Armadura
El "Heraldo" en Japón tenía el mismo propósito que en Occidente. Así era para poder hacer más fácil de reconocer "quién es quién" en el campo de batalla. El uso de la armadura hacía que la gente pareciese idéntica, así que podría ser vital el saber que podrías ser asesinado por aquellos que portaran un estandarte anónimo o quienes pudieran ser tus aliados.
Para empezar, los ejércitos llevaban estandartes de colores para mostrar las afiliaciones de las familias. Pero incluso con el mon (normalmente simbólico), se incluía una señal familiar en dichos estandartes, pintados en las armaduras o mostrados en los grandes escudos de madera.
A diferencia de Occidente, el diseño de un mon era más importante que su color. Además no se cambiaba una vez que fuese adoptado por su familia. En Japón, todos los miembros de una familia y todos sus partidarios usaban el mismo mon.
Desde el período Sengoku, se estableció firmemente el uso del mon por las familias samurai. El clan Tokugawa, por ejemplo, usaba el aoi (una malva real) en un diseño de tres-hojas en un círculo. Muchas familias usaban la misma variación del tomoe (la coma que formaba parte de los símbolos del yin y el yang).
El mon se utilizaba en las banderas sashimono, que llevaban los samurai y los ashigaru a su espalda. El color de fondo de la bandera indicaba el ejército al que pertenecía. Algunas veces los samurai más famosos (o quizás los más orgullosos) tenían sus nombres dibujados en su sashimono en lugar del símbolo del clan. Mostraban además en el nobori, estandartes llevados por el abanderado unidos a las unidades. El nobori era una bandera alargada y vertical que tenía un soporte rígido en la parte superior. El mon se colocaba en la parte superior de dicha bandera.
Las banderas de Batalla que llevaban las unidades del ejército podrían incluir mensajes de ánimo en lugar de un dibujo. Una de las banderas usadas por Tokugawa Ieyasu llevaba el eslogan "Renuncia a este asqueroso mundo y alcanza la Tierra Impoluta."
Armadura
Los samurai no llevaban una armadura de una placa. El estilo se importó de China; la armadura de los samurai estaba hecha de pequeñas chapas unidas con cordones de seda o cuero. Al principio se diseñó para usarla sólo a caballo, se llamó yoroi, pesaba unos 30 kilos y era bastante eficaz. Casi todo el peso de la armadura reposaba sobre los hombros del soldado por lo que quedaba bastante limitada al blandir la espada desde el suelo.
Durante la Guerra Onin se modificó para que el peso se repartiese más por el torso. Se conservaron los cordones distintivos y se requería mucha atención en la fabricación y mantenimiento para que "funcionase" perfectamente. Para un país cubierto de arrozales, el que la armadura estuviera unida con cordones puede resultar algo raro. Los cordones se empapaban con facilidad y por tanto aumentaban de peso. Con frío ¡hasta se podían congelar!
Pero es precisamente esta característica lo que hace que la armadura japonesa sea tan colorida y atractiva para los gustos modernos. Los samurai eran muy prácticos en lo referente a sus armaduras y no siempre aprobaban este derroche de color. Aparte de todo, algunos tintes debilitaban la seda y los cordones se caían a trizas. Después de todo la armadura era una importante "herramienta para el comercio", en la mente de los samurai. Sin embargo la moda también tenía su papel: después de 1570 se extendió el uso del tinte negro azabache y, por tanto, de la armadura con cordones negros.
La armadura de los samurai estaba compuesta por muchas partes que se podían llevar por separado. No era necesario que un samurai de guardia en la mansión de su maestro llevase la armadura completa. Valía con llevar las mangas de la armadura debajo de las ropas. Ponerse una armadura era todo un ritual para cada pieza; hasta se llegaba a especificar qué mano, pierna o brazo debía cubrirse primero. Aparte de todo, el ritual debió servir para asegurarse de que el samurai no se olvidaba de ninguna parte del proceso.
Los cascos de los samurai van más allá de toda descripción. Podían ser enormes y terroríficos o con adornos y totalmente exagerados. Llevaban astas, enormes cimeras, cuernos, grandes plumas y soles y todo aquello que podía otorgarle un cariz más intimidatorio e impresionante. Añadidas a este efecto despampanante, las máscaras protectoras eran interpretaciones de caras demoníacas.
También había una especie de moda para la armadura "cristiana" tras la llegada de los portugueses. De hecho, esta armadura "cristiana" era un modelo español y, aunque es discutible, no tan avanzada desde el punto de vista tecnológico como la armadura que se fabricaba en Japón en la misma época. Con todo hay ilustraciones de samurai llevando armaduras europeas, tal vez como un guiño a la moda, tal vez para demostrar que eran extremadamente ricos (las armaduras traídas desde Europa siempre iban a ser más caras) y tal vez como un síntoma de su nueva fe cristiana. Los ejemplos que nos quedan de armaduras europeas de este período, por cierto, casi siempre tienen un impacto de bala en algún lugar del peto. Eso no significa que le había dado al que la llevaba, sino que se había disparado una bala para probar la armadura. La muesca se dejaba para mostrar que se había superado la prueba.
