ME LLAMO LA ATENCION TU PREGUNTA, ESTA BUENA. TE MNADO ESTE ARTICULO, ES LARGO , PERO ESTA BUENO QUE LO ANALICES.
¿Quiénes, realmente, tienen la verdad?
“Hazme andar en tu verdad y enséñame porque tú eres mi Dios de salvación.”—Sal. 25:5
LA PALABRA verdad se define como lo que está en armonÃa con los hechos reales, con la realidad. Significa lo que es correcto y genuino. La fuente, o fundamento, de la verdad es el Creador Todopoderoso del universo, Jehová Dios. Ãl conoce la verdad acerca de todo aspecto de su creación. Sabe lo que es correcto y lo que es incorrecto, lo que es bueno y lo que es malo. Sabe la verdad acerca de lo que ha sucedido en el pasado y por qué, asà como el significado de las condiciones mundiales presentes. También sabe la verdad acerca del futuro, puesto que ya ha determinado lo que será.—Isa. 14:24.
2 Por esas razones el salmista describe al Creador como “Jehová el Dios de verdad.” (Sal. 31:5) Por eso, cuando Dios habla, sus palabras siempre son dignas de confianza: “Tu palabra es la verdad.” (Juan 17:17) Cuando da instrucciones para el comportamiento humano, siempre son correctas: “Todos tus mandamientos son la verdad.” (Sal. 119:151) Cuando promete algo, podemos confiar en ello: “No falló ni una promesa de toda la buena promesa que . . . habÃa hecho Jehová . . . todo se realizó.” (Jos. 21:45) AsÃ, la Biblia declara acerca de Dios: “Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad.”—Rev. 15:3.
ANDANDO EN LA VERDAD
3 SerÃa lógico esperar que el Dios de la verdad quisiera que su creación humana anduviera en la verdad. ¿Cómo se puede hacer esto? Por medio de adquirir conocimiento exacto de quién es Dios y qué propósitos tiene; entonces por medio de aprender lo que él desea que hagamos, y hacerlo. (Juan 17:3; 1 Juan 2:3, 4) Esto realmente significa que el andar en la verdad llega ser un modo de vivir, un camino que se sigue en la vida, el “Camino,” como dice la Biblia.—Hech. 9:2.
4 Una razón por la cual Dios desea que los humanos anden en la verdad es que cuando su creación humana refleja las excelentes cualidades de él, ello redunda en gloria y gozo para el Creador. (Compare con Génesis 1:26, 27; Proverbios 23:24, 25.) Otra es que, puesto que Dios hizo a los humanos, él sabe lo que les conviene. Por lo tanto, los que siguen sus instrucciones benefician de la mejor manera a su propia persona y a otros, hasta con beneficios eternos. (Isa. 48:17) Una razón adicional es que por medio de andar en la verdad los humanos pueden tener el privilegio de asociarse con el pueblo que Dios utiliza para informar acerca de sus propósitos a la gente que busca la verdad. Es como sucedió en los tiempos bÃblicos de los cuales escribió Amós: “El Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas.”—Amós 3:7.
5 Hay otra razón vital para andar en la verdad. La persona que lo hace demuestra ante otros que sostiene lo apropiado de la gobernación universal de Jehová. Satanás el Diablo, la criatura de la región espiritual que se convirtió en rebelde, ha presentado un desafÃo contra ello. (Gén. 3:1-4; Rev. 12:9) Entre su desafÃo estuvo el dicho retador y escarnecedor de que Dios no podrÃa producir personas que permanecieran leales a Dios y sus verdades. (Job 1:6-12) Por eso el que uno permanezca firmemente a favor de la verdad bajo presión de toda clase muestra que hay personas de integridad que no transigen con relación a lo que es correcto. (Pro. 27:11) Por otra parte, la persona que no anda en la verdad hace mucho más que simplemente andar en el error. Con intención o sin intención, ese individuo se permite llegar a estar alineado con Satanás el “padre de la mentira,” “el dios de este sistema de cosas” que ha “cegado la mente de los incrédulos.”—Juan 8:44; 2 Cor. 4:4.
