Inconsciente
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En el lenguaje corriente, el término inconsciente se utiliza como sustantivo para designar el conjunto de los procesos mentales que no necesitan depender de una prioridad, pues o bien no son relevantes para la tarea que se está desarrollando o porque ya tienen un camino establecido que atiende a esos eventos de forma automática, por lo que no son pensados conscientemente. También se lo puede emplear como adjetivo, con una connotación peyorativa, para hablar de un individuo irresponsable o loco, incapaz de dar razón de sus hechos y gestos.
Empleado por primera vez como término técnico en lengua inglesa en 1751 (con la significación de no consciente) por el jurista escocés Henry Home Kames (1696-1782), el término inconsciente se popularizó más tarde en Alemania, en la época romántica, designando un depósito de imágenes mentales, una fuente de pasiones cuyo contenido escapaba a la conciencia. En la actualidad, para entender mejor este concepto; el arte del cine y la comunicación ha creado distintas obras como es "Inconcientes" del Español Joaquín Oristrell e "Inconciente" del joven cortometrajista Chileno Martín Pizarro.
En el psicoanálisis, el inconsciente es un lugar desconocido para la conciencia ("la otra escena").
Historia del término
Introducido en la lengua francesa hacia 1860 (con la significación de vida inconsciente) por el escritor suizo Henri Amiel (1821-1881), fue admitido en el Dictionnaire de l'Académie française en 1878.
Desde la Antigüedad, la idea de la existencia de una actividad que no fuera la actividad de la conciencia siempre dio lugar a múltiples reflexiones. Pero se le debió a René Descartes (1596-1650) el principio de un dualismo cuerpo/mente que llevaba a hacer de la conciencia (y del cogito) el lugar de la razón, opuesto al universo de la sinrazón. El pensamiento inconsciente apareció entonces domesticado, sea para integrarlo a la razón, sea para rechazarlo a la locura.
A lo largo del siglo XIX, desde Wilhelm von Schelling (1775-1854) hasta Friedrich Nietzsche (1844-1900), pasando por Arthur Schopenhauer (1788-1860), la filosofía alemana adoptó una visión del inconsciente opuesta a la del racionalismo y sin relación directa con el punto de vista terapéutico de la psiquiatría dinámica. Subrayó el lado nocturno del alma humana y trató de hacer emerger el rostro tenebroso de una psique enterrada en las profundidades del ser. Sobre este horizonte se desplegaron los trabajos de la psicología experimental, la medicina y la fisiología: pensamos en Johann Friedrich Herbart, Hermann von Helmholtz, Gustav Fechrier, Wilhelm Wundt (1832-1920) e incluso Carl Gustav Carus (1789-1869).
El Inconsciente de Sigmund Freud
La historiografía experta, desde Lancelot Whyte hasta Henri F. Ellenberger, ha demostrado que Freud no fue el primer pensador que descubrió el inconsciente o inventó la palabra para definirlo. Sin embargo, fue él quien terminó por convertirlo en el concepto principal de su teoría, asignándole una significación muy distinta de la que le atribuían sus predecesores.
Al combinar tradiciones de la psiquiatría dinámica y la filosofía alemana, Freud elaboró una concepción inédita del inconsciente. Realizó en primer lugar una síntesis de las enseñanzas de Jean Martin Charcot, Hippolyte Bernheim y Josef Breuer, que lo llevó hacia el psicoanálisis y, en un segundo momento, proporcionó un andamiaje teórico al funcionamiento del inconsciente a partir de la interpretación del sueño. En efecto, para Sigmund Freud el inconsciente ya no es una "supraconciencia" o un "subconsciente", situado sobre o más allá de la conciencia; se convierte realmente en una instancia a la cual la conciencia no tiene acceso, pero que se le revela en el sueño, los lapsus, los chistes, los juegos de palabras, los actos fallidos, etcétera. El inconsciente, según Freud, tiene la particularidad de ser a la vez interno al sujeto (y a su conciencia) y exterior a toda forma de dominio por el pensamiento consciente.
