Se habla de que el "verbo" es "Yo Soy", que corresponde al verdadero nombre de Dios. Es lo que explica la metafísica. Te dejo el siguiente texto:
Jesucristo clamó ser el “YO SOY.” Este es el nombre personal de Dios en el Antiguo Testamento (Éxodos 3:13-14). En ocasiones algunas esto está registrado que Jesús usó el “YO SOY” formula en prueba a su divinidad o deidad. Él clamó a ser el Señor Dios, Jehová, Yahweh.
Lo máximo de todos los nombres para el Señor Jesucristo es el “YO SOY.”
Esta es la razón por la cual el apóstol Pablo escribió: Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para Gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11). Jesús es el Señor.
El nombre que está sobre todos los nombres es “Señor”, y este es equivalente a ”Jehová” o Yahweh. Esto es exactamente equivalente a las palabras, “YO SOY.”
El nombre que está sobre los nombres terrenales y celestiales es Yahweh, el gran “YO SOY EL QUE SOY.”
El apóstol Pablo nos dice que el Señor Jesús está también sobre otros seres aquellos quienes están en el cielo y en la tierra se doblará y le alabaran a él. Él es Dios. (Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5; 1 Corintios 8:4).
En una ocasión él le respondió a la mujer Samaritana en el pozo de Jacob cuando ella percibió que él posiblemente pudiera ser el esperado por el Mesías, dijo Jesús, “El quien te habla soy él.” Literalmente, Jesús dijo, “YO SOY,” señalando a su clamor al titulo ”YO SOY”
2007-01-02 09:23:28
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answer #1
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answered by SolEd 4
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EL MISTERIO DE LA ENCARNACION: CRISTO ES PERFECTO DIOS Y PERFECTO HOMBRE.
ENUNCIACION DEL MISTERIO
El Misterio de la Encarnación nos enseña que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, o sea el Hijo, se encarnó y se hizo hombre en las purísimas entrañas de la Virgen María.
Encarnar significa hacerse carne, esto es, hacerse hombre. Cuando decimos que el Hijo de Dios se encarnó, queremos expresar que se hizo hombre, tomando un cuerpo y un alma como los nuestros.
Cristo, es pues, Dios y hombre verdadero. Hay en Él dos naturalezas, la divina y la humana, cuya unión forma una sola Persona que es la divina.
LA UNION HIPOSTATICA
En Jesucristo hay dos naturalezas: una divina, porque es Dios; y otra humana, porque es hombre.
a) Su naturaleza divina.
Jesucristo es Dios desde toda la eternidad, puesto que es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Y es hombre desde la Encarnación, es decir, desde que unió a su Persona la naturaleza humana, en el seno virginal de María Santísima.
En el primer capítulo de su Evangelio, nos enseña San Juan esta doble verdad: (y así nos dice que): "En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios"; y que "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Juan 1,1;1,8).
Puesto que en Jesucristo hay dos naturalezas, habrá que decir que todo aquello que pertenece a la naturaleza en Jesucristo será doble: hay en Él, dos entendimientos, uno que corresponde a la Naturaleza divina y otro a la humana. Por la misma razón hay también en Él dos voluntades.
Respecto a su Naturaleza divina basta decir que tenía todas las perfecciones de la divinidad: hablemos de su naturaleza humana.
b) Su Naturaleza humana
En la naturaleza humana de Cristo, podemos distinguir dos elementos: el cuerpo y el alma.
1.-El cuerpo de Cristo es: a) Real: "Palpad, decía a sus Apóstoles después de su resurreción, y considerad que un espíritu no tiene carne ni huesos como vosotros veis que yo tengo" (Lucas 24,39). b) Delicado y perfectísimo, aunque sujeto al dolor, a las necesidades y a la muerte, porque venía a expiar nuestros pecados.
2.-El alma de Cristo es, como la nuestra, un espíritu creado por Dios para animar su cuerpo. Es, sí, infinitamente más perfecta, ya en sus facultades naturales, ya en sus dones sobrenaturales.
b.1) Facultades naturales
Digamos algo de sus facultades naturales; entendimiento y voluntad.