6 Sin embargo, el Dios de la verdad ha fijado un lÃmite de tiempo al permiso que ha dado a la falsedad con la iniquidad que es el resultado de ella. (Pro. 12:19; Ecl. 3:1) Dios se ha propuesto, para cuando se venza el lÃmite de tiempo, triturar este sistema satánico y eliminarlo de la existencia, junto con los que lo promueven y prefieren. (Dan. 2:44; Rev. 19:17-21) “Toda planta que mi Padre celestial no plantó será desarraigada,” predijo Jesús. (Mat. 15:13) Esto preparará el camino para el nuevo sistema de Dios ‘en el cual morará la justicia.’ (2 Ped. 3:13) ¡Eso significará una sociedad terrestre basada en la verdad, una Tierra que solo será habitada por gente que ame la verdad!
7 En vista de eso, si amamos lo que es correcto y deseamos vivir en el nuevo orden de Dios, es muy necesario que andemos en la verdad. Debemos tener la actitud del salmista que oró: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas. Hazme andar en tu verdad y enséñame.” (Sal. 25:4, 5) De manera similar, debemos prestar atención al consejo que dio el profeta Samuel al Israel antiguo: “No deben desviarse para seguir las cosas irreales que no son de provecho alguno y que no libran, . . . Solo que teman a Jehová, y tienen que servirle en verdad con todo su corazón.”—1 Sam. 12:21, 24.
‘MODELOS’ PARA NUESTRO TIEMPO
8 Los tratos que Dios tuvo con personas del pasado suministran ‘modelos’ o ‘patrones,’ o ejemplos, para nosotros. De éstos aprendemos cómo Dios realmente trata con las personas que andan en la verdad y con las que no hacen eso. (1 Cor. 10:11; Rom. 15:4) Un modelo del cual podemos aprender es el de la nación del Israel antiguo. A aquella nación se le mostró favor cuando Dios le dio sus leyes. Mientras los israelitas andaban en Sus verdades, recibÃan abundantes bendiciones. Por ejemplo, no eran presa de naciones enemigas. (Deu. 28:7) Sus siembras y rebaños eran abundantes. (Deu. 11:8-15) Su sistema social era tan ordenado y altamente desarrollado que no se necesitaban prisiones. (Ãxo. 22:1-15) Las epidemias que azotaban a las naciones impÃas no los herÃan a ellos. (Deu. 7:15) Y si continuaban andando en la verdad... “el más bendito de todos los pueblos llegarás a ser,” les prometió Jehová. (Deu. 7:14) En contraste, note la condición degradada de las naciones cananeas que rodeaban a Israel, como señala el Bible Handbook (Manual bÃblico), por Henry H. Halley:
“Los cananeos adoraban, por satisfacción inmoral, como rito religioso, en la presencia de sus dioses; y entonces, por asesinar a sus hijos primogénitos, como sacrificio a estos mismos dioses.
“Parece que, en gran medida, el paÃs de Canaán habÃa llegado a ser cierta clase de Sodoma y Gomorra en escala nacional . . . ¿TenÃa derecho alguno a seguir existiendo una civilización de tan aborrecible suciedad y brutalidad? . . .
“Los arqueólogos que excavan en las ruinas de las ciudades cananeas se maravillan de que Dios no las destruyera antes de lo que lo hizo.”
9 Sin embargo, Israel no siguió andando en la verdad. Como resultado de ello, Dios retiró su apoyo de aquella nación. Por eso Jesús en el templo dijo a Israel: “¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes.” (Mat. 23:38) También declaró: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.” (Mat. 21:43) Ya no serÃan la nación favorecida de Dios, sus testigos.
10 En el primer siglo de nuestra era común, Dios desarrolló una nueva nación espiritual. Esta fue la congregación cristiana, una organización hecha de personas de muchas diferentes nacionalidades. (Hech. 10:34, 35; 13:46) El vocero nombrado de Dios, Jesús, colocó el fundamento para ella, y dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida.” (Juan 14:6) Por lo que enseñó y logró, probó que realmente tenÃa la verdad, y tenÃa el apoyo de Dios. (Mat. 3:16, 17; 15:30, 31; Hech. 2:22) Los cristianos del primer siglo probaron lo mismo, pues quedaron claramente identificados como los testigos cristianos de Dios. (Hech. 1:8; 2:1-4, 43) De las verdades que ahora fluÃan a través de aquellos cristianos, el apóstol Pablo dijo: “Es a nosotros que Dios las ha revelado por medio de su espÃritu.” En contraste, hizo notar lo siguiente: “Esta sabidurÃa ni uno de los gobernantes de este sistema de cosas la llegó a conocer.” (1 Cor. 2:8, 10) HabÃa sucedido precisamente como Jesús dijo: “[Tú, Dios,] has escondido estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos”—Mat. 11:25.
