Alejandro III de Macedonia, apodado Alejandro Magno por los romanos (en griego Μέγας Αλέξανδρος, transliterado cómo Megas Alexandros), rey de Macedonia, nacido el 21 de julio de 356 adC, muerto el 13 de junio de 323 (reinando de 336 a 323 adC), conquistador del Imperio Persa. Es reconocido como uno de los líderes militares más importantes de todos los tiempos.
Nacimiento e infancia
Hijo de Filipo II, rey de Macedonia (dinastía de los Argéadas), y de Olimpia, princesa de la Casa Real de Epiro. Se cuenta que el día de su nacimiento se tuvo noticia en la capital de tres triunfos: el del general Parmenión frente a los Ilirios, el fin victorioso del sitio a una ciudad portuaria por su padre y la victoria del carro del rey en competición, lo que fueron considerados increíbles augurios. Probablemente fueran invenciones posteriores, a raíz de la leyenda que dejó este personaje. Alejandro era de hermosa presencia, cutis blanco, cabello castaño claro y ondulado, ojos grises, y tenía el hábito de inclinar ligeramente la cabeza sobre el hombro derecho.
Su educación fue inicialmente dirigida por Leónidas, un maestro macedonio que daba clases a los hijos de la más alta nobleza, el cual lo inició en los ejercicios corporales y repetidas veces lo comparaba con el héroe Aquiles. Sin embargo a los trece años, pronto fue puesto al cuidado de Aristóteles, quien sería su maestro en un retiro en la ciudad macedonia de Mieza el cual le enseñó a Alejandro la política, la elocuencia y la historia natural. Sabía de memoria los poemas homéricos y todas las noches colocaba La Ilíada debajo de su lecho.
Muy pronto (340 adC) su padre lo asoció a tareas del gobierno nombrándolo regente, a pesar de su juventud. En el 338 adC dirigió la caballería macedónica en la batalla de Queronea, siendo nombrado gobernador de Tracia ese mismo año. Desde pequeño, Alejandro demostró las características más destacadas de su personalidad: activo, enérgico, sensible y ambicioso. Es por eso que a pesar de tener apenas 16 años, se vio obligado a repeler una insurrección armada. Se afirma que Aristóteles le aconsejó esperar para participar en batallas, pero Alejandro le respondió: "Si espero perderé la audacia de la juventud".
Se cuentan numerosas anécdotas de su niñez, siendo la más referida aquella que narra Plutarco: Filipo II había comprado un gran caballo al que nadie conseguía montar ni domar. Alejandro, aun siendo un niño, se dio cuenta de que el caballo se asustaba de su propia sombra y lo montó dirigiendo su vista hacia arriba, hacia el Sol. Su padre le dijo tras domar a su caballo, Bucéfalo: "Macedonia es demasiado pequeña para ti". En efecto, Alejandro quedaba libre para empezar la guerra contra Persia.
Un nuevo matrimonio de su padre, que podría llegar a poner en peligro su derecho al trono (no conviene olvidar que el mismo Filipo fue regente hasta la mayoría de edad de su sobrino, pero se adueñó del trono) le alejó de su padre. Es famosa la anécdota de cómo, en la celebración de la boda, el nuevo suegro de Filipo (un poderoso noble macedonio llamado Atalo) rogó porque el matrimonio diera un heredero legítimo al rey. Alejandro le echó encima el contenido de su copa, espetándole: "Y yo ¿qué soy? ¿un bastardo?". Cuando Filipo, borracho, se acercó a poner orden, Alejandro se burló diciendo ”Quiere cruzar Asia, pero ni siquiera es capaz de pasar de un lecho a otro sin caerse”. La historia le valió la ira de su padre, teniendo que huir. Sin embargo, terminaría por perdonarle.
