en estado de putrefacción
cuando se hacen las exumasiones, eso es lo que se encuntra, el polvo..............
los muertos nada saben, estan muertos
2006-12-23 15:39:22
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answer #1
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answered by lo 1° que se me vino a la mente 5
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en el panteon y en descomposicion
2006-12-23 23:39:06
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answer #2
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answered by Pachuco 3
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amigo lee la Biblia,,, ahi esta todo....
saludos-
contesta porfa--
http://espanol.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AvfZO5FUTTg.74Vy_rb5JFTYEQx.?qid=20061221193337AAWD5S8
2006-12-23 23:39:57
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answer #3
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answered by Anonymous
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LOS MUERTOS ESTAN EN EL PANTEON!!
2006-12-23 23:40:04
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answer #4
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answered by Anonymous
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Podridos en el cementerio.
2006-12-23 23:44:48
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answer #5
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answered by Anonymous
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En chile, supongo..
2006-12-23 23:39:59
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answer #6
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answered by Eneas 6
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algunos en la morque y bien fríos , otros esparcidos por todo el mundo ya que fueron quemados y otros están bajo tierra si no es que ya se descompusieron jejejeje
o también puede ser que estén en los infiernos de Dante de la Divina Comedia
2006-12-23 23:45:13
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answer #7
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answered by kass 3
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en estado de descomposición al igual que tus pobres neuronas. lol
xD
2006-12-23 23:56:16
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answer #8
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answered by Lestat 2
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pues depende del comportamiento de cada individuo. unos en el purgatorio, otros en el cielo y algunos en el infierno. la referencia más clara es la parábola del rico epulón y el pobre lázaro. ¿recuerdas que uno está en el infierno y otro en la gloria? ¿recuerdas que en su parábola el rico pide que sea enviado alguien para advertir a sus parientes de lo que les espera si no cambian? ¿o es que éste es uno de los pasajes que "requiere interpretación"?
2006-12-23 23:43:42
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answer #9
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answered by Anonymous
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La muerte no es el fin de la vida, sino el comienzo de la Verdadera Vida. Para los que mueren en Dios, la muerte es un paso a un sitio/estado mejor ... mucho mejor que aquí. No hay que pensar en la muerte con temor. La muerte no es tropezarnos con un paredón donde se acabó todo. Es más bien el paso a través de esa pared para vislumbrar, ver y vivir algo inimaginable.
Santa Teresa de Jesús decía que esta vida terrena es como pasar una mala noche en una mala posada.
Para San Juan Crisóstomo, "la muerte es el viaje a la eternidad". Para él, la muerte es como la llegada al sitio de destino de un viajero. También hablaba de la muerte como el cambio de una mala posada, un mal cuarto de hotel (esta vida terrena) a una bellísima mansión.
"Mansión" es la palabra que usa el Señor para describirnos nuestro sitio en el Cielo. "En la Casa de mi Padre hay muchas mansiones, y voy allá a prepararles un lugar ... Volveré y los llevaré junto a mí, para que donde yo estoy, estén también ustedes" (Jn. 14, 2-3).
Es en la Liturgia de Difuntos de la Iglesia donde tal vez encontramos mejor y más claramente expresada la visión realista de la muerte. Así reza el Sacerdote Celebrante en el Prefacio de la Misa de Difuntos: La vida de los que en Tí creemos, Señor, no termina, se transforma; y al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el Cielo.
Por eso la muerte no tiene que ser vista como algo desagradable. ¡Es el encuentro definitivo con Dios! Los Santos (santo es todo aquél que hace la Voluntad de Dios, aunque no sea reconocido oficialmente) esperaban la muerte con alegría y la deseaban no como una forma de huir de esta vida, que sería un pecado en vez de una virtud- sino como el momento en que por fin se encontrarían con Dios. "Muero porque no muero" (Sta. Teresa de Jesús).
"Qué dulce es morir si nuestra vida ha sido buena" (San Agustín). San Agustín fue un gran pecador hasta su conversión ya bien adulto. El problema no es la muerte en sí misma, sino la forma como vivamos esta vida. Por eso no importa el tipo de muerte o el momento de la muerte, sino el estado del alma en el momento de la muerte.
Nuestro destino para toda la eternidad queda definido en el instante mismo de nuestra muerte. En ese momento nuestra alma, que es inmortal, se separa de nuestro cuerpo e inmediatamente es juzgada por Dios. Este momento se llama en Teología el Juicio Particular, y consiste en una especie de radiografía o "scaneo" espiritual instantáneo que recibe el alma por iluminación divina, mediante la cual ésta sabe exactamente el sitio/estado en que le corresponde ubicarse para la eternidad, según sus buenas y malas obras.
Es así como en el momento mismo de la muerte el alma recibe la sentencia de su destino para toda la eternidad. Al decir, entonces, que alguien ha muerto, podría también afirmarse que ese alguien también ha sido juzgado por Dios (cfr. Antonio Royo Marín, Teología de la Salvación).
Por ello ante la pregunta de si conviene esperar el momento de la muerte para prepararnos para la vida eterna, la respuesta parece muy simple: No, no es conveniente, pues no sabemos ni el día, ni la hora, ni el lugar, ni las condiciones de nuestra muerte. Y es mucho, es demasiado, lo que nos estamos jugando en ese instante: nada menos que nuestro destino para siempre, para una vida que nunca tendrá fin.
Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica: "Cada hombre después de morir recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular, bien a través de una purificación, bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del Cielo, bien para condenarse inmediatamente para siempre" (#1022).
Aquí nos habla la enseñanza de la Iglesia de las opciones que tenemos para la eternidad: Cielo, Purgatorio o Infierno. De estas tres opciones la única que no es eterna es el Purgatorio, pues las almas que allí van pasan posteriormente al Cielo.
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Feliz Navidad! Alabemos al Señor!
2006-12-24 00:41:41
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answer #10
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answered by desqui 3
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