Partiendo del concepto de inconsciente de la filosofía alemana de principios del siglo XIX y que el científico Eduard von Hartmann había recapitulado en su obra Filosofía del inconsciente, aparecida en 1868, Freud define su inconsciente de manera original (no ya como lo opuesto al consciente). "La observación de la vida normal de vigilia" parecía validar esa concepción clásica del inconsciente. Pero "el análisis de las formaciones psicopatológicas de la vida cotidiana y del sueño" había hecho aparecer al inconsciente como "una función de dos sistemas muy distintos". En adelante, junto al consciente había que concebir dos tipos de inconsciente, ambos inconscientes en el sentido descriptivo, pero muy distintos en cuanto a su dinámica y al devenir de sus contenidos: los del inconsciente propiamente dicho no podían llegar nunca a la conciencia, mientras que los contenidos del otro, denominado por tal razón preconsciente, alcanzaban la conciencia en ciertas condiciones, sobre todo después de pasar el control de una forma de censura.
2006-12-18 05:18:08
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EL INCONSCIENTE
1. Introducción
El descubrimiento y la teoría científica creada por Sigmund Freud (1856-1939) encuentra como uno de sus principales temas la noción del inconsciente. A menudo se compara al inconsciente con los agujeros negros porque no se sabe que se puede encontrar dentro de ellos .Esta noción de inconsciente desde el psicoanálisis adquiere un significado preciso que se diferencia se subconsciente y de no consciente. Básicamente la diferencia entre estos términos es que en el subconsciente o en el no consciente el contenido de estos pueden ser traídos a la conciencia rápidamente por la voluntad del sujeto o por otros mecanismos donde la conciencia recupera el contenido. En la teoría freudiana lo inconsciente es lo oculto, lo otro de la conciencia y a su vez la "verdadera realidad" de lo psíquico, se encuentra relacionado funcionalmente con las nociones de represión y resistencia. El problema es definir cuales son sus contenidos. Frente a esto el propio Freud ha dado algunas respuestas: en un primer momento lo definió como lo reprimido, en 1915 en su texto "El inconsciente" sostuvo que sus contenidos son "representantes de la pulsión". El concepto de pulsión reemplaza a la clásica idea de instinto, siendo esta una noción límite entre lo somático y lo psíquico. Estos contenidos se encuentran en forma de "fantasías", "textos imaginarios", a los cuales se liga la pulsión y pueden identificarse como verdaderas puestas en escena del "deseo".
Los contenidos del inconsciente tratan de acceder a la conciencia pero lo hacen a través de las llamadas "transformaciones de compromiso", es decir que aparecen de forma disfrazadas a través de los sueños, lapsus, actos fallidos, etc. Los sueños son unos de los principales objetos de estudio del psicoanálisis, los sueños son mensajes subliminales del inconsciente, los lapsus y los actos fallidos son acciones impensadas que ocurren en la vida cotidiana por ej., (errores al escribir o al hablar), estos hechos son irrupciones ilógicas dentro de la racionalidad cotidiana, es decir son del mismo orden del inconsciente y se toman como su reflejo, al igual que los sueños al que se denomina el reino de lo irracional. . Cuando uno dice una palabra por otra (lapsus), la psicología afirma que es lo que realmente se quería decir, los lapsus estarían hablando entonces de un conflicto interno. Es por eso que los sueños y la asociación libre (lo primero que viene a la mente, en una sucesión aparentemente casual), son el eje del análisis terapéutico.
Algunos actos de la vida cotidiana demuestran claramente la presencia del "otro yo", por ej., si estamos en casa y sale nuestro hijo gritando de unos de los rincones dando un grito para asustarnos, inmediatamente daremos un salto y nos alejaremos de el, solo después de unos segundos nos daremos cuenta que no se trata de ninguna amenaza para nuestra integridad. La primera reacción es en reflejo casi automático como si el inconsciente se hubiera adelantado a la consciencia tomando la iniciativa de nuestros actos.
Pero las teorías freudianas no son aceptadas por todos por ej. en los años 20 el norteamericano John Watson fundó el conductismo y desestimó no solo al inconsciente sino que también a la consciencia, Watson afirmaba "creo que podemos escribir una psicología y nunca usar los términos consciencia, estados mentales, mente y los demás...". Muchos a su vez concordaban con Watson dedicándose a observar la conducta en términos de estímulo-respuestas, aunque parezca banal, este método fue el dominante durante alrededor de 50 años.
Otras escuelas como es el caso de las neurociencias o las ciencias cognitivas utilizan el concepto de manera diferente a como lo hace el psicoanálisis.