Ascenso al poder
Después del asesinato de su padre en el año 336 adC a manos de Pausanias, un capitán de su guardia, Alejandro Magno heredó el reino cuando solamente tenía veinte años. La conspiración detrás del asesinato, aunque atribuida generalmente a una historia amorosa del rey, ha dejado a la madre de Alejandro y a los persas como posibles sospechosos.
Este momento de aparente debilidad de la monarquía macedónica supuso que toda la Grecia sometida por Filipo se alzase en armas, pero Alejandro dio resueltamente pruebas de su fuerza militar: atravesó Tesalia, sometiéndola, (ya había sido conquistada por Filipo), venció a los griegos tomando y destruyendo Tebas, y Atenas se vio obligada así a acatar su poder. Se hizo nombrar Hegemon, título que ya había ostentado su padre y que lo situaba como gobernador de toda Grecia.
Consolidada así la hegemonía macedónica, Alejandro teniendo a su disposición un estado consolidado tras las reformas internas de Filipo II, se dispuso a cumplir su último proyecto: Conquistar el Imperio Persa.
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2007-01-03 11:47:41
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answer #1
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answered by ORI$ALL3 7
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TE QUIERO ACLARAR QUE ALEJANDRO NO ERA GAY, EN AQUELLOS TIEMPOS ERA COMÃN QUE TODOS TUVIERAN RELACIONES SEXUALES CON TODOS SIN QUE ESTO TE CONVIRTIERA EN GAY, SE PODÃA, SE PRACTICABA Y ERA BIEN VISTO.
Se cuentan numerosas anécdotas de su niñez, siendo la más referida aquella que narra Plutarco: Filipo II habÃa comprado un gran caballo al que nadie conseguÃa montar ni domar. Alejandro, aun siendo un niño, se dio cuenta de que el caballo se asustaba de su propia sombra y lo montó dirigiendo su vista hacia arriba, hacia el Sol.
Ascenso al poder
Alejandro Magno murió a la edad de 32 años y abundan las hipótesis al respecto de su muerte: TeorÃas actuales señalan como causa a la enfermedad vÃrica conocida como fiebre del Nilo. Otras apuntan al envenenamiento por parte de sus generales para apoderarse del Imperio, mientras que algunas menos excentricas y más en acorde con lo extraordinario de su vida y posición, indican que tras una de las bacanales fiestas hartas de excesos que le eran habituales, después de practicar su desmedida afición a la ingesta de alcohol en la copa de Hércules (véase "cántharus" Cerámica griega) y descuidando los cambios de temperatura, cayó enfermo y falleció al poco a causa de una NeumonÃa. Actualmente se maneja la hipótesis del envenenamiento de los generales y la de la medicina aristotélica como "oficial" en esa época.
Matrimonios y sexualidad de Alejandro
Generalmente se considera que el apego emocional más grande que tuvo Alejandro fue por su compañero, comandante de caballerÃa y posible amante, Hefestión. Probablemente fueron amigos desde la niñez, dado que Hefestión también recibió educación en la corte del padre de Alejandro. Hefestión hace su aparición en la historia en el momento en que Alejandro alcanza Troya. Allà ambos amigos hacen sacrificios en los altares de los héroes de la IlÃada; Alejandro honrando a Aquiles y Hefestión a Patroclo. Como Aeliano (o Eliano) en su Varia Historia (12,7) afirma, “De esa manera Alejandro implicó que él (Hefestión) era su objeto de amor. Posteriormente, a lo largo de su vida, Alejandro se casó con varias princesas de los anteriores territorios persas: Roxana de Bactriana, Estateira, hija de Dario III, y Parysatis, hija de Oco. Alejandro fue padre de al menos dos niños: Hércules, nacido en el 327 adC de su concubina Barsine, hija del sátrapa Artabazo II de Frigia Helespóntica, y Alejandro IV de Macedonia, de Roxana, en el 323 adC. Curtió mantiene que Alejandro también tomó como amante a “... Bagoas, un eunuco de excepcional belleza y en la flor de su juventud, con el cual DarÃo habÃa intimado y con el cual Alejandro luego intimarÃa” . Eumenes escribe que, antes de aventurarse aún más al Este, Alejandro instaló a Bagoas en una villa en las afueras de Babilonia y requirió a todos sus oficiales y cortesanos a rendirle honores . El favor de Alejandro por Bagoas es también obvio con el subsiguiente nombramiento de éste como uno de los trierarcas,. Cualquiera que fuese su relación con Bagoas, no fue impedimento para que éste tuviese relaciones con su reina: seis meses después de la muerte de Alejandro, Roxana dio a luz a su hijo y heredero Alejandro IV. Además de Bagoas.
