Por supuesto que existe el espiritu de la Navidad.
Yo tengo recibiendo beneficios de el por mas de 17 años.
Mis hijos y mi esposo son los primeros en poner la casa preciosa y poner flores y frutas y brindar como toda una gran fiesta.ellos y yo hemos recibido casi todo lo que pedimos
Te dire que hace 2 años mi esposo y yo le pedimos un bebito, ya tiene 1 añito y se llama Cristian alejandro.
Mi esposo estaba desempleado , y ahora tiene un empleo estable
y ya tengo mi carro rojo como le pedi, mi casa propia , mi hijo tiene su licencia de manejar y puedo decirte muuuuuuchas cosas mas.Puedes sentirlo cuando entra a tu casa , y despues que se va queda una paz inmensa y un perfume tan profundo que no es esencia o incienso, es algo muy extraño pero muy intenso y calmante.
2006-12-20 12:22:52
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answer #1
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answered by curiosa 1
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la navidad asi como lo vemos hoy ,es una excusa para sacarse y divertirse en una fiesta ,que se piensa mas en los regalos ,el arbol, la comidas ,las bebidas,le pura diversion,y los empresarios en un marquetig de aquellos,que en el nacimiento de Jesus.eso es algo irrelevante en esots dias par la gente,la gente no piensa en lo espiritual si no en lo carnal .
2006-12-18 01:38:06
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answer #2
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answered by arturo f 1
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No, ya que la navidad no tiene ni origen bÃblico ni es el dÃa en que nació Jesús. Se considera que la fecha de su nacimiento fue entre el 1 y 2 de octubre del año 2 antes de la era común.
La navidad tiene un origen totalmente pagano.
Te envÃo información sobre ello.
LA CELEBRACIÃN de la Navidad ha cambiado en muchos sentidos, y no solo en los últimos tiempos. Ya en 1836 el autor inglés Charles Dickens expresó: “Algunas personas le dirán que la Navidad ya no significa para ellas lo mismo que antes”.
Aunque quizás sorprenda a algunos, la Navidad no ha sido siempre un acontecimiento popular. En el siglo XIX, cuando Dickens escribió, la popularidad de la Navidad habÃa disminuido. A principios de aquel siglo la mayorÃa de los periódicos británicos ni siquiera hacÃan alusión a ella.
Dickens y su colega estadounidense Washington Irving, que le superaba en edad, procuraron idealizar la Navidad en sus obras. ¿Por qué? No solo para restaurar antiguas tradiciones sino también, por lo menos en el caso de Dickens, para hacer conscientes a sus lectores de las duras realidades de la vida de los menos privilegiados y mejorar asà su situación.
Realidades del siglo XIX
Aunque la revolución industrial supuso prosperidad para algunos, también significó la aparición de suburbios, pobreza y trabajo agotador. “Toda gran ciudad tiene uno o más barrios pobres —escribió Friedrich Engels en 1844—, en los que la clase obrera se hacina [...], lejos de la vista de las clases más afortunadas.”
La Factory Act (Ley de las fábricas) británica de 1825, que solo afectaba a las fábricas de algodón, estipulaba que ninguna persona debÃa trabajar en una hilanderÃa por más de doce horas diarias entre semana o nueve horas el sábado. En 1846, el historiador Thomas Macaulay culpó a aquel trabajo tan intenso de “entorpecer el desarrollo de la mente y no dejar tiempo para ejercitarla de forma sana, ni para cultivar el intelecto”.
El resurgimiento de las festividades navideñas se produjo en medio de aquellos problemas sociales y morales del siglo XIX.
Dickens y las Navidades
Charles Dickens fomentó el despertamiento de la conciencia social con relación a los problemas de los pobres. En su novela clásica A Christmas Carol (Canción de Navidad), publicada en 1843, empleó con habilidad su conocimiento de las tradiciones navideñas para conseguir su propósito.