Phillip Merikle, psicólogo de la universidad de Waterloo en Ontario, Canadá, uno de los más prestigiosos investigadores del inconsciente, afirma "a menudo pensamos que mente y consciencia son sinónimos, que nos enteramos de todo lo importante para nuestra supervivencia, pero cuanto mas estudiamos el inconsciente humano, mas cuenta nos damos de cuanto se nos escapa".
En la actualidad la neurobiología viene cuestionando la tarea del psicoanálisis a partir de sus propios descubrimientos. Los neurobiologos, emulando a la física, plantean un acercamiento aséptico de la mente. Ellos prefieren hablar de distintos niveles de consciencia, lo que les evita tener que hablar de términos valorativos como la represión. Los últimos avances han permitido conocer que existen procesos mentales ultrarrápidos que parecen a la toma de consciencia de la realidad. Según parece, el cerebro funciona continuamente en un modo analógico, esto es, efectuando un tratamiento instantáneo intuitivo y global de la información.
Esta información puede percibirse y registrarse incluso sin que tengamos consciencia de ello.
2. Según el psicoanálisis
Los contenidos del inconsciente son deseos, fantasías sexuales y/o agresivas
El inconsciente del psicoanálisis es según Oscar Masotta (psicoanalista argentino), "un saber que renuncia a su saber"
El lenguaje del inconsciente es fundamentalmente diferente al lenguaje de los procesos conscientes. Los procesos del inconsciente son ilógicos e irracionales. Los conscientes siguen las leyes de la lógica y la racionalidad.
Los contenidos del inconsciente acceden a lo consciente por medio de transacciones: los síntomas, sueños, actos fallidos, etc. Entender la relación significante-significado es el desafío para descifrar el mensaje.
3. Los contrarios del psicoanálisis
Según el enfoque cognitivo (también llamado de procesamiento de información), los contenidos del inconsciente son pensamientos con un significado motivacional especial.
El inconsciente no cumple una función defensiva. Las cogniciones inconscientes lo son porque han llegado al plano de la consciencia o se han automatizado
No tiene por que existir una diferencia fundamental entre el lenguaje utilizado para los procesos cognitivos conscientes y el empleado para los procesos cognitivos inconscientes. Ambos pueden ser igualmente racionales y lógicos.
No es difícil que la mente consciente tenga acceso a los elementos que forman parte del inconsciente. De hecho, el recuerdo de acontecimientos del inconsciente sigue las leyes normales de la memoria y ha sufrido el proceso de transformación.
En torno al inconsciente se formulan dos preguntas esenciales, la primera es: ¿Existe un modo inconsciente de percibir la realidad? en caso de que esto sea cierto, ¿Como podemos demostrarlo?, la psicología moderna ha descubierto varios fenómenos que demuestran que la respuesta a la primera pregunta es sí, uno de esos fenómenos es el llamado percepción subliminal.
Se llama percepción individual a aquellos estímulos emitidos por debajo del umbral de consciencia humano que influyen de algún modo en nuestros actos, pensamientos o sensaciones.
Se ha comprobado que los estímulos demasiado débiles para ser percibido conscientemente, tienen efectos sobre la percepción y sobre otros procesos psicológicos.
Se han estudiado varios casos de los llamados estímulos de corta duración, estos son imágenes o sonidos emitidos a una velocidad de entre 1 y 100 milisegundos, a esta velocidad es imperceptible para nuestra parte consciente, pero inconscientemente no solo lo percibimos, sino que también nos influyen de manera sorprendente.
La revista Science publicó en los años 80, un trabajo que realizó un grupo de psicólogos. Se eligieron 20 octágonos de manera irregular y se proyectaron en una pantalla con un lapso de un milisegundos. Naturalmente ninguno de los voluntarios fue capaz de percibir las imágenes a dicha velocidad, lo sorprendente fue cuando los psicólogos pidieron a los voluntarios que eligieran entre un grupo de octágonos mas grandes, cuales eran los que mas le gustaban, en este caso eligieron los octágonos proyectados subliminalmente.
En otra investigación publicada en el journal of personality and social psychology, se decía que se habían sometido a dos grupos de voluntarios para someterlos a una percepción subliminal, se les mostró una serie de ideogramas chinos para que evaluasen cuales representaban conceptos alegres y cuales tristes. En uno de los grupos los ideogramas iban acompañados de la imagen de una cara alegre o triste proyectadas durante 4 milisegundos e imposible de percibir, en el otro grupo las caras fueron proyectadas durante un segundo de manera que pudieran ser vistas. Curiosamente la presencia de una cara condicionó s la valoración de los ideogramas en el grupo en el que la percepción había sido subliminal. Es decir que nuestra mente puede hacer caso omiso de un mensaje consciente, abstraerse y concentrarse solo en lo que le interesa si así se lo requerimos, pero no puede evitar verse afectada por un mensaje inconsciente.