Normalmente el clan al que servían, proporcionaba a muchos soldados ashigaru una armadura y armas (los ashigaru tenían que procurarse una espada). Para que tuvieran un aspecto uniformado se utilizaba a menudo una laca de color. De construcción mucho más barata que la armadura samurai, la de los ashigaru cumplía perfectamente las funciones de protección y movilidad. Los cascos de los Ashigaru casi siempre eran la misma jingasa cónica, un práctico trozo metálico que también se utilizaba como caldera para el arroz.
Armadura Ashigaru
Muchos soldados ashigaru usaban la armadura y las armas estándar que les proporcionaba el clan (los ashigaru tenían que hacerse ellos mismos con una espada). Para darles una apariencia brillante se usaban a menudo corazas de hierro y el mon heráldico del clan era pintado sobre el pecho y la coraza de la espalda. Lejos de ser una construcción barata para la armadura de un samurai, la armadura de un ashigaru era sin embargo una buena elección entre protección y movilidad y mucho mejor que el equivalente del campesino en un ejército europeo en el caso de proporcionárselo. Los cascos ashigaru eran casi siempre el mismo cónico jingasa, una práctica pieza del conjunto que, cuando no se encontraba en batalla, podía valer como cuenco para el arroz.
La Espada
El Sengoku fue un período bastante anárquico. Hasta los campesinos solían ir armados. Sin embargo, los samurai eran los únicos que podían llevar dos espadas, llamadas daisho, como distintivo de su estatus exclusivo como guerreros. Estas dos armas, la larga katana y la wakizashi, más corta, se llevaban juntas, aunque normalmente no se utilizaban a la vez como armas. Miyamoto Musashi se salía de la norma porque en su estilo "Dos Cielos" se utilizaban las dos espadas al mismo tiempo. También merece la pena mencionar otro tipo de espada, el no dachi. Estos enormes mandobles sólo los usaban los soldados de a pie.
Los samurai utilizaban la katana para defenderse y atacar y, por eso, nunca incluyeron como defensa los escudos, a diferencia de los caballeros europeos. Gracias a la resistencia del acero, podían bloquear y desviar golpes que habrían hecho añicos cualquier arma de acero ordinaria. Por otro lado su cortante filo le otorgaba la habilidad de rebanarle hasta los huesos a un oponente. Estas dos cualidades eran el resultado de la destreza y experiencia que los espaderos habían acumulado a lo largo de siglos de experimentación. Ninguna otra espada, ni siquiera el famoso acero toledano, pudo compararse con estas armas japonesas.
La espada de un samurai se fabricaba mediante muchas capas de hierro y acero. Ambas se alisaban a martillazos y se doblaban muchas veces hasta conseguir un "sándwich" de muchas capas. Por cada forjado se duplicaba el número de capas de metal de una espada. Así se le proporcionaba a la espada una gran dureza, cuando se fundían el acero y el hierro juntos. El hierro aportaba flexibilidad a la hoja, mientras que el centro de acero se podía endurecer hasta conseguir un filo perfecto. El proceso final del forjado era especialmente ingenioso. Se cubría la hoja con arcilla de diferente grosor a lo largo de la misma: fina en el filo cortante y gruesa hacia el extremo. Cuando una vez cubierta de arcilla se calentaba y después se enfriaba, bajaba de temperatura a diferente velocidad y los cristales de metal a cada punta de la hoja terminaban adquiriendo diferentes tamaños. Eran grandes donde se había puesto arcilla final y por tanto flexibles, y pequeños en el filo para formar un extremo firme que podría afilarse. Una vez lustrada, el cambio del acero más blando y el filo más duro quedaban como la yakiba, una línea que se parece a una ola que rompe.
El resultado de todo esto era una espada que podía cortar a un hombre en dos, literalmente. A veces los criminales condenados a muerte servían para probar las nuevas espadas, pero era más normal tomar un manojo de ramas y bambú o utilizar cadáveres.
La espada se convirtió en el "alma del samurai" que la blandía y muchas se convirtieron en reliquias de familia. Hasta en la Segunda Guerra Mundial, algunos oficiales recubrieron sus espadas de familia con accesorios apropiados para el ejército y las utilizaron de forma activa Las espadas que se llevaban a casa los oficiales aliados como recuerdos de guerra de las batallas de Asia y el Pacífico se siguen reconociendo hoy en día como aceros antiguos y valiosos.
