Hierofanía: modalidad de lo sagrado. Objetos o sujetos que expresan lo sagrado para el hombre.
Teofanía: manifestación divina
Ex-nihilo: de la nada
Pan y vino: Transubstanciación
Panteísmo: doctrina filosófica que no distingue el ser de Dios del ser del mundo.
Increado: bueno, te pongo los apuntes sobre el "ser subsistente", espero te sirvan.
El «Ser subsistente» es la esencia metafísica de Dios. Pero, además de ésto, el «Ser subsistente», cumple todas las condiciones exigidas al constitutivo formal de Dios en cuanto causa primera del ser finito. Veámoslo.
1. El «Ser subsistente» es un atributo exclusivo de Dios. Todos los demás seres que no son Dios —cuarta vía— tienen el ser recibido o participado (por eso lo tienen limitado), pero Dios no tiene el ser recibido, sino por esencia. Luego sólo a Dios le compete el «Ser subsistente».
2. El «Ser subsistente» es expresivo de la misma esencia de Dios en cuanto El es causa primera del ser finito. Es claro —ya lo hemos hecho notar anteriormente— que el «Ser suhsistente» no es la expresión de la esencia de Dios en cuanto es Dios. Pero tampoco es eso lo que pretende designar el constitutivo formal metafísico que aquí hemos fijado. En cambio, si a Dios se le considera como causa primera del ser finito, no hay ningún concepto que exprese con más precisión, con mayor profundidad, la esencia de Dios que el «Ser subsistente».
3. El «Ser subsistente» es el primer atributo de Dios en el orden del ser. Y repitamos que aquí, al hablar de Dios, lo consideramos en cuanto causa primera del ser finito. Efectivamente nada hay anterior en el orden del ser (no en el orden de nuestro conocimiento), en Dios, que el «Ser subsistente», porque a éste no lo podemos deducir de ningún otro atributo, y sí todos los demás atributos de él.
4. El «Ser subsistente» es la fuente de donde se originan, en el orden del conocimiento, todos los demás atributos divinos que pueden ser alcanzados por la sola luz natural. Como vamos a ver dentro de un momento, no hay ni uno solo de los atributos divinos que inmediata o mediatamente no pueda deducirse del «Ser subsistente».
Si Dios es absolutamente simple, y universalmente perfecto y bueno por esencia, e infinito, e inmenso, e inmutable y eterno, y máximamente uno, etc., etc., es sencillamente porque es el «Ser subsistente».
5. El «Ser subsistente» es también el fundamento último de toda distinción entre Dios y el resto de los seres.
2007-01-08 01:43:56
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answer #1
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answered by Totús de Kaa- homemade 5
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la hierofania: El acto de manifestación de lo sagrado. Solo implica que algo sagrado se nos muestra.
…Para aquellos que tienen una experiencia religiosa, la Naturaleza en su totalidad es susceptible de revelarse como sacralidad cósmica. El Cosmos en su totalidad puede convertirse en una hierofanÃa. El hombre de las sociedades arcaicas tiene tendencia a vivir lo más posible en lo sagrado o en la intimidad de los objetos consagrados.
La Sociedad Moderna habita un Mundo desacralizado
y teofania: El 6 de enero se celebraba desde tiempos inmemoriales en Oriente, pero con un sentido pagano: En Egipto y Arabia, durante la noche del 5 al 6 de enero se recordaba el nacimiento del dios Aion. CreÃan que él se manifestaba especialmente al renacer el sol, en el solsticio de invierno que coincidÃa hacia el 6 de Enero. En esta misma fecha, se celebraban los prodigios del dios Dionisio en favor de sus devotos.
Teofania:El Evangelio luego dice que esta Palabra (que es Dios) vino a la tierra y tomó forma humana (Jn 1,1.14), y habitó entre los hombres (como Jesús). Esto es lo que los cristianos llaman encarnación, y requiere lo que luego los teólogos llamarÃan una unión hipostática. Según muchos han notado, la rara palabra griega que Juan usa para "habitar" en este pasaje significa habitar como en una tienda, lo que es interpretado usualmente como un paralelismo a la tienda en la cual Dios hablaba con Moisés, en especial porque Juan se refiere a la "gloria" que también bajó a la tienda donde Moisés escuchaba a Dios, y que acompañaba a la presencia local de Dios. Por esta y otras razones, los cristianos creen en Jesús como completanemte Dios y completamente humano, aunque manteniendo la distinción entre su divinidad y su humanidad. El evangelio de Juan enfatiza esta unión paradójica y esta distinción de naturalezas afirmando que "nadie ha visto a Dios" (Jn 1,18), aún cuando los hombres han visto a Jesús; y que "la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios" (Jn 1,1). Por este testimonio de Juan, la conclusión es que Dios se vuelve especÃficamente inmanente a través de la teofanÃa fÃsica de Jesús.