Experimentos como estos demuestran que, no solo se producen percepciones a nivel inconsciente, sino que también estas afectan nuestra valoración de las cosas, y nuestras decisiones.
Se sabe que la percepción consciente nos permite usar la información recibida para interactuar con el ambiente, por el contrario, la información inconsciente conduce a reacciones mas automáticas que no pueden ser controladas por el sujeto.
En 1957 el investigador de mercados James Vicary anunció que durante seis semanas había incluido subliminalmente el mensaje de un refresco y una comida entre las imágenes de una película en un cine de New Jersey. Según Vicary el consumo de estos productos aumentó entre un 18 y un 57 por ciento.
En la película El Exorcista, durante la escena de una pesadilla se han incluido dos fotogramas de una figura calavérica. La imagen dura unas centésimas de segundos, con lo cual el cerebro no tiene tiempo de hacerla consciente, sin embargo nos golpea desde el inconsciente y contribuye a crear un ambiente tenebroso.
También se han utilizado mensajes subliminales en la publicidad, esta representa la connotación (algo que representa al producto, aunque no tenga nada que ver) y la analogía (una imagen similar a la que se quiere vender), en estos casos el mecanismo es asociativo, con sus reglas ocultas, pero de toda manera no inconsciente.
También existe un segundo modo de funcionamiento del cerebro, además del analógico.
El neurobiólogo Jean-pol Tassin, explica: "Nuestro sistema nervioso central tiene la propiedad de mantener en la memoria la información, para servirse después de esas adquisiciones y resolver tareas posteriores".
Tassin concluye "El inconsciente psicoanalítico estaría constituido por elementos analógicos -inconscientes- que fueron tratados por el sistema cognitivo consciente antes de quedar enterrados e inaccesibles"
Existen otros fenómenos que comprueban la presencia del "otro yo", por ej., el de la información bajo los efectos de la anestesia general, aún cuando estamos en la sala de un quirófano nuestro "otro yo" sigue trabajando.
En un estudio realizado en un hospital de los Estados Unidos, se les colocó a varios pacientes quirúrgicos unos auriculares que emitían dos nombres de frutas (pera y banana), y dos colores, (amarillo y verde). Mientras tanto un grupo de control solo oía un rumor de olas. Luego de la operación se las pidió a cada paciente que dijera el nombre de la primera fruta y el primer color que se le pasara por la mente, en el grupo que había recibidos mensajes hablados hubo un significativo aumento de las menciones de pera, banana, verde y amarillo con respecto al de control y a lo que estadísticamente era de esperar. Incluso se han realizado mediciones de la respuesta cortical a estímulos auditivos que demuestran que el cerebro sigue reaccionando a ellos bajo la anestesia, mejor dicho lo percibe nuestro "otro yo".
Esto demuestra que los fenómenos inconscientes tienes una repercusión duradera sobre nuestro comportamiento. Otros estudios han incidido sobre esta idea, con la pretensión de contestar a la pregunta mas importante que se hacen los psicólogos cuando se enfrentan al tema del "otro yo": ¿tenemos memoria inconsciente?, ¿recordamos algunos fenómenos sin darnos cuenta? .Algunos afirman que si, por ej., somos capaces de recordar algunos sueños que hemos vivido durante la noche, pero algunos estudios van mas allá, es conocido entre los expertos el llamado efecto Poetzl, en homenaje al psicólogo que estudió la memoria inconsciente por primera vez. Uno de sus experimentos era el de presentar subliminalmente un paisaje a sus voluntarios y pedirle después que lo describiesen. Al haber recibido la información de manera inconsciente, los individuos no eran capaces de realizar una descripción correcta, pero Poetzl les pidió que volvieran el día siguiente por la mañana y que intentaran describirles los sueños que habían tenido durante la noche, el psicólogo descubrió que la imagen onírica contenía algunos elementos coincidentes con los paisajes que el día anterior no habían sabido describir.