1.-Su entendimiento estaba dotado de excelentes conocimientos. "En él, dice San Pablo, estaban encerrados todos los tesoros de la sabiduría y ciencia de Dios" (Colosenses 2,3).
El entendimiento humano de Jesús estuvo dotado de tres clases de ciencias: la infusa, esto es, infundida directamente por Dios sin necesidad de imágenes ni raciocinios; la beatífica, o contemplación de la divina esencia; y la adquidida por medio de los sentidos y la razón. Las dos primeras le venían a causa de su unión con el Verbo; la tercera la adquirió con el paso del tiempo, en primer lugar de San José que le enseñó su oficio, de su Madre Santísima, del conocimiento sensible, de las enseñanzas de la Escritura y de los maestros de Israel.
2.-La voluntad humana de Cristo era perfectísima, dotada de eminente poder y santidad, y de perfecta libertad. "Soy dueño de mi vida y dueño de recobrarla", decía el Salvador (Juan 10,18).
Tenía la voluntad de Cristo dos eximias perfecciones, de que carece la nuestra: la impecabilidad (no podía pecar, ni sentía inclinación al mal); y la integridad (en él no había concupiscencia, sino que el apetito estaba perfectamente sometido a la razón, puesto que en Cristo no existía el pecado original, ni aquellas de sus consecuencias que envuelven imperfección moral). Había también en Cristo perfecto acuerdo entre su voluntad humana y la divina.
En su voluntad humana se daba principalmente un amor tiernísimo para con sus padres; y del amor, misericordia y mansedumbre con los hombres.
"Mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado". "Venid a mí todos los que estáis agobiados por el sufrimiento, que yo os aliviaré". "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón" (Juan 4,34; Mateo 11,28-29).
En Cristo hubo pasiones; y así leemos en la Escritura que amó con predilección a San Juan, lloró ante la tumba de Lázaro, y se llenó de angustia, tedio y tristeza al pensamiento de su pasión. Sus pasiones, sin embargo, se diferenciaban de las nuestras en que nunca tendieron a un fin malo, y siempre obedecían la dirección rectísima de su voluntad.
b.2) Dones sobrenaturales y preternaturales
Cristo estuvo adornado con la plenitud de la gracia, virtudes y dones del Espíritu Santo; y no podía ser de otra manera dada su unión íntima y personal con la divinidad.
"Hemos visto su gloria, lleno de gracia y de verdad. De su plenitud todos hemos recibido" (Juan 1,14,16).
Respecto a los dones preternaturales ya hemos indicado que tuvo la ciencia y la integridad; más no la inmunidad ni la inmortalidad, pues quiso expiar nuestros pecados sometiéndose al sufrimiento y a la muerte.
EN CRISTO NO HAY SINO UNA SOLA PERSONA: LA DIVINA
Las dos naturalezas de Cristo están unidas en una sola Persona, que es la divina, a quien llamamos Jesucristo.
El Verbo divino no se unió a una persona humana, sino a una naturaleza humana; y así la persona divina hace las veces de persona no sólo para la Naturaleza divina, sino también para la naturaleza humana, a la cual se unió.
Nuevamente aquí se encuentra nuestra inteligencia frente a un misterio. Podemos comprobar que en esta unión no hay contradicción, pero no podemos comprender a fondo cómo se hace. Creemos sí con absoluta firmeza en él, porque Dios nos lo reveló en forma que nos brinda plena certidumbre.
Así como dijimos que en Jesucristo todo lo que se refiere a la naturaleza es doble (dos inteligencias, dos voluntades), todo lo que se refiere a la persona será único; y así, no adoro en Él dos seres, sino uno solo, no actúan dos individuos sino uno solo.
LA UNION HIPOSTATICA
La unión de las dos naturalezas en Cristo se llama hipostática o persona, porque ambas están unidas en una sola Persona: la del Verbo.
