Yo siempre he tenido complejos, uno de ellos, quizás el peor, es que mi espejo me dice que soy fea. Media humanidad me dice que no. Incluso en la calle todavía llego a recibir uno que otro piropo, o incluso chavitos mucho más jóvenes que yo, me silban por la calle. Pero siempre que me veo al espejo, me encuentro algo que no me hace ver bonita, ya sea que mi lunar, que las lonjas que me salieron, que mi nariz, que mis pies, que esto, que lo otro. Un tiempo intenté hacer un bolón de cosas para sentirme mejor con mi aspecto físico, (me arreglé los dientes, la vista, el cutis, las cejas, el cabello, la ropa, bajé de peso, me depilé y todas las demás superficialidades que trae consigo el hecho de sentirse "bonita") pero resulta que cuando supuestamente me creía más guapa, o los demás me veían más guapa, mi corazón se encontraba sentimentalmente deshecho, destrozado, y en agonía. Entonces descubrí que el hecho de parecer o de querer ser tan guapo o guapa como las estrellas de televisión, o incluso, de serlo, o de llegar a serlo, no te hace ser feliz.... qué ironía no?? La expresión triste de mi cara nadie me la podía quitar y hacía que me viera muy fea, bueno, al menos yo así me sentía, aunque todos decían, Ay, qué guapa, qué bonita, muñeca, y todos esos piropos que hasta llegué a considerar hipócritas. Hoy sé, porque después de esto me quedó una gran lección, que lo de afuera no importa, que no importa para nada el cascarón, que lo que importa es lo que llevas dentro, lo que importa es que seas bello en todos los sentidos, pero por dentro; lo de afuera se acaba, se deteriora, no dura para siempre... lo de adentro sí, incluso hasta se puede mejorar. Si tú no eres feliz por dentro, así seas lo más guapo del mundo, no vas a poder hacer felices a los que te rodean. Ahora que has encontrado a tu complemento, me da mucho gusto saber que hay personas que no pierden la fe, así como tú. Me da gusto ver que no importan las edades. Yo llegué a salir con alguien unos diez años menor que yo, pero era mucho más maduro que yo, mucho más alegre que yo. Tal vez por eso lo quise tanto, porque fue el que me salvó de esa tristeza tan fea que habitaba en mí. Descubrí que para ser felices, lo último que se toma en cuenta es la diferencia de edades, lo que importa es la identificación de las almas. Qué bueno que tu media naranja nació en esta época, en este siglo, no importa que seas un poco mayor. Te respondí porque me sentí un poco identificada contigo, (aún sigo esperando a mi media naranja) y con el afán de hacerte recapacitar en que quizás tú pensabas que lo que te hacía poco popular con las mujeres era tu físico. Ya que has madurado, sabes que hay personas a las que no nos importa lo de afuera, sino lo de adentro, y que finalmente, encontraste a la que Dios tenía destinada para ti. Y creo que finalmente descubriste que el ser humano en sí es esencia, no apariencia. Ojalá que para cuando leas esto, ella ya haya aceptado ser tu esposa. Te deseo toda la felicidad del mundo. Dios te la envió porque sabe que te la mereces. Bye bye
2006-12-10 01:20:50
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answer #6
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answered by Alba 3
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