El análisis de los recuerdos tiene mucho que ver con lo que los psicólogos llaman memoria implícita. Hace unos meses, Michael Rugg y unos colegas de la universidad de St. Andrews, en Escocia , utilizaron un complejo test para identificar ondas cerebrales relacionadas con la memoria, los voluntarios debían mirar una pantalla de televisión en las que aparecían sucesivamente unas palabras ordenadas desde las mas comunes hasta las mas raras y desconocidas. Se le pidió a cada persona que se fijara en las primeras y últimas letras de cada palabra, o que imaginara una frase con cada uno de los vocablos, cinco minutos después , se realizó un test de memoria y se midió la actividad cerebral, para eso volvieron a pasar ante sus ojos, una serie de palabras entre las que estaban las que habían leído antes, los voluntarios debían apretar un botón cada vez que recordaban alguna, como es lógico recordaban mejor los conceptos con los que habían construido una frase, pero lo sorprendente es que cada vez que una palabra si que ellos la recordaran, el cerebro emitía una señal distinta a la que se producía en los aciertos. Este experimento demuestra que las memorias que no afloran a la consciencia no son simples versiones débiles de las que si lo hacen, como piensan algunos investigadores, sino que ponen en juego una actividad similar a la del recuerdo, aunque en otra dirección.
4. El inconsciente según el lic. horacio belinco.
Evidentemente las significaciones y usos atribuidos a la noción del inconsciente son diversos y esta diversidad parte de las distintas corrientes que se enfrentan, complementan o refutan en el amplio campo del saber que estudia la conducta humana. Quién quiera plantearse que esto corresponde a una debilidad inherente a las "ciencias blandas", desconoce que las batallas han sido pródigas en el campo de la ciencia en general. Cualquier recorrido que se haga por un texto serio de una historia general de la ciencia o una historia social de la ciencia, demostrara que estas afirmaciones no solo son exactas sino, antes bien, tímidas frente a verdaderas "guerras" entre distintas posiciones científicas. Verá también que la discusión no es de las llamadas "ciencias blandas" (ciencias sociales o humanas según la adscripción epistemológica que se asuma) sino que las "ciencias duras" (ciencias naturales) han sido un escenario privilegiado de estas luchas. lo que sucede es que en el campo de las ciencias sociales este debate es mas evidente ya que cuando se hace con fórmula , ecuaciones, etc., este queda enmascarado en la supuesta neutralidad de los números. La noción de inconsciente es un lugar privilegiado donde el debate se verifica, ¿Pero lo que se dirime no es solo una noción que incumbe a las ciencias que estudian la conducta humana?. Creemos que no. ninguna noción en ningún ámbito del saber es el eje central de la disputa, lo que se discute en el fondo es que es el hombre y cual su destino. Si la ciencia es lucha de paradigmas, de modelos, la gran discusión tiene que ver con la cuestión del paradigma humano. cuando el psicoanálisis, que sus epistemólogos reivindican como ciencia, por un lado y las neurociencias y la psicología cognitiva por el otro disputan frente a la noción de inconsciente, lo que está en juego es la formación del ser humano. El psicoanálisis se de Sigmund Freud a Jacques Lacan a recorrido 100 años, pasando por otros teóricos, le da status como verdadera realidad de lo psíquico, como "otra racionalidad" que impulsa y gobierna al sujeto. Es este "sujeto del inconsciente", este "sujeto del deseo" el que vive el drama cotidiano de luchar entre lo que cree que es y lo que realmente es. Sujeto al que su "racionalidad lógica" no le permite anudar sus faltas, sus sistemas ilusorios de auto percepción y auto compensación, sus fisuras en el ser. Frente a este modelo que pregona la no racionalidad del deseo, el poder de los contenidos inconsciente, la descentralización de la racionalidad lógica de la escena, se opone otro, el de las neurociencias y el de la ciencia cognitiva que pone en la racionalidad consciente y lógica su eje y punto de apoyo. Asimilando en muchos casos el desarrollo de la cognición humana a la "metáfora computacional", definiendo el conocimiento como adquisición de información y la memoria con términos computacionales aspira a lograr un modelo donde todo sea claro y certero. Debemos avances a este recorrido. Es claro que cuando habla de inconsciente no lo hace en el mismo sentido del psicoanálisis. Lo hace desde la hegemonía de los procesos conscientes donde lo inconsciente es lo que está por debajo y no lo absolutamente lo "otro". Lo inconsciente es lo que se convirtió en automatismo o se encuentra trabajando, en algún lugar, en la compleja estructura neuronal-cerebral. Cada uno al leer adherirá a lo que mejor le suene a sus oídos de acuerdo al propio paradigma del hombre. Uno plantea la ausencia de certezas, la incompletud y la falta. El otro la completud, la certeza y la falta como ausencia del saber.
