y, además, que persista en esa actitud hasta el momento de la muerte (Ver. Catecismo de la Iglesia Católica #1037).
Dios es, infinitamente Bueno, es cierto. Pero Dios es también infinitamente Justo. Todos los atributos de Dios tienen la misma medida: son infinitos.
Mientras vivimos en la tierra es tiempo de la Misericordia Divina. Dios nos perdona todas nuestras faltas -hasta las más graves cometidas contra El- si nos arrepentimos, si nos confesamos. Estamos en tiempo de Misericordia, mientras estamos aquÃ.
Por eso hay que aprovechar nuestra vida en la tierra como preparación para la otra Vida, la que nos espera después de la muerte. Y allà habrá Vida de felicidad perfecta en el Cielo para los que han amado a Dios aquà en la tierra. O habrá condenación eterna de castigo en el Infierno para los que han rechazado a Dios y mueren en esa condición.
Ahora bien, Dios no destina a nadie al Infierno. La voluntad de Dios es que todos los seres humanos nos salvemos. Depende de cada uno, entonces, el aprovechar o desaprovechar todos los medios que Dios pone a nuestra disposición para que alcancemos la salvación eterna.
¿Cuáles son esos medios? Los Sacramentos, principalmente el Bautismo, la Confesión, la Comunión. Tenemos también la oración ... y tantas otras gracias que Dios nos ofrece para que nos ayuden a llegar a Cielo.
Hemos nacido y vivimos en esta tierra para pasar de esta vida a la eternidad. Y allà habrá o “Vida Eterna” en el Cielo, al que podemos llegar directamente o pasando antes por un tiempo de purificación en el Purgatorio ... o habrá “muerte eterna” en el Infierno.
2007-01-12 01:35:09
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answer #3
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answered by desqui 3
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