2007-01-05 02:42:57
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answer #2
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answered by nitzahom 5
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La figura de Alejandro Magno quizá sea de las más atractivas de la Historia. En sus treinta y tres años consiguió conquistar el mayor Imperio alcanzado hasta ese momento, llegando a las tierras bañadas por el Indo y dominando la mayor parte del continente asiático. Sus hazañas le han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo largo de su vida. Hijo del rey Filipo II de Macedonia y de la princesa Olimpia, perteneciente a la familia real del Epiro, Alejandro nació en el mes de agosto de 356 a. C. La sucesión al trono macedonio correspondía a un hermanastro llamado Arrideo, hijo de Filipo y una bailarina, pero fue tajantemente rechazado por su deficiencia mental. Esta situación ponía a Alejandro en primera línea sucesoria por lo que fue educado como un príncipe heredero. Su primer educador fue Leónidas, pariente de su madre, encargándose de la educación física del muchacho. Lánice sería su institutriz, aficionándole a los poemas de Homero y de Eurípides. El joven pronto manifestó una gran afición a la lectura, especialmente los poemas épicos donde se loaban a los héroes de los que descendía. Imitar a esos héroes se convertirá en una de las obsesiones de Alejandro. Tanto Leónidas como Lánice estaban vinculados a Olimpia lo que no era motivo de confianza para Filipo. El rey decidió que su heredero se educara en una auténtica academia por lo que el príncipe fue enviado a la ciudad de Mieza. Una vez formado, Alejandro fue puesto bajo la tutela de Aristóteles, quien continuó con la educación griega que estaba recibiendo. Corría el año 342 y el joven príncipe contaba con 14 años. Aristóteles impulsó el interés de su discípulo por la geografía, la medicina, la poesía, la zoología, la botánica. Entre preceptor y alumno surge una interesante relación que perdurará en el tiempo, influyendo la doctrina del filósofo en la manera de actuar de Alejandro. Paralelamente a esta formación académica, el príncipe continuó con su formación atlética y militar, crucial para los diversos hechos de armas vividos por Alejandro. Durante estos años entablará un estrecho contacto con algunos militares que se convertirán en auténticos compañeros de batalla. Uno de ellos fue Clito, hermano de Lánice, asesinado por Alejandro tras beber más vino de lo conveniente en una fiesta. Clito manifestó su rechazo a la comparación del príncipe con los dioses, así como exigió para las tropas una pequeña parcela del protagonismo obtenido tras las batallas. Estos comentarios, realizados posiblemente bajo los efluvios del alcohol, provocaron la ira de Alejandro y el asesinato de su gran amigo. Dicen los cronistas que estuvo tres días con sus noches sin beber ni comer, arrepentido de tan repulsivo acto. Será una de las numerosas muestras de la crueldad que surgía ocasionalmente en el mítico Alejandro. El mejor amigo de Alejandro sería Hefestión, su mano derecha y un fiel aliado, descubridor de varios complots contrarios a Alejandro lo que motivaría el fortalecimiento de la amistad. Hefestión fallecería víctima de los abusos de la bebida, rehusando los consejos médicos que le aconsejaban moderación. La muerte de Hefestión dejó tocado a Alejandro, quien intentó dispensar a su buen amigo honores divinos. Las relaciones con su padre no parecen muy fluidas, incluso algunos especialistas se refieren a un posible complejo de Edipo para explicar esa tumultuosa relación filial. El matrimonio de Filipo con una joven aristócrata macedonia motivaría el exilio de Olimpia, acompañada poco después por Alejandro. Se especula con la posibilidad de la participación del propio Alejandro en una conspiración contra Filipo. Un año duraba el destierro y, tras ese periodo, se producía la reconciliación entre padre e hijo, lo que motivaba el regreso de Alejandro a la corte y a sus tareas gubernamentales y militares. A los 16 años participa en su primera