Canción de Navidad constituyó un éxito inmediato, y se vendieron miles de ejemplares. Al año siguiente, nueve teatros de Londres pusieron el cuento en escena. En la Nochebuena de 1867, Dickens hizo una lectura del mismo en Boston (Massachusetts, E.U.A). Asistió al acto el señor Fairbanks, propietario de una fábrica de Vermont, que le dijo a su esposa: “Creo que después de haber escuchado esta noche la lectura del señor Dickens de Canción de Navidad, debo acabar con la costumbre que hasta ahora hemos tenido de abrir la fábrica el dÃa de Navidad”. Fairbanks cumplió su palabra. Al otro año inició la costumbre de regalar un pavo a sus empleados en Navidad.
Comercialización de la Navidad
Se hizo común dar limosna durante la temporada navideña. HabÃa organizaciones benéficas que distribuÃan carbón a las viudas pobres o alcaldes que regalaban dinero y comida. En teorÃa, la Navidad servirÃa para que todas las clases sociales convivieran en armonÃa. Permitir que las divisiones entre ricos y pobres se disiparan deliberadamente en esa época del año calmaba muchas conciencias.
Se revivieron varias tradiciones festivas y se crearon otras. Por ejemplo, las primeras tarjetas de Navidad aparecieron en 1843, y cuando se abarataron los costos de impresión, su venta prosperó. En cuanto al árbol de Navidad, una tradición mucho más antigua, su uso se extendió aun más después que el prÃncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, introdujo el estilo de ornamentación alemán, con oropel, adornos y velas.
La promoción comercial de la Navidad se hizo cada vez más marcada. Hoy en dÃa, poco más de un siglo después, el grado de comercialización que esta ha alcanzado levanta voces de protesta. Cabe, pues, preguntarse: ¿Cómo era la Navidad al principio?
Origen de la Navidad
En diciembre de 1992, el periódico The Chicago Tribune comentó en primera plana con respecto a los antecedentes históricos de la Navidad: “Resulta irónico que la fiesta de cuya comercialización se quejan ahora los cristianos tenga sus raÃces en una fiesta pagana adoptada por la cristiandad.
”La primera observancia de la Navidad como la fecha del nacimiento de Jesucristo tuvo lugar, que se sepa, más de trescientos años después de su nacimiento. En el siglo IV, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano, y los eruditos creen que los cristianos fijaron el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús para hacerla coincidir con una celebración pagana ya existente.
”‘En vez de luchar contra las fiestas paganas, decidieron participar en ellas e intentar sustituirlas —dijo el profesor Russell Belk, de la Universidad de Utah [...]—. Las fiestas paganas que la cristiandad reemplazó fueron las saturnales romanas —celebración carnavalesca en la que se enviaban presentes— y, posteriormente, las celebraciones de Yule en Inglaterra y Alemania con motivo del solsticio de invierno.’
”La Navidad ha ganado y ha perdido popularidad a través de los siglos. Los puritanos la prohibieron por un tiempo en Inglaterra y Estados Unidos, pues desaprobaban la frivolidad que la caracterizaba. Pero hacia mediados del siglo XIX, dice el profesor Belk, ‘la Navidad atravesó una crisis y su popularidad empezó a desvanecerse’. Según él, los lÃderes religiosos se alegraron en su dÃa por la inyección comercial que supusieron los regalos y la figura de Santa Claus para reavivar la fiesta.
”‘Aquel avivamiento —dijo Belk— se debió principalmente al escritor inglés Charles Dickens, cuya obra “Canción de Navidad”, de 1843, mostraba a un Scrooge reformado que se volvÃa generoso.’”
¿Cómo se originaron las usanzas navideñas?
De Dickens se decÃa que “disfrutaba de toda la parafernalia navideña”. Pero ¿de dónde vino esta?
El periódico New York Newsday del 22 de diciembre de 1992 suministró una perspectiva interesante al citar a John Mosley, autor del libro The Christmas Star (La estrella de Navidad): “‘Los primeros padres de la Iglesia no celebraban la Navidad en diciembre con la única intención de festejar el nacimiento de Cristo —dice [Mosley]—. Era su manera de observar el solsticio de invierno’, que señala el comienzo de la estación invernal, cuando el Sol detiene su marcha hacia el sur y se encamina de nuevo hacia el norte, trayendo nueva luz.
