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lo digo porque eso de que para ser satanica hay que creer en Satan me dice que no lo teneis nada claro...haber chavales,Satan representa la individualidad y el poder y fuerza de uno mismo,sin obedecer las ordenes de nadie.pero "representa",eso no significa que "exista",todo lo contrario.y como representa lo que ya he dicho,el contradecirse seria el ponerse bajo el poder de otro dios...vaya tonteria.y tambien aclaro,existen dos tipos de satanismo,laveyano e inferiano,los primeros no creen en ningun ser superior,los segundos si.escribo esto por las respuestas de algunos a otra de mis preguntas...por favor,por lo que veo no soy yo la que tengo que ponerme de acuerdo con migo misma,sino aclararos vosotros ciertas cosillas...xao.

2006-12-25 00:57:07 · 17 respuestas · pregunta de velmereth 1 en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

17 respuestas

Por lo que se, es cierto que hay bastante confusión sobre el culto al "diablo". Por un lado estan los Satanistas y por otro los cultistas demoniacos, que siguen los principios de adoración a entidades demoníacas (entre las que se encuentra Lucifer) y a los que erróneamente se les confunde con los primeros.
En mi opinión cada uno es libre de creer en lo que quiera, si bien hay que tener cuidado con quien se trata.

2006-12-25 10:22:46 · answer #1 · answered by Kiroshi Kinoshai 2 · 0 0

Lo que pasa es que a los beatos religiosos les venden la idea de que los satanistas son todos una manda de depravados, que hacen sacrificios y adoran a Satán, incluso que los ateos (que no creemos ni en Dios ni en Satán) lo adoramos.... no tienen la más putta idea de nada.

2006-12-25 09:59:16 · answer #2 · answered by Anonymous · 1 0

Satanismo es la doctrina filosófico-religiosa compilada por Anton Szandor LaVey en La Biblia Satánica. Fue registrada oficialmente como religión ante el gobierno de Estados Unidos el 30 de abril de 1966. Su máxima institución es llamada Iglesia de Satanás o Iglesia de Satán (Church of Satan).

Cuando se escucha la palabra "Satanismo", la mayoría de la gente se suele imaginar una religión que adora a un dios del mal, lo cual es completamente falso, ya que un satanista auténtico sólo se "adora" a él mismo, no creen en ningún dios sobrenatural, sea este bueno o malo. Por lo tanto se puede considerar al satanismo como una filosofía atea.

"Satanismo" también se emplea como un término genérico para hacer alusión a todo tipo de ritos, sectas u organizaciones que tengan como icono máximo la figura de Satanás; aunque el Satanismo de LaVey es el único reconocido oficial y mundialmente como religión.

2006-12-25 08:59:04 · answer #3 · answered by Anonymous · 2 1

Lamento decepcionarte, el Satanismo forma parte de las creencias cristianas, como la antítesis del Dios Cristiano, si una manifestación Espiritual no esta bajo el control de la iglesia, señalan a Satanás, pero en el fondo es parte de un todo. Existen en el mundo unos grupos que creyentes cristianos muy particulares que simpatizan con Satanás y estos son los llamados Satánicos, pero si haces un análisis sus ritos observas que aparecen en la Biblia, específicamente en Levíticos. Ten mucho cuidado con ese tipo de gente, son fanáticos criminales; aunque no son los únicos locos que matan en nombre de su Dios.

2006-12-25 13:13:58 · answer #4 · answered by Tormenta de fuego. 4 · 0 0

viva el ateismo

2006-12-25 11:16:15 · answer #5 · answered by Anonymous · 0 0

En la sociedad actual está asumiendo una inesperada dimensión la adhesión a sectas satánicas, la participación en los ritos introducidos por éstas, la invocación de seres demoníacos, el culto personal y solitario del demonio, y la afirmación de ideas provenientes del ambiente satanista.