campaña militar, luchando contra los tribalos y los ilirios, pueblos asentados en la frontera norte del país, adquiriendo los más duros métodos militares. Dos años más tarde comandaba la caballería macedonia que destrozaba a los griegos en la batalla de Queronea (338 a. C.). Alejandro es considerado el heredero legítimo de la monarquía macedonia, estrechando desde este momento los lazos con su madre, una mujer temperamental y ambiciosa que sólo deseaba ver a su hijo en el trono. Ese carácter ambicioso también será característico de Alejandro, manifestando una compleja personalidad en la que destaca su generosidad, el autocontrol y la impetuosidad, sin menospreciar su testarudez. A medida que transcurran los años, nos encontraremos con un Alejandro desconfiado e incluso cruel en algunos momentos, mostrando el aspecto más "macedonio" de su personalidad. Para solucionar los problemas provocados por el destierro de Olimpia, Filipo decide casar a su hija Cleopatra con su cuñado, Alejandro el Epirota. Durante la ceremonia Filipo era asesinado a manos de Pausanias, lo que motivaría el ascenso de Alejandro al trono en al año 336 a. C. Desconocemos si Olimpia o Alejandro alentaron a los autores del magnicidio. El sucesor era demasiado joven y tuvo que hacer frente a un grupo de cortesanos que no eran partidarios del nuevo rey. Actuó sin condescendencia, eliminando a los especialmente peligrosos como Atalo, tío de la esposa macedonia de Filipo, o su primo Amintas. El papel desempeñado en estos momentos por su madre será crucial ya que otorgará la necesaria fortaleza al joven rey. El ascenso de Alejandro al trono contó con el inestimable apoyo de los militares que colaboraron con Filipo en sus victoriosas campañas. Una vez sofocados los problemas sucesorios, Alejandro se dispondrá a fortalecer la frontera norte, donde unos bárbaros procedentes de Centroeuropa amenazaban la integridad territorial del reino macedonio. A pesar del mayor número de las tropas enemigas, Alejandro acabó con ellos de manera fácil, poniendo de manifiesto su valentía y su capacidad estratégica. Los griegos habían apreciado en la muerte de Filipo su oportunidad para deshacerse del yugo macedonio. Tebas se erigió como cabeza de la rebelión, aprovechando que el heredero al trono macedonio era un joven e inexperto príncipe. Alejandro se dispuso a hacer frente a los opositores, poniendo en marcha una campaña contra Tebas, arrasando la ciudad, y Atenas. A los 20 años Alejandro ostentaba los cargos que fueron anteriormente de su padre: comandante supremo de la Liga Helénica, comandante en jefe de la Liga de Corinto y presidente de la Liga Tesalia. De esta manera se ponía de manifiesto que el joven rey era el dueño absoluto de Grecia, continuando la política expansionista de su padre, de quien heredó la inteligencia política y la energía. Las tropas estaban dispuestas para la lucha. Las temidas falanges macedonias, constituidas por aguerridos y fieros combatientes en formación compacta, armados con lanzas de casi cinco metros, la poderosa caballería y los contingentes de tropas auxiliares estaban preparados para ponerse a disposición de su rey, que iría al frente de ellas, participando en la batalla como un combatiente más. El siguiente objetivo del rey macedonio es la conquista de Asia, teniendo en los persas a un enemigo histórico. El proyecto ya estaba en la mente de Filipo, quien había establecido posiciones en los territorios de la Tracia y el norte del mar Egeo, excelentes puntos de partida para futuras expediciones. Alejandro cogió el testigo y convenció a las demás ciudades helénicas de los beneficios de la empresa asiática, dotando la campaña de un significativo panhelenismo. La conquista de los territorios del Imperio Persa solventaría buena parte de los problemas de la población helena, a la vez que se vengarían las afrentas sufridas a manos de los persas en el siglo V a. C. En la primavera de 334 a. C. Alejandro salió de la ciudad de Pella, capital de Macedonia, y durante once años se dedicará a conquistar todas las regiones