La fiesta de la EpifanÃa sustituyó a los cultos paganos de Oriente relacionados con el solsticio de invierno, celebrando ese dÃa la manifestación de Jesús como Hijo de Dios a los sabios que vinieron de Oriente a adorarlo. La tradición pasó a Occidente a mediados del siglo IV, a través de lo que hoy es Francia.
LA segunda pregunta Creatio (ex nihilo). Creación ex nihilo – Sin Dios. Alguna gente teme el hecho de que la fÃsica moderna proclama que ciertas cosas – quizá el Universo completo – pueden de hecho surgir de la nada por procesos naturales. Este documento es un intento de recopilar citas que explican como se supone que funciona este proceso.
La tercera es aquello que no vemos, pero que creemos por fe. EucaristÃa/Misa, Transubstanciacion.
Estimemos por «justa y conveniente» la palabra exacta que expresa la conversión del pan y del vino: ¡Transustanciación!
«La Presencia Real»
1. Verdadera, real y sustancial
Nos enseña la santa fe católica que Nuestro Señor Jesucristo está verdadera, real y sustancialmente presente, en el SantÃsimo Sacramento del altar. Es sacramento porque es signo sensible –pan y vino–, y eficaz –produce lo que significa–, de la gracia invisible y porque contiene al Autor de la gracia, al mismo Jesucristo nuestro Señor.
¿Qué quiere decir verdadera?
Verdadera quiere decir que su presencia no es en mera figura (como en una foto), como querÃa Zwinglio, sino en verdad.
¿Qué quiere decir realmente?
Realmente quiere decir que su presencia no es por mera fe subjetiva (no porque uno asà lo opine), como querÃa Ecolampadio, sino en la realidad.
¿Qué quiere decir sustancialmente?
Sustancialmente quiere decir que la presencia del Señor en la EucaristÃa no es meramente virtual (como la usina eléctrica está virtualmente presente en el foco de luz), como querÃa Calvino, sino según el mismo ser de su Cuerpo y Sangre que asumió en la Encarnación.
El Concilio de Trento enseña que: «Si alguno negare que en el SantÃsimo Sacramento de la EucaristÃa se contiene verdadera, real, y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre, juntamente con el alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema».
Doctrina que recoge el reciente Catecismo de la Iglesia Católica: «Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros (Ro 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, allà donde dos o tres estén reunidos en mi nombre (Mt 18,20), en los pobres, los enfermos, los presos, en los sacramentos de los que Ãl es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero, “sobre todo (está presente), bajo las especies eucarÃsticas”.
El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarÃsticas es singular. Eleva la EucaristÃa por encima de todos los sacramentos y hace de ella “como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos”. En el santÃsimo sacramento de la EucaristÃa están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero.” “Esta presencia se denomina ‘real’, no a tÃtulo exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente”».
De tal modo, que Nuestro Señor Jesucristo está presente en la EucaristÃa con el mismo Cuerpo y Sangre que nació de la Virgen MarÃa, el mismo cuerpo que estuvo pendiente en la cruz y la misma sangre que fluyó de su costado.
2. De la Transubstanciación
Nuestro Señor se hace presente por la conversión del pan y el vino en su Cuerpo y Sangre. Esa admirable y singular conversión se llama propiamente «transubstanciación», no consustanciación, como querÃa Lutero.
Se dice admirable porque es un misterio altÃsimo, superior a la capacidad de toda inteligencia creada. ¡Es el Misterio de la fe! Se dice singular porque no existe en toda la creación ninguna conversión semejante a esta.
En la transubstanciación toda la substancia del pan y toda la sustancia del vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo. De tal manera que bajo cada una de las especies y bajo cada parte cualquiera de las especies, antes de la separación y después de la separación, se contiene Cristo entero.
Es de fe, por tanto, que de toda y sola la substancia del pan y del vino se transubstanÂcia en toda y sola la sustancia del cuerpo y sangre de Cristo. Ahora bien, ¿qué es lo que permanece? Permanecen, sin sujeto de inhesión, por poder de Dios, en la EucaristÃa los accidentes, especies o apariencias del pan y del vino.
¿Cuáles son? Los accidentes que permanecen después de la transusbtanciación son: peso, tamaño, gusto, cantidad, olor, color, sabor, figura, medida, etc, de pan y de vino. Sólo cambia la sustancia.
Por la fuerza de las palabras bajo la especie de pan se contiene el Cuerpo de Cristo y, por razón de la compañÃa o concomitancia, junto con el Cuerpo, por la natural conexión, se contiene la Sangre, y el alma y, por la admirable unión hipostática, la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Y, ¿qué se contiene por razón de las palabras bajo la especie del vino? Por razón de las palabras se contiene la Sangre de Cristo bajo la especie del vino y, por razón de la concomitancia, junto con la Sangre, por la natural conexión, se contiene el Cuerpo, el Alma y, por la unión hipostática, la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: «Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento. Los Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe de la Iglesia en la eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del EspÃritu Santo para obrar esta conversión. AsÃ, san Juan Crisóstomo declara que: “No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras, pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es mi Cuerpo, dice. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas”.