Antes de ilustrar en grandes líneas el complejo fenómeno del satanismo contemporáneo, es oportuno intentar una definición del mismo. Esto se puede hacer de modo, por decirlo así, general, como también en particular, es decir, con específica y exclusiva referencia a aspectos singulares: teológicos, antropológicos, psicológicos, jurídicos y sociológicos. Si centramos la atención en una definición de tipo general, podemos afirmar que hablamos de satanismo cuando nos referimos a personas, grupos o movimientos que, de forma aislada o más o menos estructurada y organizada, practican algún tipo de culto (por ejemplo: adoración, veneración, evocación) del ser que en la Biblia se indica con los nombres de demonio, diablo o Satanás. En general, tal entidad es considerada por los satanistas como ser o fuerza metafísica; o como misterioso elemento innato en el ser humano; o energía natural desconocida, que se evoca bajo diversos nombres propios (por ejemplo: Lucifer) a través de particulares prácticas rituales.
Los grupos y los movimientos satánicos son, sin duda, muy diversos. Algunos están relacionados entre sí, otros no; ciertos grupos son desconocidos hasta para las mismas personas que frecuentan el ambiente satanista. Hay sectas cuya existencia es efímera o casi virtual; otras, con el tiempo, dejan de actuar o en algún caso continúan en forma oculta; algunas actúan públicamente, otras de modo secreto. Por otra parte, casi todas sufren cismas con mucha frecuencia, es decir, que un grupo se divide en uno o más troncos, los cuales a su vez se separan en otras ramas y así sucesivamente.

En Estados Unidos se encuentra, sin duda, la mayor concentración de grupos satánicos que podríamos definir como conocidos, es decir, que actúan más o menos abiertamente; y es también en
ese país donde podemos encontrar las mayores referencias bibliográficas sobre el satanismo contemporáneo. Entre los grupos conocidos que han surgido en Estados Unidos y están todavía en actividad encontramos: Church of Satan, Temple of Ser, Order o[ the Black Ram, Werewolf Order, Worldivide Church of Satanic Liberafion, Church of War. Entre aquellos que después de algunos años parece que han dejado de actuar encontramos: Church of Satanic Brotherhood, Brotherhood of the Ram, Our Lady of Endor Coven, The Sairanic Orthodox Church of Nethilum Rite, The Satanic Church; existen, además, organizaciones sobre las cuales es difícil establecer si han cesado o no su actividad, como, la denominada Ordo Templi Satanis cuyos escritos tienen cierta difusión a través de Internet.
os ritos introducidos por cada secta se basan, muchas veces, en modificaciones aportadas a ritos preexistentes. De todos modos, en líneas generales se puede decir que los ritos satánicos sirven a los fines del celebrante y son un conjunto de gestos y de palabras orientados a provocar un cambio de las situaciones o acontecimientos que se considera que no se pueden obtener a través de medios o instrumentos comunes. Cuando por medio de tales ritos se pretende mandar una maldición o realizar algún hechizo, por ejemplo, con respecto a una persona concreta, se piensa que el mejor momento será por la noche, en un particular período de tiempo en el cual la persona está dormida (por ejemplo, dos horas antes de despertar); este es uno de los motivos por los cuales los ritos satánicos comienzan, en general, en las horas nocturnas; mientras que la elección de lugares precisos para realizarlos, dentro o fuera de la ciudad, probablemente depende de la posibilidad de organizar todo con cierta reserva y, en algunos casos, de la presencia en dicho lugar de cementerios o de iglesias desconsagradas. No se puede excluir que durante los ritos satánicos, algunos grupos lleguen a perpetrar actos de escarnio o profanación de cadáveres, violencias físicas incluso sobre menores y hasta homicidios rituales.
Las creencias satánicas pueden variar de uno a otro grupo. Por ejemplo, hay quien ve en Satanás un ser más o menos simbólico, expresión al mismo tiempo, de la transgresión y del racionalismo; y en los ritos, una especie de psicodrama brutal que tiene por finalidad liberar al fiel de los condicionamientos religiosos, morales y culturales que provienen de su ambiente. Algunos satanistas que se reconocen en esta descripción afirman que «el Satanismo es una religión de la carne. Para el satanista la felicidad se debe encontrar aquí y ahora. No existe el cielo para ir después de la muerte y tampoco el infierno de fuego como castigo para el pecador». En cambio, hay quien ve en Satanás un ser real, príncipe de las tinieblas, al cual es posible dirigirse mediante rituales mágicos para obtener favores de diverso género. Y también quien ve en Satanás, particularmente en Lucifer, una figura positiva que se opone a la acción del Dios de la tradición judeo-cristiana, considerada negativa.