11 Para fines de aquel primer siglo, Dios habÃa logrado algo más. HabÃa terminado el registro escrito inspirado que más tarde se usarÃa como base para determinar la verdad. (2 Tim. 3:16, 17) Entre las Escrituras completadas habÃa muchas profecÃas, historia escrita de antemano. (2 Ped. 1:21) Aquellas profecÃas mostraban que después de la muerte de los apóstoles se introducirÃa un perÃodo en que se apostatarÃa de la verdad. (Hech. 20:29) Pero también mostraban que después, durante la “parte final de los dÃas” precisamente antes del fin de este sistema, habrÃa una restauración de la adoración verdadera. (Isa. 2:1-4; Miq. 3:12 a 4:5 inclusive) Jesús señaló que la gente serÃa recogida en dos grupos: a los que hicieran bien a los hermanos de Cristo que andan en la verdad se les recompensarÃa con “vida eterna”; los que no hicieran eso irÃan a “cortamiento eterno.”—Mat. 25:31-46; 2 Juan 4; 3 Juan 3, 4.
12 El recogimiento y reorganización de la congregación cristiana en tiempos modernos tendrÃa varios propósitos. Entre otras cosas, esta congregación recibirÃa instrucción unificada de Dios: “Ãl nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas,” dice la profecÃa de IsaÃas 2:3 (también, Miq. 4:2). Al andar en la verdad, estos siervos de Dios sostendrÃan lo apropiado y correcto de Su gobernación universal, lo cual traerÃa gloria y placer a él, y muchos beneficios a ellos. (Pro. 12:22) En cambio, Dios los utilizarÃa como sus testigos del dÃa moderno, y los equiparÃa para entregar su mensaje a la generación actual.
13 ¿UsarÃa Dios más de una organización para dispensar sus verdades en estos “últimos dÃas”? Bueno, ¿ha usado Dios alguna vez más de una durante cualquier otro perÃodo de juicio? En el dÃa de Noé, ¿hubo otras embarcaciones con gente en ellas, aparte del arca de Noé, que tuvieran la protección de Dios y sobrevivieran el diluvio? No, sólo el arca y sus ocupantes sobrevivieron. (1 Ped. 3:20) ¿Hubo dos organizaciones cristianas en el primer siglo? No, Dios trató con la única que habÃa. AsÃ, también, en nuestro dÃa todavÃa hay “un Señor, una fe, un bautismo.” (Efe. 4:5) El hecho de que solamente podrÃa haber una congregación unida se deriva claramente de las palabras de Pablo en el sentido de que “todos hablen de acuerdo, y . . . no haya divisiones entre ustedes.”—1 Cor. 1:10.
“POR SUS FRUTOS”
14 ¿Cómo podemos determinar quién realmente tiene la verdad hoy dÃa, y quiénes asà satisfacen los requisitos para que Dios los utilice como sus testigos en la Tierra? Un principio fundamental que sirve para determinar lo que es verdadero y lo que es falso lo estipuló Jesús cuando dijo: “Por sus frutos los reconocerán. . . . Todo árbol bueno produce fruto excelente, pero todo árbol podrido produce fruto inservible.” (Mat. 7:16, 17) SÃ, tendrÃa que haber “fruto,” o evidencia de que el poderoso espÃritu santo de Dios estuviera realmente apoyando a este pueblo. ¿Y qué clase de fruto producirÃa ese poder de Dios en sus siervos? Su Palabra responde: “El fruto del espÃritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.”—Gál. 5:22, 23.
15 Note, especialmente, el “fruto” que se alista primero, el de amor. Una manera en que los verdaderos siervos de Dios tienen que manifestar esto es como Jesús declaró: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mat. 22:37) El amor a Dios se muestra de varias maneras. Una de estas maneras es amando el nombre de Dios. (Heb. 6:10; Sal. 69:36; 119:132) Ciertamente los cristianos a quienes se saca de este mundo deben llegar a ser “un pueblo para su nombre.” (Hech. 15:14-18) ¿Quiénes son los que ponen en alto el nombre de Dios (Jehová, en español) y lo dan a conocer por toda la Tierra?—Isa. 43:10-12.
16 El amor a Dios también significarÃa creer en su gobierno entrante para toda la Tierra, su Reino celestial, y hablar acerca de él. Jesús nos enseñó a orar: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) ¿Quiénes entre la humanidad hoy dÃa hacen que el reino de Dios sea la doctrina central de su enseñanza y predicación como lo hizo Jesús? ¿Quiénes visitan a la gente en sus hogares para decirles lo que el reino de Dios logrará en la Tierra? ¿Quiénes cumplen la comisión que Jesús mencionó cuando predijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”?—Mat. 24:14.
