Esta película la pasan a veces en la tv, esta media rara, si es de terror, espero sea esta. Sí la he visto, pero no recordaba el nombre correcto, este es:
TÍTULO: BLANCANIEVES: UN CUENTO DE TERROR
T. ORIGINAL: Snow White: A Tale of Terror
DIRECTOR: Michael Cohn
REPARTO: Sigourney Weaver, Sam Neill, Monica Keena, David Conrad, Brian Glover, Taryn Davis, Gil Bellows, Anthony Brophy, Monica Keena
AÑO: 1997
NACIONALIDAD: USA
esta es otra película:
SNOW WHITE: La verdadera historia de Blancanieves
El cuento de hadas ya ha terminado.
por Crypt Vihâra
Snow White: La verdadera historia de Blancanieves. Polygram Filmed Entertainment / Interscope Communications, 1996, 102 minutos. Expediente Ministerio de Cultura Nº 55045
Dirección: Michael Cohn
Música: John Ottman
Vestuario: Marit Allen
Fotografía: Mike Southon
Guión: Tom Szollosi y Deborah Serra
"Era un crudo día de invierno, y los copos de nieve caían del cielo como blancas plumas. La reina cosía junto a una ventana, cuyo marco era de ébano. Y como mientras cosía miraba caer los copos, con la aguja se pinchó un dedo, y tres gotas de sangre fueron a caer sobre la nieve. El rojo de la sangre destacaba bellamente sobre el fondo blanco, y ella pensó: ¡Ah, si pudiera tener una hija que fuese blanca como nieve, roja como sangre y negra como el ébano de esta ventana!"
Blancanieves
Guillermo y Jacobo Grimm "Kinder- und Hausmärchen"
El príncipe Frederick Hoffman (Sam Neill) y su esposa Lillliana (Monica Keena) sufren un accidente al viajar en carruaje. La inminente muerte de su esposa, a consecuencia de un fragmento de madera que atraviesa el pecho de la joven, obliga al príncipe a arrebatar a su vástago nonato del vientre de su madre con ayuda de una daga. Quedando obviamente viudo al nacer su hija (Taryn Davis), y abatido por la soledad decide años más tarde casarse con la bella Lady Claudia (Sigourney Weaver), cuyo único deseo en la vida es dar al príncipe un hijo.
Con el tiempo la joven hija del príncipe, Lilly, bautizada Lilliana en recuerdo de su madre, se convierte en una preciosa jovencita (Monica Keena) que desea para sí el amor de su padre, odiando por ello a su madrastra (pese a los regalos y el buen trato que esta le dispensa).
Tras varios años Lady Claudia logra al fin quedarse embarazada, la felicidad reinaría en el castillo del príncipe Hoffman sino fuese por las constantes desobediencias de la joven Lilly. Así, durante un baile de gala en honor al inminente nacimiento, y desobedeciendo una vez más a su madrastra, la joven Lilly decide ponerse para la celebración un vestido de su madre muerta en vez del elegido por Lady Claudia para ella.
Presentándose en el baile de gala vestida como su difunta madre, atrae la atención de la corte y de su propio padre, el príncipe, que deja de lado a su esposa Lady Claudia. Esta no pudiendo soportar tal humillación tiene un parto prematuro y como consecuencia de ello su hijo nace muerto.
Incapaz de asumir tantas desgracias la mente de Lady Claudia se fragmenta. La locura reina en su mente haciéndola escuchar voces procedentes de un espejo de tocador, recuerdo de su madre. Empujada a actuar por su propia imagen reflejada en el espejo fuerza a su hermano mudo, Gustav (Miroslav Taborsky), a que aguarde a la joven Lilly en el bosque tras su habitual paseo con su prometido, un joven médico (David Conrad), y la mate. Sin embargo, Lilly consigue escapar y tras perderse en el bosque llega a las ruinas de una iglesia abandonada. Las ruinas son el hogar de siete hombre marginados por la sociedad medieval, dirigidos por Will (Gil Bellows) un campesino que se negó a ir a las Cruzadas.
