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fue el 5 de diciembre del año pasado

2006-12-28 14:25:16 · 3 respuestas · pregunta de polaco 1 en Noticias y eventos Otros - Noticias y eventos

3 respuestas

Hace un año, una familia asesinó a una niña de 13 años y a una bebé de 7 meses, porque creían que estaban poseídas por el demonio. Todos los familiares se confiesan arrepentidos, y nadie puede explicar las causas de la locura que sufrieron el día del crimen.

Juanita Pérez Frausto sería hoy estudiante de secundaria y estaría planeando su fiesta de XV años. Su primita María Elena ya habría sido bautizada y seguramente habría aprendido a caminar y a decir papá y mamá. Pero nada de eso sucedió. Las dos fueron asesinadas por su propia familia, el 6 de diciembre de 2005, en el rancho El Calabozo de Pénjamo. A un año del crimen, no hay una explicación de lo que sucedió. Permanecen presos los abuelos José Pérez Durán y María Guadalupe Hernández, al igual que sus hijos Reinaldo, José Luis, Amalia, Hilda y María Guadalupe. Hermenegilda Frausto, esposa de Reinaldo y Josefina Gutiérrez, de José Luis, también están en prisión, todos en espera de conocer su sentencia. Los hombres están en la cárcel de Pénjamo, donde se dedican a coser balones de futbol para conseguir algo de dinero. Por cada balón que remiendan les pagan 15 pesos.

Las mujeres están recluidas en Valle de Santiago en el Cereso Mil, donde realizan bordados y tejidos como terapia ocupacional. Todos dicen estar arrepentidos de lo que hicieron con Juanita y María Elena. Están conscientes de que las mataron.


Cree que ‘lo embrujaron’


Desde su celda en Pénjamo, Reinaldo, en sus cinco sentidos, busca una explicación de lo que sucedió, sin poder encontrarla.

Su compadre Antonio Hernández González, quien a menudo lo va a visitar a la cárcel, cuenta que para sus familiares presos, aún hay muchas cosas que no tiene explicación. “Reinaldo piensa que les hicieron un mal a su familia, que les dieron de tomar un agua fresca, un brebaje, con engaños”, cuenta Antonio. Según cuenta, hay un licenciado que se llama Ramiro que estafó a José Pérez Durán con la supuesta venta de una casa, en 150 mil pesos. Presuntamente, el licenciado recibió 100 mil pesos de don José, quien hasta después se dio cuenta de que era un engaño, porque la casa ya tenía dueño. El licenciado le regresó una parte del dinero, pero se habría quedado con otra, al parecer con 20 mil pesos. Según Reinaldo, ese licenciado es hijo de la mujer que le dio los brebajes a su hermana Amalia, para que supuestamente sacara el mal de la casa. “Reinaldo piensa eso, que a su familia le hicieron un mal por el asunto de esa casa que compraron, pero ya la señora se cambió de casa y su hijo como es licenciado, la amparó”, agregó Antonio Hernández. Sin embargo, dentro del expediente penal, esta situación no tiene ningún valor.

La Procuraduría de Justicia no ha hecho ninguna investigación al respecto y el juicio por homicidio continúa abierto.

En un principio, ocho personas fueron declaradas inimputables por la juez María Raya Razo, y se les impuso una pena privativa de libertad 40 años en el pabellón psiquiátrico del Cereso Mil, bajo tratamiento médico. Sin embargo, en segunda instancia, la magistrada Imelda Carvajal resolvió que se reabriera el juicio, y se les sujetara a todos a formal prisión, incluyendo a Amalia Pérez, quien se encontraba en el hospital psiquiátrico en San Pedro del Monte.


Rechazan a Amalia


En el Cereso Mil de Valle de Santiago, la señora María Guadalupe, sus hijas Hilda y María Guadalupe, así como sus nueras Hermenegilda Frausto y Josefina Gutiérrez, rechazan cualquier contacto con Amalia Pérez Hernández.

De acuerdo con el director del penal, José Nabor Andrade Juárez, se les tiene en celda separada, por el rechazo que tienen contra Amalia.

“Están cuatro en una celda, y Amalia en otra por recomendación psicológica. No es conveniente que cohabiten con ellas, porque están conscientes, ya saben lo que hicieron y le tienen cierto rencor a Amalia, porque le echan la culpa de lo que pasó”.

“No le dicen a ella: ‘Eres culpable’, no la han insultado, pero la rechazan”, explicó el director del penal.

El funcionario explicó que a todas se les da tratamiento médico, psicológico y psiquiátrico.

“Todas tienen buena conducta, son internas modelo, porque son disciplinados, son trabajadoras y participativas en las actividades”.


¿Cómo viven en el penal?


De acuerdo con su expediente clínico, son personas médicamente sanas.

El director explica que el tratamiento fuerte es el psicológico.

“Por recomendación psicológica se les tiene en terapia ocupacional, a ellas les gusta la costura, son muy buenas para tejer, hacen todo tipo de trabajos, carpetas, bufandas, etc., se les mantiene todo el día ocupadas”.

Todas están bajo tratamiento psiquiátrico y toman medicamentos controlados.

“Todas a excepción de Amalia, se les medica a bajas dosis, cada tercer día, ya van de salida en el tratamiento. Amalia es la más dañada, a ella se le da el mismo tratamiento pero a mayores dosis, porque todavía está bajo los influjos de alguna sustancia, algún brebaje que consumieron”, agregó el director.

Las mujeres duermen normal, conviven con el resto de las internas, comen en las áreas en común, lavan sus trastes, su ropa, su uniforme, se asean por sí mismas.

De acuerdo con lo arrojado en las terapias, están arrepentidas de lo que hicieron.

“Hablan sobre lo que pasó, es parte de la terapia, que estén consientes de lo que hicieron y lo que se busca es que deben enfrentar la realidad”.

Las mujeres del Calabozo casi no reciben visitas; esporádicamente los visita un hermano, pero ni Amalia ni Hermenegilda han visto a sus hijos.


Abandonan rancho El Calabozo


Desde que ocurrió el asesinato, el rancho El Calabozo está desierto. Nadie se para por allí.

Desgarrado, un chal de la bebé María Elena permanece colgado en un alambre con púas, desde el día del crimen. Un cochecito de juguete sin llantas está colgado en un árbol, y las hierbas crecieron alrededor de la casa.

Inexplicablemente también creció una nochebuena, en medio de la hierba mala.

En un cuarto cerrado con candado hay costales de maíz, en otro se observa un desorden en la cama y otro más quedó desierto.

En los corrales no hay animales, y la siembra se dejó perder.

Nadie habita El Calabozo. Ni los vecinos de ranchos aledaños como El Tigre y El Volantín quieren pasar por allí.

2006-12-30 12:14:27 · answer #1 · answered by leoncio00 2 · 1 0

de qué hablas???

2006-12-29 03:59:26 · answer #2 · answered by emilio_mure 7 · 0 0

yo no se que paso en ese lugar, alguien podria decirme q fue lo que apso alli?

2006-12-28 22:38:20 · answer #3 · answered by Anonymous · 0 0

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