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desde chico me buscaban pleito, mas que dos o tres beses me defendi, pero con miedo, muchos dicen que enfrentandolo, pero una ves lo quise intentar y no pude metemblava todo el cuerpo me sentia sin fuerzas, me da mucho coraje que quisiera matar a quien me busca pleito, pero hasta hay, me siento tan mal, que si ahorita llega una persona y me empiesa agritar fuerte como para pelear, siento que se me va la sangre, un miedo orrible y no se porque, de chico mi padre me metio al karate y tambien le sacaba a pelear en combate libre, so no entiendo por que soy asi o siento eso

2006-12-21 21:16:08 · 4 respuestas · pregunta de jimy r 1 en Educación Otros - Educación

4 respuestas

yo lo vvivì.- La soluciòn es ir a un gimnasio de boxeo no con idea de sercampeòn del mundo sino adquirir los rudimemntos principales y empezar a practicar, en menos de 3 meses todo serà un mal recuerdo y te sentiràs muy seguro de tì mismo y ademàs todos los pensara´n dos veces antes de provocarte, te lo aseguro.- Es muy bueno saber defenderse y no ser provocador ni pelesdor.-

2006-12-25 12:25:56 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 0

mira,quizas seas una persona,a la que no le gusten los pleitos,he conocido a varios,y entre ellas mi hijo...cuando ven que se estan peleando ,(ya sea con insultos o golpes) se abre,no le da la razon a ninguna,y si se da la ocasion en un momento mas tranquilo se sienta a hablar solamente y dice su opinion...y por las broncas que tienes...yo creo que a todos nos pasa,llega un momento que queremos matar a alguien,pero algunos nos controlamos y despues eso se va....eso se llama ira....no te preocupes,sigue mejor sin pleitos,sera mejor para vos.