Y san Ambrosio dice respecto a esta conversión: “Estemos bien persuadidos de que esto no es lo que la naturaleza ha producido, sino lo que la bendición ha consagrado, y de que la fuerza de la bendición supera a la de la naturaleza, porque por la bendición la naturaleza misma resulta cambiada... La palabra de Cristo, que pudo hacer de la nada lo que no existÃa, ¿no podrÃa cambiar las cosas existentes en lo que no eran todavÃa? Porque no es menos dar a las cosas su naturaleza primera que cambiársela”».
“Porque Cristo, nuestro Redentor, dijo que lo que ofrecÃa bajo la especie de pan era verdaderamente su Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación”».
3. Omnipotencia de Dios
El sacerdote ministerial predica la Palabra de Dios, presenta a Dios los dones de pan y vino, los inmola y los ofrece al transubstanciarlos en el Cuerpo y la Sangre del Señor, obrando en nombre y con el poder del mismo Cristo, de modo tal que, por sobre él sólo está el poder de Dios, como enseña Santo Tomás de Aquino: «El acto del sacerdote no depende de potestad alguna superior, sino de la divina», de tal modo, que ni siquiera el Papa, tiene mayor poder que un simple sacerdote, para la consagración del Cuerpo de Cristo: «No tiene el Papa mayor poder que un simple sacerdote».
«Al mandar a los Apóstoles en la Ãltima Cena: Haced esto en memoria mÃa (Lc 22,19; 1Cor 11,24.25), les ordena reiterar el rito del Sacrificio eucarÃstico de mi Cuerpo que será entregado y de mi Sangre que será derramada (Lc 22,19; 1Cor 11,24.25). Enseña el Concilio de Trento que Jesucristo, en la Ãltima Cena, al ofrecer su Cuerpo y Sangre sacramentados: “a sus apóstoles, a quienes entonces constituÃa sacerdotes del Nuevo Testamento, a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio, les mandó ... que los ofrecieran”».
Y esto por el poder divino, ya que existe «en la misma transformación, una selección que indica penetración extraordinaria; dentro de una misma cosa material hay algo que cambia y algo que permanece inmutable; además el cambio produce algo nuevo...». En la Divina Invocación, como llamaban muchos Santos Padres a la consagración, se da:
1. Una selección: entre la substancia y los accidentes;
2. Una penetración extraordinaria: distinguir ambos elementos, para que desaparezca uno y permanezca el otro;
3. Algo nuevo aparece: el Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Cristo, bajo especie ajena, o sea, sacramental.
Por esto, la conversión del pan y del vino en la Misa, implica dificultades más grandes que respecto a la creación del mundo, como dice Santo Tomás de Aquino: «En esta conversión hay más cosas difÃciles que en la creación, en la que sólo es difÃcil hacer algo de la nada. Crear, sin embargo, es propio de la Causa Primera, que no presupone nada para su operación. Pero en la conversión sacramental (de la EucaristÃa) no sólo es difÃcil que este todo (el pan y el vino) se transforme en este otro todo (el Cuerpo y la Sangre de Cristo), de modo que nada quede del anterior, cosa que no pertenece al modo corriente de producir, sino que también queden los accidentes desaparecida la substancia...».
Y admiremos siempre el poder de Dios que allà se manifiesta, como lo hace el pueblo fiel que dice, con las palabras del Apóstol Tomás, después de ocurrida la transustanciación: ¡Señor mÃo y Dios mÃo! (Jn 20,28).
El panteÃsmo (en griego: pan, "todo" y theos, "dios": literalmente "Dios es todo" y "todo es Dios") es una doctrina filosófica según la cual el Universo, la naturaleza y Dios son equivalentes o que la ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) son representados o personificados con el principio teológico de "Dios".
El panteÃsmo, creencia de que Dios engloba todas las cosas en el universo (aunque este tipo de creencia sea en la historia una idea filosófica más que una creencia religiosa); y panenteÃsmo, una creencia según la cual cada criatura es un aspecto o una manifestación de Dios, que es concebido como el actor divino que desempeña a la vez los innumerables papeles de humanos, animales, plantas, estrellas y fuerzas de la naturaleza.
El panteÃsmo no implica necesariamente la creencia en un dios personal ni en un ente sobrenatural con consciencia y voluntad, por eso hay una corriente del panteÃsmo llamada PanteÃsmo Ateo.
Segun la tologia dice que Dios es increado porque se supone que el mismo se creo y esto es lo que se acepta,Dios es Dios.
No creo necesario responder las otras. Ya las han realizado.
Bendiciones del Señor Jesus.
2007-01-08 10:45:23
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answer #8
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answered by Anonymous
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