”Según Mosley, hay pruebas de esto en los sÃmbolos de la Navidad. Lo más patente es el empleo de plantas verdes, que simbolizan la vida en un tiempo de frÃo y oscuridad. ‘La planta verde más obvia es el árbol de Navidad —afirma él—. Y los habitantes del norte de Europa celebraban el solsticio en el bosque; adoraban los árboles. Por eso, el árbol de Navidad es realmente una reversión a la adoración prehistórica de los árboles.’
”Mosley añade: ‘¿Qué se pone en los árboles? Luces. Las luces recuerdan al Sol y simbolizan el Sol. Se trata de su renacimiento y del regreso de la luz tras el solsticio. Los principales elementos presentes en las celebraciones del solsticio en todas partes son la luz y las plantas verdes.
”’El 25 de diciembre —sigue diciendo—, era la fecha original del solsticio de invierno, y muchas de las cosas que hacemos ahora y que creemos que son usanzas navideñas relativamente modernas, en el fondo tienen sus orÃgenes en la celebración del solsticio.’”
Otro elemento caracterÃstico de las celebraciones navideñas es la música. Por tanto, no sorprende que las saturnales romanas fueran célebres por sus festejos, que incluÃan canto y baile. Para los eruditos ya no queda duda de que las Navidades modernas deben mucho a las antiguas saturnales.
Serias dudas
El arzobispo de Canterbury, Dr. George Carey, se quejó de “la Navidad victoriana de Charles Dickens”. ¿Cuál era el motivo? “Me preocupa que nuestros niños se vean afectados por el sistema comercial”, explicó.
Según el periódico The Scotsman, el obispo anglicano David Jenkins cree que el mercantilismo de la Navidad lleva a las personas al borde de la depresión nerviosa. “Adoramos la avaricia, y la Navidad se ha convertido en la fiesta de la avaricia y la insensatez —comentó—. Las personas normales se amargan por las deudas que contraen con sus tarjetas de crédito. [...] Aumentan las pruebas de que pasada la Navidad las personas se desesperan y las familias riñen. La Navidad ocasiona cada vez más dificultades que satisfacciones.”
The Church Times de Inglaterra resumió bien el problema de la Navidad: “Necesitamos liberarnos de la gran orgÃa báquica en que hemos permitido que se convierta”.
Qué debemos hacer
Se debe reconocer a la Navidad por lo que es: una celebración pagana que representa falsamente el cumpleaños de Jesús y que no tiene nada que ver con él. Eso fue lo que hizo Rita, la mujer mencionada al comienzo del artÃculo. Se hizo testigo de Jehová y ahora evita por completo la celebración de la Navidad, al igual que sus más de cuatro millones y medio de compañeros Testigos.
Aun asÃ, no siempre es fácil seguir un derrotero distinto al de la mayorÃa. (Compárese con Mateo 7:13, 14.) The Church Times reconoció: “Hay que ser un hombre, una mujer o una familia valiente para dejar de celebrar una fiesta impuesta de forma tan agresiva por los que nos rodean”.
Muchas personas que han decidido “dejar de celebrar” esa fiesta concuerdan con ello. Pero saben también que lo que les ha dado el incentivo y la fuerza necesarios para tomar y mantener esa decisión ha sido el profundo amor a la verdad. Lo mismo podrÃa ser cierto en su caso, si asà lo desea.
2006-12-17 23:30:36
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answer #4
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answered by Anonymous
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El cristiano de fe, sabe que se recuerda y actualiza el nacimiento de Jesús, el Salvador de nuestras almas. Es momento de hacer una lectura de cómo somos y cómo nos gustaría ser, saber cuánto nos falta caminar para llegar a la salvación que ese bebé nos trajo.
Este es el ritual. El resto, Papá Noel, el pino, los regalos no tienen nada que ver con esta fiesta.
2006-12-17 22:54:48
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answer #6
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answered by manuel julio 5
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