de Asia, una de las empresas más complicadas de la Historia Antigua. Antípatro queda como regente de Macedonia, provocando una manifiesta tensión con Olimpia. El ejército de Alejandro estaba constituido por unos 19.000 infantes y 4.000 jinetes, a los que debemos sumar 7.000 arqueros y 900 unidades de tropas auxiliares. El Imperio Persa contaba con un ejército infinitamente superior; unos 50.000 mercenarios griegos y más de 30.000 soldados procedentes de las levas, junto a la famosa guardia personal del rey, llamados los diez mil inmortales, y las tribus de las montañas. Las provincias imperiales más alejadas estaban controladas por puestos fortificados y los recursos imperiales eran casi ilimitados, producto del ajustado engranaje de la maquinaria política y administrativa persa. A pesar de las contundentes diferencias, Alejandro obtendrá la victoria. Las tropas helénicas llegaron a Asia Menor con la confianza de contar con la ayuda de las ciudades griegas ocupadas por los persas desde hacia bastante tiempo. Sin embargo, en estas ciudades se había producido una significativa prosperidad económica que era amenazaba con la llegada de las tropas de Alejandro. Esta es la razón por la que en ciudades como Mileto o Halicarnaso el monarca helénico se encontró con una encarnecida resistencia hasta su definitivo sometimiento. La primera victoria sobre los persas tuvo lugar en la batalla de Gránico, en el mes de junio de 334. Alejandro obtenía además una importante victoria moral y el apoyo de algunas ciudades griegas de Asia. La campaña no había hecho nada más que empezar. En abril del año 333 Alejandro llega a la ciudad de Gordion donde existía una curiosa leyenda. Quien desatara el nudo del yugo del carro de Midas se convertiría en el dueño de Asia. Sacando su espada, Alejandro cortó el nudo. Esta anécdota, quizá falsa, será aprovechada como propaganda de las futuras conquistas a realizar. Desde allí se encaminará hacia el sur llegando a la ciudad cilicia de Tarso donde Alejandro cae enfermo, tras tomar un baño frío cuando estaba agobiado por el calor. La siguiente campaña se inició tras el paso de las Puertas Cilicias que franqueaban el acceso hacia la costa fenicia y Mesopotamia. En noviembre del año 333 tuvo lugar la famosa batalla de Issos. Las tropas persas eran dirigidas personalmente por el rey Darío III Codomano pero un error táctico y la valentía de los helenos dieron la victoria definitiva a Alejandro. Darío huyó mientras su familia era capturada. Su madre, Sisigambis, su esposa, Estatira, sus hijas Estatira y Dripetis y un varón llamado Oco caían en manos del rey macedonio, siendo tratadas con especial dedicación, concediéndoles las atenciones propias de su realeza y sus atributos. En Damasco se hizo con el tesoro real persa, aportando una necesaria inyección económica a los escasos fondos con que contaba Alejandro. Darío intento llegar a un pacto con Alejandro lo que colocaba a ambos mandatarios en una cierta situación de paridad. Siguiendo una política de acercamiento con los pueblos vencidos, Alejandro mantiene una estrecha relación, aunque no se habla de matrimonio, con la noble persa Barsine, viuda de Memnón e hija de Artabazo. Plutarco nos la presenta como una bellísima mujer, distinguida y educada en la cultura griega. De esta relación nació un hijo llamado Heracles del que no tenemos noticias. El monarca macedonio empezaba a ser considerado como una seria amenaza para los persas. Sin embargo, Alejandro decidió dirigir sus pasos hacia Fenicia y Palestina. En Tiro y Gaza encontró una contundente resistencia. La primera ciudad sufrió un asedio de seis meses mientras que la segunda resistía durante dos meses. Alejandro resultó herido en un hombro y sus tropas tuvieron numerosas bajas lo que se reflejó en el inmisericorde trato que recibieron los derrotados. Los habitantes de las ciudades que sobrevivieron a la masacre fueron vendidos como esclavos. Desde Palestina pone rumbo a Egipto, campaña en la que apenas hubo resistencia por parte de las guarniciones persas. Alejandro fue recibido