2006-12-22 17:10:38 · answer #2 · answered by vale 5 · 0 0

El hombre con miedo
Por Oscar Gerez
ogerez@elliberal.com.ar

Siempre me ha llamado la atención la actitud del toro que en medio de la plaza de arena, con cientos de gargantas pidiendo su muerte, aceitado su cuerpo de sangre caliente y enloquecido de terror ante el sol que reverbera en la punta de la espada del torero, arremete a pesar de todo, ciego y casi sin otra respuesta que su coraje milenario.
Un amigo me ha enviado un artículo esta semana acerca del miedo con datos del pensador y escritor José Antonio Marina en referencia a su último ensayo, ‘Anatomía del miedo. Un retrato sobre la valentía’ (Anagrama). El miedo “es un sentimiento universal y absolutamente poderoso, es un elemento esencial del ser humano mucho más duradero que el amor; se mueve en todos los ámbitos de nuestra vida y es fácil de manipular”.
Es bueno reflexionar sobre el miedo. Sobre todo en Santiago del Estero donde ha hecho germinar, crecer y florecer nuevas formas de tiranías. Después de tantas batallas perdidas -y de pequeñas victorias que han quedado en el anonimato-, creo que no debemos aspirar a no tener miedo, sino a desmenuzar las razones de su existencia para poder adoptar la actitud correcta frente a él. Una actitud que nos sirva para no paralizarnos y que nos mantenga en alerta contra el peligro de la aparición de aquel que se sirve del miedo para ejercer poder sobre el pueblo.
Marina dice que todas las emociones que nos atormentan, la angustia, la inquietud, la timidez y la vulnerabilidad, son en definitiva síntomas del miedo, que es de todas ellas la que más preocupa a la mayoría de seres humanos. “La inteligencia hace miedosa a la especie humana. Por un lado, la inteligencia nos hace poderosos y, por otro, muy vulnerables. Ser inteligente es una ventaja y también un inconveniente”, destaca textualmente el filósofo español.
Así como el miedo tiene muchas caras, también hay diversas maneras de enfrentarlo. Marina advierte que “los animales se enfrentan de cuatro maneras a este sentimiento: la huida; el ataque -el ejemplo del toro-; hacerse el muerto -como el caracol-, y el sometimiento, que es lo que suele ocurrir cuando dos perros se pelean y el más débil se somete al más fuerte. La especie humana -puntualiza el autor- ha adoptado estas cuatro respuestas, pero ha incorporado una nueva, que es hacer como si no tuviéramos miedo, negarlo”.
Es interesante conocer su pensamiento sobre la valentía: “Es valorada positivamente en todas las culturas, es el arma que utilizan los humanos para enfrentarse al miedo. No se trata de no sentir miedo, sino de enfrentarse a los problemas a pesar de que sintamos miedo. En este caso, el humano actúa como cree que debería actuar y la valentía se convierte en el principio de la ética”.
Sin embargo, reconoce que la valentía es un instrumento “problemático”, porque para él existen dos maneras de ser valiente, “la superior y positiva, que es el comportamiento de la persona que se enfrenta a sus propios miedos con buenos propósitos”, y “la inferior, que puede ser la valentía del kamikaze japonés que muere, pero no tanto porque no tenga miedo como porque tiene miedo a la deshonra, o la del terrorista suicida que muere en nombre de una religión”.
¿Cuál de las cinco formas de enfrentar el miedo usamos nosotros? ¿Cuál usamos en nuestra casa, cuál en el barrio, en la ciudad, cuál en la provincia, en el país?
Me parece que huir es indignante, porque soldado que huye… hará lo mismo en la siguiente batalla. Atacar como el toro termina en tragedia, la nuestra o la del otro. Hacerse el muerto, someterse y hacer de cuenta que no tememos, favorece el feudalismo, la injusticia, el egoísmo y la falta de solidaridad.
Sospecho que la mejor forma de enfrentar el miedo es la unidad de los temerosos. Unidos, ante las razones de ese miedo. La contra del toro es que está solo. Las personas justas tienen miedo y es natural. Una persona con miedo, como se ha visto, es una persona inteligente por lo tanto no debemos pensar que no somos capaces de enfrentar de la mejor manera el temor que nos causa toda la tarea que hay por hacer. El hombre con miedo no es el problema, el problema es que el hombre con miedo que está solo. Si no lo mata el torero, lo hará el dueño del rodeo. O los idiotas que se juntan en las gradas a celebrar el miedo de un valiente.
Es posible calmar el miedo tomando de cada cual, las fortalezas que pudiera haber en la unidad de los que temen. En el equipo, en el grupo, podríamos descubrir una nueva fortaleza que no tiene dueño único sino que es patrimonio de todos. Así se ganan batallas, con las pequeñas valentías de cada uno y con la gran decisión de todos. El miedo se hace chiquito ante tanto deseo de libertad.
La hipocresía y la deshonestidad contribuyen a magnificar los miedos y el descrédito del hombre con miedo. (Hablo del hombre, no de la sanguijuela que se esconde en las sombras mientras vende su veneno por monedas).
El miedo a ejercer nuestros derechos, así como la incomodidad que provoca el cumplimiento de las obligaciones, pueden encontrar gentes valientes si se comprende que la unión vence cualquier temor, en todas sus formas.
Por más que rechinen los dientes, que el sudor se confunda con las lágrimas y que las manos tiemblen de miedo, y aunque la voz se torne inaudible y las piernas suelten raíces en el piso, si estamos unidos, es posible avanzar. Unidos en la provincia, en el barrio, unidos en el hogar. (Gracias a Pepe Presti)



felices fiestas

2006-12-21 23:14:48 · answer #3 · answered by bochaabuelo 6 · 0 0

mejor ve a un psicologo, a mi tambienme da miedo pelear pero no a ese grado, si tengo que pelear pues peleo aun con miedo, pero me enfrento al problema, ahora ya apra llegar al grado qu dices parece mas gracve y es mejor ver un psicologo haber que pasa.

2006-12-21 21:34:14 · answer #4 · answered by el zavyo 3 · 0 0

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