En general, es difícil dar una definición unívoca de las creencias a las que se refiere una determinada secta satánica. Por ejemplo, el satanismo introducido por la Vey, en algunos aspectos ve el mal como fuerza vital e impersonal, objeto de un culto - a través de rituales precisos- por medio del cual se pueden dominar las facultades destructivas propias de tal fuerza; por otro lado, resulta claro que La Vey, en algunos ritos -aunque en clave metafórica- se dirige al demonio como a un ser personal, creando, por lo tanto, la ambigüedad de fondo, que es típica del ambiente satanista. Se puede notar una ulterior contradicción en quien practica los absurdos rituales de la Church of Satan, en los cuales hay una precisa y virulenta contraposición al Evangelio, a la Iglesia y a su liturgia: si una persona no cree ni en Satanás, ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en el Sacrificio eucarístico, no se ve por qué se deba empeñar tan fanáticamente en las misas negras.
Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos son muy diversos y entre éstos podemos encontrar: la convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas; la voluntad de «contestar» a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo; una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo, tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos; la respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia; la adquisición de poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos; la satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.

Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre éstos encontramos: la soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa; el impacto con ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo; la disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.

Hay actitudes que, por así decirlo, «hacen el juego» al satanismo, porque más o menos conscientemente dan impulso a la difusión del mismo en la sociedad actual. La primera actitud es la de subestimar este fenómeno, considerándolo un hecho marginal, sin ninguna importancia o relevancia; una especie de juego de sociedad o de rol, cuya posible perversidad puede, de todos modos, ser socialmente tolerada.

Otra actitud, que podemos considerar como opuesta a la primera, es la sobrevaloración del fenómeno, que se considera excesivamente difundido, viendo en los grupos satánicos organizaciones que siempre y en todas partes se dedican a actividades criminales (aunque no se tengan fundados elementos para hablar de crímenes cometidos por tales grupos) capaces de incidir en la sociedad de modo fuertemente peligroso y desestabilizador, con las posibles consecuencias de crear reacciones de fobia satanista o de caza al satanista.

Una tercera actitud es la que se puede definir corno fobia antisatanista, derivada de la difusión -casi como posición tomada- de una crítica excesiva y sistemática, algunas veces también infundada, a las organizaciones que se oponen al satanismo; se las ve como instituciones particularmente influyentes y en condiciones de inducir a conductas socialmente dañinas, aunque -o cuando- las mismas se colocan correctamente desde el punto de vista científico, cultural o religioso frente a ese fenómeno.
RESUMIENDO:
El satanismo muestra, sin duda, una fuerte carga emocional y de evasión hacia lo irracional, que en algunos aspectos es encubierta por una paradójica apariencia pseudo-racional que se busca como justificación. El mal profundo que proviene de todo esto asume aspectos y motivaciones personales y oscuras; se concreta en los pecados personales y tiene como común denominador de los diversos ritos, símbolos, prácticas y creencias, la negación de la recta razón y una herida profunda a la integridad de la persona humana, cosa que se manifiesta en las aberraciones sexuales, en la sed de poder, en la búsqueda desmedida de dinero o de éxito, en un narcisismo exasperado; todos esos elementos alejan del amor a Dios y al prójimo, y de la búsqueda del verdadero bien personal y común.

En este mundo, en donde se tiene la impresión de que el mal -como quiera que se entienda- vence al bien, creo que es cada vez más urgente dirigir a todos la exhortación del Santo Padre: "No tengáis miedo". Esta tranquilidad sólo puede surgir de la convicción de que la liberación del mal y la salvación pasan a través de la obra redentora de Jesucristo, único Salvador del hombre. bytes

2006-12-25 11:05:59 · answer #6 · answered by Nayua 5 · 0 0

Es una estupidez!

2006-12-25 09:47:41 · answer #7 · answered by latin-russia 3 · 0 1

no, no lo se.... Ni lo kiero saber!! jeje

2006-12-25 09:44:28 · answer #8 · answered by B ì p o l a r ♥ 4 · 0 1

Satanas es la dualidad del bien y el mal es simbolico el nombre de satan. Dios/Santanas, Tierra/agua, positivo/negativo, yin/yan para que todo funciones en este mundo debe existir una dualidad de lo contrario todo es un caos, asi que no le den cabeza al asunto de santanas.

2006-12-25 09:31:53 · answer #9 · answered by ARGUSPR 5 · 0 1

NO EXISTE

2006-12-25 09:30:49 · answer #10 · answered by Anonymous · 0 1

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