en Egipto como un auténtico héroe ya que les liberaba de la sumisión persa, especialmente en el plano religioso. El macedonio sacó partido de estas diferencias ya que adoró a los dioses egipcios y reconstruyó algunos templos que se encontraban en delicada situación. Con estos gestos acabó por ganarse la voluntad del pueblo egipcio, especialmente del clero. Se hizo cargo del gobierno del país, nombrándose faraón y dividiendo el territorio en tres zonas dirigidas por funcionarios egipcios, aunque la fuerza militar que supervisaba la seguridad era macedonia. En el delta, Alejandro fundaba la famosa ciudad de Alejandría, la primera que llevaría su nombre. Una vez dueño de Egipto, el rey macedonio decidió emprender la acción más impactante de su aventura asiática: tomar el corazón del Imperio Persa. Se dirigió hacia el curso alto del Eufrates, donde fundó Niceforio, y llegó hasta el Tigris sin apenas encontrar resistencia. Darío ofreció 10.000 talentos de oro por el rescate de su familia así como el control de todos los territorios al oeste del Eufrates. Alejandro rechazó esta oferta lo que provocó tensiones con algunos generales. El rey persa pasó a la ofensiva y organizó un potente ejército con el objetivo de rechazar a tan peligroso y altanero enemigo. Reclutó un amplio número de tropas en la zona oriental de su Imperio y se fue al encuentro de los macedonios. En el mes de octubre del año 331 tuvo lugar la definitiva batalla de Gaugamela. Alejandro atacó el centro de las tropas persas lo que rompió sus líneas, provocando la huida de Darío y una desbandada generalizada. La nobleza persa veía como su rey era vencido por segunda vez consecutiva y decidió prescindir de él. Darío fue asesinado y Alejandro se prestó a un paseo triunfal por el maltrecho imperio. En Babilonia fue recibido como un libertador y colmado de honores. Desde allí se dirigió a Susa y Persépolis, las capitales imperiales. Persépolis fue incendiada en un gesto difícil de entender y que fue duramente criticado por Parmenión, uno de sus más importantes generales. La captura del tesoro real permitió la contratación de nuevos mercenarios, dirigiéndose hacia un nuevo objetivo: la ciudad de Ecbatana. Allí licenció las tropas griegas de la Liga de Corinto aunque la expedición conquistadora continuaba. Las satrapías superiores de Bactriana y Sogdiana serán los siguientes objetivos ya que hacía allí se habían dirigido los asesinos de Darío. Esta parte de la campaña militar de Alejandro será la más complicada debido al rigor del clima, los ataques de las tribus montañesas en forma de guerrilla y lo desconocido del terreno. La dureza del avance provocó una sensación de descontento entre las tropas macedonias, aumentando el ambiente contrario al rey, reflejado en las crecientes conjuras contra Alejandro que se empiezan a desarrollar. Otro de los motivos de la distancia abierta entre el rey y sus tropas será la política de alianzas con la nobleza irania establecida por Alejandro. Dentro de esta política encontramos la boda con una princesa irania llamada Roxana, hija de Oxiartes, con quien tendrá un hijo póstumo llamado también Alejandro. Plutarco nos cuenta que Alejandro se casó profundamente enamorado aunque no debemos dejar de lado la cuestión diplomática del enlace. Con este matrimonio reforzaba la orientalización de su política, lo que aumentó la desconfianza de un amplio sector de militares macedonios. Los territorios más septentrionales del Imperio Persa eran ocupados en el 328, alcanzando la frontera del río Jaxartes. Desde allí Alejandro decidió descender hasta la India. Para ello reforzó con tropas persas su contingente militar, cada vez más cansado y mermado de sus originales efectivos. Se alió con algunos reyes indios para facilitar la conquista del territorio aunque no consiguió reducir la dureza de la campaña debido la pertinaz resistencia de los indígenas. Uno de los encuentros más duros tuvo lugar con el rey Poro, una especie de gigante con el que Alejandro se enfrentó en el 326, a orillas del río Hidaspes. La victoria cayó del