Tras una violenta discusión deciden acoger a Lilly, en lugar de violarla y venderla (idea propuesta por varios de ellos). Gustav, aterrado por la reacción de su hermana al conocer su fracaso decide matar un puerco y entregarle sus restos como si fuesen los de Lilly.
Creyéndola muerta la esquizofrénica Lady Claudia festeja su triunfo abrazando contra su pecho el supuesto corazón de la joven Lilly en un arrebato de lujuria necrófila. Por orden suya los restantes despojos son añadidos a la cena en un acceso vehemente de canibalismo.
Al saberse la noticia de la desaparición de Lilly, su padre decide salir en su búsqueda en plena noche. Tras caer por una ladera en el interior del tétrico bosque se fractura la pierna quedando tullido.
Sospechando en el interior de sus pensamientos la traición de su hermano mudo, Lady Claudia, abogada por su propia imagen reflejada en el espejo de tocador, emplea todas las técnicas de brujería para obligar a Gustav a suicidarse con su propio puñal. Transformándose en una decrépita y horrible anciana se interna en el bosque en pos de la joven Lilly.
Su venganza está por llegar...
La aparición de los cuentos de los hermanos Grimm debe explicarse partiendo de dos hechos capitales de la vida intelectual alemana en los primeros años del siglo XIX: el Romanticismo y dentro de él, el movimiento conocido como grupo de Heidelberg y el nacimiento de la llamada Escuela Histórica fundada por Savigny. Ambos venían a afirmar que el proceso histórico no debe creerse producto de la actividad consciente e intención de un individuo sino de que hay que considerarlo como un organismo dotado de vida propia y que se desarrolla en virtud de fuerzas que transcienden la razón. El punto de vista de que partió Jacobo Grimm al concebir su colección era pues estrictamente científico: su idea era recoger materiales referentes al remoto pasado de los pueblos germánicos, materiales que permitieran calar en los orígenes de su mitología y de sus instituciones y recuperar algunas formas de poesía primitiva. Estaba convencido de que los cuentos a despecho de los cambios inevitables sufridos por su transmisión oral representaban una forma primitiva de historia.
La gestación de los "Kinder- und Hausmärchen" señala elementos mágicos, restos de creencias o supersticiones antiquísimas que se hallan diseminados en todos los cuentos. El primitivismo de ideas y sentimientos señala entre otras cosas la psicología basada solo en fuertes contrastes de bien y mal, falta de análisis y matizaciones.
Concluyendo, la película de Michael Cohn es una obra valiosa, minoritaria, culta y que pide paciente atención, un mundo exasperado que nos depara sorpresas como la hermosa voz de Sigourney Weaver seduciéndonos al interpretar en varios momentos de la película una monodia cortesa en una mezcla de inglés antiguo y latín, o como los bellos exteriores cuidadosamente elegidos en Praga y la República Checa.
Su autor, Michael Cohn, se dio a conocer hace poco con "When the bough breaks", una película llamativa por el alto grado de impresionismo de su narración visual y por una dirección sin concesiones. Ambos rasgos se repiten ahora, pero con una diferencia abismal en su fortuna, sobre todo en lo que se refiere al estilo. Lo que sonaba mimético e impostado en "Snow White and the seven dwarfs" (1937) de Disney se transforma en "Snow White: La verdadera historia de Blancanieves" en un personal planteamiento discursivo que enlaza con las maneras de Michael Cohn.
Un mundo exasperado reelaborado por Tom Szollosi y Deborah Serra; una obra difícil, dura y exigente. Pero merece la pena afrontar el esfuerzo que requiere porque recompensa como artificio formal y como inmisericorde visión del destino humano. La dificultad es sólo relativa porque se da la paradoja de contener un argumento sencillo disfrazado bajo una hipertrofia verbal y visual claramente influenciada por la obra de Vermeer ("Night of the Living Dead") o de Jean Cocteau ("Beauty and the Beast").
ESPERO TE SIRVAN, SALUDOS
2006-12-23 16:57:21
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answer #1
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answered by Andreas 2
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