Hipóstasis es el sustantivo que corresponde al sustantivo castellano persona, e hipostático al adjetivo que corresponde con el adjetivo personal.
Las dos naturalezas de Cristo se mantienen unidas, pero sin confundirse; como el cuerpo y el alma en el hombre están en íntima unión, pero sin confundirse el uno con la otra.
La unión de las dos naturalezas en Cristo es perpetua. El Verbo tomó la naturaleza humana siempre. Por eso en la Eucaristía y en el cielo su divinidad permanece unida a su cuerpo y a su alma.
ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LA UNION HIPOSTATICA
Esta unión tiene consecuencias importantes: a) todos los actos de Cristo tienen valor infinito; b) su humanidad merece adoración; c) hay comunicación de propiedades entre las dos naturalezas.
VALOR INFINITO DE SUS ACTOS
La persona, en general, tiene la propiedad de ser centro de atribución de todos los actos del individuo; de modo que todo lo que éste haga se atribuye a su persona.
Lo mismo pasa en Cristo. Todas sus acciones, así las de su Naturaleza divina como las de la humana, se refieren a su persona.
Así decimos que Cristo creó el mundo (obra propia de Dios), y que padeció (obra propia del hombre).
De esta doctrina se saca la consecuencia importantísima que todas las acciones de Cristo, aun las propias de su naturaleza humana tienen valor infinito por atribuirse a la persona divina del Verbo.
Esta doctrina nos permite también ilustrar la Redención:
En efecto, si hubiera en Cristo dos personas, una divina y otra humana, la Redención no hubiera podido verificarse; pues la persona divina no hubiera podido padecer ni morir; y la persona humana hubiera podido padecer y morir, pero sus acciones no tendrían valor infinito, por no proceder de una persona divina.
Por el contrario, en la doctrina católica se ilustra la Redención; porque Cristo padece en cuanto hombre, esto es, en su naturaleza humana; pero sus padecimientos tienen valor infinito por la unión personal entre la naturaleza humana y la Persona divina.
"En efecto, amó Dios tanto al mundo, que le dió a su unigénito Hijo. Así como en el hombre-Adán este vínculo quedó roto, así en el hombre-Cristo ha quedado unido de nuevo" (Juan Pablo II).
SU HUMANIDAD MERECE ADORACION
La Humanidad de Cristo merece ser adorada a causa de su unión personal con el Verbo divino. De modo que el culto que se rinde a su Humanidad se rinde al Hijo de Dios.
Por eso la Iglesia permite que al Corazón de Jesús y a sus sagradas llagas se dé culto directo de latría o adoración.
COMUNICACION DE PROPIEDADES
La comunicación de propiedades consiste en que puede atribuirse a Cristo Dios lo que es propio de la naturaleza humana; y a Cristo hombre lo que es propio de la naturaleza divina. Así se puede decir que Dios murió y resucitó; o que un hombre es inmortal y onmipotente.
2007-01-02 15:53:46
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answer #7
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answered by kidman 5
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Gramaticalmente la palabra "VERBO" ,significa acción y para que exista acción debe haber vida ,en resumidas cuentas ,el verbo o la acción se refiere directamente al alma espiritual, que es quien posee la vida y no el cuerpo, que tan solo es como la ropa del alma espiritual ;es por eso que las palabras de la Biblia son muy significativas cuando dice : "en el principio era el verbo y el verbo se hizo carne(tomo un cuerpo material) y habito entre nosotros".
Esto significa que como todo ser vivo (nosotros por supuesto) somos almas espirituales creadas a imagen y semejanza de Dios ,innacientes y eternas con las mismas cualidades que Dios ,pero en grado infinitesimal (como la relación que tiene el Océano y cada una de sus gotas de agua) ;pero por querer gozar separadamente de Dios, el que es misericordioso ,nos creo este mundo material ,donde podemos "gozar" separadamente de Dios.En conclusión ,nosotros somos verbos encarnados, mientras permanezcamos en este mundo material.
2007-01-02 15:20:09
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answer #10
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answered by JORGEnriquex100pre 5
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