lado del macedonio y Alejandro pensó en continuar con su expedición conquistadora dirigiéndose hacia el Ganges, una vez superado el Indo y llegado al río Hífasis. Pero las tropas estaban cansadas tras más de ocho años de aventura por lo que el regreso se convertía en la mejor medicina para todos, excepto para Alejandro. Siguiendo el curso del Hífasis llegaron hasta la ciudad de Patala, luchando duramente con los indígenas y sufriendo la rebelión de los reyezuelos anteriormente sometidos. Desde Patala se organizó el regreso, dividiéndose el ejército en tres cuerpos dirigidos por Crátero, Nearco -quien costearía con una flota el territorio hasta el Golfo Pérsico - y Alejandro. En los diferentes territorios conquistados se realizarán continuas fundaciones de ciudades, llamadas Alejandría, que servirían para un estricto control de la zona donde se asentaban. Arriano hace referencia a continuos escarceos amorosos de Alejandro en estos años, posiblemente motivados por la ausencia de heredero. Quizá sea ésta la causa de la boda con otra Barsine en el año 324, dentro de las multitudinarias bodas de Susa donde 80 de los militares más destacados casaron con princesas persas. Barsine era la hija mayor de Darío III y fue asesinada por Roxana antes del nacimiento de Alejandro IV. Según Aristobulo, en esta multitudinaria ceremonia también se casó con Parisátide, la hija de Oco. Los últimos años de Alejandro están caracterizados por las continuas purgas realizadas entre sus estrechos colaboradores como se pone de manifiesto en el proceso y ejecución de Filotas. Filotas era hijo de Parmenión, dos de los más insignes militares del ejército macedonio. Se convirtió en un estrecho colaborador del rey, despachando en su tienda dos veces al día. Pero la relación entre ambos se fue distanciando y Filotas no informó a su señor de una conjura que tuvo lugar en la ciudad egipcia de Frada. Esta actitud provocó su detención y posterior proceso acusado de traición. Condenado a muerte, fue ejecutado junto a otros personajes acusados de participar y ocultar el complot. El propio Parmenión también será asesinado. Algunos especialistas intentan explicar estas crueles respuestas de Alejandro basándose en la peculiar situación de su Macedonia natal, donde el poder nobiliario provocaba continuos enfrentamientos con la monarquía que debían ser sofocados de manera ejemplar. Las revueltas de tropas, víctimas del agotamiento y de la continuada ausencia de sus alejados hogares, también serán características de estos momentos finales. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de 324 Alejandro anunció una de sus medidas más controvertidas: el obligatorio regreso a las ciudades griegas de los exiliados. De esta manera conseguía un amplio número de incondicionales dispuestos a defender la política del rey ante los posibles conatos de rebeldía que se produjeran en las polis. Sin embargo, el decreto era una auténtica bomba ya que amenazaba la estabilidad política y económica de toda la Hélade. Alejandro era visto por todas las ciudades griegas como un auténtico tirano, el peor cáncer para Grecia, consiguiendo un amplio número de enemigos que no llegaron a actuar por la temprana muerte del rey. Aquí debemos encontrar las bases para el desarrollo de una auténtica leyenda negra en torno a la figura de Alejandro, presentado desde ese momento como una persona excesivamente aficionada a la bebida, de promiscua ambigüedad sexual, cruel y megalómana. A punto de cumplir los 33 años, el 30 de junio de 323 a. C., fallecía Alejandro en Babilonia. Arriano apunta a un posible envenenamiento promovido por su anterior maestro, Aristóteles. Engels consideró que murió de malaria mientras que Schachermeyr plantea la leucemia como la causa de la muerte. Tras de sí Alejandro dejaba una serie de proyectos de expansión, siendo el más importante el control de la península Arábiga, fundamental para el comercio de especias. El inmenso territorio conquistado será dividido a su muerte entre sus generales, abriéndose el periodo conocido como Mundo Helenístico.