El Arco
La arquería era el arte que los primeros samurai valoraban por encima de los demás. Hasta llegaron a utilizar el término "El Camino del Caballo y el Arco" para describir su vocación militar. El nivel de destreza que podía alcanzar un samurai arquero era el producto de largos años de práctica. Se suponía que los samurai tenían que acertar pequeños objetivos, mientras galopaban a lomos de sus caballos.
El arco de un samurai tiene aspecto desgarbado, porque la empuñadura no está centrada, sino dos tercios por abajo. Se le daba adrede esta apariencia extraña, porque se podía utilizar fácilmente el arco a lomos de un caballo. Un arco simétrico hubiese sido más pequeño y, por tanto, menos eficaz, o no adecuado para utilizarlo montado. El arco en sí estaba contrachapado con madera caduca y bambú y a continuación se doblaba para obtener mayor resistencia. El conjunto se lacaba meticulosamente para protegerlo de la humedad. Para tensar el arco a veces se necesitaba el esfuerzo de varios hombres juntos, así que el conjunto tenía una potencia enorme.
Las flechas eran de muchos tipos, pero las más raras eran flechas de señalización que llevaban en la punta un gran silbato de madera. Emitían un gorgorito al cortar el aire y se lanzaban al principio de la batalla para atraer la atención de los kami, o espíritus, para que fueran testigo de las grandes proezas que se iban a realizar.
Naginata & Yari
La naginata se parece mucho a una barra con una gran hoja de espada insertada en un extremo. Sobre todo le gustaba a los monjes guerreros sohei, pero en manos diestras, es decir, de un samurai, tenían un efecto devastador contra casi cualquier oponente. Durante el período Sengoku la naginata cayó poco a poco en desuso, mientras que el yari adquiría su importancia en los clanes.
Como todas las armas japonesas, el yari lo fabricaban artesanalmente. El eje del yari normalmente era de roble, rodeado de un contrachapado de bambú y todo cubierto con una laca impermeable. Una hoja muy afilada completaba la lanza. Al principio el yari medía de 3 a 4 metros de longitud, pero bien entrado el período Sengoku, se fue alargando a medida que los daimyos experimentaban su utilidad táctica.
Los daimyo llegaron a considerarla un arma de gran valor ofensivo-defensivo. Se partía de la teoría de que los guerreros enemigos no podrían entablar el combate mano a mano tras pasar una hileras de hojas afiladas al final de una larga lanza. Los diferentes clanes también homogeneizaron las longitudes de sus yaris; por ejemplo, los utilizados por los lanceros del clan Oda pasaban de los cinco metros, en parte por su uso como protección contra las tropas armadas de arcabuces, que necesitaban que un compañero mantuviese al enemigo a raya mientras recargaban.
El Arcabuz
El arcabuz o trabuco de pedernal es casi tan simple como cualquier arma de fuego. Se aprietan debajo del cañón la pólvora, el relleno y la bala, se ceba el fogón y un cordón encendido (la mecha) hace disparar el arma. Sin embargo, a diferencia de los primeros revólveres, la mecha se sujeta a la pistola y se coloca mediante un simple gatillo. No tiene ninguna piedra de pedernal ni ningún mecanismo de explosión que pueda estropearse. Lo que podía pasar es que el arcabuz explotase en la cara del soldado o que la pólvora se humedeciese, convirtiendo el arma en un garrote muy caro. Una vez que se les inició en el uso del arcabuz, los samurai reconocieron casi enseguida su utilidad. Después de 1542 no hizo falta mucho tiempo para que los artesanos los fabricasen.
Muchos samurai llevaban el arcabuz en la batalla y lo usaban para disparar (con más o menos éxito, dada la imprecisión inherente a cualquier arma de ánima lisa) contra enemigos importantes. Sin embargo nunca llegó a ser el arma primordial de un verdadero samurai, porque ahí seguía estando la espada. Como arma para los samurai ricos de la época, nunca llegaría a ser realmente eficaz. Más que para otra cosa, solía ser bueno para un solo disparo porque normalmente no se podía recargar en el campo de batalla, aunque los criados estuviesen dispuestos a ayudar.
La verdadera utilidad del arma se hizo notar en las filas en masa de ashigaru. Cuando disparaban como un único grupo o lanzaban una lluvia, las unidades más grandes superaron el hecho de que el arcabuz, como primera arma de fuego, era tremendamente imprecisa. Era más bien por suerte que por acción meditada si un arcabucero acertaba a un hombre a 50 metros de distancia. Más allá de los 100 metros, cualquiera que fuera alcanzado por una bala de arcabuz tenía muy mala suerte más que ser objeto de un disparo intencionado. Al disparar en masa contra grandes objetivos, estas limitaciones se superaron y el arma cambió las tácticas de guerra en Japón.
