Los orígenes de la Navidad se ubican en el amanecer de la Humanidad; los días que seguían al solsticio del invierno desde el 21 de diciembre, los cuales han tenido siempre una significación particular en la adoración de los dioses del sol. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo.
En la mitología céltica, el dios del sol era crucificado tres días después del solsticio de invierno (21 + 3 = 24 de diciembre), el dios resucitó entre los muertos. Se dice que éste era el origen de la cruz céltica (simboliza el dios del sol en la cruz), mil años anterior al cristianismo. En el contexto del cristianismo, la Navidad fue formada en la edad del imperio romano. Los romanos honraban a Saturno, el antiguo dios de la agricultura, cada año que comenzaba el 17 de diciembre. En un festival llamado Saturnalia, se glorificaban más allá de los días en que el dios Saturno gobernó.
Este festival duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno, que por el calendario juliano caía el 25 de diciembre. Por la celebración de Saturnalia los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizan para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta. Éstos y otras festividades del invierno continuaron hasta el primero de enero, el festival de las Calendas, cuando los romanos marcaron el día de la Luna Nueva y el primer día del mes y el principio del año religioso. Como comenta Isaac Asimov en su guía a la Biblia: “Podría ensamblar el cristianismo sin sobrepasar su felicidad de Saturnalia. Era solamente necesario que ellos justamente saluden el nacimiento del hijo en vez que el del Sol”.
Según la enciclopedia católica la navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la celebración se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pachon (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Para la época del concilio de Nicea en 325, la iglesia alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.
El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo quinto. En Jerusalén, el cuarto peregrino Egeria del siglo de Burdeos atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, que debe haber sido la fecha de nacimiento.
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertir al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.
Algunos eruditos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino convertido al cristianismo para animar un festival religioso común para los cristianos y los paganos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta el 379, bajo Gregorio Nazianzus. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.
Otro culto extremadamente popular es el de origen persa, en esos días era el de Mitra. Las semejanzas entre Jesús y Mitra son muchas. Su nacimiento fue atestiguado por pastores y magos. Era conocido por curar a los enfermos, expulsar demonios y resucitar muertos. Fue asesinado, pero luego resucitó. Más tarde subió al cielo en el equinoccio del resorte después de una comida con sus 12 discípulos (que representan los signos del zodíaco), comiendo el mizd, un pedazo de pan marcado con una cruz (un símbolo casi universal del sol). El culto mitraico enarboló alrededor del anuncio del año 300 cuando se convirtió en la religión oficial del imperio.
En aquella época, en cada ciudad, en cada avanzada de militares desde Siria hasta la frontera escocesa, podía verse un mitraeum, y sacerdotes que oficiaban el culto. Esto no debe sugerir que el culto de Mitra era el único factor en este sincretismo, muchos dioses paganos tenían aspectos similares de la mitología (por ejemplo la madre virgen, la resurrección, etc.).
Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al bebé Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia y España).
Los historiadores no están seguros de la fecha en que los cristianos comenzaron a celebrar el nacimiento de Cristo. Ocasionalmente fue prohibido por las iglesias protestantes hasta luego del s. XIX debido a su relación con el catolicismo. Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule. Allí la Navidad todavía se conoce como Yule (o julio).
2006-12-12 10:33:31
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