AQUI TIENES LA HISTORIA DE ALEJANDRO MAGNO,SI LA LEES ATENTAMENTE TE DARAS CUENTA QUE TODA SU HISTORIA ES SUMAMENTE INTERESANTE.SALUDOS
2007-01-03 11:30:42
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answer #3
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answered by Anonymous
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No solo era gay, como la mayoria de los monarcas de esos tiempos, sino que fue envenenado. Estaba enfermo y le daban una pocima de hierbas cuyas cantidades debian ser exactas, huvo un infimo descuido y perecio.
2007-01-03 10:58:00
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answer #4
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answered by Cristina L 4
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Fue discipulo de Aristoteles, quien no estaba de acuerdo con su conquista. Por este motivo se separan pero nunca pierden contacto y Alejandro siempre enviaba plantas y animales exoticos de donde conquistaba para que el los estudie.
El padre de Aristoteles era el medico del padre de Alejandro, asi consiguio el puesto de maestro.
2007-01-03 08:08:27
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answer #5
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answered by Montoto, ego sum 6
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El sueño de Alejandro: un gran imperio que uniera Oriente y Occidente, y que integrara la cultura helénica con la asiática, por lo que fomentó los matrimonios masivos entre griegos y persas; y él mismo, en el año 328, se casó con la princesa Roxana, quien le dio un hijo póstumo.
La reorganización de aquel gran Imperio se inició con la unificación monetaria, que generó la creación de un mercado inmenso; se impulsó el desarrollo comercial con expediciones geográficas (como la mandada por Nearcos, cuya flota descendió por el Indo y remontó la costa persa del índico y del golfo Pérsico hasta la desembocadura del Tigris y el éufrates). También se construyeron carreteras y canales de riego. La fusión cultural se hizo imponiendo el griego como lengua común. Y se fundaron unas 70 ciudades nuevas, la mayor parte de ellas con el nombre de Alejandría (la principal en Egipto y otras en Siria, Mesopotamia, Sogdiana, Bactriana, India y Carmania).
2007-01-03 07:31:40
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answer #6
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answered by jose 2
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Que murió por ver quien aguantaba más bebiendo,si él, o uno de sus soldaddos. También existe la hipótesis de que murió envenenado
2007-01-03 06:15:16
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answer #7
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answered by dmuelas2000 3
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la localizacion de la tumba de alejandro magno es aun un misterio sin resolver. Desde tolomeo hasta Napoleon. grandes emperadores y reyes han tratado fallidamente de encontrar su ultima morada
2007-01-03 02:51:46
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answer #8
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answered by Questionable 1
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Que fué discípulo de Aristóteles.
2007-01-03 02:51:11
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answer #9
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answered by el_vendedor_de_fritangas 3
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era gay.
2007-01-03 02:39:08
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answer #10
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answered by ? 7
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