HAce tiempo que no se escucha a nadie hablar del "dinero de Internet", aunque el pago sigue siendo el gran caballo de batalla de todos los proyectos. En todo caso, las monedas de curso en el mundo real son quienes protagonizan las transacciones: bastante miedo existe acerca de la seguridad, en el "quien hay detrás" del establecimiento donde se desea adquirir un producto,... como para aceptar o efectuar pagos en monedas de valor que pueda ponerse en duda.
De todos modos, estos esfuerzos de crear moneda han tenido la virtud de resultar tan insignificantes que han de servir para recordarnos que la moneda es tan solo algo que nos dan para que nos entretengamos, como dice García Calvo, pues lo importante es el dinero.
Una sola moneda, una sola legitimidad.
Mientras que la creación de una moneda de Internet ha fracasado, en el mundo real, en los últimos años, hemos observado lanzamientos triunfales y propuestas que han sido abortadas nada más afirmarse. Por ejemplo, el Euro se instala como moneda única de los Quince sin haber sido cuestionada: la decisión tomada desde Bruselas se traslada a los ciudadanos sin réplica. El argentino, propuesta de un presidente que duró 7 días, duró tan solo tres. Cuando pasan cuatro presidentes en un mes, cuando la legitimidad no del gobierno, sino del estado y del sistema económico, es puesta en duda, y se grita "que se vayan todos", una nueva moneda carece de perspectiva. Sin legitimidad del que emite, la moneda no circula.
Internet, como mercado donde desaparecen los intermediarios, donde cliente y productor se acercan, como espacio de desintermediación, podía asemejarse a la utopía liberal del mercado medieval donde la necesidad de una moneda surge de forma espontánea, prácticamente autorregulada, para dar respuesta al intercambio del agricultor con el ganadero, de éste con el panadero, y de éste con el agricultor. La teoría clásica de la moneda es que la moneda es tan solo una mercancía cuya cantidad de rige por la oferta y la demanda de las mercancías que juegan el papel de moneda. Más aún, desde una perspectiva liberal radical, el mercado autorregulador encontraría una moneda incluso sin necesidad de un Estado que lo garantizase. La no aparición de una moneda de Internet puede ser, entonces, un test de esta explicación: y su fracaso demostraría que la hipótesis liberal era inexacta.
Y era inexacta porque el nacimiento de la moneda nacional es un elemento más de la acción intencionada de los Estados-nación por afianzar su soberanía y allanar el camino a sus mercaderes, de unificar sus mercados (por ejemplo, los Decretos de Nueva Planta, tras la Guerra de Sucesión, por la que los Borbones sustituyen a los Austrias en España, hacia el 1716, fuerzan la desaparición de las monedas propias de las regiones de la Corona de Aragón que aún persistían y de las aduanas al comercio entre Castilla y Aragón), de limitar la diversidad territorial, como lo es el currículo de la escuela, la Academia de la Lengua, las unidades de medida por decreto, el servicio militar o la televisión pública.
La moneda es parte de la soberanía de los Estados, y la soberanía nunca es compartida: el Estado, por su naturaleza, no puede dejar que existan dos monedas en su territorio, en la misma medida en que el Estado detenta el derecho a la violencia legítima. Solo con el respaldo del Estado, en su nombre, se puede ejercer la violencia: solo en su nombre se puede crear una moneda. Para el nacimiento de las monedas no es suficiente la necesidad de transacción, sino que resulta imprescindible un actor que las legitime ante sus potenciales usuarios; y solo los Estados pueden hacerlo.
Por supuesto, Internet no es una república independiente, ni los valientes que desearon " emitir moneda" están en condiciones de sustituir al Banco de España, y no digamos a la Reserva Federal.
Cuando vuelve a reabrirse el debate sobre imperialismo o imperio, solo nos queda entonces hipotetizar sobre lo que ocurrirá cuando el pago se extienda en Internet: ¿pagaremos en dólares o en American Expréss?
2006-12-20 19:57:42
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answer #1
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answered by INCA 7
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para crear una moneda solo hace falta comenzar a imprimir billetes y distribuirlos y que los que tienen "bienes" acepten tus billetes a cambio de esos bienes (como por ejemplo que lo acepten como salario). sería bueno que junto a esa moneda hubiera una norma (ley) que estableciera su nombre, simbolo y quien es el responsable por su emision.
tambien sería bueno que existiera un banco central que tuviera normas solidas, que respalden esa emision.
el valor inicial... de una unidad de moneda... no importa mucho, pero imaginate que creamos la nueva moneda y a un empleado común le damos 500 unidades, y a un gerente le damos 3000... y ademas establecemos que cada una de esas unidades nuestro banco central la cambiará por un dólar.
bueno, ahi tenes.... eso le da un valor inicial.. una relacion de lo que una unidad de moneda puede adquirir.
2006-12-19 07:56:39
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answer #2
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answered by Anonymous
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Como no partirias de cero establecerías una equivalencia o tipo de cambio con la moneda ya existente, pues estariamos hablando de una colonia o region que se independiza. Y su valor se mantendríia si no se imprime demasiada moneda sin repaldarla por su producto interno.
2006-12-20 10:07:19
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answer #3
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answered by Mas Sabe el Diablo por viejo que 7
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El valor inicial, se halla en función de una actualización del valor real de la moneda, tomando como año 0 ó 1 el de ´la creación de la anterior a interés compuesto, y tomando tb como referencia, las fluctuaciones que haya tenido su predecesora.
Y el nombre de la moneda, dependerá de la etimología, la mitología, etc:el euro recibe ese nombre del viento del sureste(euro), y del toro de la Prehistoria(llamado uro o euro) y tb del Continente Europa, que en griego significa "propemso a hacer el bien, o europé", y el dólar, tiene como antecedente, el tólar esloveno
2006-12-19 05:45:10
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answer #4
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answered by figaro5148 5
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