5. Sueños
Desde Freud se sabe que los sueños son una ventana del inconsciente. La neurobiología postula una novedosa teoría sobre las imágenes oníricas: sin excluir la postura psicológica, explica muchos puntos que esta deja a oscuras.
Antiguamente los sueños representaban para los reyes mensajes de los dioses.
Hace 2500 años el filósofo Heráclito tenía opinión de los sueños muy parecida a la actual el decía "hay un mundo común para los que están despiertos, pero el que duerme se reduce a un mundo propio"
La principal manifestación del inconsciente es el sueño habitado por innumerables imágenes "insensatas", dormimos un tercio de nuestra vida, y está comprobado que nuestro psiquismo produce todas las noches una gran cantidad de sueños, aunque muchas veces no lo recordemos al despertar. El neurobiólogo Michel Plon afirma que: " Antes de Freud los sueños eran descifrados con la ayuda de una clave de sueños, una especie de diccionario para traducirlos. Freud rechazó este método porque la interpretación excluía a quién soñaba. Era necesario enmarcar al soñante en su contexto para poder interpretar". Un árbol puede simbolizar protección, vida, fortaleza, también puede ser un símbolo fálico o una presencia dominante que se teme. El neurobiólogo Jean-Pol Tassin postula que hay dos modos de funcionamiento del cerebro: uno analógico y otro cognitivo. El surgimiento del sueño como expresión del inconsciente como expresión del inconsciente se daría cuando el modo cognitivo es brutalmente activado Tassin dice que: "La persona dormida tendría en el curso de una noche, una decena de microdespertares. Estos despertares bruscos, de una duración máxima de unos segundos, podrían tener diferentes orígenes: un estímulo exterior, como un ruido en la casa o en la calle, o una modificación fisiológica interna, transpiración, sensación de calor o frío". Los microdespertares desencadenan una reacción neurofisiológica que conduce directamente al sueño: "Al medir, gracias a sondas colocadas en la corteza prefrontal de ratas, las concentraciones de ciertos neuromediadores, demostramos que inmediatamente después del inicio del microdespertar se produce una ráfaga de uno de ellos, la dopamina, por lo común ausente durante el sueño. Esto provoca la activación súbita de la corteza prefrontal, implicada en el tratamiento cognitivo. Esta se pone entonces a tratar las imágenes analógicas generadas por el inconsciente de la persona que duerme: el sujeto sueña y su sueño nace de su microdespertar".
Tan solo estas imágenes analógicas inconscientes, súbitamente tratadas por el modo cognitivo, dejan un rastro en la mente y pueden ser evocadas al despertar. Pero con una condición: "Que la duración del sueño haya sido lo suficientemente prolongada, entre 3 y 4 segundos, sino, el sueño aunque percibido no es memorizado". Una duración mucho menor que los ya escasos minutos que dura la fase REM (movimientos oculares de los ojos). Desde fines de la década del 50 se sabe que durante el dormir hay lapsos en que los ojos se mueven para todos lados, se dijo que esto se debe a que el soñante seguía con la vista las imágenes del sueño, aun esta teoría sigue vigente, pleno no tiene pleno consenso. Algunos investigadores la rechazan por completo, para ellos los movimientos REM son solo una respuesta fisiológica para humedecer el globo ocular, por cierto la teoría de Jean -Pol Tassin no es actualmente mas que una hipótesis entre otras, pero la hipótesis de los dos modos de tratamiento de la información tiene el mérito de presentar, por primera vez, las bases neurobiológicas de la relación entre sueño e inconsciente, el sueño sería una instantánea del inconsciente, su foto cognitiva tomada por el aparato del cerebro consciente durante los breves instantes del microdespertar. Asimismo, esto permite explicar el carácter extraño y perturbador del sueño, del que a menudo guardamos emociones muy fuertes, porque es el resultado de un choque, de una contradicción absoluta: el tratamiento por el sistema cerebral racional de imágenes que representan todo lo contrario de este, intuitivas ricas en emociones, libre de nociones físicas como la gravedad, temporales como la cronología y por sobre todo libre de limitaciones morales.
2006-12-15 10:54:58
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answer #3
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answered by APRK 4
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