Al final del período Sengoku, se abandonaron las armas de fuego bajo el shogunato de Tokugawa. Los samurai se convirtieron en los únicos guerreros del mundo que le volvían la espalda a la pólvora.
2006-12-15 18:48:53
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answer #1
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answered by nitzahom 5
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http://www.japanese-armor.com/japanese-armor.shtml
Los samurai no llevaban una armadura de una placa. El estilo se importó de China; la armadura de los samurai estaba hecha de pequeñas chapas unidas con cordones de seda o cuero. Al principio se diseñó para usarla sólo a caballo, se llamó yoroi, pesaba unos 30 kilos y era bastante eficaz. Casi todo el peso de la armadura reposaba sobre los hombros del soldado por lo que quedaba bastante limitada al blandir la espada desde el suelo.
Durante la Guerra Onin se modificó para que el peso se repartiese más por el torso. Se conservaron los cordones distintivos y se requería mucha atención en la fabricación y mantenimiento para que "funcionase" perfectamente. Para un país cubierto de arrozales, el que la armadura estuviera unida con cordones puede resultar algo raro. Los cordones se empapaban con facilidad y por tanto aumentaban de peso. Con frío ¡hasta se podían congelar!
Pero es precisamente esta característica lo que hace que la armadura japonesa sea tan colorida y atractiva para los gustos modernos. Los samurai eran muy prácticos en lo referente a sus armaduras y no siempre aprobaban este derroche de color. Aparte de todo, algunos tintes debilitaban la seda y los cordones se caían a trizas. Después de todo la armadura era una importante "herramienta para el comercio", en la mente de los samurai. Sin embargo la moda también tenía su papel: después de 1570 se extendió el uso del tinte negro azabache y, por tanto, de la armadura con cordones negros.
La armadura de los samurai estaba compuesta por muchas partes que se podían llevar por separado. No era necesario que un samurai de guardia en la mansión de su maestro llevase la armadura completa. Valía con llevar las mangas de la armadura debajo de las ropas. Ponerse una armadura era todo un ritual para cada pieza; hasta se llegaba a especificar qué mano, pierna o brazo debía cubrirse primero. Aparte de todo, el ritual debió servir para asegurarse de que el samurai no se olvidaba de ninguna parte del proceso.
Los cascos de los samurai van más allá de toda descripción. Podían ser enormes y terroríficos o con adornos y totalmente exagerados. Llevaban astas, enormes cimeras, cuernos, grandes plumas y soles y todo aquello que podía otorgarle un cariz más intimidatorio e impresionante. Añadidas a este efecto despampanante, las máscaras protectoras eran interpretaciones de caras demoníacas.
También había una especie de moda para la armadura "cristiana" tras la llegada de los portugueses. De hecho, esta armadura "cristiana" era un modelo español y, aunque es discutible, no tan avanzada desde el punto de vista tecnológico como la armadura que se fabricaba en Japón en la misma época. Con todo hay ilustraciones de samurai llevando armaduras europeas, tal vez como un guiño a la moda, tal vez para demostrar que eran extremadamente ricos (las armaduras traídas desde Europa siempre iban a ser más caras) y tal vez como un síntoma de su nueva fe cristiana. Los ejemplos que nos quedan de armaduras europeas de este período, por cierto, casi siempre tienen un impacto de bala en algún lugar del peto. Eso no significa que le había dado al que la llevaba, sino que se había disparado una bala para probar la armadura. La muesca se dejaba para mostrar que se había superado la prueba.
Normalmente el clan al que servían, proporcionaba a muchos soldados ashigaru una armadura y armas (los ashigaru tenían que procurarse una espada). Para que tuvieran un aspecto uniformado se utilizaba a menudo una laca de color. De construcción mucho más barata que la armadura samurai, la de los ashigaru cumplía perfectamente las funciones de protección y movilidad. Los cascos de los Ashigaru casi siempre eran la misma jingasa cónica, un práctico trozo metálico que también se utilizaba como caldera para el arroz.
Armadura Ashigaru
Muchos soldados ashigaru usaban la armadura y las armas estándar que les proporcionaba el clan (los ashigaru tenían que hacerse ellos mismos con una espada). Para darles una apariencia brillante se usaban a menudo corazas de hierro y el mon heráldico del clan era pintado sobre el pecho y la coraza de la espalda. Lejos de ser una construcción barata para la armadura de un samurai, la armadura de un ashigaru era sin embargo una buena elección entre protección y movilidad y mucho mejor que el equivalente del campesino en un ejército europeo en el caso de proporcionárselo. Los cascos ashigaru eran casi siempre el mismo cónico jingasa, una práctica pieza del conjunto que, cuando no se encontraba en batalla, podía valer como cuenco para el arroz.
2006-12-13 19:27:03
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answer #2
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answered by arturocancun 3
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