17 El amor a Dios se manifiesta también de otra manera... por medio de obedecer todas sus leyes. (1 Juan 5:3) Cuando hay un conflicto entre las leyes de Dios y las leyes de los hombres, la regla bÃblica para los que verdaderamente tienen la verdad es: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 5:29) Solo los que hacen esto consiguen el apoyo del “espÃritu santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen como gobernante.” (Hech. 5:32) Por ejemplo, al obedecer las leyes de Dios los cristianos de hoy “no son parte del mundo,” pues son neutrales en los asuntos polÃticos del mundo, como lo fueron Jesús y los cristianos del primer siglo. (Luc. 4:5-8; Juan 6:15; 15:19; 17:14-16) ¿Quiénes son los que en nuestro dÃa se mantienen separados del mundo y su corrupción polÃtica, violencia e inmoralidad, y están dispuestos hasta a experimentar aprisionamiento o muerte por seguir en los pasos de Jesús?—1 Ped. 2:21; vea también el capÃtulo 13 de Hebreos.
18 Hay otro aspecto de este “fruto” del espÃritu, el amor. Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discÃpulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) Muchos otros textos bÃblicos muestran también que ese amor serÃa una marca que identificarÃa claramente a los siervos verdaderos de Dios. Por ejemplo:
“Los hijos de Dios y los hijos del Diablo se hacen evidentes por este hecho: Todo el que no obra justicia no se origina de Dios, tampoco el que no ama a su hermano. . . . debemos tener amor los unos para con los otros; no como CaÃn, que se originó del inicuo y mató atrozmente a su hermano.”—1 Juan 3:10-12.
“Si alguno hace la declaración: ‘Yo amo a Dios,’ y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto.”—1 Juan 4:20, 21.
¿Qué grupo internacional de personas demuestra esta clase de amor entre sÃ, no solo por palabras, sino por obras? Durante el siglo pasado, ¿qué grupo se ha abstenido, en tiempos de guerra, de matar atrozmente a compañeros de creencia de otras naciones, y de permitir que los prejuicios raciales, nacionalistas, culturales o económicos los separen?
¿QUIÃNES, REALMENTE, TIENEN LA VERDAD HOY?
19 ¿Qué muestra la evidencia acerca de este fruto vital del espÃritu de Dios, el amor? ¿Quiénes cumplen con este requisito? ¿Dónde ve usted una gran muchedumbre de personas de todas las diferentes nacionalidades y razas que esté unida en el nombre de Jehová para servirle lealmente y hablar a otras personas acerca de su reino? SÃ, ¿dónde encontramos una verdadera hermandad mundial enlazada por el amor? (Rev. 7:9, 10; Col. 3:14) La publicación religiosa Interpretation, en un capÃtulo intitulado “La Biblia y las religiones modernas, los testigos de Jehová,” declara lo siguiente:
“En su organización y obra de testificar, ellos [los testigos de Jehová] se acercan cuanto pudiera acercarse un grupo a lo que era la comunidad cristiana primitiva.
“Su separación del mundo, urgencia en testificar, e insensibilidad ante los ataques del mundo son como los que les vienen a los que firmemente creen que están entre los elegidos y los que han dado su lealtad sin reservas a Dios.
“Pocos grupos aparte de ellos usan tan extensamente la Escritura en sus mensajes, tanto orales como escritos. Pocos grupos aparte de ellos consiguen de lo que llamamos los legos la cantidad de servicio que ellos obtienen con relación a promover y ejecutar la obra de la organización.”
20 El investigar imparcialmente la Palabra de Dios y compararla con las enseñanzas y prácticas de los testigos de Jehová suministra la prueba de que el espÃritu de Dios ciertamente los está apoyando, y de que Dios los está usando como instrumento suyo para proclamar la verdad hoy dÃa. Sin embargo, a toda persona que ama la verdad se le invita a examinar esta alegación de que los testigos de Jehová realmente tienen la verdad. Al hacer eso, esas personas deben imitar lo que hicieron los individuos del primer siglo que prestaron atención a la predicación de los apóstoles: “Recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, examinando con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran asÃ.”—Hech. 17:11.
2006-12-23 09:44:40
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answer #5
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answered by S/N 2
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